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La vieja Europa

6 de noviembre del 2002

Veinte años después

Carlo Frabetti
Contra el imperio

Dicen que Felipe González era guapo. Puede que lo fuera a los veinte años. Pero, en cualquier caso, ya no lo era a los cuarenta (ciertos rostros no se improvisan). Ya empezaba a ponérsele cara de cerdito orwelliano (¿recordáis a los cerdos corruptos de "Rebelión en la granja", los que traicionan la revolución de los animales y se convierten en nuevos explotadores?). Y a sus sesenta mal llevados, confirma plenamente aquello de que la cara es el espejo del alma. O aquello otro de que en la madurez somos responsables de nuestro rostro. La justicia no le ha pasado factura por la infamia de los GAL, pero su cara sí.
Y el rostro de su delfín-besugo evidencia la misma mezcla de debilidad y ambición (como corresponde a una misma política de oportunismo y vileza). Por una vez hay que darle la razón al PP: el PSOE es el pasado, el vergonzoso pasado de la falsa izquierda (aunque, huelga señalarlo, el PP es la reliquia --y no precisamente incorrupta-- de un pasado aún más sórdido). En la orwelliana década de los ochenta, los falsos mosqueteros engañaron a casi todo el país; se vendieron a Richelieu y se acostaron con Milady (o viceversa). Veinte años después, ya no engañan a casi nadie: sus herederos saben perfectamente dónde están y con quién; los fariseos que piden la ilegalización de Batasuna, lo hacen a sabiendas de que Felipe y sus esbirros engendraron algo mucho peor que ETA.
http://www.nodo50.org/contraelimperio