VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
La vieja Europa

Silvio Berlusconi reprime al movimiento antiglobalización

GARA ROMA

·La Policía italiana acusa de subversión a los activistas detenidos Veinte personas, pertenecientes a distintos movimientos antiglobalizadores, fueron detenidas ayer en las ciudades italianas de Nápoles, Cosenza y Taranto. La fiscalía de Cosenza, de donde partió la orden, acusa a los activistas de «asociación subversiva». Otras fuentes hablan de la venganza de Berlusconi.
Apenas una semana después de la conclusión del Foro Social Europeo de Florencia, la Policía italiana realizó ayer una vasta operación que se saldó con la detención de veinte activistas del movimiento antiglobalización en las ciudades de Nápoles, Cosenza y Taranto, además del registro de numerosas viviendas y de locales de la Universidad de Calabria. La operación fue ordenada por la fiscalía de Cosenza, y las acusaciones van desde la «asociación subversiva con el fin de perturbar al Gobierno», «conspiración contra el orden económico» hasta la «conspiración política» y la participación en incidentes ocurridos en el Foro Global de Nápoles y en Génova en 2001.
Entre los detenidos trasladados a prisión se encuentra Francesco Caruso, uno de los máximos exponentes del movimiento antiglobalización de Nápoles, que se encuentra retenido en la prisión de máxima seguridad de Trani. También han ingresado en esta prisión los activistas de los movimientos antimundialización de Cosenza y Taranto, Francesco Cirillo y Giuseppe Fonzino, respectivamente. Dos mujeres han sido encarceladas en la prisión de Latina, y otras seis personas se encuentran bajo arresto domiciliario.
Según este comunicado, Francesco Caruso, portavoz del «Laboratorio Campano para la Desobediencia Social», fue detenido la pasada medianoche junto con otra serie de activistas del sur de Italia, a los que no se permitió por más de dos horas mantener ningún contacto. En el caso de Francesco, según la Red, «estará detenido por 48 horas hasta que se confirme su arresto».
En el comunicado se critica la acusación vertida contra los detenidos, a los que se acusa de «asociación subversiva», afirmando que es «la usual fórmula utilizada para acallar a los que luchan por los derechos de todos». Por ello, da «su pleno apoyo y solidaridad a todos los activistas detenidos en esta nueva ola represiva», subrayando que «ninguna represión, incluso la más dura, podrá acabar con nuestra lucha por la afirmación de los derechos globales».
Asimismo, la organización Rete no global considera que la redada supone «un duro ataque contra la libertad de opinión y de lucha» y que «la cárcel es la única respuesta de las instituciones al grito de resistencia contra el paro, la exclusión, la pobreza y el abandono».