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Medio Oriente

7 de julio del 2003

Siria en la red del Pentágono

Lucina Mell
World Date Service
La invasión a Iraq se salió de las fronteras de los países del Golfo Pérsico con la orden del Pentágono de retener bajo custodia del Comando Central a cinco efectivos sirios heridos durante el ataque a una caravana iraquí cerca de la frontera común hace dos semanas.

El Departamento de Defensa norteamericano contrarió así la frágil sugerencia del Departamento de Estado de devolver cuanto antes a Damasco los guardias fronterizos, tres de ellos gravemente heridos, ante el temor de que se deterioren más las ya tirantes relaciones debido a la inclusión de Siria en la lista de los países que la Casa Blanca considera terroristas.

Recientemente, el jefe del Pentágono Donald Rumsfeld fue más lejos al afirmar que su Eje del Mal particular lo integran Libia, Siria y Cuba.

Fuentes castrences en Washington indicaron que necesitan sacarle información a los soldados sirios sobre lo sucedido en las inmediaciones del puesto fronterizo que patrullaban, situado a unos 80 kilómetros al suroeste de Al Qaim, el más importante cruce entre Iraq y Siria.

Corresponsales de guerra y reporteros acreditados en el Pentágono explican entre líneas que detrás de la decisión de extender los interrogatorios, pese al llamado de Damasco para que liberen a los efectivos, está la intención de la Casa Blanca de presionar a Siria para que cumpla con su palabra de negarle refugio a miembros del gobierno del derrocado presidente Saddam Hussein.

El pasado 18 de junio, tropas especiales estadounidenses, ayudadas desde el aire por helicópteros artillados, redujeron a chatarra un convoy compuesto por unos seis vehículos, en el que, según informes de inteligencia norteamericanos intentaban huir hacia Siria altos cargos del gabinete de Hussein, y quizá hasta el propio exmandatario, cuyo paradero se desconoce.

El ataque ocurrió dos dias después de la captura de Abid Hamid Mahmoud al-Tikriti, secretario personal de Hussein en la región de Tikrit, lugar de nacimiento del depuesto gobernante.

De acuerdo con despachos provenientes del Pentágono, Mahmoud, de 46 años, habría confesado que tanto Hussein como sus dos hijos Uday y Qusay sobrevivieron a los bombardeos contra Bagdad y que estos últimos estarían ocultos en Siria, país del que supuestamente fue expulsado Mahmoud cuando fue apresado el 16 de junio último.

Como la mayoría de las naciones del Medio Oriente, Siria recibió la visita de altos dirigentes norteamericanos durante la ofensiva diplomática desplegada por Washington antes de la invasión a Iraq en marzo pasado. Los enviados del presidente, George W. Bush, lograron del gobierno de Bashar al-Assad, la promesa de cooperar en la cruzada antiterrorista.

Menos de dos meses después de que Bush anunciara el fin de los bombardeos con los que castigó a Iraq durante más de 45 días seguidos debido a la sospecha de que producía armas de destrucción masiva, la Casa Blanca acusó a Siria de permitir el paso por sus fronteras de combatientes extranjeros y parque bélico para ayudar al régimen de Hussein.

Dos de las interrogantes sin respuestas en el incidente en el que resultaron heridos los efectivos sirios es precisamente esclarecer cómo resultaron lesionados y si las tropas norteamericanas traspasaron suelo sirio durante la operación.

Funcionarios del gobierno estadounidense admitieron que, al menos, los restos de uno de los vehículos de la desmantelada caravana están en la parte siria.

Hasta el momento, Damasco se ha contentado con exigirle a Washington una explicación y la devolución de los guardias "para evitar un mal entendido que pudiera traer consigo una escalada que ninguna de las partes quiere".