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La vieja Europa

5 de agosto del 2002

Deploran el apoyo de la Comisión Europea a la construcción de dos nucleares en Ucrania

La Comisión Europea aprobó el día 25 de julio un préstamo de 585 millones de dólares a Ucrania para que finalice los reactores nucleares Khmelnitsky 2 y Rivne 4 de diseño soviético. Es de destacar que el propio Banco de Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) suspendió la ayuda para la finalización de estos dos peligrosos reactores. Ecologistas en Acción ve en esta decisión la influencia de la Comisaria de Energía y Transportes Loyola de Palacio.
Las centrales nucleares de Khmelnitsky 2 y Rivne 4 son de diseño soviético y están consideradas como de un modelo inseguro que no satisface los más elementales requerimientos de la seguridad. El coste de la finalización de estos dos reactores se estima en 1.480 millones de dólares y según los planes ucranios deberían haber estado terminados antes del año 2000. El Gobierno ucranio ha presionado sistemáticamente sobre las autoridades internacionales monetarias y políticas para conseguir préstamos para finalizar estos reactores.
Usando la central de Chernobil, que aún funcionaba en 2000, para chantajear a los gobiernos consiguió un préstamo del BERD de 215 millones de dólares. Las condiciones impuestas por el BERD fueron las habituales en este tipo de préstamos: que sea la opción menos costosa para producir energía, que sea una opción fiable y segura, desde el punto de vista de los accidentes en su funcionamiento normal, y que las instituciones nacionales involucradas otorguen el necesario apoyo económico. El BERD evaluó en diciembre de 2001 la marcha del proyecto y decidió suspender el préstamo porque no se cumplían las condiciones impuestas.
Sorprendentemente, la Comisión Europea aprobó un préstamo de Euratom (el organismo europeo de la energía atómica) al Gobierno ucraniano para la finalización de estos dos reactores el pasado 25 de julio. El préstamo aprobado asciende nada menos que a 585 millones de dólares. Todavía insuficientes para completar los proyectos pero que servirán para crear seguridad en los inversores extranjeros y que abre las puertas a los créditos procedentes de las Agencias de Crédito para la Exportación de Gran Bretaña, República Checa, Francia, Suiza, EE UU y España. Las agencias de estos países ya mostraron interés en el proyecto.
Ecologistas en Acción deplora esta decisión porque supone abrir la puerta a la finalización de estos dos peligrosos reactores, máxime en la actualidad en que la capacidad tecnológica ucrania y, por tanto, la capacidad para garantizar la seguridad nuclear está severamente resentida. Este dinero debería invertirse en proyectos de eficiencia energética, que es todavía bajísima en los países del Este y en Ucrania en particular, y en fuentes de energía más respetuosas con el medio ambiente. Además, el Estado ucraniano se endeudaría gravemente con las antedichas Agencias de Crédito y con Euratom.
Ecologistas en Acción ve en esta decisión la influencia de Loyola de Palacio, actual Comisaria Europea de Energía y Transportes, que viene defendiendo sistemáticamente a la energía nuclear en cuanto tiene ocasión y propone una y otra vez esta fuente de energía para el futuro. La construcción de estos reactores acabaría con la parálisis en que se encuentra la industria nuclear europea.