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Argentina: La lucha continúa

Homenaje en el Fiorito a Santillan y Kosteki

Acto de médicos y piqueteros Médicos y trabajadores del hospital inauguraron una placa en homenaje a los manifestantes asesinados el 26 de junio y realizaron duras críticas a la directora del Fiorito.
Los piqueteros de la Aníbal Verón, asambleístas y trabajadores de la salud cortaron la avenida Mitre.

Por Laura Vales

"Hace seis meses, el día que la policía mató a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, efectivos de la Bonaerense ingresaron al hospital (Fiorito) y reprimieron a los familiares y amigos que se habían juntado en el patio, donde esperaban que les dieran alguna información sobre el estado de los heridos. Al ver lo que pasaba, un grupo de trabajadores buscamos a la directora y le pedimos que llamara a un fiscal que interviniera y frenara la represión. La directora escuchó el reclamo, pero en lugar de telefonear a la fiscalía pidió refuerzos a la comisaría de la zona. Los trabajadores del hospital, quienes creemos que nuestra función es preservar la salud y no incentivar la muerte, queremos dejar una placa como memoria de lo que pasó, para que no vuelva a repetirse." Con estas palabras los médicos y empleados del hospital Fiorito, junto a los piqueteros de la Aníbal Verón y del Movimiento Teresa Rodríguez, recordaron ayer la represión a los desocupados en Avellaneda, de la que se cumplieron 180 días. El homenaje a Santillán y Kosteki continuó después con una marcha y un corte en el Puente Pueyrredón.
La jornada de protesta reunió a piqueteros y trabajadores de la salud con asambleas barriales, sindicatos y grupos de pacientes. Estuvieron en la puerta del centro de salud las asambleas de Avellaneda y San Telmo, delegaciones de la CTA Capital, de ATE, del Polo Obrero y el Movimiento Territorial de Liberación, entre otros.
La placa con los nombres de Santillán y Kosteki y la leyenda "Nunca más" fue colocada en la puerta principal del Fiorito, sobre la avenida Belgrano. El 26 de junio los cuerpos de los dos piqueteros fueron llevados a ese centro de salud, donde se atendió al grueso de los heridos. En esas horas de caos, la policía se desplegó en el interior de la Guardia médica. "Hubo baleados que por ese motivo no se animaron a entrar a pesar de que necesitaban ser asistidos. Dos días después nosotros seguíamos recibiendo gente con perdigones en el cuerpo que había llegado al hospital y se volvió al ver a la policía", recordó Isabel Maso, presidenta de la Asociación de Profesionales, médica que contó también el episodio transcripto al comienzo de esta nota.
Durante el homenaje hablaron su colega Luis Aráoz y Mariano Pacheco, de la Aníbal Verón. "La represión del 26 dentro del hospital no fue algo caído del cielo, no se trató de algo extraño a lo que pasa el resto de los días, cuando se hostiga a cualquiera que demuestre solidaridad con el de al lado", consideró Aráoz. El personal del hospital, que está en conflicto desde hace 60 días, acusa a la directora de haber permitido que se llevaran personas detenidas del interior del establecimiento y haber retaceado información a los familiares de las víctimas.
Luego del acto los manifestantes caminaron por la avenida Mitre hasta el acceso a la Capital Federal, el que cortaron.
Los piquetes en el Puente Pueyrredón se vienen realizando todos los 26 de cada mes, con un reclamo de justicia. Junto con los cortes se han impulsado diversas modalidades de protesta, como escraches a la comisaría Primera (a la que pertenecen los policías que actuaron de civil), marchas a Plaza de Mayo y jornadas artísticas.
Por la masacre de Avellaneda hay dos presos, el comisario Alfredo Fanchiotti y su chofer, el cabo Alejandro Acosta. El pasado 28 de noviembre la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora confirmó sus procesamientos por doble homicidio (los de Santillán y Kosteki) y las tentativas de homicidio de Aurora Cividino y Miguel Angel Paniagua. La Justicia no ha investigado hasta ahora lo vinculado a las responsabilidades políticas del caso