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Latinoamérica

28 de julio del 2003

Manifiesto de la izquierda del PT de Brasil: Para combatir la crisis y defender los intereses de los trabajadores
Por medidas de urgencia contra el hambre, para garantizar salario, empleo y tierra


Argenpress
El sector de izquierda del Partido de los Trabajadores y otros sectores sindicales y obreros, dieron a conocer un manifiesto donde reclaman el cumplimiento del programa original del PT. Se avecina en Brasil la crisis contra Lula porque deberá enfrentar, por un lado, a las masas populares, principalmente al Movimiento de los Sin Tierra y, por otro, a la burguesía industrialista paulista.

El manifiesto fue suscripto por:

Luciana Genro (Deputada Federal PT-RS)
João Fontes (Deputado Federal PT-SE)
Babá (Deputado Federal PT-PA)
Luiz Carlos Lucas (presidente do ANDES-SN)
Maria Lucia Fatorelli Carneiro (presidente UNAFISCO-BH)
Roberto Romano (Professor de Filosofia Unicamp)
Reinaldo Gonçalves (Economista UFRJ)
Plínio de Arruda Sampaio Jr. (Economista Unicamp)
Ricardo Antunes (Professor de Sociologia da Unicamp)




Texto traducido al castellano

Para combatir la crisis y defender los intereses de los trabajadores
Por medidas de urgencia contra el hambre, para garantizar salario, empleo y tierra

Brasil está viviendo una crisis cada vez más grave. La economía estancada no da ninguna señal de crecimiento sustentado. La crisis social es brutal. Miseria, desempleo, abandono de los servicios públicos, aumento de la violencia y de la carestía. La victoria de Lula representó una esperanza de cambio, pero la decisión de continuar la política económica del gobierno de Fernando Henrique Cardozo (FHC), la defensa del modelo del llamado Consenso de Washington II, ha hecho que la situación empeore.

Durante los primeros meses de gobierno de Lula más de 580 mil trabajadores perdieron sus empleos solamente en las seis mayores regiones del país. Solamente en el gran San Pablo ya son 2 millones de desempleados. La gigantesca fila para optar por un puesto de basurero en Río de Janeiro es una imagen realista del país.

La gente siente que nada cambió. El ingreso de los trabajadores , en un año, cayó más del 14%. En cambio, las ganancias de los bancos permanecen inalterables y el gobierno presenta una reforma de la seguridad social llamada por Wilson Cano de Robin Hood a la inversa- cuyo objetivo es atacar derechos de los trabajadores y entregar a los banqueros uno de los negocios más rentables del mundo: los fondos de pensión.

A su vez, crece la dependencia del país, con el gobierno respaldando al FMI y el acuerdo del ALCA. Es preciso luchar por otra salida para la crisis, una opción que contraríe los intereses de los millonarios y capitalistas, y no los intereses del pueblo.

1. Para combatir el desempleo:

Como parte del combate contra el desempleo, es fundamental la reducción de la jornada de trabajo sin reducción de salarios. Trabajar menos para que todos trabajen! Ese fue un lema de la CUT hoy abandonado por la dirección de la Central y que debe ser retomado. Además, es hora de exigir un Plan de obras contra el desempleo. El dinero del país, en vez de ser drenado hacia el pago de la deuda externa, debe ser encaminado para la construcción de casas populares, hospitales, escuelas, para conservar y ampliar la infraestructura nacional.

2. Aumento de los salarios y reposición de las pérdidas:

Además del desempleo, es necesario combatir la rebaja salarial. El ingreso medio d los brasileños tuvo una caída del 14,7% en los últimos doce meses. Como esa situación no podría ser diferente: las deudas no pagas subieron el 7% en el último cuatrimestre y el consumo de las familias cayó 0,6% en el primer trimestre. Sin recomposición de los salarios, no habrá verdadera distribución de la renta, objetivo fundamental con el cual el PT siempre se comprometió. Por eso también somos aquellos que apoyan las huelgas de lo trabajadores por sus reivindicaciones salariales. El control sobre la producción de las grandes empresas mostrará que las ganancias capitalistas son enormes y que los salarios están cada vez más congelados. Basta!

3. Reforma agraria, esa lucha es nuestra! Tierra para quien la trabaja y quiere trabajar!

Actualmente, ni si quiera la grave cuestión agraria ha sido atacada. Brasil es el país de los latifundios y el gobierno sigue sin defender una verdadera reforma agraria. Cuando el MST exige la necesidad urgente del asentamiento de 120 mil familias este año, el gobierno se compromete con la meta de 60 mil familias y, en la práctica, con los recursos asignados por área, este mismo compromiso gubernamental parece lejos de ser cumplido. Muy lejos. Viviendo a la vera de los caminos, sin tierra, hambrientos, sin siquiera recibir las canastas básicas prometidas, millares de sin tierra parten para la ocupación de tierras, de predios públicos y caminos.

4. Cárcel para los latifundistas que arman sus milicias contra el pueblo! Renuncia del ministro Roberto Rodríguez, representante de los latifundios en el gobierno!

Como si fuese poco, los latifundistas montan sus brigadas paramilitares, arman sus pistoleros hasta los dientes. Este año ya fueron asesinados más de 20 trabajadores rurales. Más que en El Dorado de Carajás, cuando 17 sin tierra fueron asesinados durante el gobierno de FHC. El gobierno no desarma al latifundio ni castiga. El ministro de Justicia se limita a decir que nadie puede actuar fuera de la ley, aclarando que la utilización de empresas de seguridad registradas es permitido. A su vez, el ministro de Agricultura, representante del latifundio en el gobierno, incentiva la defensa armada de las propiedades rurales. Mientras que José Rainha, líder del MST, es detenido acusado de portar armas.

5. Combate a la corrupción!

El gobierno, entonces, no ha cumplido sus compromisos con el pueblo y sí los compromisos con los grandes capitalistas y con el FMI. Gobierna con los enemigos de siempre del PT, como Sarney, el PL, el PTB, el PMDB y hasta con el ex-PDS. Gobierna a través del pacto nacional con los gobernadores, con los del PFL y el PSDB en la línea de en frente. Para agradar a sus nuevos aliados, esconde por debajo de la mesa los escándalos de corrupción como el de BANESTADO. Además de eso se organiza un Consejo de Desarrollo, uno de los foros de promoción del pacto social, compuesto por varios empresarios deudores de la seguridad social. El combate a la evasión impositiva pasa también por la prisión de los y de los políticos y empresarios que remiten dinero ilegal al exterior, como los 30 billones de dólares del escándalo de BANESTADO.

6. Plebiscito del ALCA ya! No al ALCA! Lula tiene que respetar la voluntad de la mayoría y no cooperar con el imperialismo!

La segunda fase tan alardeada y reivindicada por sectores del partido ya empezó, como anunciaran Lula, Palloci y Furlan, el ministro de Desarrollo, capitalista ligado al sector de la exportación. De eso mismo se trata. La posibilidad de intereses menores viene acompañada por la cooperación con el imperialismo y por la rebaja salarial sin igual, por la flexibilización de los derechos laborales y la terciarización, en fin, por la intensificación de la explotación de los trabajadores. Para mostrar que no va a cambiar de rumbo, el gobierno persigue y amenaza de expulsión a los parlamentarios llamados radicales. La mayor prueba de la naturaleza reaccionaria de ese modelo está en el hecho de la aceptación por el gobierno de Lula de los plazos de Estados Unidos para implementar el ALCA, proyecto que el propio Lula definió en una campaña electoral como proyecto de anexión del Brasil por los EEUU.

7. Fuera el FMI! Control de cambio y de capitales! Suspensión del pago de la deuda externa!

Como parte de la política de capitulación del gobierno a los intereses del capital financiero, el país sigue pagando las deudas externas e internas a los bancos. Ha hecho un esfuerzo de superávit draconiano para garantizar el pago de miles de millones de dólares todo el año. Es necesario romper esa lógica. Centralizar el cambio y controlar la salida de capitales. Es necesario decir no al FMI y al acuerdo del ALCA, encabezando un llamado a la constitución de un frente de países deudores, en particular en unidad con Venezuela, gobernada por el presidente Chávez.

8. Por la retirada del PEC 40! Apoyo a la huelga de los servidores públicos! No a los fondos de pensión, negocio de los capitalistas! Auditoria en las cuentas de la seguridad social!

Aunque millones de hombres y mujeres del pueblo nutren sus expectativas y esperanzas en el nuevo gobierno, crece el número de los que se dan cuenta o sienten en la propia piel que es lo mismo de siempre, los ricos y los capitalistas siguen controlando los resortes del país. Así no podría ser diferente: las luchas de los trabajadores comienzan a despuntar nuevamente, a enfrentar los grandes patrones y al propio gobierno. Los servidores públicos son el mayor ejemplo. Van a la huelga nacional, único camino para derrotar esa reforma propuesta por Lula y los 27 gobernadores, cuya esencia retoma las ideas que FHC no consiguió implementar, porque los servidores, apoyados por el PT, resistieron y vencieron.

Ahora los servidores están nuevamente en la lucha. Es preciso rodear de solidaridad esa huelga. Es necesario afirmar y respaldar una lección: sólo con la fuerza de la movilización y con los trabajadores confiando únicamente en su organización independiente el país puede cambiar para mejor. En caso contrario, una vez más, la crisis será pagada por los trabajadores y los pobres.

La distancia entre los compromisos y la realización

Millones de personas se preguntan: ¿Cómo Lula, José Dirceu, Genoino, en fin, la cúpula del PT pudo cambiar tanto en tan poco tiempo? Las explicaciones son varias. La empresa burguesa y los políticos de los partidos que siempre gobernaron el país, con satisfacción afirman que el PT se rindió al realismo de ser gobierno. El propio Lula y líderes petistas como Mercadante refuerzan esa idea cuando dicen que en la oposición se pueden hacer bravatas y en el gobierno no, o cuando dicen hacer la autocrítica por no haber apoyado las reformas propuestas por FHC. Muchos creen eso.

Otros, en especial en el PT, buscan explicaciones supuestamente más sofisticadas pero que son apenas variantes de los mismo. Dicen que se trata de un problema de correlación de fuerzas o que responde a la necesidad de una transición a un nuevo modelo. En la sabiduría popular, mientras tanto, lo que predomina es una explicación distinta y más próxima a la realidad: el poder corrompe siempre. El pueblo brasileño no tuvo otra experiencia de Estado que el dominado por los ricos, por el imperio, por la burguesía, el latifundio y los bancos. Esa especie de máxima popular, por tanto, tiene su razón de ser: de hecho el poder del Estado de la burguesía corrompe siempre igual. Solamente rompiendo con la burguesía, enfrentando a los poderosos de siempre, los bancos, los latifundistas y los grandes capitalistas, se puede construir un gobierno de los trabajadores mismos. Un poder de los de abajo, controlado y ejercido por los trabajadores organizados. El problema es que la dirección del PT hizo una opción: gobernar con la burguesía, apoyándose en alianzas con los gobernadores y aceptando el fisiologismo del Congreso Nacional. Ni siquiera ha sido capaz de defender una reforma democrática del régimen político, como podría representar la realización de una Asamblea Nacional Constituyente que reorganice el país.

Hasta las mismas banderas aprobadas por el Encuentro Nacional del partido fueron abandonadas para no romper la alianza con los grandes capitalistas. Por eso el mantenimiento del acuerdo con el FMI, cuando la decisión del partido fue denunciar y romper el acuerdo. Por eso el respaldo al ALCA, cuando el mismo Lula, durante la campaña, la denunció como un retroceso para el país. Ni siquiera el limitado presupuesto participativo ha sido puesto en práctica. Así, el gobierno encabezado por el PT está repitiendo muchas de las características de todos los gobiernos dominados por la burguesía.

La lección fundamental que todos debemos extraer, por tanto, no puede ser otra que : no basta construir un partido de los trabajadores, es necesario derrotar la estrategia del gobierno común con la burguesía, con los grandes patrones, con los banqueros y latifundistas.

Todos somos radicales. Parlamentarios amenazados con la expulsión: si te metes con ellos, te metes conmigo

La mayoría de la Ejecutiva Nacional del PT no cambió sus planes de persecución y expulsión del PT de los parlamentarios llamados radicales: Holísa Helena, Babá, Joao Fontes y Luciana Genro. Durante la Comisión de Etica reunida el 28 de junio, quedó claro que la persecución de los parlamentarios se debe a sus críticas al curso del gobierno y a la reforma de la seguridad social. El delito es de opinión. Ni siquiera fueron cuestionados por sus ya anunciadas decisiones de votar contra la reforma propuesta por Lula y los 27 gobernadores. Como parte de esa campaña antidemocrática, Heloísa Helena fue suspendida de la bancada de senadora del PT y Luciana Genro y Joao Fontes fueron suspendidos de la bancada de la Cámara de Diputados.

Ni siquiera las propuestas de realizar consultas a los afiliados han sido aceptadas por la dirección del partido, mucho menos un nuevo encuentro democrático para debatir el rumbo del partido. La dirección no quiere someter a discusión de la base el proyecto de nuevo PT. Su nueva cara llega al punto de contratar a Ibope para encuestar la posición de los afiliados del partido. Si las previas sustituyeron los encuentros, ahora Ibope sustituye las previas y los encuentros. Todo eso apenas confirma el deposición de Chico Oliveira, sociólogo y fundador del PT. Defendiendo los llamados radicales, Chico Oliveira dice: Los parlamentarios están defendiendo la democracia en el PT y la sociedad brasileña. Cualquier decisión que va a colocar en la ilegalidad partidaria a esos parlamentarios es una decisión grave. Ella debilita al PT, porque lo coloca a la merced de otras fuerzas que quieren desacreditar la victoria de octubre de 2003(Deposición en la Comisión de Etica). Esa fue la tónica de las deposiciones de Emir Sader, Paulo, Arantes, Reinaldo Goncalves, Dalmo Dallari, Plinio de Arruda, entre otros que esperaron horas para hacer sus descargos en defensa de los parlamentarios.

Las deposiciones de los parlamentarios fueron claras: no darán sus votos para atacar a los trabajadores. Se van a mantener firmes en sus posiciones. Esa es la disposición de todos los que suscriben este manifiesto. La expulsión de los parlamentarios representará nuestra expulsión. Todos somos radicales. Y no vamos a arriar nuestras banderas. Las seguiremos enarbolando y nos organizamos para defenderlas. Nuestro primer paso es el apoyo a la huelga de los servidores y la resistencia contra las expulsiones. Con este manifiesto, además, presentamos las sólidas propuestas que nos unen por un trabajo común en todo el país. Un trabajo de construcción para el futuro.

Siguen centenares de firmas de adhesión de militantes del PT, activistas sindicales y estudiantiles e intelectuales de todos los estados de Brasil.