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Latinoamérica

FAO defiende huertos citadinos que impulsa Venezuela

Venezuela, Adital/ Aram Aharonian*

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) defendió enfáticamente el plan de cultivos organopónicos e hidropónicos implementados por el gobierno venezolano y señaló que las críticas que han generado en el país se deben al desconocimiento de los beneficios de las técnicas.
Elisa Panades, representante de la FAO en Venezuela, explicó que se debe trabajar en la cultura de los huertos en la ciudad, que forma parte del primer programa para la seguridad alimenticia que implementa la organización junto al gobierno venezolano. Amplios sectores baldíos de Caracas, la capital venezolana, algunos de ellos céntricos, están siendo utilizados para estos cultivos, lo que ha despertado las críticas.
"El método hidropónico sirve para el autoabastecimiento de familias y la mejora de la calidad alimenticia. En muchos países es normal que en las casas cultiven frutas y hortalizas, incluso lo prefieren así porque es mucho más sano. Por otro lado, la organopónica crea empleos y abarata los costos", insistió la funcionaria.
La representante de la FAO aseguró que con el programa se puede garantizar la alimentación de muchas familias, porque Venezuela está pasando por una fuerte crisis económica que afecta directamente la calidad de vida de las personas y hay que trabajar en el futuro. "Si se crea la cultura de estas siembras podemos resolver parcialmente la situación y asegurar parte de los productos alimenticios".
En cuanto a los costos de la técnica y la posibilidad de que la producción se contamine con plomo, porque algunos cultivos están en pleno centro de la ciudad, la representante de la FAO explicó que los sembradíos citadinos son más económicos, porque se elimina la figura del intermediario que traslada y vende los productos. En este caso, la compra se haría directamente en las comunidades.
"En Europa, por ejemplo, los alimentos se venden más caros porque son más sanos, ese es el concepto que se maneja, y por más calidad hay que pagar más; es decir, la causa no es la producción. En Venezuela se puede introducir al mercado el producto más económico y más sano", dijo.
Pese a la campaña en contra de los cultivos organopónicos e hidropónicos realizada por los medios comerciales de comunicación, Panades desestimó que la contaminación de la ciudad sea un problema, "pues en Venezuela se usa gasolina sin plomo y está comprobado que más contaminados están los alimentos que usan químicos que los hidropónicos y organopónicos".
Asimismo, el experto cubano en cultivos organopónicos, Moisés Sio Wong, quien lleva un mes con la FAO en Venezuela para instruir a venezolanos, asegura que se ha demostrado lo económico y eficiente de la técnica. "En Cuba se aplicó en medio de una crisis económica, cuando no pudimos comprar más fertilizantes, pesticidas y demás químicos para el cultivo tradicional.
Nosotros adoptamos el método y durante 20 años lo hemos perfeccionado, de hecho, 52% de las hortalizas y frutas se producen en la ciudad", dijo.
Panades asegura que el 87% de la población venezolana vive en zonas urbanas y que esto justifica los cultivos en la ciudad. "Ha crecido de manera considerable la población en las urbes, según un estudio que hicimos hay muchas personas que viven en las zonas populares de Caracas que vivían en el campo; por lo tanto, la técnica hidropónica se les hace mucho más fácil y es aceptada con facilidad".
Actualmente, se instruyen las comunidades capitalinas de Petare, Catia, Caricuao, 23 de Enero y El Valle, pues el proyecto se ejecutará en Caracas y el año próximo en otras ciudades del país. "Los dos centros pilotos para los cultivos organopónicos son Fuerte Tiuna y el Parque Vargas; allí también se sembrarán frutas, plantas medicinales y ornamentales", dijo la representante de la FAO.
En las comunidades rurales se aplicará otro programa y la meta para este año es atender a 20 agrupaciones campesinas y 10 indígenas, a diferencia del plan de siembras urbanas, que en menos de un mes de convenio se amplió la meta de 300 hectáreas a 1.000 y de 25.000 siembras con la técnica hidropónica a cien mil, concluyó la experta internacional.
*Presidente de la Asociación Latinoamericana para la Comunicación Social y director del mensuario Question con Le Monde Diplomatique