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Medio Oriente

22 de julio del 2003

Gira estadunidense por cinco países "de éxito"
El Africa que Bush quiso ver

Juan Agulló
Masiosare
Africa le atrae a Bush por dos motivos, uno electoral y otro geoestratégico: conectar con los afroamericanos en tiempo electoral y ganar posiciones frente a Francia, en un Continente rico habitado por gente pobre. En su reciente gira por cinco países africanos no hubo altruismo sino intereses .

DURANTE LA CAMPAÑA ELECTORAL que aupó a George W. Bush a la presidencia de Estados Unidos, el ahora Presidente reconoció que África sería la última de sus prioridades en política exterior. Actualmente, dicha posición, ha sido ligeramente matizada. Ocurre que los ingentes recursos naturales de África y el carácter periférico de sus conflictos hacen de este Continente una apuesta barata, interesante.

Las escalas del viaje de George W. Bush -en sintonía- fueron cuidadosamente seleccionadas. Nada del Congo ni de Liberia ni de Sierra Leona. Menos aún de Sudán, Somalia o Etiopía. Ni hablar de Kenia, Zimbabwe o Costa de Marfil. Ni tan siquiera de Angola o Mozambique. Ni guerras ni conflictos que hubieran podido complicar el viaje: tan sólo la "parte útil". Bush visitó cinco "países de éxito" que, por uno u otro motivo, tienen un carácter estratégico en el marco de la larga y soterrada batalla que Estados Unidos libra con Francia por la hegemonía en África.

De pobreza tampoco se quiso saber nada. De sus causas, aún menos. En casi todos los países visitados, sin embargo, se habló de SIDA, una enfermedad que hace estragos en el Sahel (2 millones de muertos al año). Su sola mención en Estados Unidos puede generar unos réditos electorales insospechados. Sobre todo entre una comunidad afroamericana a la que George W. Bush corteja de cara a su eventual reelección en el cargo. En ocasiones, un puñado de votos, puede depender de las sensibilidades que despierte una gira fotogénica.

Los países visitados

Los países visitados por George W. Bush entre los pasados 8 y 11 de julio fueron:

•Senegal: es un pequeño país del África Occidental tan grande como Sonora. San Luis, la segunda ciudad del país, fue uno de los centros administrativos más importantes durante la colonización francesa. Desde hace un tiempo su actual capital, Dakar, es uno de los grandes focos culturales del Continente. Allá han nacido o trabajado personajes de la talla del antropólogo Cheikh Anta Diop; el poeta Leopold Sedar Shengor; el sociólogo Samir Amin o el actual secretario general de la organización de las Naciones Unidas para la alimentación (FAO) Jacques Diouf.

Bush fue allí por dos motivos. Por su simbolismo (se trata de una de las democracias más antiguas de África) pero también por su posición geoestratégica, clave para dominar la siempre inestable África Occidental. Su "éxito" deja mucho que desear por cuanto que -a pesar de haber estado creciendo por encima del 4% a lo largo de los últimos años- el 64% de su población es pobre y la esperanza de vida es de tan sólo 52 años. Es un emisor nato de migrantes.

•Sudáfrica: El Apartheid (sistema de segregación racial vigente entre 1948 y 1991) propició una acumulación de capital que ha convertido a la economía sudafricana en una de las más dinámicas del Continente. No por casualidad se trata del principal socio comercial de Estados Unidos en la región. Pequeño problema: la rémora de aquellos obscuros años es un desigual reparto de la riqueza que ubica al país en el puesto número 107 de Índice de Desarrollo Humano (IDH) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) [México figura en el puesto 54].

Desde un punto de vista político las relaciones con Washington no son especialmente fluidas. Allá gobierna el Congreso Nacional Africano (ANC) de Nelson Mandela. Pese a haberse moderado notablemente desde su llegada al poder en 1999, el actual Presidente Thabo Mbeki tiene criterio propio como para oponerse a la Guerra de Irak, a la forma de resolver la crisis institucional en el vecino Zimbabwe o a la no proliferación de medicamentos similares contra el SIDA. Un último y elocuente dato: Sudáfrica es un país receptor de migrantes.

•Bostwana: Es un caso muy particular. Se trata de uno de los pocos países del mundo que, en los últimos treinta años, ha crecido casi sin parar. Uno de sus secretos -a parte del rigor macroeconómico-: la exportación de diamantes. El aprovechamiento de su principal recurso natural le ha permitido pasar de ser, de los más pobres, a los más prometedores de África. Pese a todo, el camino por recorrer, es aún muy largo: figura en el puesto 126 del IDH.

La pobreza afecta a un porcentaje superior al 60% de la población (tiene apenas 2 millones de habitantes). El desempleo y el subempleo siguen siendo, también, demasiado importantes. Por si fuera poco un 40% de la población es portadora del virus del SIDA y un 15% ha desarrollado la enfermedad.

•Uganda: es un aliado estratégico de Washington en el Continente. A decir de los especialistas se trata de una de las primeras fichas que movió Washington en África contra Francia. A lo largo de los últimos años, el gobierno de Uganda ha participado -de forma más o menos directa- en hostigamientos contra sus fronterizas Ruanda, Burundi y la República Democrática del Congo. Su participación en la "Primera Guerra Mundial africana" tampoco fue menor. Su ejército, no por casualidad, es de los más grandes y mejor equipados de África.

El país es, sin embargo, pequeño: apenas tiene 241 mil kilómetros cuadrados (poco menos que Sonora y Baja California juntas). Su economía también es mínima y el reparto de la riqueza apenas existe. De los países visitados por Bush es el más pobre y en el que, por ejemplo, la mortalidad infantil resulta más elevada. Su Estado tiene, además, un nivel de endeudamiento muy "latinoamericano": el servicio de la deuda se come el 23.7% de sus exportaciones (frente al 30.2% de México). No se entiende pues muy bien en qué consiste su "éxito". ¿Servicios prestados?

•Nigeria: es el aliado estratégico más importante de Estados Unidos en la región. La escala clave en la gira africana de Bush. Su presencia allí no presagia nada bueno: estamos ante el décimo productor mundial de petróleo y único miembro africano de la Organización de Países Exportadores de Petroleo (OPEP). La pretensión de Washington es que Nigeria abandone ese selecto y tercermundista club y comience a producir crudo por su cuenta. Dicha maniobra, de realizarse, podría suponer una rebaja considerable en los precios del petróleo. Ahorro en tiempos electorales…

Elecciones que, por cierto, hace tiempo que no hay en Nigeria. Quién allí ostenta el poder es una sanguinaria dictadura que reprime a sus opositores sin compasión. Organizaciones como Amnistía Internacional no se cansan de denunciar todo tipo de atropellos pero, en este caso, Bush, no habla de tiranías sino de "éxito" y de amistad. Por cierto que también parece olvidar el integrismo musulmán de algunos Estados del norte del país en los que se practica la ablación femenina y se castiga a las mujeres por infidelidad. La prueba más reciente y conocida, Amina Lawal.

Otras visitas sonadas

La de George W. Bush no ha sido la primera visita de un Presidente de Estados Unidos a África. El demócrata Jimmy Carter fue el pionero en 1978. Visitó Liberia y Nigeria. Hubo que esperar 20 años para que un correligionario suyo, Bill Clinton, volviera a dar el paso. Estuvo en Ghana, Uganda, Ruanda, Senegal, Sudáfrica y Nigeria. Regresó en 2000. Bush hijo es, por lo tanto, el primer republicano que visita África. Le precedió hace 14 meses su ex secretario del Tesoro, Paul O'Neill. Un viaje un tanto surrealista por cuanto que lo realizó acompañado del cantante irlandés Bono, vocalista del grupo de pop-rock U2.

Precisamente ese fue el motivo por el que, dicha gira, generó tanto revuelo. Con extraordinarias medidas de seguridad y con mil y una prevenciones sanitarias, el tecnócrata y el artista visitaron Ghana, Sudáfrica, Uganda y Etiopía. Supervisaron diversas obras sociales pero, sobre todo, proyectos de desarrollo promovidos por USAID (la agencia estadunidense de desarrollo). Casual o no, los países visitados por los altos cargos de Washington suelen ser siempre los mismos: se trata de aquellos que rodean al área de influencia francesa en el Continente. ¿ Azaroso?