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Nuestro Planeta

29 de agosto del 2003

¿Por que se queman los bosques de España?

Feliciano Robles Blanco
Rebelión. especial para ARGENPRESS.info
Este verano del 2003, han sido especialmente virulentos y extensos los incendios forestales que ha habido especialmente en Extremadura y Cataluña. Por casualidad de la vida, viví en Extremadura los primeros 14 años de mi vida y posteriormente viví otros 20 años en la provincia de Barcelona y estoy en condiciones de explicar a los lectores las causas de estos incendios forestales.En esta primera parte me voy a centrar en los incendios forestales de Extremadura y por extensión a todos los que ha habido en la vertiente atlántica desde Galicia a Andalucía desde hace muchos años. Cuando yo nací en un pueblo de la provincia de Cáceres, la riqueza principal del mismo era la ganadería que pastaba por sus montes y dehesas, especialmente cerdos, ovejas, cabras y vacas. Los terrenos estaban poblados de robles, castaños, encinas, alcornoques, jaras y monte bajo.A principios de los años sesenta, coincidiendo con los Planes de Desarrollo se instalaron en España tres empresas importantes de fabricación de pasta de papel, una en Galicia, otra en Huelva y otra más en Cataluña. Pero resulta que en España no había materia prima para esas fábricas, así que se decidió hacer unas repoblaciones masivas de pinos y eucaliptos, árboles no adecuados para aquellos terrenos, ya que eran incompatibles con el ganado que lo habitaba, por todas las provincias de la vertiente atlántica, arruinando a los ganaderos que se vieron obligado a vender sus ganados y emigrar a las ciudades provocando una despoblación masiva de todos los pueblos rurales y ganaderos.En mi pueblo en concreto fui testigo de como se arrancó un robledal centenario y se repobló con pinos de rápido crecimiento y se prohibió pastar el ganado en ese terreno, también en las montañas en los mejores terrenos de estío que tenían las cabras se repobló de pinos y se obligó a rebaños enteros de cabras a desaparecer. Una vez repoblado el terreno nadie se cuidó de cuidarlo, y pronto fueron pastos de los fuegos que de forma intencionada o casual se hacían.Con el paso de los años, y los entornos rurales despoblados de gente joven, nadie se preocupó de cuidar los montes, hacer cortafuegos, talas selectivas, etc..Así que cada año que viene un poco más caluroso de lo normal, basta con que un desaprensivo pirómano, un rayo de tormenta seca, una chispa de una torreta eléctrica inicie un fuego para que su extensión sea rápida y desproporcionada y no haya medios suficientes en esas regiones abandonadas a la buena de dios para apagarlo de forma rápida y controlada.En la época franquista, había un slogan en la televisión que decía ' Cuando un bosque se quema, algo suyo se quema' pero un día en la revista La Codorniz apareció el siguiente chiste ' Cuando un bosque se quema, algo suyo se quema Sr. Conde'. Pues eso es más o menos lo que ocurre que a quien se les queman los bosques es a los condes y demás terratenientes que un día arruinaron el modo de vida ancestral que tenían las gentes de esas sufridas tierras que van de Galicia a Andalucía.Repoblaron los bosques en busca de dinero fácil y contaron con espléndidas subvenciones para repoblarlos. Ahora ya creo que se habrán dado cuenta del gran error que cometieron al repoblar sus tierras de árboles no autóctonos y tan fácilmente combustibles. * Feliciano Robles Blanco es Ingeniero y Licenciado en Ciencias de la Educación, profesor de Tecnología en un Instituto de Sevilla.

Concluimos con la publicación de las notas sobre los incendios de bosques en España. El autor es profesor de tecnología en un Instituto de Sevilla. En la primera parte denuncié la quema de los bosques de la vertiente atlántica de la península ibérica, debido, según mi parecer, a un plan de reforestación inadecuado de árboles no autóctonos, y no compatibles con el clima de la región.Hoy me voy a centrar en la quema de los bosques de la vertiente mediterránea o sea la que afecta a todas las provincias españolas bañadas por el mar Mediterráneo, y que van de Gerona a Cádiz.La quema de los bosques de esta zona ha sido debido a la presión urbanística a la que han estado y están sometidas, debido a la construcción de hoteles y apartamentos turísticos, pero sobre todo, al desarrollo de las urbanizaciones de segundas residencias que se han construido de forma alocada y especulativa a lo largo de todo el litoral, creando un estrés hídrico insoportable en la zona, por el gran consumo de agua que hay especialmente durante el verano que es cuando más ocupadas están las urbanizaciones por sus propietarios.Yo llegué a la provincia de Barcelona en 1961, bajo el efecto llamada que ejerció sobre mí un familiar que residía en Manresa, por aquella época eran miles las personas que diariamente llegaban a Barcelona, bajo el efecto llamada de una zona en desarrollo y que ofrecía mejores alternativas de vida que las que había en las zonas rurales y agrícolas de toda España. Así que a Barcelona y su provincia llegaban familias enteras procedentes de todas las regiones de España. Pronto se generó una actividad en la construcción impresionante porque había que alojar a aquellas familias que diariamente llegaban.Así fue como se crearon enormes ciudades dormitorios como Badalona, Hospitalet, Cornellá, Santa Coloma, etc. Ciudades muy mal equipadas de servicios ciudadanos que hiciesen agradable vivir en ellas.Una vez instalados en Barcelona, estas familias fueron adquiriendo automóviles y con ellos tuvieron la posibilidad de los domingos salir a pasarlos al campo, la montaña o las playas. Era la época de los famosos 'domingueros' y las caravanas de SEAT-600.Todo el litoral mediterráneo estaba cubierto de pinares de escaso valor maderero, pero si de buen efecto paisajístico, y era muy agradable pasar los domingos en espacios y merenderos de aquellos pinares que muchos de ellos llegaban a las mismas playas.Debido a esta presión humana sobre estos pinares, pronto empezaron a aparecer pequeños incendios forestales, originados por imprudencias, tales como tirar cigarros encendidos, no apagar bien las fogatas que se hacían en los merenderos, botellas de cristal rotas y tiradas al bosque, etc..A raíz de estos incendios, ocasionales surgió el boom de las urbanizaciones, porque una vez que una extensión de bosque se había quemado ya no había excusa que impidiese urbanizarlo, así que entraban las excavadoras y preparaban diferentes parcelas que se vendían a precio de oro y se hacía un suculento negocio. Así que el plan era que el bosque se tenía que quemar previamente antes de poderlo urbanizar, para acallar las voces que pudiesen protestar por la corta de árboles.

Yo estuve vendiendo parcelas en una urbanización situada en las faldas del Montseny cuyo terreno se había quemado cuatro años antes.Los pocos bosques que quedan actualmente se queman por muchas causas, debido al abandono que tienen por parte de sus propietarios, ya que la mayoría de ellos son de propiedad privada, si un incendio de éstos coincide con un año de lluvias primaverales y verano caluroso pues el terreno arde como una tea y se extiende de forma descontrolada, creando el peligro y la destrucción en muchas urbanizaciones que se ven cercadas por el fuego.

En Cataluña hay una ley que obliga a que las urbanizaciones tienen que tener un sistema eficaz de defensa contra el fuego, lamentable mente la mayoría de estas urbanizaciones no lo cumplen y además muchas de ellas son ilegales y se han desarrollado sin la aprobación y el control de las autoridades competentes en planeamiento urbanístico.Desgraciadamente las autoridades medioambientales en España han brillado por su ausencia y siempre han estado sometidas al poder de los ladrillos, es decir a facilitar la construcción de todo tipo de chalets y apartamentos en lugares totalmente inadecuados y que está provocando en todo el litoral mediterráneo una deforestación importante que dará paso a una gran desertificación, porque hay lugares donde muchos pinos se han quemado que ya no podrán regenerarse más.