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Argentina: La lucha continúa

LA JUSTICIA SUIZA CONFIRMO Y AMPLIO DATOS SOBRE LA CUENTA DE HERNANDEZ

Ramón, el que seis veces hizo un millón Una alta fuente judicial de la Confederación Helvética confirmó a Página/12 la existencia de la cuenta del ex secretario privado de Menem y de la radicación de una fundación llamada "The Spark Foundation", y no "Red Spark" como había trascendido .
Facsímil de la nota donde el juez Wenger dijo que la cuenta "también está a nombre de Carlos Menem".

Por Eduardo Febbro

La justicia Suiza confirmó y amplió las informaciones que circulan desde el pasado mes de octubre sobre la existencia de una cuenta bancaria manejada por Ramón Hernández, el ex secretario privado del también ex presidente Carlos Menem. Agregando detalles desconocidos hasta ahora, una alta fuente judicial de la Confederación Helvética ratificó a Página/12 la "identificación" de la cuenta bancaria que Ramón Hernández abrió en la sucursal de Zurich del Banco del Gottardo a nombre de una "fundación" con sede en el principado de Liechtenstein bajo la denominación "The Spark Foundation". Según la fuente suiza, la cuenta tiene un solo operador autorizado que es Ramón Hernández y su saldo actual asciende a unos seis millones de dólares.
La información suministrada en Ginebra termina de poner en claro los puntos oscuros que rodeaban la cuenta del ex secretario privado de Menem. Contrariamente a lo que se adelantó en un principio, la cuenta en el Banco del Gottardo no funciona a nombre de "Red Spark" sino como "The Spark Foundation". "RED" es en realidad el seudónimo de identificación pactado entre el banco y el cliente a fin de que tanto el origen como el destino final de las transferencias realizadas hacia la cuenta no sean identificados a primera vista.
En Vaduz, la capital del paraíso fiscal de Liechtenstein, una empleada del Registro de Comercio confirmó a su vez que "The Spark Foundation" estaba registrada en los archivos del Principado y que su domicilio legal era una simple casilla de correo ubicada en Vaduz. Cabe recordar que el método de las empresas fantasmas es moneda corriente en los medios de la corrupción de las finanzas internacionales. Pagando unos dos mil dólares, cualquier gabinete de abogados internacionales lleva a cabo la inscripción legal de empresas inexistentes en los numerosos paraísos fiscales del planeta, desde Panamá hasta Liechtenstein, pasando por Mónaco o las islas Caimán. Es preciso recordar que la cuenta de Hernández ya fue confirmada el pasado mes de octubre por el portavoz de la Oficina Federal de Policía de Suiza, Folco Galli, quien comunicó que Carlos Menem, su ex esposa, Zulema Yoma y su hija Zulemita tenían una cuenta abierta en la Unión de Bancos Suizos de Ginebra, UBS, con un saldo de más de 600 mil dólares. Galli también evocó el descubrimiento de una segunda cuenta a nombre de una empresa cuya identidad fue revelada luego por la prensa suiza. Esa cuenta es precisamente la de Ramón Hernández.
Entre octubre de 2001 y julio de este año, una serie de informaciones y sospechas fueron completando el esquema de las cuentas de Hernández y Menem en Suiza. En enero de 2002, el fiscal general de Ginebra, Bernard Bertossa, precisó que ambas cuentas habían sido denunciadas ante la justicia suiza por los bancos concernidos obedeciendo a las disposiciones de la legislación helvética de 1998 que los intima a declarar las cuentas sobre las cuales pesan sospechas de estar alimentadas mediante procedimientos ilícitos, es decir, el lavado de dinero. Por esta razón, el saldo de ambas cuentas bancarias fue bloqueado mientras estuviese en curso la instrucción penal por presunto lavado de dinero.
La cantidad de casos en los que están implicados el ex presidente argentino y sus allegados indujo a varios errores de interpretación en lo que atañe el trabajo realizado por los jueces. Resulta lícito recalcar que tanto la notificación de las cuentas de Menem y Hernández como el posterior bloqueo de ambas no están ligados a los exhortos enviados desde Buenos Aires a Suiza por los sucesivos jueces argentinos a cargo de los legajos, Jorge Urso, Gabriel Cavallo, Norberto Oyarbide, Juan José Galeano. La información acerca de Hernández confirmada ayer en Ginebra se inscribe en el marco del "procedimiento nacional" abierto en Suiza porblanqueo de dinero y nada tiene que ver con el "procedimiento internacional" que se inició con los pedidos del juez Urso y sus colegas. Más bien, antes que adelantarse, la justicia argentina se subió al carro judicial de los suizos aprovechando la brecha abierta por el "procedimiento nacional" ligado al blanqueo de dinero. Por lo pronto, un detalle que se desprende del dossier merece atención. Legalmente, hoy existe en Suiza un solo sumario nacional que concierne a Menem y Hernández. Los jueces suizos no han abierto un sumario para cada uno de los sospechosos sino uno mismo para los dos, con lo cual se hace obvio que para la justicia suiza la conexión entre las cuentas de Menem y Hernández es un hecho consumado.
Los suizos tienen mucho trabajo por delante. Al ya mencionado procedimiento nacional se le suman los internacionales: el iniciado mediante la comisión rogatoria del juez Urso –tráfico ilícito de armas con destino a Croacia y Ecuador–, el que se abre ahora con la comisión rogatoria enviada por el juez Norberto Oyarbide, recibida en Suiza el miércoles pasado y que concierne a Menem, su ex esposa Zulema Yoma, a Zulemita, al difunto hijo Carlos Jr, a Hernández, a Alberto Kohan, a Armando Gostanian y su hijo y a otro de los secretarios de Menem, Héctor Fernández; también está la comisión rogatoria del juez Galeano que busca corroborar el presunto cobro de una comisión de 10 millones de dólares pagada por Irán a fin de oscurecer las investigaciones en torno al atentado contra la AMIA –según las declaraciones formuladas por un ex agente de los servicios secretos iraníes denominado testigo C–. Por último, queda el exhorto del juez Gabriel Cavallo, encargado del sumario de Alberto Kohan. La jueza Christine Junod, que maneja el expediente suizo de Menem y Hernández, tiene en sus manos la ejecución de las comisiones rogatorias de todos estos jueces. A modo de recuento, es necesario señalar que el juez suizo que investigó las cuentas de Menem, Hernández y su familia respondió sin ambigüedad sobre su contenido. En una nota interna del 10 de octubre de 2001 (ver facsímil), Claude Wenger escribió que la mencionada cuenta del ex presidente "también está a nombre de Carlos Saúl Menem" y que "es él mismo quien la abrió". Es al final de esa nota cuando Wenger hace referencia a la cuenta de la empresa de Hernández.
A esta ya densa trama se le podrían agregar otros nombres y otras cuentas. Informaciones repetidas publicadas por los medios de prensa suizos, en especial el influyente diario Le Temps y el semanario Hebdo, mencionan la existencia de una cuenta bancaria abierta en el Crédit Suisse a nombre del Procurador general de la Nación, Nicolás Becerra. En febrero de este año, el juez ginebrino Paul Perraudin pidió al Credit Suisse que buscara una cuenta a su nombre. Los periodistas suizos aseguran que hay muchas pistas para creer que dicha cuenta fue abierta en los años 90 a través de una compañía de cambios, Maguitur, y de una empresa que representa el Credit Suisse en Uruguay, la CS Consultores y Servicios. La justicia local investiga los posibles nexos entre la presunta cuenta de Becerra en el Credit Suisse de Zurich y Monzer Al-Kassar, cuyos lazos datarían de los años en que el Procurador era abogado y funcionario provincial en Mendoza. Pese a reiterados pedidos, el Credit Suisse continúa bloqueando la información sobre la cuenta de Becerra. Esta, no obstante, parece haber comenzado a funcionar bajo el nombre de código "Naranja". El junio del año pasado, los fiscales federales argentinos Carlos Rivolo y Claudio Navas pidieron el levantamiento del secreto bancario en lo que atañe a Becerra sin que la justicia local haya accedido a sus demandas y la Argentina ni siquiera solicitó la "colaboración" judicial de Suiza en lo que toca a Becerra. Las mencionadas fuentes suizas recalcan que la cuenta de Becerra se abrió en 1991, en momentos en que dirigía un estudio de abogados en Mendoza. La cuenta suiza lleva el mismo nombre que la lista electoral –peronista– con la que fue electo diputadonacional: Naranja. Según dos informaciones concordantes –el semanario suizo L’Hebdo y una fuente ginebrina–, fueron los representantes del Credit Suisse en Montevideo, CS Consultores y servicios, quienes sirvieron de intermediarios para la apertura de la cuenta Naranja. La prensa ginebrina asegura que Becerra recibía sus movimientos bancarios a través de la casa de cambios Maguitur, una empresa mendocina relacionada con la ex diputada menemista Ana Mosso, nombrada en el informe de la Comisión Antilavado elaborado por los diputados Cristina Kirchner, Franco Caviglia y Carlos Soria. El suizo Hans Peter Winkler, entonces director de la empresa uruguaya CS Consultores y Servicios y hoy... empleado de la UBS (Unión de Bancos suizos), asegura no recordar nada con respecto a Becerra pero, no obstante, afirma "no digo en un 100 por ciento que la cuenta de ese señor no existe. Yo era un intermediario y es eventualmente posible que me haya encontrado con Becerra, pero no me acuerdo".