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Movimientos Sociales

PROTESTA SOCIAL Y EL CASO DE ARGENTINA:.
LA PARALELIZACIÓN DE UNA SOCIEDAD.

ANAHÍ ALVISO MARINO. ESTUDIANTE DE CC. POLÍTICAS.

AMÉRICA LATINA, PAISAJES TÍPICOS.


Los estados dejan de ser empresarios y se dedican a ser policías .
Los presidentes se convierten en gerentes de empresas ajenas.
Los ministros de economía son buenos traductores.
Los industriales se convierten en importadores.
Los más dependen cada vez más de las sobras de los menos.
Los trabajadores pierden sus trabajos.
Los campesinos pierden sus tierritas.
Los niños pierden su infancia.
Los jóvenes pierden las ganas de creer.
Los viejos pierden su jubilación.
"La vida es una lotería", opinan los que ganan.
Eduardo Galeano, "Patas arriba. La escuela del mundo al revés".

Indice.
! Introducción a la cronología.
! Cronología histórica: Argentina desde la dictadura de 1976 a diciembre de 2001.
! Problemática teórica ¿cómo definimos las nuevas experiencias argentinas?.
! Experiencias de producción de vida alternativa:.
# Nivel político y social:.
Movimiento piquetero.
- Cómo surgen.
- Quién lo compone.
- Cómo llevan a cabo su lucha.
- Cómo se organizan.
- Conclusiones.
Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD).
- Orígenes.
- Tendencias políticas.
- MTD de Solano.
- Conclusiones.
Asambleas.
- Introducción.
- Asambleas, piqueteros y MTD.
- Asambleas y sociedad: nueva forma de hacer política.
El origen: ¿cómo y por qué surgen?.
¿Quién compone las asambleas?.
Metodología de lucha.
Funcionamiento.
- "Piquete y cacerola, la lucha es una sola".
Ocupaciones de edificios y empresas.
- Conclusiones.
# Nivel económico:.
Clubes de trueque.
- Introducción.
- Origen.
- Funcionamiento y evolución.
- Conclusiones.
! Conclusiones finales.
! Bibliografía.

Introducción a la cronología.

He escogido este período de tiempo ya que considero que es el que gesta las condiciones para las nuevas formas de producción de la vida que han surgido en Argentina. La dictadura es la que comienza con la implantación del neoliberalismo en una época en la que América Latina servía de laboratorio para estos nuevos experimentos neoliberales, con Chile a la cabeza. Los sucesivos gobiernos recrudecieron las consecuencias de un modelo económico inviable y en este ámbito, el económico, se asistió finalmente a la manifestación de que sus contradicciones son insostenibles. Argentina es hoy por hoy un país arruinado por completo.
En el plano político es este período histórico el que gesta el embrión de la sociedad paralela que se está construyendo hoy y que rechaza la política institucional: el silencio provocado a base de asesinatos por la dictadura, los sucesivos gobiernos que han colaborado en el mantenimiento de la impunidad de los militares genocidas, la corrupción, el saqueo y la venta del país por parte de la oligarquía política y económica, han generado malestar, frustración y odio hacia el sistema político por completo. Esto ha generado otras formas de hacer política que rechazan las vías institucionales, no sólo de protesta sino también de organización.
A nivel social, fruto de este período es el quiebre del pacto social que se hizo público y rotundo desde diciembre de 2001. La sociedad dejó de creer en el Estado, en su pacto social y en todo lo que representa y ha comenzado a buscar otras formas de vivir en sociedad: mediante las asambleas, el trueque, la cooperación, etc. Lo social se está reconstruyendo tras décadas que fueron quebrantando las bases del pacto a base de represión, desapariciones, impunidad, engaños, robos y más robos.
Todos estos efectos económicos, políticos y sociales se deben, a mi parecer, a las condiciones gestadas por este período de tiempo que va desde la dictadura al 2001. El período anterior pertenece a otra etapa diferente. Lo que ocurre hoy tampoco es herencia de la militancia armada que surge en los años sesenta y desaparece con la dictadura: sus objetivos no son los que se retoman hoy. Sí se está cambiando la sociedad, la política y la economía, sí se está intentando construir un vivir diferente, pero no como objetivo declarado, ni como lucha armada dirigida a tomar el poder estatal, sino como efecto de las circunstancias que se gestaron tras la dictadura y con protagonistas diferentes: el país entero, y no grupos armados con definiciones ideológicas claras, partidos, etc. Los protagonistas de hoy no son revolucionarios armados, son revolucionarios que han roto con esa forma de lucha y que no reivindican los objetivos del movimiento de los 70.
Son revolucionarios que sin declarar la lucha armada para tomar el poder lo han tomado como una especie de contra-poder que está tejiendo una sociedad paralela.
Cronología histórica: Argentina desde la dictadura de 1976 a diciembre de 2001.1 ! Dictadura militar de 1976 a 1983.
! Retorno de la democracia 1983 a 1989.
! Menenismo 1989 a 1999.
! Período de 1999 a 2001.

Dictadura militar.

La dictadura militar que comienza en 1976 supone el inicio de la reestructuración neoliberal en Argentina. El principal ideólogo del proyecto que hiciera posible el ascenso del capital especulativo al puesto de comando de la economía fue el superministro de la dictadura militar José A. Martínez de Hoz.
La dictadura que se saldó con 30.0002 desaparecidos, tuvo como objetivo desestructurar el bloque de clases subalternas a través de la implementación del terrorismo de estado consistente en el secuestro y desaparición de personas, militantes populares y personas no vinculadas a organizaciones políticas también.
Durante esa época se venía desarrollando en Argentina un importante proceso de poder popular a través de organizaciones sindicales, territoriales, estudiantiles, coordinadoras obreras autónomas, núcleos artísticos e intelectuales y organizaciones armadas. Este proceso tiene como antecedente las luchas de la resistencia posterior al derrocamiento del gobierno peronista y una serie de insurrecciones como el Cordobazo3 entre otras.
Consecuencia del plan genocida fue la reunificación del bloque de clases dominantes bajo la hegemonía del capital financiero y el desmembramiento de la relativa homogeneidad de las clases populares. Es a partir de este momento cuando comienza un ininterrumpido proceso de concentración de la riqueza y desindustrialización.
La dictadura acabó con este importante movimiento popular, pero en sus últimos años comenzó a reconstruirse una resistencia activa al gobierno militar, alcanzando su mayor fuerza tras la derrota en la guerra de Malvinas, que sitúa sus comienzos en la heroica lucha que abrió el camino a reclamos de "aparición con vida" y "castigo a los culpables" de las Madres de Plaza de Mayo.

Post-dictadura: el retorno de la democracia.

La democracia es restaurada en 1983 y con ella la esperanza del juicio y el castigo a los genocidas, así como de la apertura de las perspectivas políticas. Se esperaba con ello que se pudiese reconstruir una fuerza popular y democrática para así revertir los efectos de la dictadura en términos de redistribución del ingreso y recomposición de los niveles de vida perdidos.
Por primera vez en la historia el radicalismo (uno de los dos partidos políticos tradicionales) le ganaba una elección nacional al peronismo. Asumió Raúl Alfonsín como presidente, representante de los sectores más progresistas de la Unión Cívica Radical, ligados a la socialdemocracia europea. Al poco tiempo de asumir, el presidente electo anula los decretos de autoamnistía elaborados por los militares antes de dejar el poder, y a la vez redacta dos decretos: uno de enjuiciamiento a las juntas militares (exceptuando la última) y otro de enjuiciamiento a militantes populares acusados de participar en organizaciones armadas. De este modo comienza a operarse la "teoría de los dos demonios", lectura maniquea de la historia reciente basada en la demonización tanto de la acción de los genocidas por actuar fuera del marco de la legalidad constitucional, como la violencia armada de las organizaciones revolucionarias, unificando ambos términos de la confrontación bajo la hipótesis de que la historia de los setenta fue producto de una irracionalidad de dos bandos, mientras la mayoría de la sociedad permanecía "inocente".
Fue creada la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP), encargada de revelar casos de desapariciones y que cifró su número en 30.000. Elaboró informes fundamentales para recuperar la historia de los años de la dictadura y para saber qué ocurrió a tantos miles de personas4.
En 1984 el gobierno confirma en sus puestos a la inmensa mayoría de los jueces que actuaron en la dictadura y, a su vez, el Congreso de la Nación continúa ascendiendo a militares que participaron de la represión y genocidio; y en 1985 se dicta un decreto que obliga a juzgar solamente a los militares de mayor rango, consagrando la impunidad de militares que tuvieron participación directa en el genocidio5.
Durante todo el gobierno de Alfonsín la Iglesia asume la defensa de los militares.
En diciembre de 1986 se sanciona la ley de "Punto final" que establecía un plazo de 60 días para tomar declaración a quienes eran sospechosos de haber participado en la represión.
En abril de 1987 se produce un levantamiento militar de un sector del ejército llamado "carapintadas". En realidad no se trataba tanto de una amenaza de golpe militar, sino de la defensa corporativa de los militares. Esta rebelión se sostuvo bajo la idea de que no se podía juzgar al bando ganador de una guerra, y por lo tanto éste reclamaba impunidad.
Millones de personas se congregaron en contra de la sublevación y el gobierno terminó por negociar con los militares la rendición a cambio de la sanción de la ley de "Obediencia debida", que consideraba que todo el personal subalterno (ya sea de las fuerzas armadas, policiales o penitenciarias) quedaba absuelto de condena por su participación en la desaparición de personas, por tratarse de cumplimiento de órdenes emanadas desde los estratos superiores. Al final del gobierno de Alfonsín sólo habían sido procesados por la justicia 18 militares.
Durante este período la concentración económica se pronunció y la deuda externa se multiplicó incesantemente. Varios planes económicos, trece huelgas generales y un estallido hiperinflacionario trajeron como consecuencia un alto nivel de conflictividad social que incluyó saqueos a supermercados en el año 1989 y terminó de forma anticipada con el gobierno radical.

Menenismo o neoliberalismo en Argentina: 1989-1999.

En las elecciones de 1989 se impuso nuevamente el peronismo con Carlos Menem como presidente. Las promesas electorales se basaban en la redistribución del ingreso y las primeras medidas del gobierno electo fueron los indultos de 1989 y 1990 que terminaron de consagrar la impunidad de los asesinos.
Apertura total de la economía, desregulación, paridad cambiaria entre el peso argentino y el dólar y privatización de las empresas estatales (telecomunicaciones, ferrocarriles, carreteras, empresas aéreas, puertos, electricidad, agua, minería, petróleo, gas y el sistema previsional pasaron a manos de asociaciones mixtas entre grupos transnacionales y locales) fueron los núcleos centrales del modelo en curso. En pocos años se consagró el desmembramiento de la que hasta entonces seguía siendo la sociedad más integrada de América Latina. Semejante reestructuración de las relaciones sociales sólo era posible a partir de la incorporación del peronismo al proyecto. La corrupción emergió como elemento estructural al neoliberalismo, y la pérdida creciente de sentidos integradores estatales produjo una lógica de bandas mafiosas (políticas, policiales, judiciales y empresariales) que operan desde entonces alrededor de los restos del Estado.
Desde el comienzo empiezan a darse resistencias a este modelo y por primera vez, las nuevas luchas se generan fuera de las referencias políticas tradicionales: el peronismo dejaba de contener y representar las luchas sociales.
En 1992 se crea la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), central sindical que se funda tras una escisión del sindicalismo tradicional y se constituye alrededor de los sindicatos estatales y docentes.
Las distancias entre las formas representativas y las luchas que comenzaban a desplegarse en el país se van haciendo cada vez mayores. Ejemplo de ello es el estallido popular que se produce en 1993 en la provincia de Santiago del Estero, una "pueblada" que incendia todos los símbolos del poder político, ayuntamientos, tribunales de justicia, etc.
En 1994 tiene lugar la "marcha federal", una importantísima movilización convocada por la CTA y la CCC (Corriente Clasista y Combativa, de orientación maoísta) a la cual se unen organizaciones sociales, estudiantiles y pro derechos humanos, recorriendo el país hacia la Plaza de Mayo de Buenos Aires.
Por entonces se había gestado el "Pacto de Olivos", un acuerdo entre los dos partidos tradicionales que permitía la reelección presidencial tras una reforma constitucional. La expresión electoral opositora era el Frente Grande, luego transformado en Frepaso (Frente por un País Solidario) que canalizaba parte del descontento social con la descomposición del sistema político.
En 1995 es reelecto Menem y el Frepaso se convierte en la segunda fuerza electoral, desplazando al radicalismo al tercer puesto.
Durante esta época se iban gestando ya nuevas formas de lucha apartadas de las formas clásicas de la intervención política. Así, en 1996 tras una multitudinaria manifestación con motivo del 20º aniversario del golpe de estado de 1976, surgen HIJOS (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio), una agrupación de jóvenes que recoge el legado de la lucha abierta por las Madres de plaza de Mayo, reclamando justicia y castigo para los genocidas. Serán los impulsores de los llamados "escraches", una forma singular de justicia popular6. También surgen en esta época nuevas experiencias alternativas de educación y salud, iniciativas culturales autónomas, clubes de trueque y comedores populares.
En junio de 1996 comienza una lucha que dará luz a lo que será el movimiento piquetero. Es en Cutral-Co, provincia de Neuquén, donde se inaugura el primer gran piquete como nueva modalidad de lucha de los desocupados. Los piquetes empiezan a darse en el interior del país y van creando nuevas formas organizativas expandiéndose por todo Argentina. De forma paralela, estas modalidades nuevas se comienzan a combinar con otras luchas, huelgas, cortes de calle, ollas populares, escraches y tomas de universidades y colegios secundarios. Todo este fenómeno iba creciendo al ritmo de la precarización de las condiciones de vida de sectores de la población cada vez más amplios.
En 1997 se configura la Alianza, coalición política entre el Frepaso y el radicalismo que prometía la lucha contra la corrupción y las desigualdades. En octubre de ese año vence al peronismo en las elecciones parlamentarias de Buenos Aires.
En los últimos tramos del menenismo se multiplicaron los conflictos sociales y las organizaciones piqueteras comenzaron a desarrollarse en Buenos Aires.
En las elecciones presidenciales de 1999 se impone Fernando de la Rua (candidato radical de la Alianza) frente a Eduardo Duhalde (candidato del peronismo).

1999-2001.

La nueva presidencia se inaugura con otro nuevo conflicto: el bloqueo por parte de los trabajadores estatales y docentes (a los que se les debía varios meses de salario) de un puente que une las provincias de Corrientes y Chaco se salda con el asesinato de dos manifestantes tras la fuerte represión.
En abril del año 2000, el gobierno envía al Parlamento un proyecto de reforma laboral que continuaba la línea de precarización iniciada por el menenismo. Las movilizaciones que se llevaron a cabo fueron duramente reprimidas, y poco después se supo que los senadores habían recibido sobornos para votar la ley, lo que motivó denuncias del principal referente del Frepaso, Chacho Álvarez y su posterior dimisión en octubre de 2000 como consecuencia de la poca disposición del gobierno a investigar y juzgar a los responsables. El alejamiento del principal referente de la coalición oficial volvía evidente la fractura en el gobierno.
A la vez la crisis económica se profundizaba: se calculaba oficialmente que el 50% de la población económicamente activa se encontraba desempleada o subocupada con trabajos temporales o precarios, la recesión se venía agudizando desde 1997 así como la fuga de capitales al exterior, y la amenaza de la cesación de pagos se acercaba. En febrero de 2001 el FMI aprueba un crédito de más de 20.000 millones de dólares para cubrir vencimientos de la deuda externa.
Las medidas de ajuste estructural propuestas por el ministro de economía impuesto por los sectores más concentrados de poder, desatan un proceso de resistencias que terminan por su expulsión y recambio por Domingo Cavallo7. En los seis meses de gestión Cavallo intentará tomar medidas para retrasar el estallido económico que parecía inevitable. En la Argentina había en ese momento unas veinte monedas diferentes funcionando de forma simultánea8, eran bonos que emitían las provincias para evitar la cesación de pagos.
En mayo de 2001 se produce un conflicto de gran escala: la amenaza de cierre de Aerolíneas Argentinas, empresa aérea estatal que pasó a manos privadas, las que la vaciaron por completo haciéndola quebrar. Fue en principio un conflicto sindical en el que rápidamente se involucró toda la sociedad. El cierre de esta empresa representaba el saqueo neoliberal sobre el patrimonio social construido por décadas.
Paralelamente, el conflicto social alcanzaba niveles crecientes. Los piquetes continuaban y la crisis política, social y económica era ya, a esa altura, evidente.
Las elecciones de octubre llegaron en medio de un gran conflicto social y de una gran hostilidad hacia todo el sistema político, lo cual se tradujo en un 40% de la población en condiciones de votar que lo hicieron en blanco, con voto impugnado o que directamente no votó en un país en el que el voto es obligatorio.
El gobierno peronista se impuso con un 31% de los votos y su debilidad fomentaba todo tipo de conspiraciones.
La fuga de depósitos continuaba a ritmo ininterrumpido y el 3 de diciembre el gobierno redacta un decreto por el cual se establece el "corralito financiero" que inmovilizaba los fondos depositados por parte de los ahorristas. Casi no había moneda circulante lo que acentuaba la situación recesiva.
En ese contexto se produce la gran crisis económica que desemboca en los saqueos a supermercados que comienzan a producirse desde el 15 de diciembre, la declaración del estado de sitio el día 19 y la insurrección de esa misma noche y el día 20 a golpes de cacerolas.
Los saqueos que se produjeron fueron una muestra, una actualización de la destrucción del lazo social. Posteriormente, los acontecimientos del 19 y 20 de diciembre fueron todo un desafío al Estado de sitio: la gente perdió el miedo, es miedo que había estado presente durante tantos años. Desafiaron el aparato represor, y no retrocedieron en su camino a Plaza de Mayo. Todo comenzó con una especie de clima festivo, la gente desde sus casas oía las cacerolas y bajaba a la calle, de su portal avanzaba a la esquina y de ahí a la siguiente esquina hasta llegar a la Plaza; mucha gente salía incluso dejando la televisión encendida, fueron actos totalmente espontáneos.
La multitud harta, burlona y festiva desafió el estado de sitio, pero la respuesta represiva fue brutal y se produjo una auténtica masacre.
Tras el 19 y 20 las cacerolas siguieron sonando, los vecinos que se encontraron en los portales quisieron seguir encontrándose en las asambleas, la necesidad de soluciones a problemas inmediatos generó nuevas formas de entender lo colectivo, y la lucha a día de hoy continúa por mantener este movimiento de movimientos que ha surgido y hacer posible una producción de vida alternativa.

Problemática teórica.

El primer problema que se presenta es el de darle nombre a todas las experiencias que se tratan en este trabajo. En este sentidoparece más apropiado hablar de "movimiento de movimientos"9 en lugar de tratar a cada uno por separado como movimientos sociales individuales. Además, si se tratan individualmente en algunos casos no llegan a constituir un verdadero movimiento ya que no llegan a reunir todos los elementos necesarios. Por otra parte al hablar de "movimiento de movimientos" se responde a la propia lógica de estas experiencias: la de reinterpretar lo colectivo desde un "nosotros" y no individualmente, ya que la reconstrucción del lazo social está pasando precisamente por el rechazo de las individualizaciones.
Otro problema que se presenta es el de la rigidez que supone recurrir al encasillamiento de estos fenómenos en las teorías clásicas. Es necesario tener presente que las teorías se deben emplear de forma flexible y sabiendo que son modelos ideales. Es por esto por lo que es necesario tener presente que el concepto de movimiento social es un "concepto típico-ideal que necesitamos para analizar la realidad, pero que no debemos aplicar como si fuera una estructura analítica estática de carácter ontológico. En lugar de contribuir a la interpretación de los hechos, ese uso del concepto la obstruye, y para evitarlo es necesario aproximarnos a los movimientos como procesos en continuo cambio"10.
Al concebir estas experiencias como un todo unido e interrelacionado, es más fácil aproximarse a las definiciones clásicas para ver si son útiles o no en el análisis de este "movimiento de movimientos".
Así por ejemplo, S. Tarrow define a los movimientos como "desafíos colectivos planteados por personas que comparten objetivos comunes y solidaridad en una interacción mantenida con las elites, los oponentes y las autoridades"11. Para nuestro caso se debe matizar, en primer lugar, la idea de los objetivos comunes. Éstos como tales no han sido formulados ni declarados, sino que se van creando con el propio movimiento de forma implícita. Por ejemplo, no existe el objetivo declarado de hacer política de otra manera, simplemente ese ha sido el resultado de la solución que se ha empleado para paliar otras necesidades (por ejemplo, con el caso de las asambleas barriales).
En segundo lugar, en nuestro caso las experiencias se caracterizan sobre todo porque se originan y funcionan fuera de las vías institucionales. Son autónomas y no mantienen ninguna relación con las instituciones políticas, élites o autoridades. Ni tampoco ese es su objetivo12.
No hay pues interacción, ni negociación, simplemente surgen al margen de las vías institucionales y en la medida que pueden se independizan de ese contacto.
Para Charles Tilly13 los movimientos sociales implican una interacción continua entre los que desafían y los que son portadores del poder. Vemos de nuevo el mismo problema que con la definición de Tarrow: en Argentina las diversas experiencias que han surgido lo han hecho al margen de quienes portan el poder en nombre de la población, y si los desafían no es porque ese sea su objetivo, sino por que es una consecuencia "colateral", un efecto de lo que representan.
También vemos dificultades para encajar el tema tratado con teorías como la del comportamiento colectivo, la teoría del proceso político, la de la elección racional o la tan empleada teoría de la movilización de los recursos.
La primera de ellas trata a los "movimientos como colectividades que actúan con continuidad para promover o resistir un cambio en la sociedad o dentro de su propio grupo, mantienen unas características de más integración al compartir sentimientos de pertenencia y de solidaridad internas"14. Se trata de una definición que ve al movimiento como una vanguardia consciente de sus objetivos y que por esto se dirigen a promover o resistir un cambio, pero en Argentina hoy por hoy, no se puede hablar de esa plena conciencia de los movimientos. Quizás sea un factor para el que haya que esperar a que pase más tiempo, y desde esa lejanía se podrán analizar así.
Para la teoría del proceso político, "los movimientos sociales son formas de comportamiento organizado y racional, causa principal de algunas de las transformaciones más importantes en las sociedades actuales"15. De esta definición no nos sirve el concepto de organizado y racional, ya que lo que caracterizó al surgimiento de los fenómenos argentinos fue la espontaneidad. Por citar el ejemplo más claro, los cacerolazos de las noches del 19 y 20 de diciembre que desafiaron el estado de sitio, fueron tan espontáneos que mucha gente dejó sus casas sin siquiera apagar el televisor o las luces. Lo mismo se puede decir del origen de los cortes de carretera de los piqueteros, que se sitúa en la experiencia de las puebladas16, totalmente espontáneas y desorganizadas en sus inicios.
La teoría de la elección racional tampoco se adecua ya que otorga un papel neurálgico al interés individual en busca de un mayor provecho, mientras que en nuestros casos una de las primeras cosas que se ponen de manifiesto es que individualmente ya no se puede solucionar nada.
Por último, la teoría de la movilización de los recursos también resulta demasiado racional, organizativa e institucional, en el sentido de que incorpora la decisión de tácticas políticas por parte de los movimientos.
En lo que se refiere a definiciones, vemos que las más conocidas no nos sirven en términos de utilidad analítica. Sin embargo tampoco es necesario encajar las experiencias del trabajo con alguna de ellas, sino que lo interesante radica en esta imposibilidad.
Las experiencias de Argentina no responden a conceptos clásicos ni tampoco a los revolucionarios que ven fundamental la toma revolucionaria del poder del estado. En este país se está poniendo en práctica un nuevo funcionamiento de la sociedad que se produce gracias a una multitud de acciones que han ido practicando los piqueteros, los MTD, las asambleas, etc y que con el día a día, con las necesidades que iban surgiendo y ante los desafíos que se presentaban, han dado lugar a una nueva forma de habitar las ciudades, haciendo política de otra forma radicalmente distinta por necesidad, generando incluso una economía alternativa por las mismas razones.
En torno a esto, se está empezando a producir un debate interesante respecto a lo que este tipo de experiencias significan. Autores como John Holloway y los miembros del colectivo Situaciones están en el centro de este debate en el que se plantea el cambio político sin la toma del poder.
Desde el pensamiento marxista sólo es revolucionario el movimiento que mediante la lucha armada tiene por objetivo la toma revolucionaria del poder del Estado. J.
Holloway y el colectivo argentino citado, rompen con esta ortodoxia al demostrar que lo revolucionario de la experiencia argentina y de otras como la del movimiento zapatista, es precisamente ese rechazo a la toma del poder, que ni siquiera se ha formulado de forma explícita. Las experiencias argentinas han cambiado la sociedad, la política y hasta parte de la economía sin tomar el poder estatal pero haciéndose con el poder popular de manera implícita, como consecuencia de la práctica.
Es pues una auténtica experiencia revolucionaria, de nuevo con un sentido distinto de la palabra "revolución".
A modo de conclusión vemos que es difícil "teorizar" este trabajo, lo cual resulta también muy enriquecedor porque esta dificultad está siendo el centro de un nuevo debate en torno a ideas como la de "cambiar el mundo sin tomar el poder" o tesis sobre "el anti-poder".
Por último, parece adecuado recuperar una frase de Hegel que explica algunas de estas circunstancias: "Los hechos van por delante de los modelos que intentan explicarlos y desbordan su capacidad para hacerlo"17.

Los piqueteros.
¿Cómo surgen?.

El movimiento piquetero comienza a organizarse a comienzos de 1995, en la época en la que se preparaba la reelección de Menem, bajo la forma de comisiones de desocupados en el interior del país (Neuquén) generalizándose en menos de un año.
El origen de los piqueteros está vinculado al desempleo estructural de larga duración en el Gran Buenos Aires y en diversas localidades del interior. Es pues una organización en la que las condiciones socioeconómicas fueron la causa principal del fenómeno y el camino de su solución. Los piqueteros son una organización de desocupados cuya modalidad de lucha agrupa a quienes fueron expulsados de sus trabajos, "desocupados que buscan resolver problemas ligados a su propia existencia, reorganizándose territorialmente en amplias zonas en las que la batalla más dura es contra la disolución del lazo social. Desde un punto de vista estructural, los piquetes son consecuencia de la descomposición del suelo industrial del país"18. La versión dominante que describe al piquetero es la del "excluido", "sin trabajo", "víctima".
Sin embargo, el desempleo es un problema que se da en otros países sudamericanos, acompañado de la pobreza y de un impacto mayor del fenómeno en general. Así pues el otro factor que puede explicar el fenómeno de los piqueteros es el clientelismo, "podemos decir que los piqueteros son, en cierta medida, un subproducto de las malas prácticas de la política que terminó desbordando a sus creadores"19. Es por esto por lo que la lucha piquetera nace fuera de las instituciones políticas y sociales tradicionales que gozan de un elevado desprestigio e incapacidad.

¿Quién compone el movimiento?.

El movimiento piquetero reúne a distintos componentes sociales explotados, desde los obreros industriales desocupados que pasaron por la experiencia de la lucha sindical, a una enorme masa empobrecida de los barrios, de jóvenes y de amas de casa, que no han pasado por la "escuela" de la fábrica y el sindicato. En esta mezcla radica su riqueza y su vitalidad pero también su heterogeneidad. Es el movimiento popular más politizado 18 Colectivo Situaciones, "Argentina. Apuntes para un nuevo protagonismo social", pág. 97 de Argentina en el sentido de que en él se pueden ver las tendencias políticas20 más variadas.

¿Cómo llevan a cabo su lucha?.

El corte de carreteras es su principal metodología de lucha: es el arma de quienes no tienen más recursos que su capacidad de controlar territorios con su presencia. Así bloquean la circulación de las mercancías con un arma sencilla, que es el control del territorio por el que la mercancía ha de pasar mediante su propia presencia personal.
El corte de carreteras aparece como un nivel más alto en la organización de las luchas de los desocupados que se inscriben en un ciclo insurreccional que comienza en 1993 con puebladas en varias provincias del interior del país. Es pues una manera de luchar ya organizada que se alcanza con los piqueteros.
Los piqueteros retoman muchos elementos de las experiencias de la lucha obrera de décadas anteriores, pero reformulando de manera novedosa su relación con la tradición obrera y sindical y desde la postura de "desocupado" (excluido del sistema) y no desde la de "trabajador" (incluido en el sistema). Así, "tanto en el sindicalismo como en el piqueterismo han debido inventar formas de lucha capaces de alterar la normalidad de las cosas; han debido elaborar formas concretas de hacerse oír. Si el trabajador cuenta con la capacidad de interrumpir el ciclo productivo mediante la huelga, el piquete asume su condición esencialmente territorial acudiendo a bloquear la circulación de mercancías a través de una acción directa, sencilla y audaz: el corte de la carretera"21.

¿Cómo se organizan?.

Se organizan horizontalmente y su modalidad de trabajo y toma de decisiones es la asamblea.
El momento clave de la constitución del movimiento piquetero fue el llamado Congreso Nacional Piquetero realizado en la primera mitad de 2001. En él se reunieron prácticamente todas las experiencias piqueteras del país con el objetivo de dar nacimiento a una coordinadora nacional.
Hoy los piqueteros que se organizan en principio en pequeñas agrupaciones zonales, confluyen luego en organizaciones coordinadoras, las que a la vez muestran tres bloques generales y dos tendencias de pensamiento: Bloques:.
1. Piqueteros de la CTA (Central de Trabajadores Argentinos). Este es el conjunto de agrupaciones unidas en la FTV (Federación por la Tierra y la Vivienda) que lidera Luis D’Elia22, y también el Movimiento Barrios de Pie.
2. La CCC (Corriente Clasista y Combativa) Es el brazo sindical y piquetero del Partido Comunista Revolucionario. Desde hace bastante tiempo la CCC trabaja junto a la FTV de D’Elia y negocian en conjunto la materia referida a subsidios.
3. El Bloque Piquetero. Tiene menos convocatoria y más ideología. Algunas de las agrupaciones que conforman este bloque tienen su origen en los primeros fenómenos piqueteros, mientras que otras, de creación más reciente, están vinculadas a partidos de izquierda.

MAPA POLITICO DE LOS PIQUETEROS.



Políticamente existen dos tendencias dentro de los piqueteros:.

1. El bloque de la CTA (con CTV principalmente) y el de la CCC, así como Polo Obrero y el Movimiento Teresa Rodríquez. operan a partir de un pensamiento que deriva sus premisas de los términos de "globalidad", "estructura socioeconómica" y "coyuntura". Se trata de un pensamiento con posiciones heterogéneas atravesadas por el eje tradicional de "reforma o revolución". Esta tendencia es más afín al Frente Nacional contra la Pobreza (FreNaPo) del que participan Elisa Carrió y otros ex aliancistas.
2. La tendencia más contestataria es en la que confluyen el Bloque Piquetero y movimientos afines. Son organizaciones menos estructuradas con un panorama también heterogéneo. Se encuentra aquí la experiencia de la CTD (Coordinadora de Trabajadores Desocupados) Aníbal Verón y del MTD (Movimiento de Trabajadores Desocupados) de Solano. Estas experiencias piensan a partir de asumir como condición y término de su elaboración los lazos que constituyen la materialidad de su experiencia. Se sustraen así de los términos clásicos del debate entre reforma y revolución. La característica de esa operación es la autoafirmación y las prácticas de contrapoder.

Conclusiones respecto a los piqueteros.

Este fenómeno es el más antiguo del conjunto de fenómenos que constituyen el nuevo protagonismo social que ha surgido en Argentina. Como tal es el que aparece más estructurado y afianzado. Forma parte de otra de las expresiones del cambio profundo del sector social en Argentina y muestra como el centro de la protesta se ha trasladado de los trabajadores sindicalizados a los desocupados, lo que repercute en la tradicional dirigencia sindical desprestigiada ante la opinión pública y totalmente ineficaz.
Es un movimiento múltiple y heterogéneo en el que ha habido intentos de unirlo, homogeneizarlo e institucionalizarlo. Sin embargo, todos estos intentos han fracasado.
"El movimiento piquetero es un verdadero movimiento de movimientos. Como tal ha producido una auténtica revolución en cuanto a la percepción colectiva sobre las capacidades populares de crear nuevas formas de intervención social y política23".
El movimiento piquetero está aún en plena construcción y es un movimiento de insubordinación pero también de construcción de nuevos lazos sociales, de contrapoder.

La experiencia del MTD (Movimientos de Trabajadores Desocupados)
Orígenes

Los MTD son experiencias piqueteras que se podrían llegar a definir como el sujeto social de los piqueteros. Los MTD comenzaron formándose también con desocupados, fruto del desempleo y del clientelismo, y en ellos participan todo tipo de personas, luchan también mediante los cortes de carreteras y se organizan también mediante asambleas horizontales, autónomas y que practican la democracia directa. En su seno también se dan múltiples tendencias políticas que algunos han dividido en tres, como es el caso de "Red Latina sin fronteras"24 y que están relacionadas con las tendencias políticas que se veían entre los piqueteros: 1- Los MTD que integran la CTD (Coordinadora de Trabajadores Desocupados) "Anibal Verón" forman parte de una tendencia que busca profundizar el camino de la autonomía y la autodeterminación. Estos MTD tienen una presencia determinante en las barriadas o zonas periféricas del Gran Buenos Aires y en otras localidades del interior.
2- Otro sector cuantitativamente importante es el que integran la CTA y la CCC, que responden a un modelo clásico de organización sindical, por lo que son más propensos a ocupar los espacios institucionales que les ofrece el sistema.
3- La tercera tendencia la conforma el Bloque Piquetero, integrado principalmente por las corrientes de desocupados de los partidos tradicionales de izquierda y que se suelen orientar por la tradicional idea de vanguardia obrera.
A diferencia del esquema de tendencias de los piqueteros, aquí vemos que hay una tendencia más, que es la que mayor apoyo tiene dentro de los MTD que se reclaman autónomos: la CTD de Anibal Verón, una de las tres corrientes nacionales más importantes al interior del movimiento de desocupados.
El MTD es otra forma de darle organización a la lucha.

MTD de Solano25.

El MTD de Solano puede servir como ejemplo de modalidad práctica y de pensamiento diferente que estas experiencias reflejan.
Este movimiento surge en la capilla de Solano, en el barrio bonaerense de Quilmes. De allí fueron desalojados por el obispo Novak y más tarde se comenzaron a organizar el MTD Teresa Rodríguez26, el MTD General san Martín en la provincia de Chaco y otros MTD a secas, que se van conformando en las barriadas populares.
La fuerza del movimiento comenzó a intensificarse cuando lograron administrar sus propios proyectos (los llamados Planes Trabajar). Muy pronto fundaron comisiones y talleres de formación política, panadería, herrería, capacitación, educación popular, una farmacia para el movimiento, entre otros trabajos. Sus cortes de carretera fueron rápidamente advertidos por características como la representatividad social en los barrios que trabajan, la movilización, el uso de capuchas y la particularidad de sus cortes.
El MTD de Solano también participó en el Primer Congreso Nacional de Piqueteros.
Este ejemplo en concreto, prioriza el desarrollo de la construcción de un contrapoder, desde abajo y de acuerdo a sus posibilidades. Es por esto por lo que se centran en fortalecer en los barrios cada taller, cada comisión, cada trabajo, cada actividad. No se trata de un localismo ni de una falta de visión de los que pasa en el país o en el mundo, no es un aislacionismo inútil sino un "desenganche" necesario de la lógica de la globalidad.
En lo que se refiere a su relación con el gobierno, ellos administran planes sociales otorgados por el gobierno sin que ello signifique una claudicación ya que entienden que un proceso de afirmación situacional implica una relación compleja con el Estado.
Asumen que es una situación compleja de recibir financiación y a la vez establecer niveles muy altos de enfrentamiento, y también se independizan en la medida que pueden de esa financiación organizando una economía alternativa para sostener el movimiento cuando eventualmente se acaben los planes sociales.

Conclusiones sobre el MTD.

Como hemos visto se trata de una experiencia piquetera, que surge con el nombre de Movimiento de Trabajadores Desocupados posteriormente al surgimiento de los piqueteros, pero que tampoco se puede separar mucho de la experiencia que sirve de antecedente.
El MTD quizás podría diferenciarse de los piqueteros en el sentido de que tiene un punto de conexión con el estado: los planes sociales que este otorga.
La relación que el MTD mantiene con el Estado no llega a ser ni siquiera dialéctica, sino más bien instrumental, pragmática: conviven con el Estado, que lejos de desaparecer otorga un resquicio de las ayudas sociales como son los planes sociales, pero a la vez cuentan con que estos planes desaparezcan a medio plazo y por lo tanto elaboran proyectos alternativos que abandonan el camino institucional. Están pues a medio camino no por opción propia, sino por asumir la realidad que se presenta y siendo totalmente conscientes del lugar en el que se encuentran.

Asambleas Barriales.
Introducción.

Las asambleas barriales constituyen un fenómeno reciente en el sentido de que surgen como un nuevo instrumento de poder popular, como nueva forma de hacer política. Pero a la vez es el instrumento a través del cual se organizan las experiencias que acabamos de ver. Así vemos que es un instrumento que: A) organiza a movimientos más concretos como los piqueteros y el MTD. Sirve como mecanismo de democracia directa que emplean estas experiencias desde su inicio.
- A la vez es un fenómeno nuevo y reciente en el sentido de que organiza a la sociedad y surge tras el 19 y 20 de diciembre como una nueva forma de hacer política. Es una forma de producción de vida alternativa.
C) Por último no se puede olvidar que A) y B) se unen en el lema de "piquete y cacerola, la lucha es una sola". Esta unión es la que se pone de manifiesto con las ocupaciones de edificios y de empresas.
La asamblea es pues una experiencia de producción de vida alternativa en todos estos sentidos.

Asambleas, piqueteros y MTD.

Este caso ya lo hemos visto al analizar a los piqueteros y el MTD. Ambos experiencias emplean desde el principio este instrumento para lograr horizontalidad, autonomía, y en fin, democracia directa práctica y no teórica.

Asambleas y sociedad: nueva forma de hacer política.

El origen: ¿Cómo y por qué surgen?.
Las asambleas surgen en los últimos días de diciembre de 2001 y a lo largo de enero de 2002 como un intento de organizar la furia popular expresada espontáneamente en los llamados "cacerolazos", con la intención de organizar, pensar, construir y sostener los significados posibles de la ruptura de diciembre. "Las jornadas de lucha callejeras de entonces evidenciaron la potencia de movilización de millones de personas que reaccionaban ante una crisis sin precedentes de toda la sociedad argentina. Lo que emergía con mayor virulencia era la bancarrota del Estado y sus instituciones representativas, extendida a los tres poderes propios de la organización republicana. En ese sentido la motivación más evidente para la creación de las asambleas fue de tipo tradicionalmente político: se cuestionaba a las formas del poder, en primer lugar al gobierno ejecutivo (que no pudo soportar la presión), pero también a los poderes legislativo y judicial, vistos con perfecta intuición como conniventes con el ejecutivo"27.
Este cuestionamiento general se resume en la consigna que recorrió el país: "que se vayan todos, que no quede ni uno solo".
Una vez que se comienzan a construir las asambleas se pone de manifiesto que la crisis de la sociedad argentina no se limitaba a las formas institucionales del poder, sino que abarcaba todos los ámbitos de la sociabilidad. Los vecinos se acercaron para organizarse desde su misma condición, distanciándose de un poder "autista"28 y lejano.
La práctica asamblearia comenzó a profundizarse y en las discusiones se empezó a evidenciar que los verdaderos factores de dominación de la sociedad argentina no reposaban sólo en esa clase política corrupta, sino también en el poder económico, cuya gerencia estaba en manos de actores argentinos pero que estaba constituido por bancos extranjeros, las empresas productivas y distributivas transnacionales y los grupos foráneos que también se habían hecho cargo de los principales servicios públicos.
El verdadero problema radicaba finalmente en una organización de la vida social que era suicida para la mayoría de la población. La propia realidad fue la que convirtió en necesidad hacer política pero una política que debía ser radicalmente distinta.
Así es como las asambleas barriales siguieron el curso que desde algunos años habían adoptado los piqueteros: partiendo de su base local (o territorial para los piquetes de trabajadores desocupados) comenzaban a cuestionar el poder al comprender que ellos mismos debían hacerse cargo de su existencia si querían sobrevivir.
Una vez que se comprende esto, las asambleas se enfrentan a un panorama de desarticulación social desolador. Esta situación viene del proceso iniciado en 1976 que había arrasado con el entramado de organizaciones que trabajosamente se habían construido hasta ese momento: en el 2002 prácticamente habían desaparecido las juntas vecinales, las asociaciones de fomento, las bibliotecas populares, los clubes barriales, las actividades parroquiales, las sociedades mutuales y las cooperativas. Lo único que subsistía eran los sindicatos y los partidos políticos, a los que con toda justicia los asambleístas consideraban como inútiles. En el terreno del imaginario colectivo la idea de solidaridad social también fue devastada con los brutales métodos de la dictadura, y sus restos fueron desarticulados por los sucesivos gobiernos, cediendo este espacio mental al individualismo. Se puso de manifiesto con el 19 y 20 de diciembre que la idea de "salvarse solo" ya no era posible. Con resistencias en algunos, con la intuición de la necesidad en otros, las asambleas han ido poco a poco asumiendo esta situación. En el nuevo contexto, conceptos que antes se rechazaban como el asistencialismo y hasta el de la caridad perdían sentido, ya que cualquier forma de solidaridad era necesaria para subsistir; es por esto por lo que tantas asambleas han realizado compras comunitarias de alimentos u organizado ollas populares en sus zonas de influencia.
Como organismos sociales conscientes de los problemas inmediatos, las asambleas no se centraban en la forma tradicional de "hacer política" sino que reinventaban la política en sentido amplio, como búsqueda del bien común. El pacto social con el Estado se había roto, pero estaba surgiendo otra forma de vivir en sociedad a partir de las asambleas y las otras experiencias que tejían de nuevo la sociedad.
La realidad ha hecho que sea necesaria la construcción común de la vida.
Ante la crisis del Estado la cuestión del poder estatal ha sido muy discutida en las asambleas y en todo este nuevo movimiento que ha surgido en Argentina. Es un proceso que está todavía en construcción, por lo que el debate no finaliza pero se ha hecho evidente que la reestatización no es la solución, ni la toma del poder estatal el objetivo.
Las asambleas, como parte de este movimiento de movimientos, conviven con un Estado que sigue existiendo y que, como las respuestas represivas a estas experiencias han demostrado, está lejos de extinguirse.
¿Quién compone las asambleas?.
En el movimiento asambleario coexisten vecinos de todo tipo: desde aquellos que no tienen ninguna experiencia de participación política hasta "experimentados militantes" de todo el espectro de la izquierda e incluso algunos mal camuflados de los desprestigiados partidos tradicionales.
En septiembre de 2002 se contabilizaban 272 asambleas barriales que se reunían regularmente. Teniendo en cuenta el ámbito geográfico, el 41% de las asambleas barriales permanentes (112) están en Capital Federal, distrito bonaerense que con sólo uno de cada 10 habitantes del país, tiene 4 de cada 10 asambleas. Es un fenómeno de protesta y participación social que se inicia fundamentalmente en Buenos Aires, pero que entre enero y febrero de 2001 se fue extendiendo al resto del país.
En la Provincia de Buenos Aires está funcionando el 39% de las asambleas barriales del país (105) (casi tantas como en capital Federal), en Santa Fé el 14% (37), en Córdoba el 4% (11). En entre Ríos y Río Negro el 1% (2 en cada caso) y en Neuquén, La Pampa y San Juan una en cada distrito. En el resto de las provincias (que en general tienen un ingreso per cápita mucho menor y porcentajes mucho más bajos de sectores medios) no se han organizado este tipo de asambleas.
Respecto de las 112 asambleas barriales permanentes de la Capital, los distritos de clase media y media alta son los que tienen mayor cantidad. En cambio en los distritos de nivel bajo el fenómeno existe pero es más débil.
En el caso de la provincia de Buenos Aires también en promedio, tiende a haber más asambleas en los distritos con mayor proporción de clase media, aunque como en el caso anterior, no es una tendencia absoluta sino relativa.
En resumen, en las asambleas participan mayoritariamente la clase media de Buenos Aires, cuna del fenómeno.

Metodología de lucha.

La primera manifestación de la lucha de las asambleas fueron los cacerolazos que siguieron al primero que desafió el estado de sitio el 19 y 20 de diciembre de 2001. A finales de diciembre de 2001 se realizaban 66 cacerolazos por día; en enero de 2002, 22; en febrero, 11 y en marzo 4 cacerolazos diarios.
Estas cifras evidencian que las asambleas han ido cambiando no sólo de método, sino también de orientación para su actividad: se han vuelto hacia su base territorial, aprendiendo de las necesidades de los vecinos e intentando idear y concretar soluciones.
Estas nuevas respuestas no sólo han encarado el problema inmediato de la alimentación sino que se han extendido a áreas sensibles como las de la salud y la educación.
También han puesto en marcha miles de pequeñas iniciativas de tipo cultural como festivales, talleres artísticos y literarios, revistas y boletines, jornadas abiertas de debate de los problemas nacionales, etc. algunas asambleas barriales han derivado hacia el activismo promoviendo "escraches" a figuras políticas, mientras otras han lanzado medios de comunicación propios y han organizado asistencia social para los sectores más carenciados.
Funcionamiento.
Las asambleas funcionan en forma horizontal, con coordinadores rotativos, tiempos para hablar, etc. Además del camino de la horizontalidad organizativa, siguen el de la autonomía respecto a los partidos políticos y el estado y el de la participación igualitaria de cada ciudadano. Esos ciudadanos prefieren llamarse "vecinos" porque rechazan (a veces hasta grados exasperantes) las antiguas formas de nombrar a los agentes y relaciones políticas.
Cada asamblea es autónoma respeto del resto de las asambleas: ninguna habla o decide más que por sí misma. Esta autonomía se refleja en la asamblea coordinadora interbarrial, que se reúne semanalmente, y en la cual se coordinan las propuestas de las asambleas barriales y en la que participan una media de 3000 asambleístas autoconvocados de todos los barrios de la ciudad de Buenos Aires. La coordinación de la asamblea interbarrial también es rotativa: todas las semanas rotan dos asambleas barriales en la función de coordinadores u organizadores de la interbarrial.
La rotación es un reflejo de la refutación de la forma de representación y de la negación de la idea de delegación.
En lo que se refiere a las resoluciones, tanto en las asambleas barriales como en la interbarrial, surgen y se votan. El hecho de que existan resoluciones contradictorias entre sí refleja el carácter heterogéneo y la comprensible inmadurez de este fenómeno.
Todos estos elementos configuran un fenómeno de incipiente democracia directa, inédito en la historia de este país.

"Piquete y cacerola, la lucha es una sola".

Bajo esta consigna se produce la unión en la lucha entre las asambleas barriales y el movimiento piquetero, entre la clase media que predomina en el primer movimiento y los desocupados y más experimentados en la lucha y resistencia al modelo neoliberal, de la segunda, incluidos y excluidos. De esta unión surge un potencial de lucha que ha dado lugar a nuevas experiencias como son las ocupaciones de edificios desocupados y de fábricas abandonadas tras la crisis.
Un ejemplo claro de esto es que fue en la asamblea interbarrial en la que se resolvió incluir delegados tanto de los piqueteros como de los trabajadores en lucha con la patronal o el estado, en los casos de los trabajadores textiles de Bruckman o los ceramistas de Zanón, quienes en ambos casos han tomado las fábricas ante el cierre de las mismas por parte de sus respectivas empresas.
En Buenos Aires se han ocupado numerosos edificios abandonados para convertirlos en viviendas, bibliotecas populares, colegios, etc. así como empresas que sus dueños han cerrado expulsando a sus trabajadores y vaciándolas para que los trabajadores no las puedan volver a poner en funcionamiento, o incluso hospitales. Detrás de estas ocupaciones están las asambleas barriales en las que se toma la decisión, y es el movimiento piquetero el que respalda estas iniciativas, lo cual se ha visto con el gran apoyo que han mostrado en los intentos de desalojo.

Conclusiones acerca de las asambleas.

Estas organizaciones sociales de base nos muestran modelos distintos de relación y de intervención en la vida colectiva.
Este nuevo movimiento de asambleas barriales viene a sumarse a otros ya establecidos como los movimientos piqueteros suburbanos de todas las grandes ciudades, movimientos de trabajadores desocupados, movimientos campesinos como los del norte de Córdoba y Santiago del Estero, movimientos indígenas como el del sur y algunas agrupaciones feministas y ecologistas. Forma parte del movimiento de movimientos, es otro de esos movimientos que está dando lugar a una producción de la vida paralela y alternativa. Como el resto de los movimientos de este fenómeno, tienden a crear redes de desarrollo en lo educativo, cooperativo, cultural y social para recuperar el sentido de sus vidas.
Con las asambleas barriales emergen "nuevas formas de habitar el espacio público"29: son foros populares donde cada cual se acerca con sus ideas, inquietudes, y saberes, y participa de un momento de elaboración colectiva a partir de un punto de partida muy heterogéneo.. Con las asambleas ha cambiado la forma de habitar la ciudad, "las calles, esquinas y plazas fueron subjetivamente reconfiguradas con la producción de nuevas dimensiones del espacio público luego de años de aplastante avance de la lógica mercantil"30.
La asamblea se ha constituido en un espacio de experimentación sobre posibilidades de producción de formas de gestión populares y autónomas.
Así, como experiencia de contrapoder, es todavía un fenómeno incipiente con dificultades de agilidad y de práctica. También se ha visto sometida a presiones partidistas e intentos de instrumentalización. Todo esto muestra que como fenómeno reciente, es una experiencia en creación y con cierta fragilidad que se superará con la continuidad de la práctica.

Los Clubes de trueque.
Introducción.

El trueque ha surgido en Argentina como una nueva forma de producción de la vida aplicada al nivel económico.
No se trata de una experiencia marginal ya que este fenómeno se despliega por todo el país y ocupa a 7 millones de personas que de esta forma resuelven buena parte de su existencia. Originalmente se denominaba trueque al intercambio de bienes entre dos personas sin hacer uso del dinero. Hoy sin embargo, el concepto adquiere nuevas dimensiones y características: se trata de fomentar el trueque multirrecíproco. Esto quiere decir que cada uno vuelca a la red sus productos y toma de la red los productos que ésta le ofrece para cubrir algunas de sus necesidades insatisfechas. El mecanismo opera mediante unos vales llamados "créditos".

Origen31.

El primer club de trueque nació el primero de mayo de 1995, en Bernal, al sur de la provincia de Buenos Aires. Sus fundadores pertenecían a un grupo ecologista y trabajaban desde fines de la década de los ochenta en emprendimientos productivos sustentables. Todo comenzó con la abundante cosecha de calabazas que se produjo tras plantar algunas semillas en una pequeña terraza y su dueño fue el que empezó a repartir calabazas entre los vecinos y éstos, a su vez, a darle productos a cambio.
En 1996 ya existían 17 clubes, que pasaron a ser 40 en 1997, 83 en 1998, 200 en 1999 y en el 2000 crecieron a 400. Además se incorporaron dos redes que ya existían, reorganizándose alrededor del trueque: la experiencia empresaria de la Red de Profesionales y la Red de Intercambio de Saberes y Cibernética Social que incorporó una nueva modalidad, la del intercambio de saberes.

Funcionamiento y evolución.

Los que trocan reciben el nombre de "prosumidores", es decir, son productores y consumidores a la vez.
Éstos participaban en clubes locales, que al extenderse como fenómeno constituyeron una red (Red Global de Trueque) articulada en numerosos nodos (clubes de trueque), fundamentalmente a partir de la invención de una moneda social (crédito) que permitió la conexión entre los distintos nodos. Sin embargo también persiste el trueque simple y directo.
La moneda social es el vale interno de las ferias de trueque y actúa como instrumento compensador. En las transacciones no existe convertibilidad entre la moneda de curso oficial y la moneda social. Sin embargo, con un fin exclusivamente orientador existe una equivalencia: 1 crédito (que es la unidad de cuenta de un vale interno)=1 peso/dólar.
Un vale es un compromiso de provisión de bienes o servicios dentro de la Red de Trueque, ayuda a comunicar a los participantes en sus necesidades de vinculación multirrecíproca, es una herramienta de información, enlaza los deseos, y expresa la confianza mutua que resulta de la estructura solidaria.
Los créditos ingresan al sistema a través de una distribución equitativa entre los miembros de la red como un préstamo sin interés, con el compromiso de entregar como mínimo bienes y servicios por un monto equivalente al recibido y de devolver el importe en caso de abandonar el sistema. Esto produce el efecto de que aumenta el circulante a medida que se incorporan los usuarios y disminuye si se retiran. La emisión de créditos es respaldada por la capacidad productiva y de intercambio de la gente.
Las actividades que se pueden intercambiar son casi innumerables: ofertas de trabajo, abogados, arquitectos, oficios (electricidad, pintura), docentes, cuidado de niños y ancianos, clases de música, informática, servicios para la salud, peluquería, telefonía, taxis, alimentos (frescos, elaboración casera), permuta de asas, y un largo etcétera.
El 2001 fue el año de la explosión: los nodos se multiplicaron hasta llegar a los 1800, y entre diciembre de 2001 y marzo de 2002 llegan a constituirse 5000. La red se extiende a todo el país y según una encuesta de Gallup publicada en abril de 2002, más del 60% de la población argentina realizaba o pensaba realizar trueque en los próximos tres meses, y cerca de diez millones de habitantes32 recurrían parcial o totalmente al sistema de trueque como medio de vida.
La crisis económica fue el desencadenante de tal crecimiento: a partir de la imposición del corralito financiero en diciembre, junto a la creciente recesión y los aumentos de precios de los alimentos, empezaron a sumarse 5000 personas por día a la red.
Los clubes de trueque además conllevan un intercambio que es multirrecíproco dado que supone prácticas alternativas en las relaciones con el dinero, con los objetos y las instancias de producción, circulación, intercambio y consumo. Es en consecuencia una experiencia que implica muchas más dimensiones que las del puro intercambio económico. Se crea un flujo de dar y recibir que conlleva lazos sociales, confianza y reciprocidad. Así por ejemplo, el crédito como herramienta de intercambio, obra a la vez como "moneda" compensadora y como compromiso de provisión de bienes o servicios en la red. Se crea así confianza recíproca.

Conclusiones.

El trueque ha supuesto un fenómeno de masas de economía alternativa. Ha demostrado una posibilidad diferente de llevar a cabo "la vida", y se ha construido como fenómeno paralelo a las compras comunitarias realizadas por algunas asambleas barriales, experiencias productivas alternativas de los MTD o las ocupaciones de fábricas por parte de obreros.
Es en fin otra de las experiencias de este movimiento de movimientos que demuestran la posibilidad de producir la vida de manera alternativa y sobre la base de valores muy diferentes que los que predominaban.

Conclusiones finales.

El Colectivo Situaciones habla de "la paralelización de la sociedad" para explicar todo este fenómeno político, social y económico. En efecto estas experiencias han producido un tejido social nuevo, una sociedad paralela que se maneja en términos muy distintos: la política ha cambiado de significado, el espacio público también, la idea de "lo subjetivo" y hasta las relaciones económicas han adquirido significados nuevos y alejados de los antiguos.
Todo este nuevo tejido no es producto de un movimiento concreto, sino del "movimiento de movimientos" que todas estas experiencias suponen. Es imposible aislar cada uno de los movimientos e individualizarlos, y tampoco resulta conveniente para comprender lo que está sucediendo.
Estamos ante un nuevo paisaje en el que se ven crecer estas experiencias que son todavía frágiles y que también se ven sometidas a continuas presiones. Coexisten entonces el Estado neoliberal en quiebra y el contrapoder creciente y a la vez precario que representan las experiencias analizadas. Así pues, aunque se haya producido la ruptura del pacto social y el Estado, como Estado nacional integrador, haya sido destituido, sigue presente y está lejos de extinguirse. Por esto las experiencias de contrapoder deberán convivir con un Estado que mantiene capacidades represivas y de cooptación.
El Estado no cumple ya las funciones clásicas de detentar el monopolio legítimo de la violencia, y ni siquiera detenta el de la moneda.
Todo esto es lo que permite ver más claramente que hay una sociedad paralela en crecimiento, que se va construyendo cada día y que por eso es necesario mantener una postura flexible desde el punto de vista del análisis. Es un proyecto espontáneo en construcción cuyo final es imposible de predecir.

Bibliografía.

! Libros.

Bolos, Silvia Coordinadora "Actores sociales y demandas urbanas" México, Plaza y Janés Editores, 1995.
Buechler, Steven "Social movements in advanced capitalism", New yor, Oxford University press, 2000.
Caparrós, Martín, "Qué país. Informe urgente sobre la Argentina que viene", Buenos Aires, Ed. Planeta, 2002.
Jenkins Craig, Revista Zona Abierta "La teoría de la movilización de recursos y el estudio de los movimientos sociales", nº 69, 1994.
Laraña, Enrique "La construcción de los movimientos sociales", Madrid, alianza Editorial, 1999.
Lewkowicz, Ignacio "Sucesos argentinos, cacerolazo y sibjetividad posestatal", Buenos Aires, Ed. Paidós, 2002.
Román Paloma, y Ferri J., "Los movimientos sociales. Conciencia y acción para una sociedad politizada", Madrid, Consejo de la Juventud de España, 2000.
Situaciones, Colectivo "Argentina, apuntes para el nuevo protagonismo social", Buenos Aires, Ediciones de mano en mano, 2003.
Tarrow, Sidney "El poder en movimiento. Los movimientos sociales, la acción colectiva y la política", Madrid, Alianza editorial, 1994.
Tilly, Giugni and McAdam, "How social movements matter" Minneapolis, University of Minnesota press, 1999.

! Revistas y periódicos.

"El viejo topo" Número 178, abril 2003.
"Le Monde Diplomatique", Edición Cono Sur, enero, febrero de 2002, marzo de 2003.
Página 12, periódico argentino.

! Internet.

Indymedia argentina..
Rebelión.
Guía del Mundo.
Buscadores: google (asambleas barriales, piqueteros, MTD, etc).

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1 De las múltiples lecturas que se pueden encontrar de la historia argentina de este período he optado por reproducir la descrita por el colectivo Situaciones, añadiendo información propia, ya que aporta una perspectiva crítica y subjetiva, en el sentido de que es realista, ya que llama a los actores y a los acontecimientos por su nombre y no busca eufemismos que obstaculizan la comprensión de la historia de Argentina a lo largo de estos años. Pero fundamentalmente mi elección se basa en que es una cronología atípica ya que reproduce acontecimientos políticos importantes para entender lo que está ocurriendo hoy en este país y a los que la historia oficial no se suele referir con frecuencia, como es la gestación de nuevas formas de lucha distintas de las de épocas anteriores de conflictividad social. Colectivo Situaciones, "Argentina, apuntes para el nuevo protagonismo social" pág. 243-253.
2 Según las cifras oficiales publicadas por la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP).
3 El Cordobazo fue una movilización insurreccional que se produjo el 29 de mayo de 1969, y que estuvo precedida por una serie de movilizaciones en distintos puntos del país y que fueron expresiones de la resistencia creciente que opusieron importantes sectores de trabajadores y estudiantes a la política global de la dictadura. El Cordobazo se puede concebir como otra de las movilizaciones que, como el mayo francés del 68, la Primavera de Praga en el mismo año, el ascenso del movimiento negro en Estados Unidos a mediados de los 60 y otros procesos en distintas partes del mundo, cuestionaron en las calles las bases de dominación capitalista.
4 El excelente pero aterrador informe elaborado por la CONADEP "Nunca Más" recupera la historia de estos desaparecidos así como de los numerosísimos procedimientos de tortura y asesinato llevados a cabo por los militares genocidas.
5 Sólo el 10% de los militares quedaban en condiciones de ser juzgados.
6 "escrachar" significa poner en evidencia. En el caso de los genocidas al no haber justicia legal, HIJOS impulsó esta forma de justicia popular basada en evidenciarlos. El escrache consiste en ir al barrio en el que vive el militar genocida y armar una especie de manifestación con música y ruido para que todos los vecinos se enteren de que viven al lado de un genocida. Se cuelgan carteles por todo el barrio con la foto del susodicho y se informa de quién es para que cuando vaya a la panadería, frutería, carnicería, sea reconocido. Así dado que el Estado ni lo juzga ni lo condena, su barrio, su ciudad, se convierten en su propia cárcel.
7 Ministro de economía durante la primera presidencia de Menem y creador del "Plan de Convertibilidad" que establecía la paridad cambiaria entre el dólar y el peso.
8 El "patacón" fotocopiado es una de ellas.
9 Concepto del Colectivo Situaciones.
10 Enrique Laraña, "La construcción de los movimientos sociales", Madrid, alianza editorial, 1999, pág. 104.
11 Sidney Tarrow, "El poder en movimiento, los movimientos sociales, la cción colectiva y la política", Madrid, Alianza editorial, 1997, pa´g. 21.
12 En el caso de los MTD mantienen una relación con el gobierno a través de la administración de los planes sociales. Pero se trata de una relación administrativa y con perspectivas de abandono mediante la creación de proyectos propios que permitan independencia. Ver "Movimiento de Trabajadores Desocupados".
13 C. Tilly, M. Giugni y D. McAdam, "How social movements matter", Minneapolis, University of Minnesota press, 1999, pág. 257.
14 Paloma Román y Jaime Ferri "Los movimientos sociales. Conciencia y acción para una sociedad politizada", Madrid, Consejo de la Juventud de España, 2000, pág. 21.
15 Paloma Román y J. Ferri, op. Cit. Pág. 20.
16 Ver "Movimiento piquetero".
17 Citado por E. Laraña, op. Cit. Pág. 84.
19 Ibídem.
20 Ver en ¿Cómo se organizan?.
21 Colectivo Situaciones, op. Cit. Pág. 98.
22 Formó parte de los primeros disidentes frepasistas durante el gobierno de la Alianza.
23 Colectivo Situaciones, op. Cit. Pág. 99.
24 www.latinacoop.es.vg, ver "sobre el surgimiento de los MTD".
25 Colectivo Situaciones, op. Cit. Pág. 115. Y Red Latina sin fronteras.
26 llamado así en homenaje a una trabajadora asesinada por la policía en la represión de una de las primeras grandes protestas masivas que tuvo lugar en Cutral Có.
27 Cristina Feijóo y Lucio Salas Oroño, "Asambleas populares en Argentina I" en ideasapiens.com.
28 Ibídem.
29 Colectivo Situaciones, op. Cit. Pág. 174.
30 Ibídem.
31 Anexo del Colectivo Situaciones, op.cit. pág. 233-241.
32 En el año 2000 había 36.000.000 de habitantes según la Guía del Mundo, en guiadelmundo.com