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Medio Oriente

21 de diciembre del 2003

"Una persona que se queda en su casa es un árabe enfermo sospechoso de terrorismo"
Los marxistas y el lobby

Israel Shamir
Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Cuando un autor y un editor de una revista de izquierda repiten textualmente el último discurso de Ashcroft en la Liga Contra la Difamación (ADL, por sus siglas en inglés) en Nueva York, no puede dejar de causar un levantamiento de cejas. Es el caso con la reciente condena del 'antisemitismo' por Nat Weinstein [1] http://www.socialistviewpoint.org/sum_03/sum_03_08.html en The Socialist Viewpoint, una revista de alta calidad que apoya consecuentemente la democracia en Palestina y el fin del estado judío del apartheid.

Lo que es peor, el estilo y la retórica de Weinstein son los de Ashcroft y de Abe Foxman. Weinstein escribe: "las insinuaciones de Buchanan de una conspiración judía al servicio de Israel repiten una afirmación similar predilecta del tipo de fascismo de Adolf Hitler". Sin embargo, una abierta 'conspiración' judía en el apoyo a Israel es un hecho real, y es expresada por casi cada periódico judío con la consigna 'los judíos están firmemente detrás de Israel'. Esta consigna no es una declaración vacía: un sondeo reciente muestra que un 86% de los judíos de EE.UU. apoyan a Israel. En una reciente discusión en la red, Jeff Blankfort, un consecuente antisionista, llegó a la sobria conclusión de que: "la diferencia que siempre hemos tenido cuidado de hacer entre ser judío y ser sionista es esencialmente engañosa y aunque no todos los judíos son sionistas, las comunidades judías organizadas en todo el mundo, a pesar de las diferencias que puedan tener entre ellas, están totalmente detrás del proyecto sionista. Pretender que esas organizaciones no hablan por la comunidad judía en general, que sin duda alguna apoya a Israel como estado judío, es ilusorio".

Weinstein crea 'la culpa por asociación' al calificar las palabras explícitas de Buchanan 'insinuaciones que repiten a Adolf Hitler'. Sin embargo, ' la culpa por asociación es un arma de doble filo, ya que el mismo repite a Abe Foxman, Ashcroft y Bush. Por ese motivo, consideremos adecuadamente todo el tema.

Weinstein escribe que: "pretender que el "lobby judío" - un pequeño grupo de judíos pro-sionistas - pueda dictar la política exterior o interna de la terca clase capitalista de EE.UU., intrínsecamente pragmática, es absurdo. En realidad, los que formulan una acusación semejante son o indiscutiblemente imbéciles o absolutos sinvergüenzas antisemitas".

Es una declaración arrogante, porque esa opinión es compartida universalmente por miles de millones de personas afuera de EE.UU. y también por numerosos estadounidenses, con una corrección: el lobby judío no es 'un pequeño grupo de judíos pro-sionistas' sino un grupo extremadamente poderoso de multimillonarios, potentados de los medios y sus partidarios en la izquierda y la derecha, del New York Times a The Nation, de Wolfowitz del Pentágono al rabino Rabbi Lerner de Tikkun. (Este tema es cubierto en la Fiesta de San Fermín de Israel Shamir). Los 'tercos capitalistas de EE.UU.' son por cierto 'intrínsecamente pragmáticos', y comprenden lo que les conviene personalmente. Por eso incluso el devoto antisemita Henry Ford prefirió abandonar su libro después de enfrentar la irresistible fuerza del boicot judío. Por eso los parlamentarios de EE.UU. están unidos en su apoyo a Israel, como fue confirmado recientemente por el voto del Senado de 89 a 4 contra Siria. La guerra de Irak fue un desastre desde el punto de vista del capitalismo de EE.UU.: tal como fue predicho, no consiguieron petróleo, ni órdenes de armamentos, ni nuevos amigos; pero los capitalistas no son idealistas como presume Weinstein: saben que una posición contra Israel los arruinaría en lo personal, y desdeñan 'el interés general de la clase capitalista'.

Por cierto, Buchanan y La Rouche (censurados por Weinstein) representan los auténticos intereses de los capitalistas de EE.UU. (o de la 'clase media' en la terminología usual) cuando combaten al lobby judío. No son aliados naturales de la izquierda, pero no son menos improbables que Foxman y Ashcroft. Weinstein trata de pegar la etiqueta de fascista, nazi y fascista a La Rouche; pero la etiqueta no vale. En lugar de expresar su aprobación, Weinstein está ostensiblemente molesto porque La Rouche no es racista: En vez de demonizar a los africano-estadounidenses, La Rouche se reclama del patrimonio de Martin Luther King y estableció una relación con la Nación del Islam, negra nacionalista.

Es difícil satisfacer a Weinstein: La Rouche 'utiliza consignas anti-capitalistas y anti- imperialistas', así que tiene que ser fascista (!). La Rouche 'no ataca a los judíos, a los comunistas y a los trabajadores en huelga', así que es un cripto-fascista. La Rouche 'aprendió de Trotsky', así que es un fascista perverso.

Me recordó una breve pieza de Hanoch Levine, nuestro mejor dramaturgo:

"El Reglamento del Gobernador Militar para los soldados en los Territorios Ocupados es:

-Un peatón nervioso es un árabe sospechoso de terrorismo
-Un peatón tranquilo es un árabe sospechoso de terrorismo a sangre fría
-Un peatón que alza la vista al cielo es un árabe religioso sospechoso de terrorismo
-Un peatón que baja la vista es un árabe tímido sospechoso de terrorismo
-Un peatón con los ojos cerrados es un árabe dormido sospechoso de terrorismo
-Una persona que se queda en su casa es un árabe enfermo sospechoso de terrorismo
Todos los sospechosos mencionados deben ser detenidos y después de un tiro de advertencia, conducidos a la morgue"

Por cierto, Weinstein no presenta una sola prueba del 'fascismo' de La Rouche, o de su similitud con Hitler y Mussolini. Su verdadera objeción contra La Rouche y Buchanan se basa en una sola cosa, o sea su retórica contra los judíos. Lo pone en claro en las siguientes líneas:

'Los fascistas dirán que fueron los judíos los que planearon y organizaron el papel que el imperialismo de EE.UU. ha tenido durante 55 años en la creación, el financiamiento y el armamento del estado sionista de Israel. Es por eso que los que profesan la oposición al sionismo son o estúpidos o antisemitas cuando acusan al así llamado "lobby judío" de dictar la política de EE.UU.'

Pero nosotros, los amigos de Palestina, Jeff Blankfort, Michael Neumann, Elias Davidsson, Stan Heller, Norm Finkelstein, David Hirst, Mazin Qumsiyeh y muchos, muchos más, (por cierto no racistas antisemitas) no somos más estúpidos que Weinstein. Somos simplemente gente honesta y decimos lo que pensamos que corresponde a la verdad. Para nosotros es más importante detener hoy la agresión israelí-estadounidense en el Medio Oriente que preocuparnos por 'los judíos' y su posición de mañana, porque la verdad y la sinceridad es la mejor defensa contra los futuros 'fascistas'.

Por cierto, żdebieran los marxistas, incluyendo a The Socialist Viewpoint, apoyar y proteger a 'los judíos' desde la izquierda? El punto de vista marxista de los judíos fue formado por Karl Marx, Kautsky, Lenin, Trotsky y Abram Leon. Se basa en el rechazo del concepto de la 'nación judía'. Lenin dijo [2]: 'esta idea sionista es absolutamente falsa y esencialmente reaccionaria'. Citó con aprobación: "el judío moderno es el producto de la selección antinatural a la que sus antepasados fueron sometidos durante cerca de dieciocho siglos". Abram Leon completó esa percepción con su visión de 'pueblo-clase'. Para él, los judíos fueron los capitalistas originales de la sociedad pre-capitalista, gente que prefería cumplir con la función antisocial del prestamista y del recaudador de impuestos. Naturalmente, ese 'pueblo-clase no merece nuestro apoyo.

Pero incluso si Weinstein considera a 'los judíos' como una nación separada, no es razón suficiente para protegerlos. Lenin llamó a una 'guerra revolucionaria contra las naciones contrarrevolucionarias [3] y escribió en 1919: "Si combatimos [al presidente de EE.UU.] Wilson y Wilson convierte a una pequeña nación en su instrumento, deberíamos combatir explícitamente a ese instrumento" [4]. Igualmente, León Trotsky negó toda conexión con los judíos y rechazó llamados de los judíos.

Los marxistas se oponen al antisemitismo RACISTA, pero menos mal que esa plaga ha sido erradicada. El antisemitismo racista no debería ser confundido - no sólo con el antisionismo, como señala correctamente Weinstein, sino tampoco con un rechazo no- racista de 'los judíos' en otros sitios. La Cuestión Judía de Marx y de Leon suministra un ejemplo de un semejante rechazo no-racista.

Todo marxista conoce la posición negativa de Marx sobre los judíos: "Su Dios es el dinero', escribió. Naturalmente, no era racista y consideraba que una persona de origen judío (como él) puede romper con los judíos. Generalmente una ruptura semejante era formalizada a través del bautizo. La ruptura de Spinoza fue formalizada por nidui, la maldición judía, después de que el filósofo rechazó la visión judía del mundo.

żDefendería Weinstein a los judíos contra Marx y Spinoza? Pero el lenguaje anti-judío de Buchanan y La Rouche es igualmente no-racista. Los dos tenían numerosas personas de origen judío en su personal y entre sus amigos. Pero estos (como Trotsky, Marx o Spinoza) no pertenecen al judaísmo. Además, se declaran contra 'los judíos', alentando así a otras personas de origen judío a romper con este residuo del pasado medieval.

De la misma manera, el príncipe de Orleans tomó el nombre de Phillip Egalité y rechazó sus lazos con la aristocracia. Si Weinstein piensa que Foxman, Friedman y Sulzberger, hicieron que un enfoque anti-judío fuera popular en EE.UU., debería llamar a los marxistas estadounidenses a apoyar esa política y conducirlos en una dirección ideológica no-racista. Porque de otra manera, sus intentos de protegerlos fracasarán. Los estadounidenses dirán que los judíos de Foxman a Weinstein hablan con una sola voz y entonces, el peligroso antisemitismo racista puede volver - sobre las ruinas de la izquierda marxista.

Además, la lucha de Weinstein contra el antisemitismo trabaja objetivamente contra los objetivos declarados de la izquierda. Los judíos de EE.UU. hicieron su pacto con la clase gobernante de EE.UU. Forman parte integral de la elite de EE.UU., los brahames de la casta de guerreros Kshatriya WASP. La izquierda, y especialmente la izquierda marxista, se esfuerza por derrocar a las clases gobernantes y crear una sociedad de igualdad. No hay forma de lograrlo sin un esfuerzo anti-judío concertado. Si se separa a los brahames de los Kshatriya, a los judíos de los WASP, se acerca el alba de la igualdad. 'Siembra la discordia entre sus enemigos', es la primera regla en el manual chino "El Arte de la Guerra". En lugar de proclamar la unidad de los judíos con el resto de las clases gobernantes, la izquierda debería alentar la discordia entre ellos. El triste desarrollo en Palestina, el atolladero de la guerra de Irak presentan una oportunidad para la izquierda. Desde este punto de vista Lyndon La Rouche, el demócrata y Buchanan el republicano deberían recibir apoyo en su lucha contra el lobby judío.




Notas

[1] Julio/agosto de 2003 . Vol 3, No. 7 . "Zionism, Anti-Semitism and Fascism" por Nat Weinstein

[2] en su polémica con el Bund

[3] Colapso de la II Internacional (1915)