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Argentina: La lucha continúa

Estados Unidos, la Guerra y el Mundo: Algunas cosas que sabemos y algunas cosas que deberíamos averiguar.

Por: Fernando Montiel T

Que la política exterior de los Estados Unidos es congruente con los intereses de los grandes corporativos no es nuevo; que estos en reciprocidad fortalecen a la clase política estadounidense tampoco es nuevo; que los tambores de guerra suenan cuando alguno de estos dos elementos se tambalea (lo que implica que se tambalea el otro por la relación simbiótica) es también noticia ya conocida. Estas son algunas de las cosas que ya sabemos, que se encuentran plenamente documentadas y que son negadas ya por ignorancia o por complicidad. No por ser conocidas la insistencia en estos tópicos es irrelevante: La exposición de hechos concretos siempre será una actividad importante para disminuir la ignorancia (siempre que sea posible brincar el cerco propagandístico) -con su consecuencia lógica de concientización de las masas- y para desenmascarar farsas y mentiras.

La crítica retrospectiva es importante sin embargo no es suficiente. Es necesario el diseño de modelos propositivos alternativos por igual en lo político que en lo económico para la acción social. En otras palabras, las campañas contra la guerra y contra el dominio político-corporativo de las empresas tiene que dejar de ser reactivo y volverse proactivo. La resistencia es importante pero también lo es avanzar en el diseño e implementación de modelos alternativos de gobierno y desarrollo. Las iniciativas ya existen (cosa que, aunque no nos guste, no todo el mundo sabe), lo importante es ampliarlas tanto horizontal como verticalmente: un ejemplo seria el modelo político-económico de Heinz Dieterich. La iniciativa que ha puesto Dieterich sobre la mesa es un buen principio en el ámbito teórico, su modelo ciertamente no es un diseño acabado (como el mismo reconoce) sin embargo es ya una propuesta seria susceptible de investigación y profundización. Así como el modelo de Dieterich aplica en el ámbito teórico, en el plano práctico los esquemas de operación propositivos de avanzada son ya existentes y se han hecho funcionales para el bien de la humanidad.

Los ejemplos los podemos encontrar en todos lados aunque la forma como han sido presentadas por los medios masivos de comunicación es frecuentemente imprecisa cuando no errónea en su totalidad: aquello que muchos presentaron como "grupos provisionales de autodefensa" durante la guerra de Ruanda no eran realmente provisionales y su función no necesariamente se limitaba a la autodefensa. Estos grupos consistían en sectores conjuntos de la sociedad civil hutu y tutsi que de mutuo acuerdo hacían arreglos para evitar que la violencia penetrara en sus comunidades. Este esquema de trabajo podría parecer provisional a la luz de la guerra, aunque lo cierto es que en el fondo ponía el ejemplo de un sistema de organización de convivencia pacífica en un momento de crisis, de tal suerte que su ámbito de acción era dual: interno y externo (no obstante los medios centraron su importancia midiéndolo a la luz de la amenaza externa, lo cual constituía una descripción limitada de su realidad). Grupos similares se formaron durante la guerra de Bosnia y existen en la actualidad en la región de Chiapas, México. En este último caso los medios más descarados han calificado a los territorios autónomos como "connatos de separatismo", o de "balcanización" no obstante que no son otra cosa más que formas de gobierno basadas en las costumbres locales y cuyos habitantes se reconocen como miembros de la sociedad mexicana (con lo que se deshace la falacia del separatismo como acusación). Esfuerzos como estos de cuando en cuando se asoman en los medios y cuando lo hacen es de forma distorsionada o incompleta. Esto es algo de la guerra, el mundo y los Estados Unidos que no se siempre se sabe, o mejor dicho, no siempre se sabe en toda su dimensión. Las razones de la distorsión informativa puede ir desde incompetencia inconsciente de los reporteros, hasta el amarillismo puro que vende, pasando por supuesto por razones de orden político.

Sortear este tipo de distorsiones y la promoción de esquemas de cooperación alternativos se erige como una tarea de carácter estratégico en tanto muchas vidas están de por medio. En este momento por ejemplo, la vida de miles de iraquíes y palestinos depende de ello. Más allá de lo "curioso" que puede resultar para los menos enterados el hecho de que no solo amplios sectores de la sociedad judia en Israel se encuentren en descontento con las políticas que sigue su gobierno respecto a la causa palestina, lo cierto es que el hecho de que esta disidencia se haya presentado también en las filas mismas de los cuerpos de represión es muy significativo y abre grandes oportunidades. Estrechar lazos inter-comunitarios de base palestino-israelis (o para el caso mexicano-estadounidenses) es una tarea prioritaria como lo señaló Edward Said en su momento. Este modelo de cooperación de base social independientemente de la línea oficial puede hacer mucho más en la práctica que insistir en nuevas formulas matemáticas para demostrar la brutalidad de la realidad a la que se enfrenta la sociedad global (como aquella de señalar cuantos niños mueren por minuto de hambre o cuantas vidas se podrían salvar si no se desperdiciara por motivos mercantiles la cantidad de comida que se desperdicia). No es que esta información no sea importante, lo es, sin embargo su valor termina cuando se ha conseguido la concientización. Al menos el 75% de la población global esta ya conciente de esto, lo que requieren son esquemas de trabajo, esquemas de acción para cambiar esa realidad.

¿Qué pasaría si grandes brigadas de personas de diferentes partes del mundo comenzaran a organizarse para viajar en conjunto a Bagdad, no para salvar al sátrapa que gobierna al país y su séquito, sino para salvar a los ciudadanos iraquíes que no viven, sino que sobreviven por igual al policía del mundo que a su gobernante? ¿Se iniciaría la guerra? Por supuesto se requiere de valor para hacer una cosa así y no funcionará si no se hace de forma organizada, abierta y con difusión masiva. ¿Bombardearía Bush y Blair una ciudad en la que se sabe en todo el mundo que existen 20 ciudadanos estadounidenses y 20 ciudadanos británicos? Probablemente las consideraciones morales no los detendrían pero ¿estarían dispuestos a correr el riesgo del costo político que el crimen conllevaría?. Lo que se dilucida detrás de esta estrategia es que como bien señala Noam Chomsky "en las sociedades totalitarias, basta con que la gente obedezca, pero en las sociedades libres el control del pensamiento es necesario por medio de la propaganda". Ante una acción clara como esta y con la difusión correcta del origen de la acción el cerco propagandístico puede ser sorteado y entonces la presión para evitar el lanzamiento del ataque no vendría de parte de "la comunidad internacional" (sea lo que sea) sino de "la comunidad nacional" que dentro de los Estados Unidos pesa más. Sorteado el cerco propagandístico, Bush y los suyos estarían entre la espada y la pared ¿matarían a sus ciudadanos en Irak frente a los ojos de sus ciudadanos al interior?. Contra los estereotipos tenemos que los Estados Unidos no son un ente homogéneo, y el ciudadano común y corriente es tan humano como el que más, Chomsky nuevamente ha dicho "si los estadounidenses supieran lo que hace su gobierno, no se lo permitirían". Estrechar el contacto con la sociedad estadounidense para concientizarla es una labor toral de la resistencia. La principal amenaza a la "seguridad nacional" de los Estados Unidos (lease su clase gobernante) no es externa sino interna, no se está hablando de terrorismo, sino de concientización que no son sinónimos (aunque para Bush y su grupo no conozcan la distinción semántica). Este paradigma es ya en si mismo una línea de acción contundente, explotémosla, no solo con la descripción, sino con la acción.

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