VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Latinoamérica

5 de diciembre del 2003

8, 9 y 10 de Diciembre
I Congreso Bolivariano Nacional de dirigentes campesinos, agrarios y pescadores

En la actualidad observamos que nuestro mundo se desenvuelve en una dinámica impulsada esencialmente por el factor económico, cuya expresión más resaltante es la acumulación de capital, por encima de la existencia y derechos esenciales de los seres humanos. Esta situación, que no es más que otra cosa que la consecuencia del proceso de globalización hegemónica del capital, ha generado y profundizado las desigualdades sociales y creado dependencias socioeconómicas entre los países y por ende, de los pueblos.

Nos hallamos en un mundo que en los términos de injusticia y desigualdad social en el cual está expresado, es inviable. En este sentido, entendemos que el imperialismo, determinado por Lenin, como la fase superior del capitalismo, no es una categoría abstracta, es concreta; se encuentra expresado en la humanidad en términos de relaciones de poder económico, político, militar y territorial, y su ejercicio tiene un carácter hegemónico de dominación global, incluyendo las esferas culturales e ideológicas. Este imperialismo posee una estrategia de concepción del mundo y de la sociedad, diseñada para los primeros veinte años del siglo XXI, conocida como PROYECTO 2020. Su territorio, como principal centro de poder son los Estados Unidos, provisto de un aparato institucional que le garantiza de una u otra forma, direccionar sus planes y políticas hegemónicas de interés primordial para las distintas partes del orbe; siendo en este caso el más importante de sus aparatos el tecnológico-industrial-militar y de seguridad. De igual forma, cuenta con un aparato institucional supraterritorial que le sirve de instrumento de control a una escala mayor para desplegar sus planes, integrado por el FMI, BAM, OMC, OTAN, entre otros. Y posee, además, una gran cantidad de aliados y súbditos: países, gobiernos y personalidades, que son garantes del avance de su política hegemónica.

Sus mayores agentes de explotación, expansión y acumulación de riqueza o capital son las Corporaciones multilaterales o transnacionales, que operan en cualquier parte del mundo, no tienen fronteras; sólo basta crearles las condiciones más favorables para sus operaciones.

Todas estas herramientas son empleadas sincronizadamente por el Imperio con el único propósito de aplicar el Modelo Económico Neoliberal, concebido como maniobra para apropiarse de las riquezas naturales de los pueblos, garantizando para sí el control de los mercados, e impulsando su ideología de irracionalidad; sustituyendo lo humano, lo legítimo, lo social y lo justo. Este Modelo Económico Neoliberal, ha generado como consecuencia de su implementación cruel e inhumana: más de dos mil millones de pobres en el mundo; excluidos sin derecho a la alimentación, a la educación, salud, trabajo y vivienda digna; sin contar la gran cantidad de muertos como resultado de las intervenciones militares y violentas que ha realizado el Imperio en países y pueblos en pro de lograr sus objetivos hegemónicos.

En el PROYECTO 2020, el Imperio se ha planteado como metas: la construcción de la plataforma militar para América latina en la hermana República de Colombia a través del Plan Colombia; el planteamiento del proyecto Iniciativa Regional Andina; el proyecto Puebla- Panamá,; el establecimiento del TLC donde sus dramáticas consecuencias ya son historia; la invasión de Afganistán; de Irak; para el 2005 la implementación del ALCA; y en Venezuela han atentado y siguen atentando contra un proceso democrático participativo, que además de ser inédito, es legítimo y soberano; pero, que es contrario a las pretensiones hegemónicas e inhumanas del imperialismo.

Desde esta óptica y considerando el momento histórico que vive el pueblo noble de Venezuela con el proceso de Revolución Bolivariana; el MOVIMIENTO CAMPESINO BOLIVARIANO Y REVOLUCIONARIO, que hoy se construye bajo una tendencia popular, y que tiene claro su papel estratégico en la defensa y profundización del proceso revolucionario; marcando posición contra la visión corporativista que se desarrolló en el pasado por el acceso a la tierra, enfoque que ha tenido como consecuencia el asesinato de 80 dirigentes del campo; y que además, está conciente de que la Soberanía Alimentaria es un elemento clave de resistencia; avanza hacia su consolidación como Movimiento Popular, Cohesionado y Autónomo; buscando acelerar y superar las debilidades políticas, orgánicas y de dirección.



A realizarse el 8, 9 y 10 de Diciembre, en la ciudad de Barinas; en el marco de la Conmemoración del 144 Aniversario de la Batalla de Santa Inés; y donde se hará entrega de Cartas Agrarias para cumplir con la meta fijada de 2 millones de hectáreas.