VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Latinoamérica

El pensamiento vivo de un violador de los derechos humanos

Entrevista de Marcelo Falca (diario La República) Coronel (r) Silva:

"El sistema político no supo mantenernos ajenos a la Guerra Fría"

El coronel (r) Carlos Silva sostiene que las conclusiones de la Comisión para la Paz constituyen "un paso" y que el grupo creado por el presidente Jorge Batlle "investigó lo que faltaba para cumplir con la Ley de Caducidad". No obstante, considera que el informe contiene elementos "no aceptables", como la visión de que "aquí existió un solo demonio". Pone en duda la participación de militares en las desapariciones y descarta que aparezcan los cuerpos. En entrevista con LA REPUBLICA, afirma que las FFAA no deben pedir perdón por las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura. Silva preside la Cooperativa de Ahorro de las Fuerzas Armadas (Caofa), y es postulado como candidato a la presidencia del Centro Militar. Es considerado el jefe de la legión de los Tenientes de Artigas. Al momento de su retiro, en diciembre de 2001, se desempeñaba como 1er. sub jefe del Estado Mayor del Ejército. El comandante en jefe del Ejército teniente general Carlos Daners no le permitió la lectura de su discurso de despedida, que iba a pronunciar en setiembre de 2002 en la sede del Comando, debido a su contenido "inconveniente".


­¿Cómo se ve desde la perspectiva de un militar el informe final de la Comisión para la Paz?

­Yo lo analizo como una posible solución. He tenido posibilidad de conversar mucho con gente de todos los partidos y estoy abierto para hablar de estas cosas.
Entiendo que la Comisión para la Paz sirvió para poner el Punto Final, con su informe, completando lo que faltaba de la Ley de Caducidad. Si bien hay cosas, de ese informe, que no son aceptables constituye una herramienta para finalizar de una vez con este tema, desde el punto de vista político, legal y de complemento de la Ley a que nos referíamos. Así se cumplieron con todas las fases para la solución del problema.
Hay mucha gente que todavía está movida por un deseo de venganza. Yo como participante activo en esta etapa de la historia del país, creo que hay que mirar el tema con mucho cuidado. Como participante de las operaciones que enfrentaron a la sociedad uruguaya, no puedo esperar que los familiares de las personas afectadas o los propios afectados, en el otro bando, nos vengan a aplaudir. Esa gente tiene su corazón y su dolor. También hay que entender a los que estuvimos de este lado. Tenemos camaradas muertos, en mi caso un compañero de promoción, que también tienen familias muy doloridas. Por esta razón tampoco pueden pretender que nosotros aplaudamos a los otros.
En 1904, después de la guerra civil, durante muchas décadas la sociedad siguió dividida por el conflicto, debiéndose establecer amnistías y reconciliaciones que de alguna manera permitieron seguir avanzando hacia el futuro.
Hay que cerrar esta etapa de la historia cuanto antes, hay muchas personas que comprenden esto, seguramente la mayoría, y lo digo sin pensar en signos políticos. El tema Derechos Humanos de los setenta, no es prioridad en una sociedad que reclama evitar que gurises mueran de hambre en el Siglo XXI. No veo movilizaciones por los desaparecidos en la democracia, por la cantidad de asesinados, asaltados, violados, etc. que son muchos. La seguridad pública está muy afectada y los delitos menores ni siquiera se denuncian.
Estos también son Derechos Humanos. Entiendo que hay que poner una raya. Hay gente que sigue encerrada en los setenta. Tenemos serios problemas para enfrentar en el futuro, hay que llegar lo antes posible a una reconciliación que permita unirnos. No podemos seguir atados e inmovilizados al pasado. La década del setenta pasó, se terminó.
Todos los hechos históricos del setenta no fueron producto de dos demonios, ni exclusivamente de las Fuerzas Armadas. Hay responsabilidades internacionales de quienes dirigieron la Guerra Fría, esta guerra fue real y quizás debía denominarse Tercera Guerra Mundial, porque dividió al mundo en dos partes y acarreó consecuencias graves a nuestro país. La clase política uruguaya tiene la responsabilidad de no haber impedido que este conflicto internacional nos afectara proyectándose en nuestra sociedad. Entiendo que es hora de que los políticos de todos los partidos hagan una autocrítica a fondo, de su conducta que concluyó con los hechos del setenta. Hace algunos años tuve oportunidad de conversar con mis viejos enemigos de muchas de estas luchas, gente del MLN fundamentalmente, desde una perspectiva positiva, y coincidimos en que no se debe seguir con enfrentamientos del pasado. También tienen claro que la problemática social requiere unidad y que todos los orientales deben unirse nuevamente.
En síntesis creo que la Comisión para la Paz es un paso. Investigó lo que faltaba para cumplir con lo establecido en la Ley de Caducidad y se estableció definitivamente el Punto Final.
­Usted dice que hay elementos de la Comisión para la Paz que no son aceptables, ¿cuáles por ejemplo?

­El planteo que hace la Comisión para la Paz como que aquí existió un solo demonio. Hubo cosas que, notoriamente, no se tocaron como el caso aquel del peón rural, Pascasio Báez, asesinado, que tendría que haber merecido algún análisis. Hago míos, los conceptos incluidos en el Boletín Artiguista Nº 117 del Círculo Militar: "Se omitió reconocimiento de aquellos que dejaron sus vidas en defensa de esa democracia, que fue amenazada por diferentes grupos terroristas".
­El senador Michelini ha reclamado que las Fuerzas Armadas pidan perdón y exige la aparición de los cuerpos.
­Creo que la Comisión para la Paz fue muy clara en expresar lo que pudo investigar y no es posible que aparezcan cuerpos. No tengo ni idea de lo que puede haber pasado con los mismos.
­¿No existe la menor posibilidad que aparezcan los cuerpos? ­No ­¿Por qué?

­Ya apareció uno y creo será el único porque estaba enterrado en un cementerio como NN. Pero no creo que aparezcan más.
­Pero el comandante ha dicho que no reconoce a los que declararon en la Comisión...
­Yo tampoco, no sé quiénes son los que han ido a hablar. Lo que sí puedo decir es que acá no existió una política de exterminio. Ni yo ni nadie sabemos exactamente qué puede haber pasado en detalle.
­¿No hay explicación alguna sobre porqué alguna gente desapareció y otra no?

­No. Eso queda en la conciencia de cada uno y no podemos contestar. No sabemos las situaciones que vivieron los involucrados. Hubo desaparecidos que no eran responsabilidad de las Fuerzas Armadas, gente que desapareció y no estuvo ni siquiera detenida y no se sabe qué pasó.
­Le pido que nombre, al menos un caso, de un desaparecido en Uruguay que no haya sido responsabilidad de las FFAA.
­Yo no puedo en ningún caso decir bajo la responsabilidad de quién ocurrieron los desaparecidos. Es información que manejó la Comisión para la Paz, ellos no han dicho de dónde la han obtenido.
­El informe de la Comisión para la Paz concluye que los desaparecidos murieron en dependencias militares. ¿Esta conclusión es para usted correcta?

­No sé, porque esa es información a la cual no tuve acceso, como para sacar esa conclusión. No sé en qué se basaron para decir que son responsabilidad de las Fuerzas Armadas.
­¿Usted cree que las Fuerzas Armadas deberían pedir perdón?

­Para nada, porque estaban cumpliendo su misión, iban por los canales que correspondían de acuerdo a la Constitución. Estoy en absoluto desacuerdo con lo que pasó en Argentina, donde hubo una especie de patente de corso para combatir la subversión. Algunos mafiosos se hicieron cargo de las operaciones a cambio de los botines de guerra. Yo siempre pongo el ejemplo de Balza, que tuvo que pedir perdón institucionalmente, porque las operaciones estaban fuera de control de las Fuerzas Armadas, en una situación totalmente diferente a la nuestra, por lo cual no corresponde que se haga algo parecido.
­La Comisión para la Paz sostiene que pudieron haber existido operaciones no oficiales.
­Desconozco a qué se refiere.
­¿Y el caso Michelini y Gutiérrez Ruiz?

­Pero eso ocurrió en Argentina. La patente de corso implicaba que el mafioso que encontraba la plata se la quedaba. Todos sabemos que el hijo de Gutiérrez Ruiz afirmó en Búsqueda, hace unos años, que su padre manejaba libras del robo de Mahilos.
­Michelini ha dicho que el Ejército uruguayo es responsable de esas muertes...
­No me consta que sea así. El senador Michelini ha venido utilizando estos temas como plataforma electoral desde hace muchos años.
­¿Y no será porque el Ejército ha resuelto no hablar de este tema?

­Bueno yo he hablado claro. ¿Qué más se puede decir? Se realizaron operaciones militares, se cumplieron con las órdenes que correspondían y con la misión. Cuando dos bandos entran en guerra saben que va gente a pelear, hay gente que regresa y otros que son baja en combate, muertos, heridos y desaparecidos. Los detalles de un enfrentamiento armado sólo son conocidos por quienes los vivieron, algunos lo cuentan y otros no.
­¿Por qué motivo luego de la caída del MLN se continuó con la lucha?

­Porque además del MLN existían otras organizaciones con aparatos armados como el Partido Comunista y el Partido por la Victoria del Pueblo. El Partido Comunista Uruguayo tenía un arsenal muy superior en calidad y cantidad que el del MLN, lo cual en un sistema democrático representa una amenaza, ¿o alguien puede entender como aceptable que un partido político tenga un aparato armado clandestino?

­Sin embargo, la lucha posterior a la derrota del MLN ocurrió en un sistema no democrático.
­Lo que le puedo decir es que las Fuerzas Armadas siempre tuvieron un espíritu democrático. Nadie se quedó en el poder.
­La Comisión concluye también que "la mayoría de los desaparecidos no participaba en forma directa en actos de violencia ni integraban organizaciones subversivas".
­La mayor parte de los desaparecidos estaba vinculado de alguna manera con las organizaciones subversivas, formando parte, apoyando, o actuando de alguna forma.
­¿La Operación Zanahoria existió?

­Puede ser. Yo lo he sentido por los medios de comunicación.
­¿A usted, nunca le llegó esa versión?

­No, esos rumores después los vi materializados en el informe de la Comisión para la Paz..
­La dificultad que los militares tienen para hablar abiertamente de estos temas, ¿a qué se debe?

­Hay cosas que son por respeto de la Seguridad de la Institución. Es un tema de seguridad, tanto de personas como de lnstituciones. Las operaciones y los partes son temas restringidos. Como en cualquier guerra.
­¿Los partes de Guerra existen?

­No. Ese material entiendo que fue totalmente destruido.
­¿Por qué razón no se guardó?

­Pasados los plazos como cualquier documento se destruye. Mi síntesis sobre estos temas es que todo esto es un avance, el otro avance lo hará el tiempo.
Repito, éste no ha sido de los peores hechos de nuestra historia. Hubo más desaparecidos y muertos en otros episodios más graves que nadie quiere recordar.
Acá se sigue dando manija con el tema de mantener a una sociedad enfrentada, terroristas de un lado y nostálgicos del otro, cuando esto ya no da para más. La gente tiene que olvidar esta parte de la historia y mirar hacia el futuro, porque si no es así vamos a desaparecer como país.
­¿Usted cree que es posible una reconciliación en el país?

­Estoy seguro. Si no, me hubiera ido del país. Además creo en los orientales y soy un entusiasta en llevar adelante el tema de la unidad nacional y estoy dispuesto a dejar de lado todas las diferencias ideológicas que pudieran haber. Se cayó el muro de Berlín, se terminaron los comunistas, el sistema socialista liderado por la URSS desapareció y sólo quedan algunos vestigios ideológicos de cosas que no existen más.
­¿La institución todavía ve a la izquierda con aprensión?

­La sensación que tengo es que sí, y creo que está en ellos que esto cambie buscando un mejor relacionamiento con las FFAA. No podemos seguir en el Siglo XXI con la perspectiva de los años setenta. En aquel momento el FA era manejado por el Partido Comunista, prácticamente militarizado y bastante vertical. Ese FA ya no existe. Ahora en alguna medida se ha tradicionalizado. Hay mucha gente que está en la izquierda pero no es de izquierda. Simplemente quiere votar en contra de los partidos tradicionales.
­¿Usted colaboró con la Comisión para la Paz? ­No.
FUENTE: COMCOSUR AL DÍA