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Medio Oriente

20 de enero del 2003

¡Crecer sí, limosna, no!

Un informe de la CNUCED denuncia los programas de lucha del FMI y del BM contra la pobreza en el África Subsahariana
Antonio Molina
CIDAF

La CNUCED, Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo, es muy crítica respecto a las operaciones contra la pobreza que el Banco Mundial y el FMI han venido financiando en África Subsahariana, desde la década de los 80. Estas críticas están expuestas en un informe detallado, de 72 páginas, publicado el 26 de septiembre, con ocasión de la Conferencia de la ONU sobre el hambre y la pobreza, titulado: "Desde el ajuste estructural a la reducción de la pobreza ¿ qué hay de nuevo?" .

He aquí algunas de sus conclusiones:.

La pobreza ha crecido y el mundo rural se ha empobrecido en general; el crecimiento ha sido errático y no sostenido; la industria de los países pobres ha sido aplastada por las multinacionales; la reducción de la deuda ha sido más lenta que antes....
Actualmente, bajo la hegemonía de los EE UU, parece que descubrimos que hay pobres en el mundo y las naciones poderosas deciden darles prioridad. Todo eso no es sino remozar el programa ya existente en la FAO de "Alimentos para todos". Las normas de los ajustes estructurales preconizadas por los organismos mundiales: FMI y BM son las mismas, aunque ahora las hayan rebautizado con el nombre de "estrategia para reducir la pobreza". Quien quiera beneficiar de estas ayudas -unas a fondo perdido y otras como créditos a largo plazo y bajo interés- debe cumplir 114 condiciones previas, que sería muy largo detallar aquí. Se insiste en el grado de libertad y justicia, respeto de los derechos humanos, bajo índice de corrupción en las administraciones del Estado, etc....
La CNUCED se rebela contra el neoliberalismo imperante. Los autores del informe se declaran partidarios de dar a los pobres los medios de subsistir y no ayudas de urgencia, que los transforman en asistidos permanentes. Es el eterno dilema de "dar el pescado para comer hoy y entregar al mismo tiempo la caña de pescar o la red" para que el pobre pesque su propio alimento. Los programas asistenciales deben intervenir frente a las catástrofes naturales: inundaciones, tornados, erupciones volcánicas, etc... pero al mismo tiempo hay que sacar a la gente de las márgenes de los ríos y torrenteras, hay que bajarlos de las faldas de los morros a terrenos planos que no se desmoronan y trazar carreteras, llevándoles las infraestructuras básicas: electricidad, agua potable, redes de alcantarillado, dispensarios, ambulatorios y maternidades, escuelas primarias suficientes y bien dotadas con maestros formados y pagados decentemente, etc... etc....
· Así debe entenderse ese "slogan": El crecimiento sostenido es preferible a la caridad. Cuando leemos que para el 2015 habrá la mitad menos de pobres en el mundo, recuerdo las cuentas que hacía un funcionario de las Naciones Unidas, con buena dosis de cinismo: "Contando 25 millones de víctimas del sida, más otros 25 millones de la malaria, otros 25 de la tuberculosis, sífilis y otras enfermedades contagiosas endémicas, más 25 millones de víctimas de inundaciones y otros cataclismos naturales como las hambrunas y sequías, sin contar las víctimas de las guerras preventivas de "vacunación contra el terrorismo" y las víctimas de las represalias contra ataques terroristas, etc, etc... no acabaremos con la pobreza pero con los pobres sí".