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Movimientos Sociales

19 de noviembre del 2002

Argentina: El piquete, de la fábrica a las calles
Experiencia del MTD de Solano

Ricardo Martínez Martínez
Rebelión

A Darío Santillán y Maximiliano Costegui, donde quiera que se encuentren...
El comienzo de la liberación territorial

El sol castigaba las calles del Gran Buenos Aires, al sur de capital federal. Trabajadores y desempleados de San Francisco Solano - barrio popular con 80 mil habitantes y una historia nutrida de resistencias- regresan a pie de sus actividades que reemplazan el trabajo que perdieron, muchos de ellos desde hace tiempo. Los cuerpos cansados y sudorosos, después de una dura faena de recoger cartón, vidrio y papel, desperdicios de la ciudad, se agolpan para participar en una asamblea comunitaria que hace evidente la construcción de la solidaridad colectiva, característica notable de la lucha por la sobrevivencia en Argentina.
La topografía de San Francisco Solano es similar a las que existen en nuestro continente, la componen casas con techos de cartón, pisos de tierra y paredes de lámina; caminos enlodados y a desnivel; locales comerciales vacíos; avenidas grandes donde transitan colectivos que van y vienen destinando pasajeros y, a lo lejos, murallas grises y pipas carbonadas, recuerdo de los centros fabriles de épocas anteriores. Así es el lugar que fue terreno de amplios cordones industriales y hoy es uno de los escenarios visibles de la lucha callejera de los trabajadores desocupados.
Con una cultura sindical, reivindicativa de derechos sociales y laborales, Solano ha optado desde hace 20 años por diversas formas de lucha, no sólo en el espacio habitual de las fábricas que ahora ya no están, sino en el espacio físico de la convivencia cotidiana, el barrio.
Para acercarse a la historia y a los orígenes del movimiento es necesario remontarse al final de la última dictadura en Argentina, cuando se multiplicaron las tomas de tierra y se levantaron los asentamientos. "Solano ha tenido una historia de luchas como la toma de tierras en plena dictadura militar. En 1982 cuando empieza una etapa de repliegue de los militares por la derrota de Las Malvinas, se reaviva el tema de las luchas sindicales y del campo popular. La gente, los obreros y desempleados optan por tomar las tierras", cuenta en entrevista Alberto Spagnolo, integrante de Movimiento de Trabajadores Desocupados MTD Solano de la Coordinadora Aníbal Verón.
En los siguientes años y en el contexto de la política neoliberal de los gobiernos constitucionales de Alfonsín, Menem y De la Rúa, la organización experimentó el crecimiento cuantitativo y cualitativo en tanto que generó iniciativas de coordinación, formación política y actividades reivindicativas de sobrevivencia. Se apoyó con otros movimientos similares del conurbano bonaerense y del interior, adecuó círculos de estudios y salas de práctica cultural, y montó comedores populares, clínicas móviles y granjas comunitarias. En realidad, se tejió una red solidaria a medida que el Estado abandonó sus funciones sociales.
Tras la cruenta dictadura militar de 1976 a 1983, los gobiernos siguientes aceleraron el proceso de privatizaciones de los sectores clave de la economía nacional. La industria energética, la agroindustria, el transporte, las telecomunicaciones y la banca fueron entregadas al capital foráneo y poco a poco los servicios sociales fueron reducidos a su "costo" mínimo. El desempleo aumentó hasta alcanzar hoy, según cifras oficiales, 22 por ciento, mientras las tesis de la desregulación económica de los organismos internacionales de crédito, se llevaron al pie de la letra convirtiendo a Argentina en el modelo ejemplar de los grandes empresarios nacionales y extranjeros.
En tanto, algunos sectores golpeados por las políticas fondo monetaristas resistieron al embate. Desarrollaron formas de lucha territorial, enmarcadas en una política de acción directa y reivindicativa. Los desempleados optaron por idear formas novedosas de resistir: demanda de empleo, construcción de alternativas de vida y cortes de ruta. La conjugación de estos tres elementos dio un nuevo rostro a la protesta social de la clase trabajadora y así nació el movimiento piquetero.
El nuevo rostro de la protesta social
A la ola de privatizaciones y su efecto cancerigeno de cierre de fuentes de empleo, los trabajadores respondieron con la organización. "La clase trabajadora tiene tres niveles: los activos, los pasivos y los desocupados. Y definimos que los desocupados, junto a otros sectores marginados, son la punta de lanza en la lucha, ya que en las nuevas condiciones no tenemos nada que perder".
Desde inicios de la década de los 90, los piqueteros son los primeros en producir grandes movilizaciones de resistencia en Argentina por necesidades objetivas, de empleo y alimentación. La rebeldía en la ciudad de Cultral Co, en las localidades de Tartagal y General Mosconi, al norte de Salta, son ejemplo de las puebladas y el ascenso de la lucha de la clase trabajadora frente al despojo.
Alberto Spangolo recuerda la resistencia del pueblo en Mosconi y la represión con la cual fue tratada. "Veníamos de una año de intensas luchas en lo reivindicativo, veníamos de una represión muy grande que fue el intento por parte del poder político de poner fin a la protesta social, con dos muertos, más de cien heridos y donde la gendarmería reprimió con Fall, con carabinas y francotiradores que estaban apostados en la refinería."
Ante la violencia institucional, el MTD de Solano bloqueó en Julio del 2001 con piquetes masivos y quema de gomas (llantas de automóvil), la capital federal en función de solidarizarse con sus compañeros que resistían al sitio policial que desplegó el gobierno.
Allí va a surgir la convocatoria y la coordinación de muchos sectores en lucha. Estudiantes, trabajadores del sector público, organismos independientes de derechos humanos, sectores progresistas vinculados a la Confederación de Trabajadores de Argentina (CTA) y a la Coordinadora Clasista y Combativa (CCC), y sectores de la intelectualidad. "Entonces fue un año de muchísimas luchas, con bloqueos sistemáticos en puentes, calles y avenidas y con el apoyo del pueblo y los sectores progresistas".
Los piquetes pusieron en el primer plano la magnitud del deterioro social y las medidas de contención estatal sufridas en las últimas dos décadas en el país del Mar del Plata. "Durante el año 2000 en el conurbano, donde viven doce millones de habitantes, mil personas por día cayeron por debajo de la línea de la pobreza y otras mil por debajo de la indigencia", publicó en un informe la consultora Equis, dirigida por Artemio López. En tanto, "Las detenciones y las muertes a 'delincuentes' por parte de la seguridad pública se triplicaron en este año", se dijo en un estudio publicado recientemente en el periódico La Nación.
Las organizaciones de desocupados con mayor antigüedad y poder de movilización no están integradas a un partido u organización de vanguardia, sino que son estructuras sociales con arraigo en el territorio y el detonante de su conformación es la necesidad de sobrevivencia. Antes de ser militantes con una ideología uniforme y común –que los hay al interno- los piqueteros se organizan como simples vecinos, impulsados por una identidad que van construyendo en su situación de marginados. De allí la existencia de mecanismos horizontales de decisión y acción, y la exploración de métodos que buscan concretar la autodeterminación.
El piquete resulta ser prisma de la solidaridad y la igualdad. "Cuando estamos en las calles frente a la quema de gomas, con otros compañeros y compañeras, somos uno sólo; no hay jerarquías, ni mandos supremos, ni subordinados; estamos todos en el mismo nivel, somos iguales... Si nos pasa algo, nos pasa a todos, si ganamos algo, ganamos todos."
El MTD de Solano y el levantamiento popular del 19 y 20 de diciembre
La experiencia del piquete se desenvolvió al calor de la lucha. Se conjugaron enseñanzas obreras como el piquete o huelga en la fábrica, con la pelea callejera y barrial paralizando el tránsito y cortando las rutas.
Previó a los sucesos de diciembre, las organizaciones piqueteras aceleraron sus procesos organizativos y ascendieron a niveles de conciencia social y política. Lograron conformarse como uno de los actores significativos de las luchas del pueblo. De la calle a la asamblea y de la asamblea a la movilización, se crearon lazos de resistencia democráticos y solidarios.
Una semana antes de los sucesos, los piqueteros de Solano realizaron bloqueos a los supermercados (Auchan, Carrefour, Jumbo) y realizaron recuperaciones de alimentos. "Era diciembre y ya hacía falta la comida, sobre todo aquí se pasa la navidad como casi todos los años, sin nada, y decidimos hacer un bloqueo a los supermercados, específicamente a los supermercados trasnacionales que tienen una gran trayectoria de sobreexplotar a los trabajadores y de evadir impuestos. Digamos que no son los pequeños comerciantes que también sufren, de alguna manera, la crisis."
Frente a la movilización del pueblo hambriento y los decomisos a las trasnacionales, el gobierno decretó el 19 de diciembre el Estado de Sitio y empezó a reprimir con un alto saldo de muertos, hechos que precipitaron la renuncia de De la Rúa.
La novedad –cuanta Alberto del MTD- fue que la gente de la capital y, específicamente la clase media, ya estaba cansada y salió a repudiar al gobierno, "primero el 19 y luego el 20 para quedarse en la Plaza. Fue un protagonismo de todo el pueblo que se movilizó, en la cual nosotros participamos."
La experiencia del MTD de Solano, en las jornadas de diciembre, fue reafirmar su condición de lucha reivindicativa y de lucha organizativa popular. "Salimos de nuevo y en masa el 22 y 23 de diciembre y no sólo era por alimentos, sino también como denuncia a los saqueos masivos de las trasnacionales al pueblo, a la ganancia por encima del bien común. Veníamos de esa práctica de exigir el alimento."
El balance de los actores
... La tarde caía con el sol en el poniente. Las nubes, arriba, figuraban caireles encrespados y levemente coloreadas de naranja y rojo. El suelo de San Francisco Solano seguía un poco húmedo luego de días de intensas lluvias que fueron cesando. La charla con los piqueteros de Solano, de la Aníbal Verón, se acompañó con un buen mate, pan tostado y calor humano...
-A casi un año de las jornadas de diciembre, ¿Cuál es el balance de la lucha piquetera? ¿Cuáles han sido los avances y retrocesos, si es que los hay?
"La situación en Argentina cambia. Hoy como nunca hay un gran desprestigio de las instituciones del sistema, llámense gobierno, partidos políticos, sindicatos, etc. Como nunca la gente no cree en alternativas posibles o cambios que vengan de allí.
"Estamos hablando de poco tiempo. Recordemos. De los sucesos para acá comienza una nueva etapa donde se potencia el salir de la pasividad al campo popular que ya se venía desde 1996 y se produjo un desquebrajamiento del sistema.
"Estamos ante un fenómeno de afirmación, de nuevas luchas donde se está buscando y creo que eso es lo nuevo. Se está ensayando y se está haciendo tal vez menos de lo que se hizo en diciembre, pero está latente. Esa nueva radicalidad que se busca sigue latente, creo que esa nueva radicalidad que surge el 19 y 20 sigue presente y, hoy por hoy, ningún argentino, hablando generalmente, cree que el cambio se dé por la vía electoral.
"Por allí nos falta tiempo y maduración para alcanzar el cambio social donde no tengamos diputados, senadores, parásitos que engordan chupando la sangre al pueblo. Pero el cambio viene y se gesta en un proceso de aprendizaje y educación política. Mucha gente está con el quebranto de que los políticos nos han traicionado, pero por allí siguen con la pasividad, es muy particular en Argentina donde el capitalismo penetró mucho y Argentina se creía parte del primer mundo, en Europa. Pensamos que eso iba a ser siempre y ya nos preocupaba que la gente no supiera en donde está plantada. ¡Y vuelta! el ilusionismo se cayó, somos de Latinoamérica."
-En su opinión ¿En qué nivel de lucha se encuentra el movimiento piquetero?
"Del 96 para acá ha sido una etapa. En todo el país se van viendo luchas, pequeñas, grandes, masivas, menos masivas, pero es una resistencia, en general, muy grande. Pero todavía no tenemos la fuerza suficiente como para plantear una transformación mayor, auque va a llegar. En este momento entramos en una etapa de definiciones y si los políticos, las instituciones y los organismos de crédito internacional se plantean nuevos programas de ajuste, habrá nuevas peleas, de eso estamos seguros.
"Viene una etapa donde necesariamente el gobierno está en crisis. Hay pujas de poder que no significa que se pongan de acuerdo porque lo hacen rápidamente, sobre todo si el pueblo amenaza. Por allí notamos que la fisura es tan grande que podemos empujar a un cambio significativo en la Argentina.
"Aquellos que tienen las recetas, los dogmas, los manuales, pretenden hacerlas, pero sin mucho éxito. Hay mucha responsabilidad de partidos, lo partidos que dicen que hay que hacer una Asamblea Constituyente, no se dan cuenta que ya se hizo en todas las provincias y de allí surge el mandato, pero buscan institucionalizarla en un periodo que todavía no madura completamente.
"Somos conscientes de nuestras limitaciones. Nosotros decimos que el sistema sigue dando tumbos, la represión sigue y hay que prepararnos para responder. Ya hay acusaciones de que somos grupos insurgentes, cuando nunca tuvimos un arma en la mano. Nos han dado la categoría de grupos insurgentes y la eliminación de estos grupos es la prioridad del gobierno. El poder busca aniquilarnos, pero no puede y eso es un signo de su debilidad.
-Llama la atención la forma en que se organizan para realizar sus actividades ¿Cómo llegaron a ese grado de definición?
"La forma de organización es la asamblea de vecinos que tiene una periodicidad semanal y allí se debaten todos los temas del movimiento. Hay criterios de organización están abiertos al debate, ya que son los principios del movimiento."
-¿Cuáles son esos principios?
"Los principios son la democracia de base, un movimiento de lucha que no lo hace de forma institucional, es un movimiento que no tiene líderes, y no somos tampoco movimientos que tengan un proyecto político cerrado y escrito. Nuestro proyecto es abierto y se define por un cambio social, que por allí no está en ningún lado escrito y podría decir que sí en su horizonte. Hay algunos elementos que podemos llamar socialismo. Es un movimiento que platea cambiar las relaciones entre los hombres y hacerlas más solidarias y pretende que el hombre, el ser humano, sea el centro primordial y no la ganancia."
-Escuché la palabra socialismo y resulta sorprendente toda vez que muchos actores en lucha hoy prefieren no hablar con palabras "mayores" ¿Qué entienden por socialismo, está presente en su praxis política?
"Más allá de los problemas que hay de sobrevivencia, económicos, el MTD constituyen una propuesta de construir algo distinto, diferente a lo que hemos vivido durante muchos años. Estamos tratando de tener un espacio de libertad, de creatividad y creando puntos y decimos que la nueva sociedad que queremos vivir ya la estamos haciendo y que se va plasmando en la participación, en un cambio que tenemos que dar en una cultura donde el hombre sea libre. Pasa por la construcción de nuevas relaciones y formas para entender que tenemos que organizarnos y que no es el individuo, es el colectivo; se trata de recuperar la colectividad. Uno de los daños más grandes que nos ha hecho el capitalismo es la degradación de los valores. Acá mucha gente que vino del interior con una experiencia de valores de solidaridad, de comunidad que las grandes ciudades destrozan y deterioran la calidad de vida.
"El alcoholismo, la droga complican mucha más la convivencia. La generación de lazos solidarios es nuestra fuerza. El movimiento es un proyecto donde hay libertad, digamos de acuerdos, de principios y hay muchas familias que van tomando el proyecto. El proyecto se va plasmando en el espacio, irse depurando de esta mala educación que hemos recibido. Tiene que ver con una nueva subjetividad, para donde va la producción, y nosotros tenemos una pequeña panadería que sirve para el colectivo, compañeros que trabajan voluntariamente y eso va a fortalecer los comedores. Estamos en la búsqueda de tejer redes que nos permita llegar a esos lugares de producción y tenemos la grata participación con 500 campesinos que vinieron de Córdoba, pequeños productores. Nosotros soñamos que a mediano plazo ya tengamos una independencia de ir generando redes con una nueva economía que tenga que ver con nuevos valores. Falta para cambiar la sociedad, pero ya estamos construyendo las bases.
"La propuesta del MTD es que podamos hacer algo y hay distintas áreas desde la administración del municipio, se va aprendiendo computación, de una economía de la solidaridad, de estos subsidios que son migajas, pero que los usamos para buscar una clínica, una escuela. Hay un área productiva y así entendemos que hacer con la producción y los compañeros piqueteros se preparan para cuidar todo lo que es el campamento y eso permite la integración en un sentido de la horizontalidad, donde no hay jerarquías, intentamos romper con la imagen del delegado que era el que mandaba y allí surge todo desde la Asamblea y esa es la sociedad que soñamos y pensamos y creo que la estamos construyendo. Decimos que no hay que esperar ese día maravilloso de la revolución, sino que hay que construirla. Somos ya un embrión de la sociedad nueva, sin opresión, sin explotación y por eso tenemos también un debate con respecto al machismo y el patriarcalismo que pega fuerte, pero tenemos otro espacio de lucha que dice: acá hay que ver nosotros y nosotras, somos compañeros con igual importancia. Se construye día a día, porque la lucha más difícil es la que tenemos contra nosotros mismos, contra nuestra vieja manera de pensar, de razonar, a veces también tenemos luchas con la policía o el Estado o el sistema, pero la lucha más fuerte se da en lo cotidiano, con los vicios que arrastramos."
... La noche nos alcanzó y ya los trenes del subterráneo dejaron de pasar. Me invitan a pernoctar. Preparamos la cena, pasta con perejil y, poco a poco, van llegando más compañeros que entre, agua y pasta, comparten las anécdotas de otro día de lucha y resistencia... Pienso en todo lo que contaron, lo que cuentan sin hablar, y me digo a mismo: quién vive...
Buenos Aires, Argentina