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Medio Oriente

25 de mayo del 2003

Por raro que parezca, hay quien en su desesperación por los regímenes dictatoriales que oprimen a numerosos países, llega a pensar que EE.UU. -que ha apoyado esas dictaduras- podría invadir esos países e imponer un cierto modelo de democracia
Quisiera ser Chalabi

Satya Sagar
ZNet en español

"Lo mejor es cuando veo al pueblo iraquí vitoreando, celebrando, y saludando a las fuerzas de la coalición. No me queda más que llorar. La alegría de saber que hay a quien le importa, que quedan esperanzas para la libertad, y que sigue habiendo alguien que nos salvará de un mal parecido que ha regido a Birmania durante más de 40 años..
"Este régimen brutal ha estado aterrorizando al pueblo de Birmania durante muchos años. No ha habido nadie que nos ayude. Señor, por favor ayúdenos, por favor derroque este régimen malvado y dénos nuestra libertad." .
El autor es Maung Kyeizu (Mr Thank You), al parecer un birmano que vive en el exilio, escribiendo a George Bush Jr, en la sección de cartas al editor del Bangkok Post , del 27 de abril de 2003..
Al leer una carta semejante lo único que queda es imitar a su autor y decir "No me queda más que llorar. La pena de saber que sigue habiendo alguien en nuestro mundo que cree que el colonialismo lo liberará de sus déspotas locales a pesar de todas las experiencias de los últimos 400 años"..
Mr Thank You es sólo uno de muchos en nuestro planeta aquejados de la última pandémica que recorre el globo -SCARS. Para ser más precisos "Sudden Colonial Attack and Resurgence Syndrome" (Síndrome repentino de ataque y resurgimiento colonial). El virus que causa esta enfermedad mortal, que despista a la imaginación, borra la memoria histórica, condena a sus víctimas a arrastrarse perpetuamente sobre sus rodillas y las convierte en guías turísticos coloniales, ha sido identificado como "Quisiera ser Chalabi". Parece ser un producto especial de los experimentos de guerra biológica del Pentágono. El virus recibió el nombre del exiliado iraquí-estadounidense Ahmed Chalabi, el Quisling de Arabia, que ha mostrado los síntomas más agudos de SCARS en los últimos tiempos. Actualmente desvaría creyendo que él y su tipo de liberadores mercenarios del Congreso Nacional Iraquí podrán arreglárselas para apoderarse de Irak y permanecer en el poder sin ser puestos violentamente en cuarentena por el pueblo iraquí. Se ha establecido recientemente que el modo principal de transmisión de SCARS reside en los medios noticiosos globales -AP, Reuters, AFP, CNN y BBC..
Perdón, me salí, ligeramente, por la tangente. Pero este muchacho Chalabi, deslizándose hacia la gloria sobre los faldones de las fuerzas coloniales, afecta interminablemente mi sensibilidad. Ahmed Chalabi y la caballería que cabalga hacia Bagdad para salvar a sus ciudadanos oprimidos (a los que no envió ni una tarjeta postal en 49 años). Chalabi y sus compañeros combatiendo contra los restos de las odiadas tropas de Sadam. Chalabi el intrépido policía hurgando en los secretos de la dictadura. Chalabi el Charlatán, pasado de un día al otro de simple-estafador a neo- conservador y previsto como el nuevo dictador de Irak..
Hemos visto antes esta variedad particular de virus en la historia colonial del sur de Asia (¿y no puede ser identificado en la historia de todos los países del mundo?). Los Mir Jafars y Jaichands- los Quislings de la India del siglo XVII -los heterogéneos príncipes, mercaderes y sacerdotes que facilitaron la toma del sub continente, convirtiéndose en serviciales lubricantes de la maquinaría de robo y saqueo del Imperio Británico. Fue precisamente esta temprana versión de "SCARS" la que permitió que los británicos controlaran en su apogeo un vasto territorio, de más de 300 millones de súbditos (incluyendo a Birmania), con sólo algo más de 10.000 funcionarios traídos de Inglaterra. No sé cuál fue exactamente la proporción de amos y agentes coloniales, pero no cabe duda de que la relación debe haber batido récords en su época. La historia de toda la humanidad, creo, no representa sólo un choque entre diversas clases sino, a un nivel más amplio, también el choque entre los que quieren ser amos y los que se niegan a ser esclavos. Y aquí encontramos también a esos agentes traicioneros que sirven de pantalla a los amos para ayudar a engatusar a los esclavos. Ahmed Chalabi pertenece a esta categoría suave, viscosa, que entra y sale deslizándose de las situaciones difíciles, escarbando a la busca de los despojos de la trata de esclavos..
Para ser justos con nuestro amigo birmano Mr. Thank You, él no se encuentra para nada en la misma categoría que Chalabi. Pienso que sufre sólo de un ligero ataque de SCARS. Por el tono lastimero y el tenor de su carta, suena más bien como un esclavo indefenso, más bien un Mr. Lástima, que un bellaco agresivo de pura sangre. Pero no escasean, en otras partes del mundo, los súper portadores del virus "Quisiera ser Chalabi": de Kosovo a Afganistán a Timor Oriental, adonde llegaremos más adelante..
Conociendo la situación en Birmania, incluso puedo decir que comprendo perfectamente, aunque no aprecio, el sentido de desesperación de Mr. Thank You y su resultante servilismo ante la única superpotencia del mundo..
Consideremos lo que ha sufrido el pueblo birmano durante los últimos cincuenta años. Después de un breve e intranquilo período de democracia electoral durante una década y media después de la independencia del control británico, Birmania ha sido regida por una de las dictaduras más implacables del mundo. Birmania es ciertamente un caso más adecuado para su 'liberación' que lo que jamás fue Kosovo y está fácilmente a la par con Irak..
Los militares birmanos han negado a sus ciudadanos, particularmente a las minorías étnicas, durante las últimas cuatro décadas, sus derechos humanos básicos de vida, sustento y supervivencia normal. Los grupos de derechos humanos informan sobre numerosos casos de violaciones sistemáticas de mujeres de la minoría étnica, de masacres de civiles de las minorías, de trabajos forzados, de destrucción de cosechas y asentamientos. Hay un caso suficientemente fuerte contra los generales birmanos como para poder juzgarlos por crímenes contra la humanidad y por una acumulación de crímenes de guerra..
Como si no fuera bastante, hay actualmente unos dos millones de civiles desplazados dentro del país que pertenecen a las minorías étnicas Shan, Karen y Karenni, la mayoría desplazados violentamente por los militares birmanos en su conflicto con grupos rebeldes que luchan por la autonomía o la independencia. Son personas que se han convertido en refugiados dentro de su propio país, viviendo con su familia y sus niños en selvas peligrosas, remotas montañas, vulnerables a todas las amenazas físicas imaginables..
Ahora mismo quedan cerca de 1.500 presos políticos en el mal afamado sistema carcelario de Birmania. Pero si se cuenta a todos los que han pasado por esas mazmorras a través de los años, el total podría fácilmente llegar a cien mil o más. Son personas que son rutinariamente arrestadas y condenadas en tribunales arbitrarios a una década o más en prisión por acusaciones tan simples como leer poesía 'subversiva' en público o por tomar fotografías de cosechas de maíz perdidas..
Pero los crímenes de los criminales en Rangún constituyen sólo un lado de la historia. Birmania es también una historia de fenomenal coraje y resistencia mostrada desde principios de los años 60 del siglo pasado por generaciones de idealistas: estudiantes, intelectuales, y gente corriente..
Minorías étnicas que luchan por la autonomía, estudiantes que inician ola tras ola de movimientos -arrestados, torturados, asesinados por centenas en las últimas cuatro décadas. Todo el país se alzó contra el odiado régimen militar en 1988 -haciendo que el estado perdiera toda efectividad en el control del país. Una elección general en 1990 finalmente llevó a que la Liga Nacional por la Democracia lograra una victoria aplastante con más de un 92 por ciento de los votos escrutados. Y cuando la junta se negó a entregar el poder y reprimió a la oposición, miles de birmanos huyeron a la frontera entre Tailandia y Birmania para establecer actividades a favor de la democracia e incluso un ejército de estudiantes para combatir a los militares birmanos. La dirigente de la oposición birmana, Daw Aung San Suu Kyi, ha estado resistiendo valerosamente tremendas presiones tanto políticas como personales durante la última década -como un fanal de esperanza para el pueblo birmano. Personalmente he visto a numerosos jóvenes estudiantes birmanos exiliados aquí en Tailandia que, con sólo 25 años, ya han pasado cerca de una década en la prisión por su activismo. No puedo pensar en ninguna otra parte del mundo donde tanto ha sido sacrificado por tantos en la lucha por lograr la democracia..
Y, a pesar de todo, la democracia no llega a Birmania. A pesar de todos los sacrificios humanos y súper-humanos hechos ante su altar, simplemente no llega. Ni como un amanecer silencioso ni como una incontenible tormenta violenta. Hay algo muy injusto, algo muy trágico, que ocurre aquí en esta inmensa cárcel llamada Birmania -donde un puñado de gobernantes militares ha logrado poner a 40 millones de personas en reclusión solitaria y lo ha hecho a la vista de todo el mundo..
Ante esta imagen de total desesperación algunos, nótese que hasta ahora son sólo algunos, (aunque esto incluye hasta a activistas de la oposición birmana) han estado expresando el tipo de sentimientos que Mr. Thank You incluye en su carta a 'Mr. Dame unas Palmadas' en la Casa Blanca. Pero eso es precisamente el problema con la dolencia de 'Quisiera ser Chalabi'. Unos pocos nativos que está dispuestos a darle la mano al diablo extranjero para librarse del demonio local -sin idea y sin preocuparse de lo que vendrá después. Invitan al Zorro al gallinero porque el Pollo Nº 1 es un vil dictador..
¿Pero no es la llamada 'liberación' de Irak una descarada ocupación del país por Estados Unidos? ¿Igual como lo vimos en Asia, África, América Latina, durante los cuatro siglos pasados? En realidad, aunque algunos halcones de EE.UU. lo llaman un ataque 'preventivo' contra aquellos que albergan terroristas -para nosotros en el Tercer Mundo es claramente un ataque 'posventivo' -contra la descolonización de nuestro mundo. Contra toda mejora política y económica lograda por las antiguas colonias desde la II Guerra Mundial. La Guerra de EE.UU. contra Irak es un claro mensaje a los antiguos esclavos -'Ustedes y todo lo que desean son desechables. Olviden sus sueños de un mundo mejor y más justo. OBEDEZCAN o serán OBLITERADOS'..
¿Pero hay birmanos que sean verdaderamente tan ingenuos como para creer que el Tío Sam va a eliminar a su dictadura militar y a no cobrar un precio que seguirán pagando durante las generaciones futuras? ¿Puede el colonialismo ser democrático? ¿Qué llevó el colonialismo británico, del que el imperialismo de EE.UU. es un sucesor directo, a Birmania? (¡Por cierto llevó a muchos indios que servían como soldados rasos del Imperio para controlar a los birmanos! ¡Cuidado!) ¿Después de todo aquella también era presentada como una misión 'civilizadora', descrita casi como un alivio de la opresión feudal? ¿Y no es cierto también que Estados Unidos, bajo los bushies de la actualidad, no puede enseñarle nada a nadie, nada sobre democracia? .
Piensen en ¿cuál, exactamente, sería el tipo de democracia que Estados Unidos llevará a Birmania, si llega a ir? (y podría hacerlo, más que nada porque un punto de apoyo en Birmania puede formar parte de la estrategia de EE.UU. para 'rodear y contener' a China). ¿Una democracia en la que la gente podrá elegir entre Coke y Pepsi, Nike y Reebok, Bic Mac y Burger King, republicanos y demócratas, Exxon y Mobil? Vaya, se me olvidó: Exxon y Mobil ya fusionaron así que ahora es oficialmente una dictadura - como en Birmania (tal vez la junta birmana podría recibir algunas lecciones en lo que a dictadura se refiere de los bushies). Mr. Thank You, haga el favor de despertar, parece haberse exiliado del propio siglo XXI..
La democracia no es un producto manufacturado que puede ser construido a pedido, embalado y embarcado a países distantes, o importado por ellos. No es una tecnología que puede ser trasferida o una medicina que se pueda hacer tragar a nativos 'recalcitrantes', Es, en esencia, una tradición que nace de la sangre, del sudor, las lágrimas y el pensamiento crítico de un pueblo que lo hace todo, de por sí y para sí. No puede haber sustitutos, ni padres por encargo en este proceso. Usted haga SU bebé, yo haré el MÍO..
Es precisamente lo que el pueblo indonesio hizo en 1998 cuando, después de años de lucha, expulsaron al régimen del general Suharto -el dictador favorito de EE.UU. en Asia. Suharto llegó al poder en 1964 montado en un genocidio, asesinando a más de un millón de indonesios por "sospechosos de comunistas", y desde entonces dirigió uno de los regímenes más brutales del mundo. Un año antes de ser depuesto por una insurrección popular el antiguo presidente de EE.UU., Bill Clinton, lo calificó de "el gran estadista de Asia". La lección es simple: las dictaduras nunca duran y las revoluciones gustan y duran mejor cuando son hechas en casa, como la cocina materna. (o paterna si se quiere)..
(Probablemente el ejemplo más vergonzoso del fenómeno 'Quisiera ser Chalabi' en Asia antes de la guerra de EE.UU. contra Irak fue la declaración de apoyo de la invasión de EE.UU. publicada por Jose Ramos Horta- Premio Nobel de la Paz y ministro de relaciones exteriores del recientemente independizado Timor Oriental. Apoyando la idea de que EE.UU. depusiera unilateralmente a Sadam Husein, Horta afirmó que "en 1999 una fuerza global de mantenimiento de la paz ayudó a Timor Oriental a asegurar su independencia y a proteger a su pueblo". Ni una palabra sobre cómo fue la desaparición de la escena de Suharto la que permitió la libertad de Timor Oriental, ni una palabra sobre las luchas del pueblo indonesio y de Timor Oriental durante tres largas décadas. Horta -tratando desesperadamente de congraciarse con el Tío Sam- cree que la independencia vino milagrosamente por la benevolencia de EE.UU., Australia, Portugal y otras antiguas y nuevas potencias coloniales.) .
Así que, volvamos a Mr. Thank You. En lugar de invitar desesperadamente al Tío Sam a engendrar la democracia en Birmania, ¿no debería reflexionar sobre cuáles son los factores históricos, sociales, económicos e incluso culturales, a largo plazo, que han llevado a su país a una tal situación y por tanto tiempo? Analizar honestamente ¿qué afecta a las fuerzas de la democracia en Birmania, que con tanto sacrificio siguen estando tan lejos de realizar sus sueños? ¿No será hora de repensar creativamente las estrategias y los objetivos a largo plazo del propio movimiento birmano por la democracia? ¿Construir un movimiento que relegue por fin a los generales birmanos a los manuales fascistas desde los que pareciera que todos arremetieron al unísono? .
A principios del siglo XXI jamás me hubiera imaginado que sería necesario comenzar a dar lecciones sobre los males del colonialismo. Pero ahí estamos -el colonialismo parece ser una costumbre humana duradera- una mala costumbre, probablemente tan antigua como la civilización. La colonización de la naturaleza, la colonización del reino animal, la colonización de las mujeres por los hombres, la colonización de los niños por los adultos, la colonización de los débiles por los fuertes -todo forma parte de un mismo continuo. Hay que combatirlos a todos para lograr esa mágica liberación que tantos buscan, pero jamás parecen encontrar, porque un colonialismo es constantemente reemplazado por otro. Pero sería totalmente equivocado equiparar a todas estas variantes del colonialismo en el mismo plano moral. No ha habido en la historia moderna nada tan devastador para tantos en nuestro mundo como la experiencia de ser colonizado por una potencia extranjera. La pérdida de la soberanía, la pérdida de los recursos económicos, la deformación de culturas completas, las cicatrices permanentes que ha dejado en los pueblos y las profundas heridas causadas en cada uno. ¿Es simple coincidencia que los sitios más subdesarrollados del mundo son al mismo tiempo los que han sido afectados durante más tiempo por el saqueo colonial? El África subsaharaui, Asia del sur, América del Sur -y Filipinas, ese país pobre que tiene la desgracia de ser nombrado por el icono mismo de sus opresores históricos. A los Aspirantes a Colonizadores -los progenitores del azote del SCARS- tengo que preguntarles lo siguiente: ¿Es ésta la manera cómo quieren que prosperen sus sociedades -mediante el saqueo de las naciones más débiles? ¿Hay alguna dignidad en lo que hacen sea cual fuere el embalaje que utilicen para su pillaje? ¿No hemos llegado, como planeta, a un punto en el que el principio de la supervivencia del más apto amenaza con conducir a que ninguno de nosotros sea apto para sobrevivir? ¿Piensan en serio cuando hablan de liberar a gente en tierras extrañas, cuando su propio país está en mal estado? ¿Han escuchado las palabras de ese gran árabe palestino nacido en una familia judía que una vez dijo "el que esté sin pecado que tire la primera piedra"? (Un dato para Bushijo... Ese gran hombre nació hace unos 2003 años y a menudo lo representan erróneamente con pelo rubio y ojos azules. ¡No, no, no, no se trata de Elvis, imbécil!) .
Por cierto estoy hablándole a un Muro en este momento. De algún modo lo sé. Así que permítanme que termine diciendo, MR. MURO -por favor comprenda, si la gente de este mundo logra su objetivo y algún día lo hará- no permitirá que USTED y todos SUS Chalabis se salgan con la suya..
* Satya Sagar es un periodista indio que vive en Tailandia. Su correo es: sagarnama@yahoo.com .
Título original: The Wannabe Chalabis
Autor: Satya Sagar; 15 de mayo de 2003
Link: http://www.zmag.org/content/showarticle.cm?SectionID=44&ItemID=3613
Traducido por Germán Leyens