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Medio Oriente

Iraq: una digna actitud de los comunistas iraquíes


Carlos Revello

RODELU


¿Era Saddam un tirano del pueblo iraquí? –Evidentemente sí.
¿Era la caída de su régimen deseable? La respuesta depende: si lo volteaban las masas iraquíes sí, si lo derrocan fuerzas extranjeras, que ocupan el país y practican una intervención, no.
Atrapar a la izquierda en dilemas ha sido siempre el papel de la burguesía. Que en esos dilemas la burguesía es un maestro cínico no es nuevo. ¿Cuánto se ha escrito acerca del pacto Stalin-Hitler que llevó –en su parte práctica- a la ocupación de Polonia? Pero los mismos historiadores burgueses y sus colaterales del periodismo ideológico, olvidan muy oportunamente que ante el avance del nazifascismo, el mundo democrático, burgués, especuló hasta último momento en que Hitler llevaría sus amenazas hacia el Este. Y si el nazifascismo se volcaba hacia el Este, todo estaba bien. Y fue por eso que antes de Polonia ese mismo mundo burgués y democrático permitió la anexión de Austria y la ocupación de Checoslovaquia. Si la burguesía occidental temía una Alemania en proceso de rearme y con ella concilió, ¿porqué no podía hacerlo entonces, un país mucho más débil como lo era la Unión Soviética? Lo que los historiadores han puesto en claro, sobre base documental, es que antes del pacto, buscó esa misma Unión Soviética un acuerdo diplomático con Francia e Inglaterra y que éstas -invocando las negativas de los gobernantes reaccionarios que fungían en Polonia- se negaron terminantemente a ello. Y después, década tras década los articulistas ideológicos han hablado de la "vergüenza" de que los "comunistas" se aliaran con un fascista. Pero de la desvergüenza propia, del penduleo especulativo burgués y democrático, del coqueteo propio con Hitler no.
Así se escribió una historia donde los demócratas, burgueses, occidentales eran "honorables" cuando en realidad nunca lo fueron.
Ahora en Irak pasa lo mismo. El Sr. Bush y su cohorte republicana de reaccionarios reaganistas, el cómplice inglés que es "laborista" y el reaccionario Aznar (que cada vez menos puede ocultar sus simpatías por lo autoritario que le viene del pasado franquista) se alían para llevar adelante una guerra ilegal en Irak y argumentaban que "los recibirían con flores y como libertadores". Exigen que sea credencial "democrática" apoyar su aventura o quedarse en silencio cómplice ante su crimen internacional, ante su guerra de conquista, ante el saqueo que realizan en Irak. Y quieren que haya una izquierda que les dé su aval.
La dirección comunista iraquí –nos hemos referido a ella y sus titubeos antes de la guerra ilegal reciente- cuando exigía estar representada en el "frente democrático" que montaban los norteamericanos para darle visos de cierta legalidad a lo que fue ilegalidad pura y sin tapujos desde el mismo comienzo coqueteó con la idea de estar representados en el Consejo de Notables que haría posible una "reconstrucción democrática" después de derrocado Saddam. Entonces consideramos esos coqueteos como nocivos para la política de ese partido, para los intereses de la izquierda -internacionalmente hablando- y particularmente negativos para los intereses de las masas iraquíes.
Los hechos nos han dado la razón, a los críticos. Y ahora, con la Resistencia Popular Iraquí en marcha, un desmarque de las bases comunistas con decenas de cuadros intermedios y de dirección decidiendo volcarse francamente a la lucha insurreccional de resistencia lo corrobora. Así actúa un socialista conciente, así actúa el marxista consecuente, así actúa un verdadero comunista.
Separando en cada ocasión posible lo que son los verdaderos intereses del pueblo trabajador iraquí, de las más amplias masas, de lo que son intereses partidarios, la política de las elites dirigentes y cualquier otro motivo que se invoque. Un verdadero socialista ocupa siempre al lado de las masas su puesto de combate. Y cuando su pueblo combate es el primero en el consejo y en la batalla. En las deliberaciones y en la acción. Se organiza y tiende a crear organización en cada ocasión posible porque sólo de la acción colectiva, de la autoorganización de los más amplios sectores populares es posible un futuro en Iraq. Y no deja la lucha a los sectores del fundamentalismo musulmán del cual no puede provenir -en el futuro de la región- nada progresivo.
Vivimos, en el presente, un avance incontenible de las masas en todo el mundo. Un mundo amenazado con el exterminio, billones de hombres que saben que son la "tercera parte de la Humanidad" a ser sacrificada se alzan. La sociedad de las "dos terceras partes" –el proyecto burgués más reaccionario del actual neoliberalismo- tiene a esos hombres y mujeres en la mira. Creen, esos círculos burgueses, que no es posible un capitalismo "sostenible" (con los actuales niveles de agotamiento de los recursos no renovables del planeta), con el actual despilfarro, sin el exterminio de una tercera parte de la Humanidad. Es un proyecto más bestial -en su esencia- que todos los planes más descabellados del nazi-fascismo. Ni a Hitler que llegó al exterminio industrial de los pueblos "no deseados", "sin futuro" se le ocurrió el programa actual de ciertos sectores de la burguesía neoliberal. Y esos sectores que fingen de democráticos, de ejecutores de un programa científico para "la supervivencia del mundo occidental" son -por sus acciones y sus ideas- más peligrosos que el viejo nazi-fascismo.
Se dice que la izquierda está derrotada. Se afirma que el socialismo y las ideas socialistas han sido superadas por los desarrollos históricos. Se sostiene que con derrumbamiento del "socialismo real" con la vuelta a la dominación del capitalismo sobre el planeta, se inaugura "el fin de la Historia".
Los socialistas mantendremos siempre que todo esto son meras pamplinas. El socialismo real fue, en el desarrollo de la Historia Humana, sólo un episodio. Lo que fracasó no fue el socialismo, ni el comunismo. Lo que fracasó fue una interpretación del episodio que se simboliza con la palabra stalinismo. Y ese stalinismo fue posible solo por condiciones muy concretas y específicas entre las cuales, el triunfo de la revolución en un país inmenso y atrasado como Rusia, la muerte prematura de los principales dirigentes revolucionarios y la traición de los socialistas de la Europa Occidental deben incluirse como un factor destacado de explicación. Después hizo su camino la codificación de la perversión ideológica que conocemos como stalinismo. Pero aún así, aquel movimiento comunista era capaz de perjeñar hazañas revolucionarias como lo fueron la Revolución China, la Resistencia occidental al nazi-fascismo, y alumbrar revoluciones entre las cuales la de Vietnam es una de las más notables.
Nunca jamás un socialista consecuente, un comunista honrado, ha de renegar de las revoluciones sociales. Nunca jamás renegaremos de la Comuna de París, de la Revolución Rusa y de todas las otras revoluciones populares que han existido en el mundo. Esas son todas glorias de la Humanidad doliente. Esas son epopeyas heroicas de los "condenados de la Tierra". Y hoy, ante la crisis mundial de un capitalismo agotado, que mata al planeta y a la Humanidad que lo habita, un socialista consecuente, un comunista honrado, ha de alzar siempre la voz para decir que la catástrofe actual puede prevenirse. Que hay un mundo que se agota, consumido en contradicciones cada vez más insalvables, pero que hay un futuro para la Humanidad que sólo puede ligarse al ideal del socialismo. A una sociedad más justa y más humana, que se ha de conquistar a brazo partido, en una lucha incesante y que tiene nombre: se llama Socialismo.
Es por eso que hay que saludar el pronunciamiento de las bases comunistas en Irak. Es por eso que hay que apoyarlas. En Irak, la Humanidad –en la misma cuna de la Civilización- construye con su resistencia, con su heroismo, una de las páginas más heroicas de la historia presente. Adelante camaradas, contra el yugo del capital!!!
9 de Noviembre de 2003
Carlos Revello
carlos.revello@chello.se