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Latinoamérica

Bolivia ha perdido la paz

Econoticiasbolivia.com (La Paz, febrero 12 de 2003).- Bolivia ha perdido la paz. "Las balas están zumbando encima de nuestras cabezas. Las balas van y vienen. Esta es una matanza", dijo el presidente de la Asamblea de Derechos Humanos de Bolivia, Waldo Albarracín, a pocos metros del palacio de gobierno, epicentro de la más grave convulsión social que vive el país en tiempos de democracia.
A pesar de la instrucción presidencial para evitar mayores confrontaciones entre militares leales al gobierno y policías amotinados, efectivos del ejército continúan disparando balas de guerra en contra de los rebeldes, acuartelados a media cuadra del palacio.
"Alguien está interesado en enfrentar a los bolivianos. Hay órdenes para no disparar, pero los militares siguen apretando el gatillo", denunció Albarracín, que intenta mediar en el sangriento conflicto, que amenaza con extenderse y cobrar más víctimas.
Los militares, del regimiento Colorados de Bolivia, usan sus armas de guerra, mientras los policías responden con gases lacrimógenos y escopetas. En las calles circundantes al escenario de la violencia, trabajadores y ciudadanos de distintas clases sociales han comenzado a organizarse y preparan barricadas apoyando a los amotinados.
En los centros hospitalarios, los heridos de bala y contusos continúan llegando y ya se contabilizan en el Hospital de Clínicas 20 heridos, varios de ellos civiles que apoyan a los rebeldes.
"Estamos con los policías porque ellos están defendiendo al pueblo", aseguró un ciudadano a la cadena radial Erbol, que relataba desde la plaza Murillo cómo los militares disparaban a quemarropa contra la población civil.
Durante las primeras cuatro horas de violencia, hasta las tres de la tarde, ya se había confirmado la muerte a bala de dos policías rebeldes y otras dos víctimas mortales más no identificadas entre los amotinados.
"Hemos metido a la ambulancia a un policía herido en el brazo y en el cuerpo", dijo otro ciudadano, aún con la camisa manchada con sangre de la víctima. "No podíamos dejarlo tirado en el piso, es nuestro hermano", justificó.