VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Medio Oriente

3 de mayo del 2003

Sri Lanka: Los guerrilleros tamiles y la solucion negociada a una guerra popular de varios años

Txente Rekondo
GAIN

Hace veinte años que los Tigres de Liberación de Tamil Eelam (LTTE) comenzaron su ofensiva armada en busca de un estado para la población tamil residente en Sri Lanka, enclavada en la denominada Tamil Eelam (Tierra Tamil). Los cuatro millones de tamiles se encontraban discriminados política, económica y socialmente por los 14 millones de cingalés. Desde el comienzo de las hostilidades más de sesenta mil personas han fallecido, cientos de miles han sido desplazadas y la economía de Sri Lanka ha caído por los suelos..
A finales del 2001, coincidiendo con las elecciones parlamentarias en Sri Lanka, los mediadores noruegos volvieron a impulsar los esfuerzos para lograr poner en marcha el proceso de paz. El triunfo electoral del nuevo primer ministro, Ranil Wickramasinghe, se sustentó en sus promesas para acabar negociadamente con el conflicto. A ello se le unió la coyuntura internacional generada tras el 11-S y a otra serie de factores locales. Fruto de todo ello el LTTE y el gobierno acordaron un permanente alto el fuego en febrero del 2002, y posteriormente ambas partes iniciaron, bajo supervisión noruega, una mesa de negociaciones que hasta la fecha se ha reunido en seis ocasiones..
En estos momentos se ha logrado consolidar la tregua de febrero de 2002, se ha conseguid acuerdos de cara a una nueva y provisional administración en las zonas tamiles y finalmente se está avanzando en el logro de un acuerdo político definitivo..
La situación de alto el fuego, no exenta de algún que otro incidente armado, ha posibilitado importantes avances para la comunidad tamil. El desarrollo que están llevando a cabo les permite contar con medios de comunicación en lengua tamil, que ésta esté presente en el sistema educativo, que la situación de la mujer mejore considerablemente... Y además, paralelamente a todo ello, recientemente una importante delegación tamil ha estado visitando diferentes estados europeos. Han visitado las islas Aland, para conocer de cerca su sistema autónomo y lingüístico, también han conocido los sistemas federales o confederales de Alemania, Suiza y Bélgica. Desde la delegación tamil se ha remarcado que la 'autonomía limitada no es suficiente para nuestro pueblo. Nosotros buscamos la consecución de un sistema propio de justicia, económico y social, en definitiva, el derecho a decidir nuestro futuro libremente, y si consecuencia de éste se logra un estado propio o no, nosotros lo debemos decidir'..
Durante todo este proceso se han venido sucediendo las presiones desde diferentes actores que no ven con buenos ojos estas transformaciones, y que parecen sentirse mucho más cómodos, en algunos casos, con la situación de violentos enfrentamientos armados de los años anteriores al acuerdo..
La presidenta de Sri Lanka, Chandrika Kumaratunga, se ha mostrado desde el inicio como uno de los mayores obstáculos para el buen discurrir de las negociaciones. Víctima en el pasado de un atentado del LTTE, parece que su actual actitud está ligada a un deseo de venganza hacia los autores de dicha acción, y por ello también hacia la población tamil a la que representa el LTTE..
También dentro del poderoso Ejército se oyen voces contrarias al desarrollo de los acontecimientos, tal vez porque han visto disminuir su papel en el nuevo escenario y probablemente por la perdida de peso que generará en el futuro..
Finalmente otros dos actores también pueden condicionar al desarrollo de las negociaciones. Por un lado India, quien históricamente se ha visto involucrada en el conflicto, observa con cautela el desarrollo de los acontecimientos, consciente tal vez, de que cualquier cambio profundo podría afectar posteriormente a su población tamil, y aumentar las demandas soberanistas en Jammu&Kashmir y otros pueblos que actualmente se encuentran bajo las fronteras del estado indio..
Y por otro lado, está la compleja situación de la minoría musulmana de la isla, que ha denunciando su discriminación ante tamiles y cingaleses..
Como todo proceso de paz, éste también está sujeto a la aparición de crisis. En estos momentos la acumulación de diferentes factores ha provocado que el LTTE se haya levantado de determinadas comisiones negociadoras..
Para el LTTE, tanto los mediadores noruegos como el gobierno de Sri Lanka, no debían haber aceptado la posición de EEUU, que significa la exclusión de uno de los actores principales del proceso. Además, también se ha acusado al Gobierno de Wickramasinghe de no cumplir lo acordado, como la retirada de sus tropas de diferentes zonas tamiles, como Jaffa, que es considerado como parte de la normalización emergente del acuerdo de alto el fuego y del proceso..
A pesar de las dificultades por la que atraviesa el proceso, todavía hay motivos de esperanza. La declaración del LTTE no menciona una ruptura definitiva, además también se ha comprometido a mantener el cese de las hostilidades acordado en febrero del 2002, y a la búsqueda de una solución negociada, y sobre todo, no ha mencionado en ningún momento su renuncia a participar en la siguiente ronda de negociaciones a celebrar en Tailandia desde hoy y hasta el 2 de mayo..
Pero tampoco se deben ocultar los peligros que acechan a este vacío o impasse recientemente creado. La confrontación entre el Gobierno y la presidenta de Sri Lanka ha evitado entre otras cosas la formación de un consenso sobre la estrategia negociadora. Las constantes amenazas de la presidenta, que tiene la potestad de disolver el parlamento y es al mismo tiempo comandante supremo de las fuerzas armadas, de que actuaría para detener 'cualquier movimiento que amenace la integridad de Sri Lanka', añaden nuevos focos de tensión..
La radicalización de buena parte de la juventud de la comunidad musulmana también es un factor que a medio plazo puede desestabilizar el proceso. Y finalmente, la propia coyuntura internacional también parece que se ha propuesto dificultar la buena marcha de las negociaciones. Como si de un 'daño colateral' se tratara, buena parte de las aportaciones económicas internacionales que se iban a destinar para solucionar este conflicto, se van a dirigir ahora hacia Irak..
De todas maneras, si tanto el gobierno cingalés como el LTTE siguen apostando por una salida negociada al conflicto político, las diferentes crisis podrán ser solventadas, y el rumbo del proceso de paz retomará su dirección acordada en esas mesas de negociación. La presencia de mediadores internacionales de prestigio, como es el caso del noruego Eric Solheim entre otros, también deben contribuir en la buena marcha del proceso.