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Latinoamérica

29 de marzo del 2003

Guerra en los Andes o la conspiración de David Greenlee
El Plan Colombia ya está sobre territorio de Bolivia

Wilson García Mérida
Datos & Análisis

El Embajador norteamericano comenzó a activar su maquinaria conspiradora: Inventó, a su mejor estilo, un "informe de inteligencia" revelando un golpe de Estado en abril donde serían asesinados Evo Morales y el senador Filemón Escóbar. La Subsecretaria de Asuntos Contra el Narcotráfico, Deborah McCarthy, se reunió con el presidente Sánchez de Lozada para anunciar la llegada de tropas del Comando Sur al Chapare..

"Nuestra política es que en el Chapare ya no deben existir plantaciones legales de coca… eso significaría un cambio muy importante, porque con nuestros éxitos en Colombia el narcotráfico buscará en Bolivia nuevos sitios donde cultivar la droga…"..
Tales fueron las declaraciones emitidas el pasado lunes por Deborah McCarthy, subsecretaria de Asuntos Contra el Narcotráfico para el Hemisferio, enviada desde Washington para respaldar las "iniciativas" que desarrolla en nuestro país el embajador David Greenlee..
La funcionaria del Departamento de Estado se entrevistó con el presidente Sánchez de Lozada y dejó sentada la premisa guerrerista de su gobierno en relación a la coca: no más cultivos (ni más cultivadores), aún sean éstos legales; la coca boliviana atraerá a los narcotraficantes colombianos y a sus aliados de las FARC; por tanto, la inminencia de un brote "narco-guerrillero" debe obligar al gobierno boliviano asumir la erradicación de cocales en el estricto marco de una política "anti-terrorista"..
Deborah McCarthy es una joven agente del gobierno norteamericano con un ascendente "intelectual y progresista" marcado por su relación con el sociólogo Daniel R. Faber, de la Northeasten University en Boston. Ambos escribieron en co-autoría varios libros sobre medio ambiente y desarrollo sostenible. Este año acaban de publicar "Neoliberalismo, Globalización y Lucha para la Democracia Ecológica". Con semejantes títulos, cualquiera diría que McCarthy es una tierna ecologista y crítica del sistema, lo fue en su adolescencia cuando simpatizaba con organizaciones como Green Peace; pero cuando se refiere al "cultivo de droga" confundiendo coca con cocaína es fácil dudar de su probidad académica..
En diciembre de 1998, tras el desastre del Huracán Mitch en Nicaragua, Deborah McCarthy encabezó una campaña mediática, ejerciendo como Ministra Consejera ("Chargué d' affaires") de la Embajada norteamericana en Managua, orientada a justificar el arribo de 2.000 marines del Comando Sur a ese país bajo el pretexto de realizar acciones cívicas compitiendo con médicos cubanos que asistían a las víctimas del huracán. Tras aquella gestión, fue transferida al Centro de Estudios Hemisféricos para la Defensa en Washington, uno de los nuevos nombres que adoptó la tristemente célebre Escuela de las Américas, desde donde McCarthy participó en el diseño de operaciones encubiertas previstas para expandir el Plan Colombia -como punto de partida en la militarización de América Latina-, especialmente en el área andina..
El Plan Colombia, rediseñado como una estrategia "anti-terrorista" tras los atentados del 11 de septiembre, y fortalecido sin duda por el actual clima de guerra mundial con la invasión a Irak, ya rebasó las fronteras colombianas y se está expandiendo sangrientamente en los países andinos. En Venezuela, Ecuador y Perú las embajadas norteamericanas advierten que las guerrillas de las FARC han invadido esos países, ante lo cual se hará inminente la presencia cada vez más activa de tropas del Comando Sur realizando "tareas de acción cívica"..
La Guerra en Bolivia .
La gestión de Deborah McCarthy (flamante subsecretaria de Asuntos Contra el Narcotráfico para el Hemisferio) ante el presidente Sánchez de Lozada, exigiéndole inclusive eliminar los cultivos legales de coca en el Chapare a pesar de la Ley 1008 que legaliza ciertas áreas cocaleras, apuntala la estrategia que impulsa el embajador Greenlee en la actual coyuntura boliviana, ligando la política interna del país a la lógica externa del Plan Colombia..
David Greenlee cree que ha llegado la hora del arribo de tropas norteamericanas al Chapare, puesto que el Comando Sur (del que Greenlee fue consejero político a mediados de los noventa) no participa en las operaciones del Golfo Pérsico. Este Embajador es experto en crear condiciones óptimas para facilitar la virtual invasión militar estadounidense en nuestra zona de conflicto cocalero, generando el indispensable clima de incertidumbre política e inestabilidad en nuestra democracia, tal como ya lo hizo durante su gestión como jefe de la CIA y embajador interino en Bolivia entre 1986 y 1989 (ver El Juguete Rabioso # 65, septiembre-octubre del 2002. También disponible, versión electrónica, en nuestra web: www.jugueterabioso.clan.st)..
Las corrientes democrático-popular-nacionales que están surgiendo en el seno de las Fuerzas Armadas bolivianas y en la propia Policía impregnada de un fuerte sentimiento de reforma ética tras lo del 12 y 13 de febrero, y que se expresan de manera contundente frente a materias de alta sensibilidad como la posible venta de gas por territorio chileno, hace prever que estas fuerzas coercitivas no serán tan dóciles a la hora de luchar contra el "narco-terrorismo cocalero". Sólo una presencia activa y hegemónica de militares norteamericanos en nuestro territorio, tan urgido de "acción cívica" en la torcida visión guerrerista de mister Greenlee, podrá garantizar la cruzada "anti-terrorista" del Imperio en estos lares del mundo andino..
La Embajada norteamericana, desde enero pasado, vino desarrollando una táctica solapada para distanciar al gobierno de Goni con el movimiento cocalero, a través de un sistemático sabotaje del diálogo directo que intentaron establecer el presidente Sánchez de Lozada y Evo Morales. Al final esa táctica funcionó: El Presidente ya no quiere sentarse con Morales y, como consecuencia de esa ruptura, los campesinos cocaleros, permanentemente agredidos por las patrullas erradicadoras del Ejército, han retornado a una respuesta también violenta. El martes pasado, los cocaleros alentados por activistas del llamado "Estado Mayor del Pueblo" que es financiado por el dirigente maoista Oscar Olivera, asaltaron varias oficinas del Programa de Desarrollo Alternativo en el trópico cochabambino..
Este clima de violencia se agrava con la reacción anti-cocalera de campesinos no sindicalizados y dedicados al cultivo de productos alternativos, quienes anuncian que tomarán las armas para repeler las presiones coercitivas del MAS y del "Estado Mayor del Pueblo". No hay duda que mister Greenlee se frota las manos. Ya están casi dadas las condiciones para una intervención militar directa de Estados Unidos en el Chapare..
Fracaso de la Mesa de Diálogo .
Una de las consecuencias directas de la injerencia ejercitada por David Greenlee en los asuntos internos del país fue la destrucción de la Mesa de Diálogo que, en torno al problema de la coca, habían entablado el gobierno y la oposición cocalera desde enero. El síntoma más visible de esa injerencia fueron las constantes contradicciones y retractaciones en que incurrieron los funcionarios bolivianos encargados de sostener el diálogo con la gente de Evo Morales. Durante las reuniones celebradas en el Hotel Cochabamba, los representantes gubernamentales aceptaban de buena gana los razonamientos y las propuestas de los cocaleros, pero inmediatamente, fuera de la Mesa, se retractaban ante los Medios. El viceministro Oviedo, por ejemplo, horas previas a la revuelta del 12 de febrero, había aceptado viabilizar el reconocimiento de un cato (1.600 metros cuadrados) como cultivo transitorio en favor de los campesinos, pero al día siguiente negó ese acuerdo sin poder ocultar su rubor..
El lunes 17 de marzo, la Mesa fue reinstalada. Y sucedieron dos cosas curiosas: La ministra Moira Paz apoyaba con abierto entusiasmo las propuestas cocaleras por considerarlas parte de una política de desarrollo nacional. En medio de la reunión, la ministra fue convocada por una llamada telefónica de La Paz y cuando retornó a la Mesa cambió diametralmente de discurso oponiéndose con vehemencia a lo que minutos antes apoyaba apasionada..
En esa misma reunión, se leyó la carta enviada por el vicepresidente Carlos Mesa al senador Filemón Esóbar con la advertencia del embajador Greenlee en sentido de que en abril habrían atentados golpistas desde el MAS y contra los propios líderes del MASEl embajador norteamericano asegura, a través de su mensaje transmitido por Mesa, que en los días de abril, mes en que se recuerda 51 años de la revolución nacional de 1952, se producirá un golpe de Estado con participación política del MAS y en el que, paradójicamente, serían asesinados el líder de ester partido Evo Morales y el propio senador Escóbar..
El mensaje de Greenlee ha sido interpretado por una mayoría de líderes de opinión en este país, como una velada amenaza de muerte contra los dirigentes cocaleros y una justificación de lo que podría ser un autogolpe para militarizar la administración de Sánchez de Lozada o, alternativamente, un golpe contra el propio Sánchez de Lozada encabezado por el jefe de la Nueva Fuerza Republicana (NFR) Manfred Reyes Villa, un ex capitán de Ejército (vinculado a la dictadura de García Meza), quien sostiene permanentes reuniones con el embajador Greenlee.


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Así evolucionó el Plan Colombia .
-En 1999, la oficina del Pentágono de Asuntos Interamericanos fue transferida del Buró para Asuntos de Seguridad Internacional (donde estaba situado en el diagrama organizativo junto a oficinas similares de África, Medio Oriente, Asia y Europa) a un buró con el alarmante nombre de Operaciones Especiales y Conflicto de Baja Intensidad..
-Según esta reorganización, Latinoamérica es la única área geográfica asignada a una oficina que se ocupa de cuestiones tales como terrorismo, acción antidrogas y otras actividades de fuerzas especiales (unidades militares especializadas en "operaciones que no son de guerra")..
-El Departamento de Estado tiene alrededor de 16 mil empleados directos en todo el mundo; a Latinoamérica le corresponden unos cuatro mil. Mientras tanto, el Comando Sur cuenta con 800 militares y 325 civiles en su cuartel general de Miami, mientras que dos de sus componentes (el Ejército Sur de EE.UU. en Puerto Rico y el Contingente Conjunto-Bravo en Honduras) agregan un personal adicional de 570 militares y 1390 civiles..
-Otros 107 funcionarios trabajan en Milgroups, en asistencia en seguridad en las embajadas de EE.UU. en la región, y hay más de 200 asignados a Operaciones Especiales del Comando Sur en Puerto Rico y en "Emplazamientos Operativos Avanzados" (apoyo para la aviación antidrogas de EE.UU.) en Ecuador, El Salvador y las Antillas Holandesas..
-EE.UU. entrenó a unos trece mil militares y policías en 1999, último año del que se dispone de datos. Por lo menos dos tercios de esa cifra son instruidos en su propio país por equipos móviles de EE.UU. y durante casi 200 visitas anuales de equipos de las Fuerzas Especiales para Entrenamiento Antidrogas y despliegues de Entrenamiento de Intercambio Conjunto Combinado..
-En un año típico, reclutas latinoamericanos siguen cursos también en más de 100 instituciones militares de EEUU. Esto incluye a los 650 estudiantes entrenados en 1999 en la Escuela de las Américas (rebautizada Instituto del Hemisferio Occidental de Cooperación para la Seguridad). Además del entrenamiento mediante diez o doce ejercicios militares multilaterales, intercambios regulares y cursos, ofrecidos en un nuevo Centro de Estudios para la Defensa Hemisférica en Washington..
-Además, el Comando Sur expandió su programa de Asistencia Humanitaria y Cívica, en el cual escuadrones de EE.UU. construyen infraestructura o proporcionan asistencia médica (98 de estos proyectos tuvieron lugar en países latinoamericanos en el año 2000). Y las transferencias de armamento van en aumento, encabezadas por helicópteros para Colombia y la venta de 660 millones de dólares en aviones caza- bombarderos de alta tecnología (F-16 artillados con misiles Amraam) para Chile (ver El Juguete Rabioso #66 octubre 20002)..
-Los nuevos Emplazamientos Operativos Avanzados ofrecen renovadas posibilidades de contacto, al igual que una expansión de los seminarios, conferencias y otras actividades de Interacción Militar en el Extranjero, en su mayoría financiados con presupuestos a discreción del general que encabeza el Comando Sur..
Datos del Centro para la Política Internacional. Cortesía de Fernando Fuentes