VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Derechos Humanos

Extradicion

La Audiencia Nacional de España ratificó la extradición a Buenos Aires del represor argentino Claudio Gustavo Scagliusi, ex agente civil de inteligencia del Ejército reclamado por el juez federal Claudio Bonadío. El fallo está pendiente del Consejo de Ministros del gobierno español, que en opinión de fuentes judiciales españolas seguramente lo aprobará. Bonadío le imputa a Scagliusi haber participado en la "Operación Murciélago", en la que el Batallón 601 de Inteligencia del Ejército desbarató en 1980 la "contraofensiva" de Montoneros e hizo desaparecer al menos a una veintena de sus militantes. En la causa están procesados con prisión preventiva por crímenes de lesa humanidad el ex dictador Leopoldo Fortunato Galtieri y otros 24 ex represores. Según el escrito remitido por el juez a la Audiencia, Scagliusi "se desempeñaba como personal civil de inteligencia del Ejército entre los años 1978 y 1983, cumpliendo funciones en la Central de Reunión como agente secreto". Scagliusi fue detenido en Barcelona, donde residía desde hace 19 años, el 27 de agosto de 2001 y el 5 de noviembre negó todas las acusaciones ante el juez Juan Del Olmo. También exigió declarar sin ser extraditado, ya que es ciudadano español. Scagliusi es hijo de un general y terminó casándose con una víctima de la represión, la ex montonera Silvia Noemí Tolchinsky, que cayó prisionera en la "Operación Murciélago" y luego de sufrir torturas y vejaciones en distintos campos clandestinos recuperó la libertad en 1983. Al declarar en la instrucción del juicio de extradición aseguró haber sido liberada gracias a la ayuda del que luego fue su marido. Tolchinsky, que tiene a su primer marido desaparecido, además declaró en España ante Bonadío y recordó que estuvo en una quinta lindante con Campo de Mayo, usada como centro clandestino y aseguró ver allí con vida a Lorenzo Ismael Viñas, hijo del escritor David Viñas, y al sacerdote Jorge Adur, ambos arrojados vivos al mar en un vuelo de la muerte. A Viñas, según el testimonio de la mujer, los victimarios le permitieron llevar consigo la foto de su pequeña hija por haber afrontado la tortura con valentía. Precisamente esa hija ha sido la querellante que dio origen a esta causa.