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Latinoamérica

Los cinco desafíos del movimiento antineoliberal

Econoticiasbolivia.com (La Paz, marzo de 2003).-

El movimiento obrero y popular tiene que resolver cinco grandes e ineludibles retos si pretende sepultar al neoliberalismo y abrir una senda de progreso y bienestar para los bolivianos, sentenció el ex ejecutivo de la Central Obrera Boliviana y de la Federación de Mineros, Edgar Ramírez.
Las tareas urgentes son: superar los grandes problemas organizativos, estructurar un programa y proyecto de poder, definir quiénes son los actores fundamentales del proceso revolucionario, establecer nexos y vinculación con los nuevos actores sociales y delinear las vías y mecanismos para la toma del poder.
Según el veterano dirigente laboral, la profunda crisis estatal que vive Bolivia obliga a los trabajadores a dar una respuesta política, orientada no solo a liquidar el actual modelo económico sino fundamentalmente a transformar de raíz la estructura política, económica y social del país.
"Se está derrumbando el poder económico y social de la burguesía, pero aún no hay una contraparte del poder popular", dijo durante su participación en el "Encuentro Nacional: Lecciones del Levantamiento Popular del 12 y 13 de febrero", que se realizó en la ciudad de La Paz el 25 y 26 de febrero.
"Primero tenemos que resolver el problema de organización. Tenemos que tener una organización capaz de elaborar propuestas y de ejecutar sus planteamientos", aseguró Ramírez, convencido de que todos los trabajadores y sindicalistas debieran trabajar para lograr la unidad en torno a una Central Obrera dirigida por los sectores revolucionarios y no por representantes ligados al modelo neoliberal y a los gobernantes de turno.
Otra tarea ineludible e inmediata es la elaboración de un programa de poder. "Necesitamos un programa. Necesitamos definir qué hacer con nuestro gas, qué hacer con la minería y la industria, qué hacer para lograr el desarrollo del país, qué hacer en el tema salarial y con las transnacionales".
Según Ramírez, el movimiento antineoliberal también debe identificar claramente a los actores sociales capaces de luchar y ejecutar el programa de los trabajadores. "Debemos definir quiénes llevarán adelante nuestro programa: ¿serán los candidatos?, ¿serán los políticos del Parlamento?, o ¿seremos los propios trabajadores del campo y las ciudades? Eso debe quedar muy claro".
El cuarto desafío es incorporar a nuevos sectores en la lucha social (policías, desocupados, jóvenes y mujeres). "Tenemos que trabajar en fortalecer nuestras organizaciones desde las bases. Las bases tienen que conocer y discutir todo, tienen que decidir todo, porque sin ellas no hay respuesta organizada de la población".
Definido el programa político y fortalecida la organización de los trabajadores del campo y las ciudades, el movimiento antineoliberal también debe resolver cómo tomar el poder. "Los trabajadores tenemos que ver cómo sacamos del poder a los gobernantes: ¿será a través del voto o será con la insurrección armada? Eso debe quedar también muy claro para todos", agrego el sindicalista.