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Argentina

31 de mayo del 2002

Paraliza Buenos Aires huelga contra el gobierno de Eduardo Duhalde y su "sumisión al FMI"

Stella Calloni, La Jornada

Buenos Aires, 29 de mayo. Más de mil cortes de rutas y calles en todo el país, la suspensión y reprogramación de los vuelos de cabotaje y de Aerolíneas Argentinas, entre otros, fueron muestra de la fuerte adhesión lograda por el paro de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), convocado contra la política económica del gobierno de Eduardo Duhalde y la "sumisión a las imposiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI)".
La CTA, que agrupa a trabajadores estatales, de la salud, docentes, aeronáuticos, judiciales, actores y otros, fue acompañada en su protesta por la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y los movimientos piqueteros (de desocupados).
Paralelamente a estas protestas, el gobierno peronista realizaba todo tipo de presiones para lograr que el Senado derogara la ley de subversión económica, como exige el FMI para lograr la impunidad en los graves delitos económicos que comprometen a banqueros locales y extranjeros y a otros funcionarios, e incluso en su desesperación intentaba que fueran a votar por lo menos dos senadores gravemente enfermos. Finalmente, consiguió el crucial apoyo de la Unión Cívica Radical para formar quórum el jueves en el Senado.
En la jornada nacional de paro y protesta, casi todos los accesos a esta capital fueron cortados y los piqueteros ocuparon varias vías de ferrocarril, deteniendo los trenes. Asimismo fueron cortados, a un mismo tiempo, todos los puentes de acceso y las calles que rodean a hospitales públicos, escuelas y universidades, ya que también los estudiantes se plegaron a la medida.
La CTA, de línea progresista, mostró este día una fuerza que ya había evidenciado cuando encabezó el Frente Nacional contra la Pobreza con otros organismos sociales y de derechos humanos, que logró en noviembre pasado más de 3 millones de votos en un plebiscito contra la pobreza y la política neoliberal gubernamental.
El paro de la CTA-CCC se unió al de la Federación Agraria y otras instituciones del campo, así como a la huelga de los camioneros que transportan carga y los autobuses de larga distancia, todos afectados por el constante aumento de la gasolina. El gobierno no ha frenado las alzas constantes de las petroleras privatizadas, que provocan una imparable inflación.
Caos vial
Durante la protesta, varias manifestaciones de importantes localidades de la provincia de Buenos Aires, otrora pobladas por trabajadores de frigoríficos y fábricas ahora cerrados, confluyeron en un acto central.
También en La Matanza -distrito bonaerense donde 70 por ciento de la población está en la pobreza- los cortes se hicieron sentir con fuerza. Además participaron, especialmente convocados, los jubilados, que marcharon junto a la Asociación de Trabajadores del Estado. Carteles, bombos y banderas argentinas estaban al paso de las diversas movilizaciones. La policía cortó calles tratando de cerrar algunos circuitos y hubo caos vial, mientras las movilizaciones avanzaban hacia el centro de la ciudad.
"Estamos demostrando aquí que existe una determinación popular y es un mensaje muy claro para los poderosos y para todos nosotros, que somos capaces de conformar un gran frente social y popular, porque se necesita detener el hambre y la entrega del país ", dijo a La Jornada el diputado y dirigente piquetero Luis D'Elía.
Víctor de Gennaro, secretario general de la CTA, advirtió la urgencia de avanzar hacia la unidad, ya que "es evidente la disposición de todos los sectores para resistir esta política". Criticó con dureza que Duhalde "y todos los cómplices que durante 25 años han justificado, defendido, aportado de diferente manera para los sectores financieros, los grupos empresariales poderosos o los que han venido a quedarse con el patrimonio nacional, sean los que se beneficien a costa de la desocupación y el hambre en Argentina".
"No sé si van a cambiar su política o no. Lo que sé es que hay un cambio en nosotros que no delegamos más nuestro futuro ni el de nuestros hijos. La mitad de la población argentina ya vive bajo la linea de pobreza", señaló el sindicalista.
"Que paguen por lo que han robado, que paguen por la vida de nuestros compañeros, de los que niños que mueren por la desnutrición, que paguen por los 30 mil desaparecidos (en la última dictadura)", exigió, durante la concentración en Plaza de Mayo.
Las provincias también se unieron a la jornada de rechazo al FMI. En Jujuy, Tucumán, Salta, Santiago del Estero y las castigadas regiones del noreste hubo cortes, manifestaciones y ollas populares. En Córdoba se unieron a la marcha las dos ramas de la peronista Confederación General del Trabajo (CGT), oficial y disidente, recordando el 29 de mayo de 1969, cuando se produjo el histórico cordobazo o rebelión contra la dictadura de Juan Carlos Onganía. La fecha elegida por la CTA rendía homenaje a aquel levantamiento popular que marcó un hito en las luchas de los trabajadores argentinos.
A la protesta sindical de este día también se unió la movilización de los ahorristas, después que en estos días hubo incidentes y detenciones durante sus protestas. Además, la víspera se produjeron atentados contra cinco sucursales bancarias, cuatro del Banco Francés (Bilbao Vizcaya) y una del Scotianbank de Quilmes, suspendido por el Banco Central.
La convocatoria de la CTA fue considerada por analistas locales un llamado de alerta para la CGT oficial, que no ha realizado ninguna protesta a pesar del aumento del desempleo y cuando la cifra de pobres supera los 18 millones de personas.
En tanto, el día estuvo cargado de rumores sobre la renuncia del ministro de Economía, Roberto Lavagna, y muchos de ellos al parecer tuvieron origen en algunas sedes bancarias extranjeras, que ven con poco entusiasmo el programa del ministro para salir del corralito que encierra los ahorros de los argentinos desde diciembre pasado.
La banca extranjera no quiere asumir su responsabilidad en la confiscación de los ahorros, y pretende que el costo de la devaluación sea pagado por bonos estatales.