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Latinoamérica

Para Stédile, el gobierno de Lula es ambiguo

Resumen

Lider del MST dice, que su relación con los gobernantes tiene que ser tambien ambigua PORTO ALEGRE. En la opinión del principal dirigente del Movimiento de los Sin Tierra (MST), João Pedro Stédile, el gobierno brasileño aun muestra una posición ambigua en relación a los principales problemas del pais, y por eso mismo puede ser clasificado como un gobierno en disputa. La composición del gobierno sería el mejor indicador de esta ambiguedad, según indica Stédile, una de las personalidades mas festejadas en el Fórum Social Mundial y uno de los integrantes del comité nacional de organización del evento.
En estrevista al periódico Estado, dice creer que en los próximos años, habrá en todo el País una amplia movilización popular, destinada a empujar al presidente Luis Inácio Lula da Silva hacia la izquierda, apartandose del modelo neoliberal. Vamos a dedicar todas nuestras energias en la organización del pueblo, dice.
Estado. El señor dice que el gobierno Lula es un gobierno en disputa. ¿Qué significa eso? João Pedro Stédile. El PT ganó las elecciones con una táctica de alianza electoral con sectores de la clase dominante, que, preocupados con la crísis económica y con el riesgo de que Brasil se vuelva una Argentina, votó en Lula para conseguir cambios de ese modelo. La composición del gobierno de Lula es un reflejo de esa ambiguedad. Tenemos ministros aun vinculados al modelo neoliberal y ministros que representan al programa del PT, que no es neoliberal. Para mi, es obvio que habrá una tensión permanente: de un lado, el pueblo pidiendo cambios, para lo cual es necesario dejar de lado el modelo neoliberal, y, de otro, quienes desean reciclarse sin cambiar. Es evidente que nosotros, de los movimientos sociales, asi como cualquier ciudadano con un mínimo de criterio, sabemos que los cambios no seran hechas de un día para otro, sino que vendrán poco a poco a largo plazo, durante los próximos cuatro años.
Estado. ¿Cual debe de ser el papel del MST en este escenario? Stédile. Vamos a dedicar todas nuestras energias a la organización de la población. El pueblo debe de ser consciente de las dificultades, movilizarse y hacer presión social para que el gobierno tenga fuerza para realizar los cambios.
Estado. ¿Está optimista respecto a esa mobilización social? Stédile. Nuestra sociedad heredó una crísis económica gravísima. Pero, por otro lado, las elecciones generarón un clima de expectativas y de ánimo muy grandes. El pueblo está animado y siente que es posible cambiar. El MST y otras fuerzas sociales van hacer todo lo posible para galvanizar esa energía y dirigir al gobierno hacia un programa mas de izquierdas, mas cercano del programa original del PT.
Estado. Hay críticos respecto a la forma actual de organización del Fórum Social, para quienes ello refleja la diversidad, pero no consigue obtener la unidad entorno de acciones comunes. Se sugiere incluso una direción para canalizar mejor toda esa energía. ¿Qué opina? Stédile. Pensar en dirección y coordinación es una tonteria. El cemento que va a consolidar alianzas, en Brasil y fuera de aquí, son las acciones capazes de galvanizar a las grandes multitudes. Un ejemplo: en el plano internacional, la acción que va a cimentar esa unidad es la lucha contra la guerra. Bush, con su burricie hitleriana, no sabe el bien que nos está causando, porque la humanidad entera, y yo percibí eso claramente en el Forum, está contra la guerra. Se va a generar en los próximos meses un extraordinario movimiento internacional, de corazones y mentes, contra la guerra. Aquí en Brasil, si no hay cambios y si la crísis social continua agravandose, van a surgir temas que van a constituirse en frentes comunes, en los que todo el mundo va a sentirse motivado para luchar.
Estado. ¿Por lo que el gobierno Lula hizo hasta aquí es posible decir para que lado esta yendo? ¿Está atendiendo sus expectativas? Stédile. Sería muy irresponsable querer juzgar a un gobierno que asumió hace menos de un mes. Mientras tanto, veo las señales, como la formación del gobierno, que es ambigua, y los discursos de Lula, que también muestran ambiguedad. Lula reafirma que la prioridad es lo social, el combate al hanbre, la reforma agraria, el trabajo, pero al mismo tiempo habla de que va a continuar respetando los acuerdos internacionales, no va a romper con el FMI. En el gobierno tiene gente que quiere privilegiar los temas del hambre, trabajo y reforma agraria, y otros que quieren independencia del Banco Central, Seguridad Social y reforma tributaria.
Estado. Ustedes convidaron al ministro de Desarrollo Agrario para la clausura de la asamblea promovida por Via Campesina aqui en Porto Alegre.
¿Hay un esfuerzo de aproximación con el gobierno? Stédile. Nuestra relación con el gobierno también es ambigua: vamos a tener colaboración y autonomía al mismo tiempo. Vamos a ser colaboradores en todo que el gobierno quiera hacer para el cambio social. Pero somos un movimiento social que precisa, para mantener su salud, mantener autonomía en relación al gobierno y alos partidos.
Estado. Se habla que si el gobierno fuese rápido y asentase a las 100.000 familias que estarían en campamentos, el poder de fuego del MST se acaba.
Stédile. Quien dice eso no sabe lo que ocurre en el campo. Lo que desmoviliza la lucha es el sufrimiento. Por eso, otros gobiernos tardaban para asentarnos o reprimían el movimiento con acciones de desalojo. El pueblo tiene límites en su resistencia; después de ocho meses debajo de una chabola, pasando necesidades, las personas dicen que aquello no vale y se van. Pero si el gobierno comienza a resolver los problemas de forma rápida, todos los pobres restantes van a estar a la expectativa. Eso va a crear un ánimo y una disposición de lucha, mucho mayor.
Estado. ¿Qué piensa de la actuación del ex presidente Fernando Henrique Cardoso en el área de la reforma agraria? Stédile. Su gobierno no tenia una política concreta para la reforma agraria.
Se dedicó sobretodo a implementar una política inspirada en el modelo agrícola americano, con base en grandes haciendas, altamente mecanizadas, con la concentración de la agro industria y la retirada de la presencia del Estado del sector agrícola. El sector público en esta área fue destruido en ocho años. En ningún país del mundo, ni siquiera en los EUA, a agricultura funciona sin la presencia del sector público. El ministerio americano, dedicado a la agricultura cuenta con uno de los presupuestos mayores, estando tan solo detrás, del sector de las fuerzas armadas. Aquí, los imbéciles del grupo de Fernado Henrique copiaron ese modelo de las grandes haciendas, con la ausencia del Estado, y fue un desastre porque no consideraron las enormes diferencias que tenemos y que van desde las tradiciones campesinas hasta la topografía. Este modelo inviabilizó la pequeña agricultura, impidió que hubiese una ampliación de la producción de alimentos. Dos millones de trabajadores rurales perdieron su empleo en ocho años.
Estado. La cifras oficiales indican que Fernando Henrique distribuyó mas tierras que sus antecesores en un periodo de 30 años.
Stédile. Existe la ilusión de que reforma agraria es sinónimo de distribuir tierra. Aprovechando esa idea, y en base a los números, el gobierno decía que estaba distribuyendo tierra. Pero el problema no es ese: hay muchos pobres y una desigualdad enorme en el medio rural. Para resolver estos dos problemas, hace 50 años bastaba con dar un pedazo de tierra para que el campesino resolviese su problema. La economia era mas local, el agricultor producía para comer y vendía su excedente en el mercado. Hoy en día, ese sistema ya no funciona. Todo está monopolizado por las multinacionales que controlan la agroindustria. Es preciso un nuevo modelo agrícola que reoriente la produción agrícola hacia la produción de alimentos, para el mercado interno. Esta debe de ser nuestra prioridad. Solo vamos a exportar los excedentes. Esta política también debe de dirigirse para fijar a los campesinos en el campo. El gobierno tiene que decir: Voy a dar un subsidio, en nombre de toda la sociedad, para que esa familia se quede aquí, mejorar su vida aquí, porque si sale va para la favela, donde va a ser un doble problema, o va para Carandiru , donde va a costar 700 reales por mes para la sociedad.
Por lo tanto, es mucho más barato mantener al campesino en el campo, hasta que consiga mantenerse por su propia cuenta. Para que ello tenga éxito es necesario llevar la agroindustria para el interior, descentralizar. Este modelo de agroindustria que estamos usando, que se basa en la concentración, acabó resultando un oligopolio.
Traducción: Luis D. Zorraquino (Corresponsal en Brasil de Resumen Latinoamericano)