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La vieja Europa

29 de octubre del 2002

¿Está todo tranquilo en el Este? ¡Seguro que no!

Ken Biggs
Postmark Prague
Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Los éxitos electorales de este año de la izquierda comunista en las repúblicas Checa y Eslovaca (hasta 1990 la República Socialista Checoslovaca) son verdaderamente notables. Tanto más porque no ocurren en una parte "atrasada" del mundo, sino en el corazón mismo de lo que el cada vez más impopular presidente checo Vaclav Havel gusta de llamar la Europa "civilizada" y "avanzada". La República Checa es miembro de la OTAN y, si EE.UU. se sale con la suya en la reunión de noviembre de ampliación de la OTAN en Praga, Eslovaquia también llegará a serlo.
Fausto Sorino, dirigente del Partido de la Refundación Comunista de Italia, escribió recientemente que gracias al éxito de los comunistas checos en las elecciones parlamentarias de junio, se ha demostrado el error de los dirigentes del Partido Comunista Francés que afirman que "los partidos comunistas de origen leninista" han dejado de ser útiles y que no tienen futuro.
Ahora podría decirse que el Partido Comunista de la República Checa de Bohemia y Moravia [CPBM, por sus siglas en inglés], es el partido comunista más influyente de Europa. En las elecciones de junio fue el único partido parlamentario que aumentó su base, obteniendo 880.000 votos (un 18,5%) –un aumento de 220.000 por sobre su resultado de 1998. También aumentó sus escaños en la asamblea legislativa, de 200 miembros, de 24 a 41. Sus 17 asientos adicionales fueron obtenidos a costa de todos sus oponentes de derecha: Los socialdemócratas favorables a la OTAN y a la UE perdieron 4 asientos y medio millón de votos, los Demócratas Cívicos 5 escaños y 400.000 votos y la Coalición de 2 Partidos, 8 escaños y 500.000 votos.
Sorino también señala: "Contribuyeron a este progreso los votos de jóvenes que votaron por el CPBM, un partido que no ha repudiado a Lenin y a la historia del movimiento comunista en el siglo XX y que tiene una posición crítica así como opuesta ante el enfoque liquidacionista de la historia del 'socialismo real' que constituyó durante casi medio siglo 'su propia turbulenta historia'.
Es verdad, como dijera el dirigente del CPBM, Miroslav Grebenicek, al Comité Central del Partido en octubre, que hay algunos en el partido que quisieran socialdemocratizar el CPBM y dogmáticos que quieren reducirlo a una secta ultra-izquierdista que recite consignas seudo-revolucionarias, pero la posición política de la vasta mayoría de los 120.000 miembros del partido, incluyendo un tercio que está en edad de trabajar, es la que describe Sorino.
En referendos realizados en 1992 y 1993, los miembros del CPBM impidieron en dos ocasiones los intentos de varios de sus dirigentes y parlamentarios de eliminar la palabra "comunista" del nombre del partido. Los consideraron como intentos de negar los logros positivos del antiguo Partido Comunista de Checoslovaquia (CPCz) tanto antes como después de la revolución socialista respaldada por las masas de 1948. Los que, desde el interior del CPBM, apoyaron un cambio de nombre del partido, lo abandonaron después de ser definitivamente derrotados en su 3er Congreso en 1993.
Y los 400 miembros de la creciente Unión de la Juventud Comunista pueden estar seguros de que se han unido a una organización muy activa y que reconoce ser marxista-leninista.
El Partido Comunista de Eslovaquia (CPS)
En cierto modo el éxito del CPS en las elecciones de septiembre fue aún más extraordinario. Después de una década de esfuerzos, irrumpió finalmente a través de la barrera del 5% y conquistó 11 escaños de los 150 del parlamento eslovaco, obteniendo casi 182.000 votos (un 6,3%).
Lo que destaca aún más lo extraordinario de este resultado, como lo señaló el periodista checo Zdenek Horeni en la edición de octubre de Postmark Prague, es que se trata de un partido que no poseía ni una máquina de escribir ni un teléfono cuando fue vuelto a fundar a principios de los años 90 después de que el CPS original fuera secuestrado por una camarilla socialdemócrata de derecha que se disfrazaba de "Izquierda Democrática".
Un factor que explica el éxito del partido en las elecciones es su política de construcción del partido. Su cantidad de miembros creció de unos pocos cientos hace diez años a 23.000 y sus organizaciones operan en una cuarta parte de las aldeas del país y en todos sus distritos. ¿Cómo ha podido lograrlo en unos pocos años? Gracias a la sola determinación de los miembros veteranos de construir el partido y a las raíces que ha echado entre los que han sufrido durante la restauración del capitalismo después de 1989. Su lucha contra el masivo desempleo, la pobreza y la corrupción en la vida pública posterior a 1989, su oposición de principios a la integración a la OTAN y su actitud crítica a la participación en la UE, han llevado al CPS a numerosos antiguos miembros y partidarios del Partido de la Izquierda Democrática, dirigido por renegados, especialmente después de que los ministros del DLP en la coalición de "derecha- izquierda" del primer ministro Dzurinda se convirtieron en entusiastas partidarios de las políticas derechistas respaldadas por la UE, como ser la privatización y los cortes en los gastos públicos.
Esto le costó caro al DLP. Perdió todos sus 23 escaños en la elección del mes pasado, obteniendo menos de un 2% de los votos. Había rechazado varias veces en forma arrogante los llamados del CPS a la unidad de la izquierda basada en una estrategia política y económica alternativa.
Como declarara recientemente el consejero regional Ivan Hopta, uno de los vicepresidentes del CPS y dirigente de su grupo comunista de 11 miembros en el nuevo parlamento, al diario comunista checo Halo Noviny, muchos de los nuevos miembros del CPS son jóvenes y personas en edad de trabajar; un 70% de ellos no eran miembros del CPS original antes de noviembre de 1989.
Hopta reconoció que el éxito del CPBM en junio dio nuevo aliento a los comunistas eslovacos en su batalla por obtener una representación en el parlamento y así conquistar una plataforma para presentar su alternativa socialista. También expresó su aprecio por la ayuda otorgada por los comunistas checos al CPS durante su campaña.
Lecciones para otros partidos comunistas
En cuanto a las lecciones para el trabajo electoral de otros partidos comunistas, una es la importancia del trabajo en los gobiernos locales. El papel de los más de 6.200 concejales locales del CPBM en la lucha por nuevos puestos de trabajo en una época de desempleo récord posterior a 1989 de un 9% forma el fundamento de su apoyo nacional.
Otra base está formada por la necesidad de popularizar una estrategia económica alternativa que conduzca a nuevos puestos de trabajo para los desocupados, especialmente para los jóvenes, casas para los sin vivienda, y pensiones de jubilación decentes para los mayores así como recursos adicionales para la expansión de servicios sociales vitales como la educación y la atención sanitaria.
Si los obreros tienen trabajo en lugar del desempleo, se crea una situación en la que el avance hacia una sociedad socialista se convierte en un objetivo realista. Ambos partidos están ahora trabajando por mayores avances en las elecciones municipales que serán realizadas en la República Checa en noviembre y en Eslovaquia en diciembre.
La ofensiva bélica dirigida por EE.UU.
En la contra-cumbre anti-OTAN que el CPBM está organizando en Praga para el martes 19 de noviembre, propondrá que se establezca un comité permanente internacional para coordinar la tan necesaria reactivación del movimiento europeo por la paz para contrarrestar la amenaza a la paz dirigida por EE.UU. y el papel de las Naciones Unidas.
Como el gobierno checo, dirigido por los socialdemócratas, ha ofrecido recientemente su territorio a EE.UU. como una ubicación adecuada para una base para la Guerra Galáctica II, este tema se ha hecho aún más urgente. La contra-cumbre será seguida al día siguiente por una manifestación internacional contra la OTAN, que comenzará en la histórica Plaza de la Ciudad Vieja de Praga a las 2.30 de la tarde, hora local.
15 de octubre de 2002
* Los lectores pueden obtener una copia gratuita de Postmark Prague escribiendo a PP, PO Box 42, 182 00 Prague 8, Czech Republic o enviando un correo electrónico a postmarkprague@cmail.cz