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Latinoamérica

"Bolivia arderá nuevamente "

Así lo afirma el policía rebelde que se levantó contra el "impuestazo" del FMI

Por: Miguel Pinto Parabá

En Bolivia, muchos han comenzado a ver al líder de los policías rebeldes como un émulo de Hugo Chávez. El mayor David Vargas, responsable del idilio entre la policía y el pueblo, después de los sucesos del 12 y 13 de febrero, dice tener el honor de haber derrotado al FMI, aunque reconoce que fue de manera involuntaria.
Ahora, y junto a los uniformados amotinados considerados un 'factor de poder', advierte que el país volverá a arder si el gobierno y las transnacionales insisten en la venta de gas por puertos chilenos.
En abril del 2000, la policía se 'amotinó' y desactivó un Estado de Sitio.
Tres años después, apoyados por el levantamiento popular del 12 y 13 de febrero, derrotaron el 'impuestazo'. Este acto les costó la vida a 10 carabineros, 4 militares y 9 civiles. Ahora, los policías, envalentonados, se consideran un 'factor de poder' y se declararon en 'pie de guerra' contra la posible venta del gas boliviano a los Estados Unidos por puerto chileno.
En el último motín policial hubo tres tendencias: una, la 'radical', apuntalada por la 'tropa' policial que se opuso al impuesto al salario y exigió un incremento de sueldos del 40 por ciento; otra, la 'mediadora', conformada por oficiales de alta graduación, y la 'orgánica' dirigida por la Asociación de Suboficiales y Clases de la Policía.
En el centro de operaciones -el cuartel del Grupo Especial de Seguridad (GES), que se encuentra a media cuadra del Palacio de Gobierno, donde fueron acribillados los 10 policías- se impuso la segunda corriente, la de los oficiales de alta graduación, que pusieron como 'Comandante en Jefe' de los insubordinados al Mayor David Vargas, quien también lideró el 'motín' policial en abril del 2000.
Ahora la popularidad de Vargas, de 41 años de edad, creció. Algunos sindicalistas lo comparan incluso con el coronel venezolano Hugo Chávez y el militar ecuatoriano Gutiérrez. Otros dicen que esto es una exageración.
Pero, lo cierto es que tiene el apoyo de gran parte de su institución y el respaldo de amplios sectores de la población.
Econoticiasbolivia tuvo una entrevista con el policía rebelde que puso en jaque a los dos últimos gobiernos. El mayor, un hombre de voz serena y palabras medidas, no se anda con tapujos al momento de evaluar a los grandes personajes que hacen noticia en el mundo: calificó a George Bush, Osama Bin Laden, Saddam Hussein y al Fondo Monetario Internación (FMI) como unos 'pendejos. hijos de su madre.'; al Papa Juan Pablo II como un hombre 'controvertido'; a Lula, un 'trabajador exitoso'; al Presidente Hugo Chávez, un 'combatiente, y a Fidel Castro como 'un gran luchador y combatiente social'.
Los hechos La Policía se sublevó a las dos de la tarde del 11 de febrero. El mayor Vargas -también egresado de la carrera de Sicología- relató que se hizo cargo del motín del GES recién a las cuatro de la tarde, a pedido de sus camaradas.
Los amotinados exigían una reunión con el ministro de Gobierno, pero éste recién se presentó al día siguiente a las siete de la mañana.
El ministro de Gobierno, Alberto Gasser, fue concreto en esa rápida reunión.
Dijo que el Poder Ejecutivo estaba dispuesto a dialogar, pero no bajo presión. Y que el 'impuestazo' era 'innegociable'. 'Esta actitud de soberbia enfureció a mis camaradas, quienes decidieron continuar con su lucha'.
Aclaró que ellos, desde ese momento, hicieron tratativas con varios personeros de gobierno para evitar el conflicto, pero nadie les atendió. Y la sangre llegó al río.
El tema se complicó cuando los estudiantes de secundaria del Colegio Ayacucho marcharon en plena Plaza Murillo y apedrearon el Palacio de Gobierno a las 11:30 de la mañana del 12 de febrero. A la media hora, llegó la Guardia Presidencial (el Regimiento Militar 'Colorados de Bolivia') y, fuertemente armados (armamento de guerra), rodearon el Palacio de Gobierno.
Luego de tres escaramuzas con gases lacrimógenos, a las tres de la tarde finalmente se enfrentaron a los amotinados con balas de guerra, con un saldo de 10 policías y 4 militares muertos y varios heridos.
Causas estructurales Las causas del motín policial, según Vargas, son 'estructurales'. 'Los periodistas tienen que entender que los policías de base ganan, en promedio, 1 boliviano con 10 centavos (cerca de 15 centavos de dólar) por hora.
Imagínense la calidad de vida que tienen nuestros efectivos. Este es el detonante central que hizo estallar el levantamiento policial'.
Además, con el 'impuestazo' los oficiales, con 5 años de estudio, también estaban siendo afectados con un recorte a sus bajos sueldos. Este malestar de los oficiales se 'combinó' con la 'bronca' de la tropa policial y concluyó con el enfrentamiento con los militares, explicó.
Lo que sucede, en opinión de Vargas, es que el gobierno intentó aplicar 'verticalmente' una política económica digitada desde el FMI.
'Los bolivianos no somos los culpables del alto déficit fiscal que tiene el país. Los únicos culpables son los que nos gobiernan. Los ministros y los parlamentarios que, según la prensa, reciben otros sueldos de 'gastos reservados' son los que también se llevan gran parte del dinero del Estado.
Otra cosa muy grave es que las empresas capitalizadas (bajo el control de empresas transnacionales) no pagan impuestos y se están aprovechando de nuestras riquezas. Esto hay que parar. Por eso, nosotros nos oponemos a la venta del gas a Estados Unidos por puerto chileno'.
Con un metro y sesenta y pico centímetros de altura, pero con la talla ya de un líder, el jefe de los policías rebeldes no tiene dudas que América Latina es un continente 'sometido' por los norteamericanos. Afirmó que Bolivia es un 'mendigo sentado en una silla de oro'. 'Contamos con riquezas que ni los países europeos tienen. Sinceramente, no entiendo cómo aún somos un país considerado pobre. Esto debe cambiar, para que nuestros hijos tengan un lugar donde vivir humanamente'.
'Las cinco prioridades sociales que los bolivianos deben solucionar de forma 'urgente' son la pobreza, la salud, la educación, el desarrollo sostenible y la seguridad ciudadana. Si no se da solución a estos temas, el país, inevitablemente, arderá'.
Industrializar la coca Sobre el espinoso tema de la erradicación de la hoja de coca, el Mayor también tiene un discurso radical: como parte de una estrategia de desarrollo sostenible, se la debe 'industrializar'. Y aunque está de acuerdo con la propuesta del gobierno de censar el consumo de coca, no apoya que solo sea para el 'acullico' (masticación), sino también para su industrialización'.
Está convencido de la lucha contra el narcotráfico, sin embargo dijo que la que se está librando 'es una lucha hipócrita' impulsada por algunos políticos que estuvieron comprometidos con regímenes que 'incentivaron la producción de cocaína'. Cuando se le pidió nombres, afirmó vehementemente: '¡Ustedes los periodistas saben de quiénes estamos hablando!'.
Durante las dictaduras militares de los años setenta y ochenta hubo un auge de la producción de cocaína en Bolivia, incentivada o por lo menos tolerada desde las esfera del poder.
Militante de la democracia En el pico de la popularidad, confiesa que desde el 13 de febrero le 'llovieron' las propuestas para integrarse a partidos políticos que desean lanzarse o relanzarse con éxito a la arena política. Aseguró, sin embargo, que por respeto a su institución no militará en ninguno.
Vargas se considera un 'militante acérrimo de la democracia'. Cree que, ante todo, la policía debe defenderla. 'Si en este momento hubiera un golpe de Estado, sin temor a equivocarme, la policía de forma monolítica se enfrentaría a los militares junto al pueblo boliviano para defender la democracia'.
'Lamentó mucho' que el gobierno se haya dado, en estos últimos días, a la tarea de dividir a la fuerza policial. 'No lo van a conseguir. Ahora vivimos un idilio con el pueblo. Somos parte de las organizaciones sociales del país. Y tenemos el honor internacional de haber derrotado al FMI, pero creo, en honor a la verdad, de forma involuntaria. Ahora, no les tenemos miedo.
¡Si quieren lucha, lucha van a tener!'.
Insiste en que en el último levantamiento popular el Ejército perdió muchos espacios. 'Han tirado por la borda 30 años de prestigio. Esto marcará las futuras luchas sociales. Yo espero de corazón que ya no haya más derramamiento de sangre. El gobierno ahora tiene que aprobar medidas económicas por consenso, sino tendrá oposición'. Y para Vargas los motines policiales han confirmado una certeza: '¡Aún existen pueblos dignos y soberanos.!'.