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La vieja Europa

Movilización sindical y obrera por cesantía en Fiat

Despidos masivos en la empresa símbolo de Italia Argenpress Miles de trabajadores de la FIAT emprendieron acciones de protesta en diversos puntos de Italia contra la decisión de ese consorcio automovilístico de aplicar a partir de hoy su anunciado recorte de personal.
Con el procedimiento del despido, que implica el cierre de cuatro de sus fábricas en la península, la centenaria empresa turinesa pretende recuperar su sector de una caída de ventas en este año y enfrentar su abultado endeudamiento. Los sindicatos, que rechazan el expediente del despido, amenazaron con extender las medidas de presión contra FIAT a otros sectores.
Al respecto, las tres grandes confederaciones sindicales, CGIL (izquierda), CISL (católica) y UIL (centrista) llamaron a una huelga general para el viernes día 13, que sería la tercera que enfrentará este año el Primer Ministro Silvio Berlusconi. Las negociaciones sindicatos-patronal fracasaron la semana pasada al no comprometerse la empresa con el reingreso de la mitad de los trabajadores afectados por la reducción de plantilla, que en principio es temporal hasta que se recupere la producción.
El gobierno de centro-derecha encabezado por Berlusconi aprovechó la coyuntura del enfrentamiento entre la FIAT y los sindicatos para acusar a estos últimos de politizar la cuestión. El político conservador ha sufrido este año dos huelgas generales como no se veían en Italia en un cuarto de siglo contra su proyectada flexibilización del despido.
A partir de hoy, cinco mil 600 empleados de las fábricas de Mirafiori -en Turín, sede del consorcio-, Arese, Cassino y Termini Imerese pasaron a depender de un fondo de garantías salarial financiado por el Estado, y otros dos mil 500 a una situación previa a la jubilación o al despido.
En Terminal Imerese, Sicilia, la planta de FIAT cierra, lo que implica la cesantía de sus mil 800 trabajadores, con grave quebranto para la población local. Contra el plan de reestructuración que FIAT pretende llevar adelante para recuperar su cuota de mercado, en todos sus establecimientos hubo el viernes un paro de cuatro horas cumplido por el 90 por ciento de los trabajadores, según los gremios, y el 25 por ciento, para la empresa.
En Turín, Milán, Varese y Cassino se registraron marchas y otras manifestaciones de protesta, como el cierre de autopistas y el bloqueo al acceso a esas instalaciones. Los obreros de la fábrica turinesa de Mirafiori recibieron el apoyo del alcalde, el centroizquierdista Sergio Chiamparino, quien se ofreció de mediador en próximas negociaciones. La FIAT despidió en mayo pasado a tres mil trabajadores anticipándoles la jubilación.
Con su posición de crítica a los sindicatos y algunas declaraciones consideradas inapropiadas, Berlusconi se ganó las críticas de la oposición de izquierda, que lo acusa de ponerse del lado de la empresa.
Según datos del Instituto de Estadísticas (ISTAT), la ocupación en las grandes empresas italianas está en crisis, y no generan ocupación desde hace un año. En ese período, en cambio, se perdieron 33 mil 600 puestos laborales, 27 mil 100 de ellos directamente en la producción