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Nuestro Planeta


26 de julio del 2003

Posicion de la via campesina sobre los tratados de libre comercio y la OMC


Vía Campesina
Antes de referirnos a los tratados Internacionales sobre Libre Comercio es importante mencionar el derecho a producir que tienen los campesinos los pequeños y medianos productores, las mujeres rurales y los pueblos indígenas en todo el mundo. Para garantizar la seguridad alimentaría de los pueblos es necesario accesar al derecho a la tierra y el derecho a la soberanía alimentaría de los pueblos, cualquier discusión que ignore estos postulados fracasará en la erradicación de la pobreza y el hambre en las área rurales y urbanas.
La Alimentación es un Derecho Humano Básico

Este derecho únicamente se puede asegurar en un sistema donde la soberanía alimentaría este garantizada. Soberanía Alimentaría es el derecho de cada nación y de los pueblos para mantener y desarrollar su propia capacidad para producir los alimentos respetando la diversidad productiva y cultural. Tenemos el derecho a producir nuestros propios alimentos en nuestros propios territorios de manera autónoma. La soberanía alimentaría es una pre-condición para la seguridad alimentaría genuina. La liberalización del comercio y sus políticas económicas de ajuste estructural han globalizando el hambre y la pobreza en el mundo y están destruyendo la capacidad productiva, local y las sociedades rurales. Es un sistema económico inequitativo que amenaza tanto a la gente como a la naturaleza y al medio ambiente, con el único fin de acumular ganancias para unas cuantas personas y corporaciones transnacionales. A los campesinos y pequeños productores se les niega el acceso a la tierra, el agua, las semillas y los recursos naturales. Es una situación crecientemente hostil para los campesinos y pequeños productores. Los campesinos miembros de la Vía Campesina estamos resueltos a crear economías rurales que se basen en el respeto a nosotros mismos y derecho a la tierra en la soberanía alimentaría y el comercio justo. Las Mujeres juegan un papel central en la soberanía alimentaría del hogar y de la comunidad, por lo tanto tienen el derecho de acceder a los recursos para la producción de alimentos como: tierra, crédito, capital, tecnología, educación y servicios sociales. La Seguridad Alimentaría depende de los que producen alimentos y cuidan del medio ambiente natural.

Reforma Agraria para la Soberanía Alimentaría y el Desarrollo Sostenible

Las fuentes de mayores ingresos para los países en vías de desarrollo proviene de la explotación de la tierra; pero está históricamente ha estado y sigue estando concentrada en pocas manos. Este fenómeno no ha permitido que el campesino que es el que la trabaja pueda desarrollarse. Por otra parte la inadecuada distribución de la tierra ha generado enormes conflictos sociales que hasta la fecha persisten. La Vía Campesina demanda una auténtica reforma agraria que garantice a las familias campesinas el acceso y el control de la tierra y la devolución de los territorios a los pueblos indígenas. El derecho a la tierra debe de estar libre de discriminación basado en género, religión, raza, clase social y oposición ideológica, la tierra pertenece a quienes la trabajan. Las familias campesinas especialmente las mujeres tienen derecho a accesar a la tierra productiva, crédito, tecnología, mercados y servicios de extensión. Necesitamos que estos derechos estén garantizados por tratados internacionales que protejan la tierra y los campesinos del mundo, la función social de la propiedad y de la tierra deben garantizarlas las constituciones y las legislaciones nacionales que permitan a los campesinos poseer, vivir y trabajarla. Se debe valorar económica y socialmente el trabajo de producción de alimentos y el cuidado de la tierra para motivar a la juventud para que permanezca en comunidades rurales como ciudadanos productivos. Los Gobiernos deben de hacer inversiones a corto, mediano y largo plazo en el desarrollo rural para asegurar la infraestructura social. La soberanía alimentaría requiere del cuidado y el uso sostenible de los recursos naturales y especialmente de la tierra, el agua, las semillas, los que trabajamos la tierra debemos tener el derecho de practicar el manejo sostenible de los recursos naturales y preservar la diversidad biológica. La sostenibilidad a largo plazo exige un cambio de la dependencia de los químicos y de los monocultivos de exportación y modelos de producción intensivos industrializados. Los recursos genéticos son el resultado de milenios de años de evolución y pertenecen a toda la humanidad. Ellos representan el trabajo cuidadoso y el conocimiento de muchas generaciones de pueblos rurales e indígenas. La Vía Campesina considera que privatizar y comercializar los recursos genéticos por parte de compañías privadas y transnacionales debe ser prohibido. El acuerdo del derecho de propiedad intelectual de la Organización Mundial del Comercio (OMC) es inaceptable. Las comunidades campesinas tienen el derecho de usar libremente y proteger los recursos genéticos diversos incluyendo las semillas las cuales han sido desarrolladas por estas mismas comunidades a través de la historia.

Reorganizando el Comercio de Alimentos

Los alimentos son en primer lugar una fuente de vida y nutrición y por eso solo en segundo lugar pueden hacer un artículo comercial, las políticas agrícolas nacionales deben darle prioridad a la producción para el consumo doméstico y la autosuficiencia alimentaría, los alimentos de exportación no deben desplazar la producción local y desplomar los precios, esto significa que el "DUMPING" por productos subsidiados para la exportación de alimentos debe cesar. Los campesinos pequeños y medianos productores tienen el derecho a producir alimentos básicos esenciales para los países y controlar el mercado de sus productos. Los precios de los alimentos en los mercados nacionales e internacionales deben reflejar el verdadero costo de producción de los mismos, esto aseguraría que las familias campesinas tendrían ingresos adecuados. No es aceptable que la comercialización de los alimentos continúe teniendo como base la explotación económica de la gente más vulnerable --campesinos pobres con bajos salarios-- --y la degradación del medio ambiente--. Para la Vía Campesina no es aceptable que las decisiones de comercialización y producción sean en gran parte dictadas por la necesidad de divisas extranjeras para mortizar deudas externas impagables.

Posición de la Vía Campesina sobre las Negociaciones Agrícolas en la OMC

La Vía Campesina exige una investigación mundial de las serias consecuencias resultantes de la inclusión de la agricultura de los acuerdos GATT/OMC. El objetivo fundamental de GATT al liberalizar el comercio de la agricultura es la reestructuración de la producción y la distribución de los alimentos de todo el mundo, desviando el control sobre un derecho humano básicos fuera de las manos de los pueblos y sus gobiernos. Es inaceptable que las reglas de la producción y de la alimentación estén siendo dictadas de acuerdo al llamado "de libre comercio". La pérdida de la soberanía nacional alimentaría dentro del sistema de la OMC es peligrosa e inaceptable. La Vía Campesina se opone enérgicamente a las negociaciones de la agricultura bajo los términos impuestos por la Organización Mundial del Comercio (OMC). La política de la OMC esta sobre todo organizada alrededor de los intereses de la compañías multinacionales que dominan el comercio mundial destruyendo nuestra capacidad de producción, nuestras comunidades y el derecho al acceso a los recursos naturales y al ambiente. El comercio internacional debe servir a la sociedad entera. El comercio tiene que respetar la soberanía alimentaría de cada país, así como el acceso y uso de la tierra por los campesinos, campesinas, pequeños y medianos productores y los pueblos indígenas.

La "Liberalización de los Mercados bajo los términos de la OMC"

Tiene las siguientes consecuencias:

La destrucción de la capacidad de producción alimentaría en algunas regiones y la sobre producción en otras. Los programas de ajuste estructural bajo los términos de la OMC en la agricultura están acelerando la desviación de la producción doméstica hacia la producción intensiva de exportación y forzando a millones de campesinos y pueblos indígenas hacia la bancarrota. La desesperación de los productores esta llegando a su grado máximo como es el caso del suicidio colectivo de más de 400 productores de algodón en la India en el estado de Andhara Pradesh.

La política de la OMC permite el "DUMPING", impulsa la producción intensiva creando deliberadamente excedentes en algunas regiones, mientras que en otras se producen desastres sociales como el desempleo, el éxodo rural, degradación rural, la violencia y los suicidios. También esta provocando daños irreparables al ambiente incluyendo la pérdida de los suelos, biodiversidad, la contaminación de la tierra y el agua y el aire.

Incremento de la expulsión despiadada de la población rural del campo hacia las ciudades por causas de esta "liberalización".

Hoy en día hay una fuerte presión por la desregulación de las políticas de inversiones que pretende poner en manos de las grandes corporación multinacionales, la tierra, la producción, la tecnología y los mercados, esta política sería catastrófica para la gestión de los recursos naturales y para la producción de alimentos. Los gobiernos perdería toda su capacidad autónoma del manejo de los recursos naturales y limitaría el acceso a las familias campesinas y pueblos indígenas. Actualmente millones de campesinos están siendo forzados a dejar la tierra.

Algunos países y corporaciones transnacionales están buscando legislaciones nacionales o través de la OMC que permitan la piratería imponiendo patentes de seres vivos (derechos de propiedad intelectual sobre los genes de las plantas, animales y partes del cuerpo humano) en todas partes del mundo.

A través de la OMC las corporaciones transnacionales están imponiendo la ingeniería genética y a los consumidores los productores de animales creados con hormonas. Por ejemplo están creando condiciones para garantizar la comercialización de productores genéticamente modificados sin demostrar científicamente que no son perjudiciales para la salud de las personas.

Las negociaciones antidemocráticas de la OMC

Los acuerdos son definidos por los grandes países industrializados (G8) y las corporaciones transnacionales sin o con la poca participación de otros estados y movimientos sociales. El futuro del planeta no se puede dejar en estas manos, éstos organismos están actuando sin ninguna responsabilidad y sin darle cuenta a nadie. Nadie los elige y son profundamente antidemocráticos. La Vía Campesina plantea a los gobiernos y a las instituciones internacionales lo siguiente :

Debe excluirse de la OMC toda negociación relacionada con la producción y el mercado de los alimentos. Debe crearse a nivel internacional mecanismos democráticos genuinos para regular el comercio de los alimentos que respeten la soberanía alimentaría de cada país, basándose fundamentalmente en mercados locales y regionales bajo el control de los pequeños y medianos productores. Debe profundizarse sobre el análisis de las consecuencias del acuerdo de Marakesh sobre la producción de alimentos y debe revisarse en las actuales políticas neoliberales con el propósito de fortalecer el desarrollo sostenible de los mercados locales y regionales. Asegurar la soberanía alimentaría para cada uno de los países dando prioridad a la autosuficiencia de alimentos para su propia población y debe garantizarse los aspectos sociales y el medio ambiente. Cancelar la obligación que tiene cada país de aceptar el 5% de importaciones mínimas de su consumo interno. Todas las cláusulas obligatorias de acceso al mercado deben ser canceladas. Reivindicar el derecho de que tiene cada país de definir su propia política agrícola con el propósito de satisfacer sus necesidades internas, esto incluye el derecho de prohibir importaciones para proteger la producción interna, y además exigir el derecho irenunciable de realizar una reforma agraria integral que permita dignificar a los campesinos, indígenas, pequeños y medianos productores del mundo. Urge prohibir la biopiratería y las patentes de seres vivos incluyendo el desarrollo de variedades estériles a través de la ingeniería genética. Es impostergable exigir la democratización de las instancias de decisión internacionales que afectan la vida de los campesinos y transforman el campo y la agricultura todo con el fin de eliminar la globalización del hambre.
Tegucigalpa, M.D.C., Febrero de 1999