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Latinoamérica

19 de agosto del 2003

Hipótesis

William E. Izarra
Rebelión
Venezuela significa para EE.UU., el tercer socio comercial del continente, con 10 mil millones de dólares en inversiones anuales y proveedor del 15% de todo su consumo energético. Las proyecciones para el año 2020 ubican estas cifras en 25%. No obstante, es el país que EE.UU., quiere cercar. Las relaciones políticas bilaterales están semi paralizadas. Casi nulas.

Aislamiento es la línea trazada por el gobierno de Bush. Con Cuba, archienemigo del impero, EE.UU., sostiene hoy en día un flujo de relaciones mucho más activo y dinámico que con Venezuela. Las causas que motivan esta actitud están dadas: a nivel regional, por la política y el petróleo. A nivel mundial, por su meta de dominio del espectro global.

El Proceso Bolivariano atenta contra sus intereses vitales. El modelo revolucionario que suplanta al modelo de democracia representativa, estimula coaliciones regionales antimperialistas. Hecho que pone en riesgo el abastecimiento petrolero. Además, la lucha por la emancipación del pueblo es una confrontación directa contra sus intereses hegemónicos. Se refuerza esta posición político-ideológica con las últimas propuestas del Presidente Chávez: mora en el pago de la deuda y referendo para la aprobación del ALCA.

Ambos actos son signos de posiciones revolucionarias que llaman la atención del imperio.

Ante esta realidad, el gobierno de Bush juega al referendo. Vía enmarcada en el apego constitucuional y disfraz diplomático que le permite aupar a la desestabilización por debajo de la mesa.

Dos hipótesis surgen de esta apreciación. La primera es una hipótesis de acción inmediata: (i) salida de Chávez por triunfo del referendo, e instalación de un gobierno afecto a los intereses norteamericanos, (ii) de no ganar el referendo, apelación a la carta Interamericana democrática ante la OEA, para que se reponga el modelo de democracia representativa, (iii) paralelamente a la invocación regional, estimular la formación de una fuerza multinacional latinoamericana para concretar el Plan Colombia, en su nueva fase como instrumento de acción antiterrorista, (iv) auspiciar confrontaciones internas en Venezuela, entre los bloques políticos adversos, a fin de marcar el punto que detone la necesaria intervención, (v) todo esto ayudado por una campaña intensa de propaganda comunicacional a nivel mundial.

La otra hipótesis estima la acción a más largo plazo: (i) el Plan Colombia asumiría su rol para Venezuela en la medida que se consolide la Revolución Bolivariana y se salga del marco constitucional, (ii) ante la pérdida de soporte público del gobierno de Bush, debido a la caída de la economía reflejada por el desempleo y el disgusto que ocasionan las muertes en Irak, otra intervención militar podría precipitar la derrota electoral de Bush y consolidar al candidato demócrata, de una postura menos reaccionaria que la actual administración; (iii) el gasto que origina la operación militar en Irak, que es de 1.000 millones de US$ diarios, limita la intervención directa en lo inmediato.

En todo caso ambas hipótesis se complementan y la acción por venir no se vislumbra "color de rosa" para los revolucionarios. Por eso, debemos continuar firmes en las posiciones irreductibles de consolidar el proyecto bolivariano en Venezuela. Convocar a la unidad de los rebeldes, apuntalar las estructuras populares, ampliar las vías de difusión ideológica, profundizar el proceso y no dejarse llevar nunca por la propaganda efectista de los medios de comunicación. No creer en las eufóricas proyecciones que dan el triunfo del referendo revocatorio. No sentirse derrotados. El efecto psicológico de imponer su verdad no puede quebrar el espíritu revolucionario. Formulemos nuestra propia hipótesis y ésta, apunta en la dirección del triunfo de la justicia, de la igualdad y del amor por el prójimo. Es la hipótesis comprobada de la revolución.

izarraw@cantv.net