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Latinoamérica

¿Quién gobierna Bolivia?

Estados Unidos y el golpe de estado

Alex Contreras Baspineiro ALAI-AMLATINA

Un "informe de inteligencia" de la Embajada de Estados Unidos en Bolivia reveló que el Movimiento Al Socialismo (MAS) - liderizado por el diputado y dirigente cocalero Evo Morales Ayma planifica un Golpe de Estado contra el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.
"Se ha obtenido información fidedigna y verdadera sobre el partido del MAS que está planeando un golpe militar de Estado para derrocar al gobierno de Bolivia en abril de este año", destaca partes salientes del documento.
El informe escrito fue entregado, el 14 de marzo, por el propio embajador norteamericano David Greenlee al vicepresidente boliviano Carlos Mesa donde se detallan los pormenores del presunto Golpe de Estado.
"Hay un grupo dentro del partido del MAS que quisieran que Evo Morales y Filemón Escobar sean asesinados durante este golpe en abril", agrega.
De acuerdo al "informe de inteligencia norteamericano" esos dos dirigentes deben ser asesinados en el presunto golpe "porque su asociación con los cocaleros resta apoyo a los prospectos del partido de ganar colaboración internacional que, sería necesaria, en caso de que el partido estuviera en un Gobierno Interino o para la Asamblea Constituyente liderada por el MAS".
El diputado cocalero respondió que el movimiento social boliviano "aunque tiene divergencias estructurales con el actual régimen, respeta el proceso democrático y no pretende llegar al gobierno mediante un golpe" sino que se organiza para la toma del poder.
"Este es un autoatentado que planifica la embajada norteamericana para salvar la incapacidad del actual presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. En el golpe de características fascistas y racistas se pretende eliminar a los líderes de diferentes movimientos sociales, sindicales y políticos", denunció Morales Ayma.
El MAS es la segunda fuerza política de Bolivia.
Según datos oficiales de la Corte Nacional Electoral, en las elecciones de 2002, el MNR obtuvo el 22.46 por ciento reflejado en 624.126 votos y el MAS logró el 20.94 por ciento con 581.884 votos.
Tres intentos Los intentos de eliminar físicamente al líder cocalero no son nuevos. Desde la "insurgencia" de las elecciones generales ya se conocen tres hechos.
En noviembre de 2002, el ex embajador norteamericano Manuel Rocha expresó sobre Evo a los miembros del Alto Mando Militar Boliviano: "Les he dicho que le pongan al hielo, que le congelen, ahora ya es una gran fuerza política".
Esa confesión la hizo un militar boliviano a parlamentarios masistas.
Antes de los comicios generales existía ya una orden para asesinar al cocalero.
En enero de 2003, un asesor de la embajada del país del norte se reunió con cuatro dirigentes cívicos en Santa Cruz a quienes les propuso: "Hay que eliminar a Evo. El MAS no debe participar en las elecciones municipales porque sería una catástrofe para el país".
La próxima presunta asonada golpista denunciada por el gobierno norteamericano, donde deberían asesinar a Evo y otros dirigentes debería producirse el 9 de abril, aniversario de la Revolución Nacional de 1952.
Unidad Nacional La denuncia sobre una interrupción violenta de la democracia formal surge a consecuencia de ocho meses de "desgobierno" de Sánchez de Lozada y luego de las graves revueltas sociales de enero y febrero.
En este período gubernamental de profunda crisis estatal, 61 bolivianos fueron asesinados, más de 600 resultaron heridos y con graves secuelas físicas.
El ex dirigente minero y actual senador por el MAS, Filemón Escobar, dijo que no están tras ningún golpe y que llegarán al poder a través del proceso democrático.
"En Bolivia va haber un golpe para liquidar al MAS, a Evo Morales y a quienes lo acompañan. Es la realidad histórica y sería un grave error que se calle. Nosotros estamos convocando a la unidad nacional para resistir y derrocar cualquier golpe", aseveró.
Diversas organizaciones e instituciones bolivianas defensoras de los derechos humanos, laborales, sociales, sindicales, cívicas y políticas criticaron la intromisión norteamericana en asuntos internos y, sobretodo, sobre la difusión del "informe de inteligencia" que atenta al actual proceso democrático.
El embajador de Estados Unidos en Bolivia, David Greenlee, luego de la impresionante campaña mediática comercial del documento de la "inteligencia norteamericana"se negó a realizar comentario alguno.
Nación digna Desde agosto del 2002, el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, con el apoyo de los partidos neoliberales MNR, MIR, UCS, MBL y ADN no da señales de cambio y, es más, sólo da señales que camina hacia un abismo sin salida.
De la imposición en la política económica y antidrogas norteamericana que datan de hace años, ha pasado a entrometerse en asuntos internos como las reformas institucionales al sector público, el proceso de privatización, las reformas al sistema tributario, la modernización del mercado laboral, las reformas sociales, los aspectos políticos, las reformas legales y judiciales y también en temas estrictos de seguridad nacional.
La fracasada política de "coca cero" impuesta en el Trópico de Cochabamba sólo en esta gestión de gobierno ha ocasionado el asesinato de 11 cocaleros y uniformados; las jornadas de enero dejaron 17 muertos entre jubilados, campesinos y vecinos y el "impuestazo" a los salarios propuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) dejó a 33 bolivianos muertos.
Ante la guerra de Estados Unidos contra Irak y ante el nuevo atentado a la democracia boliviana, los movimientos sociales empezaron un proceso de reagrupación con un sentimiento antiimperialista y sobretodo rescatando la unidad y dignidad nacional.
"Aunque en esta coyuntura tengamos un Presidente de la República que es servil a la política imperialista, Bolivia es un país digno y soberano y desde abajo vamos a defender nuestra soberanía y dignidad. Si hay un golpe responderemos con una insurrección popular", afirmó el diputado cocalero.
* Alex Contreras Baspineiro. Periodista y escritor boliviano.