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Movimientos Sociales

El Movimiento de Trabajadores Desocupados
Qué hay detrás de los piquetes y los planes trabajar


Por Pablo Solana- Mtd de Lanus (Coordinadora Anibal Verón)

Cualquier persona medianamente informada en este país sabe lo que es un piquete, un corte de ruta.También es sabido que, mayoritariamente, los cortes de ruta protagonizados por los desocupados en los últimos años lograban como resultado la obtención de Planes Trabajar, es decir, subsidios muy elementales para desocupados, de 160 o 120 pesos, a cambio de unas pocas horas diarias de tareas comunitarias.
Lo que difícilmente pueda uno enterarse por los medios masivos de comunicación es cómo los desocupados fuimos organizándonos en los barrios, de qué forma opusimos resistencia al uso clientelístico de esos subsidios, y cómo buscamos ir transformándolos en alternativas de organización y en algunos casos de producción, en la perspectiva de encontrar salidas más serias ante la desocupación.
¿Se puede recuperar la "cultura del trabajo" a partir de los planes trabajar?
Como desocupados siempre tuvimos presente la necesidad de reconstruir los valores y aprendizajes históricos de la clase trabajadora, aún a partir de los subsidios "miserables" que implican estos planes. Más allá de la desocupación y marginación estructural en que gran parte de los habitantes de las barriadas populares nos encontramos, nunca dejamos de concebirnos como TRABAJADORES desocupados. Así fue que, de movida, los movimientos de desocupados autónomos que fuimos surgiendo a partir de estas luchas, nos apropiamos de los valores históricos que, algunos de nosotros con militancia sindical o política previa, conocíamos. Empezamos por lo organizativo: cada grupo de trabajo conformado por beneficiarios de los planes, elige uno o dos delegados; y en cada barrio, dependiendo de la cantidad de planes conquistados y de grupos de trabajo, se conforma un cuerpo de delegados, que es el ámbito donde se van tomando las decisiones; semanalmente, además, se realiza la asamblea del Movimiento en cada barrio, en la que participa el conjunto de los compañeros que ya estaban incorporados en algún plan y los vecinos desocupados que se acercan. Así fuimos recreando la organización de base que sustenta a todo el Movimiento. Y nos fuimos dando cuenta que el desafío era aún más grande: en los proyectos de empleo conquistados por el MTD, no hay "patrón" ni "jefe de cuadrilla", que "ordene" las tareas a realizar: al ser responsabilidad de cada grupo de trabajo que el proyecto salga adelante, son los mismos compañeros los que discuten las tareas y las necesidades para realizarlas, y la organización juega un rol preponderante, ya que a diferencia de una fábrica, ya no se trata solamente de organizarse para defender nuestros intereses gremiales, sino que recae sobre nuestra propia responsabilidad como trabajadores que el trabajo salga adelante. En el corto tiempo, fuimos notando que para que esto funcionara, debíamos formarnos y formar a los compañeros para comprender la importancia del desafío que teníamos por delante, ya que no faltaba el "chanta" que, aprovechando que nadie "vigila", siempre buscaba zafar participando lo menos posible, y sobre este tipo de actitudes permanentemente tenemos que estar alertas y no escatimar esfuerzos (ni paciencia), para revertir concepciones individualistas y escépticas que, sería necio negarlo, se encuentran arraigadas en parte de nuestro pueblo que no en vano viene padeciendo años de dominación y prédicas individualistas...
De a poco, compañeros sin experiencia fueron asumiendo sus roles como delegados, compañeros sin estudios fueron participando de tallercitos de formación, y en los barrios en que se organiza el MTD, de a poco, en las asambleas semanales se empezaron a volcar otras necesidades más allá de los planes de empleo: la necesidad de tomar las tierras abandonadas para construír las viviendas que desde hace años estaban prometidas y nadie entregaba; el reclamo a las autoridades municipales por el asfalto o el semáforo, la movilización para reclamar el subsidio para comprar el horno industrial para el proyecto de panadería... Así, en la medida en que nos organizábamos para resolver los problemas básicos, la misma participación de los vecinos nos iba orientando acerca de las luchas más necesarias y sentidas por el barrio. Y la experiencia de la organización de los primeros cortes en reclamo de los planes de empleo, se transformaba ahora en capacidad de planificar una toma de tierras, o discutir con el Intendente desde una "posición de fuerza", porque ahora sabían que estábamos organizados y dispuestos a hacer valer nuestra capacidad de movilización...
Los proyectos productivos: necesidad inmediata y apuesta a futuro
En principio, los planes trabajar estaban destinados exclusivamente a tareas comunitarias: zanjeo en los barrios, construcción de veredas, cuando no para arreglar Unidades Básicas, o para armar equipos de pintadas políticas en los casos en que los planes eran manejados por los punteros que respondían al municipio, como nuevamente pretende la Ministra Bullrich alertada por el crecimiento social y político de los Movimientos de Trabajadores Desocupados autónomos.
Nuestra decisión de "zafar" de estas situaciones, generó que, en próximos cortes de ruta que se dieron a lo largo del último año, exigiéramos al Gobierno Nacional la renovación de los proyectos de empleo en otros términos: queríamos definir nosotros las tareas a realizar, teníamos ideas y proyectos propios para llevar adelante, y cuando las luchas eran firmes, nos sentimos fuertes como para imponerle condiciones al Ministerio de trabajo y exigir la autogestíon de los planes de empleo. Para ello constituímos Asociaciones Civilies que funcionaran como Organismos Responsables ante el Ministerio, evitando así la intermediación de los Municipios y el control directo de los Planes de Empleo por parte de los movimientos de desocupados.Así fue que armamos proyectos de capacitación laboral, en que los compañeros ya no trabajan "limpiando zanjas", sino que participan de un curso de electricidad, carpintería, herrería... Y en la medida en que la capacitación entusiasmaba a algunos compañeros (muchos de ellos jóvenes que nunca habían tenido la posibilidad de formarse en un oficio), los cursos se fueron convirtiendo en talleres: hacía falta conseguir una soldadora eléctrica, y montar un taller de herrería. Alguien había trabajado en la construcción de bloques de hormigón, sabía cómo hacerlo, y el desafío era construir una bloquera industrial que además de enseñar un oficio, generara un beneficio para los compañeros del asentamiento que querían empezar a construir, de a poco, sus casas de material.La inversión para las máquinas o herramientas necesarias, difícilmente podría salir de los 160 pesos que cada jefe de familia recibe, lo que apenas alcanza para la subsistencia de un pequeño núcleo familiar... Pero como aprendimos y enseñamos en los talleres de formación de los que participan todos los compañeros, tenemos derecho a exigirles a los responsables de esta situación económica y política que nos gobiernan, y comenzamos a incorporar en nuestros petitorios la entrega de máquinas y herramientas, que sólo terminábamos consiguiendo en el próximo corte de ruta...
Así, de la nada, con organización, esfuerzo y lucha, fuimos armando la panadería comunitaria, que todavía no genera grandes ingresos para mucha gente, pero al menos garantiza que las familias de los compañeros del MTD del barrio en el que funciona, puedan tener su kilo de pan diario a 70 centavos... Y cuando para esa panadería el horno ya no alcanzaba, los compañeros del taller de herrería empezaron a diseñar un horno más grande, que fabricaron ellos mismos... Y cuando la casa del compañero que prestaba un lugarcito quedó chica, en uno de los terrenos tomados para resolver el problema de la falta de vivienda en el barrio, que habíamos destinado para la construcción de talleres de trabajo, se empezó a construir un lugar más grande, con los bloques que los compañeros del proyecto de la bloquera fabricaban...
Algunos resultados alentadores en estos intentos, sumado a la clara consciencia de que, más temprano que tarde, el salvaje modelo económico que padecemos buscará arrebatarnos hasta el mísero subsidio de empleo, hace que estos ejes de desarrollo se conviertan en prioridad para el MTD. Hoy son temas de estudio para nosotros la posibilidad de desarrollos productivos alternativos, redes de autoconsumo solidario, y estamos profundizando en las experiencias del MST en brasil, a través de compañeros que conocen de cerca los criterios de producción y consumo de los Sin Tierra.
El futuro de los desocupados: al igual que para el conjunto del pueblo, no hay salida sin un profundo cambio social
Trabajo, Dignidad y cambio Social es la consigna que, desde un principio, asumimos desde el MTD. Sabemos que la desocupación no es un mal "no deseado" del capitalismo, sino que, por el contrario, es un fenómeno estructural de la actual etapa neoliberal. Y que si no logramos transformar este sistema que se basa en la explotación del hombre por el hombre, y forjar una sociedad justa y solidaria, pocas expectativas podremos hacernos respecto al futuro de nuestros emprendimientos productivos, o lo que es peor, sabemos que si no revertimos esta situación tampoco habrá futuro para nuestros hijos...
Por eso, más allá de resolver nuestros problemas puntuales, nos vimos reflejados en otras luchas similares, y somos solidarios con los compañeros presos y los 2800 luchadores populares procesados; recibimos en nuestros barrios a los compañeros desocupados de General Mosconi a una semana de haber sido reprimidos y asesinados dos pobladores por la Gendarmería, y motivados por la indignación y por los relatos de las torturas a los que los sometían cuando eran detenidos, decidimos llamar la atención del Gobierno, pero esta vez no ya por nuestros subsidios de empleo, sino para que dejen de matar compatriotas... ¡por pedir trabajo! Y salimos a cortar los puentes de acceso de la Capital Federal, porque sólo así existimos para el Gobierno y los grandes medios de comunicación. Y porque creemos que todo el pueblo deberá unirse para hacerles frente a quienes nos oprimen, nos sumamos a los planes de lucha contra el ajuste, junto a todos los trabajadores, los pequeños productores y los estudiantes...
Por eso el gobieno nos persigue, encarcela a 57 desocupados de Fcio. Varela, dice que hacemos política y nos recorta los subsidios...
Tratan de ensuciarnos cuando dicen que hacemos política, porque quisieran que la sociedad nos vea como a ellos, corruptos, sucios, desprestigiados. Pero nosotros le contestamos que sí, que hacemos política, al organizarnos en los barrios, al confrontar contra las Instituciones del Estado que sostienen este sistema de muerte, al organizar nuestro futuro al margen de los aparatos burocráticos del estado, los partidos políticos y los sindicatos tradicionales, al defender exclusivamente los intereses de los trabajadores y el pueblo. Y seguiremos haciendo "esta" política hasta conquistar el CAMBIO SOCIAL que garantice una vida digna y un futuro con justicia y libertad para todos...