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Medio Oriente

16 de junio del 2003

Los peligrosos residuos del stalinismo en Filipinas

G. Búster
Rebelión

El reciente asesinato el pasado 23 de enero de Rolly Kintanar, antiguo jefe militar del Nuevo Ejercito del Pueblo (NPA) de Filipinas que se encontraba en la legalidad, reivindicado por sus antiguos camaradas del Partido Comunista (CPP) en un comunicado firmado por su portavoz Gregario Rosal, ha hecho surgir de nuevo el espectro de un baño de sangre en la izquierda filipina en un momento decisivo de la lucha de los movimientos sociales contra la guerra en Mindanao y los efectos de la globalización en toda Filipinas..
La mayoria de la actual izquierda filipina tiene su origen en las escisiones de 1992 y 1997 del Partido Comunista pro-maoista (CPP) que dirige Joma Sisón. La incapacidad política del CPP para orientar los movimientos de masas urbanas que acabaron con la dictadura de Marcos y la critica de su linea de "guerra popular prolongada" desde el campo a las ciudades dio lugar a la escisión de las principales organizaciones del CPP en Manila, Visayas y Mindanao, iniciando un proceso plural de reconstrucción de la izquierda filipina. Este proceso esta aún lejos de haber acabado, pero ha dado lugar a un amplio debate sobre la estrategia y la táctica de los movimientos revolucionarios, que los asesinatos quieren cortar, reimponiendo por el miedo y métodos stalinistas una orientación política fracasada..
En los últimos dos años, los asesinatos se han multiplicado, llevandose por delante entre otros al dirigente historico del movimiento revolucionario de Manila, Filemón "Popoy" Lagman, presidente de la Confederación sindical "Solidaridad de Trabajadores Filipinos" (BMP) . El propio gobierno de Arroyo ha intentado utilizar estos asesinatos para bloquear las negociaciones de paz y alentar una autentica guerra civil en la izquierda..
Preocupados por esta situación, el grupo Izquierda Unida Europea-Izquierda Verde Nordica (GUE) del Parlamento Europeo, ha dirigido una carta firmada por su Presidente Francis Wurtz (PC frances) a Satur Ocampo, dirigente de la agrupación electoral Bayan Muna a través de la que actua el CPP, pidiendo el cese inmediato de la campaña de asesinatos e intimidaciones contra el resto de la izquierda filipina, en especial contra los dirigentes de Akbayan y el Partido Revolucionario de los Trabajadores (RPM). Una primera reunión entre representantes de la GUE y el CPP ha tenido lugar, sin que se haya conseguido obtener ningún compromiso por parte del CPP en este sentido..
De producirse nuevos asesinatos, la situación política en Filipinas puede verse gravemente afectada, asi como el trabajo de solidaridad en Europa y America con los movimientos sociales filipinos. Los métodos políticos basados en la intimidación y el miedo son inadmisibles en el proceso internacional de reconstrucción de la izquierda alternativa y es importante hacerlo saber a quienes persisten en ellos de manera criminal.