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La vieja Europa

19 de octubre de 2002

Manu Chao:
"el Ayuntamiento de Barcelona se queja de que soy caro, y luego en las Ramblas me envía a la Guardia Urbana".

Carlos Miralles
El Mundo - Efe
BARCELONA.- El cantante francés Manu Chao ha declarado que se considera "un icono, pero no un líder" del movimiento antiglobalización, cuya imagen es "múltiple y diversa", como lo demuestra la reunión que 70 integrantes de 12 países europeos de este movimiento llevarán a cabo en Barcelona.

A partir de mañana y hasta el 20 de octubre, unas 70 personas, procedentes de una docena de países europeos como Alemania, Hungría, Holanda, Inglaterra, Yugoslavia, Italia o Portugal participarán en Barcelona en la Consulta Social Europea, donde buscarán un acuerdo general para definir sus metodologías de trabajo.

Chao, que actuó en julio de 2001 en Génova en protesta por la celebración de la reunión del G-8 y que tuvo una participación activa el pasado mes de marzo en los actos convocados contra la Cumbre de la UE celebrada en Barcelona, afirma que le apasiona "lo que late en la nevera", ya que le aburre "la parte visible del iceberg".

"Soy un personaje público y eso conlleva estar abierto a todo", asegura el autor de 'La rumba de Barcelona', que añade que no piensa en lo que representa para muchos jóvenes al hacer las cosas, ya que "sólo me importa mi conciencia".

"Hay 20.000 Manu Chao por ahí que yo ni siquiera conozco, desde los superhéroes a las supermalas personas", explica Chao, partidario de actuar gratis para quien no pueda contratarlo y, en cambio, de elevar su nómina en caso de tocar para las administraciones, como si de un Robin Hood moderno se tratara, por lo que critica que "el Ayuntamiento de Barcelona se queja de que soy caro, y luego en las Ramblas me envía a la Guardia Urbana".

Sin embargo, Manu Chao lleva "con cautela" haberse convertido en uno de los referentes del movimiento antiglobalización, y puntualiza que le molesta porque "no es bueno para el propio movimiento".

"Me considero un icono, pero no un líder porque la propia imagen de la antiglobalización es múltiple y diversa. Y tampoco me gusta esta palabra. No soy anti nada. Hago las cosas para, no en contra, y mi sueño es tener hijos y que vivan en un mundo mejor", explica Chao, consciente de ser "un personaje mediático", por lo que debe mantener "un mensaje coherente".