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Latinoamérica

17 de noviembre del 2003

Diputados presentan un manifiesto de rechazo
El gobierno de Lula acordó con el FMI


Argenpress
A cambio del nuevo préstamo, el gobierno se compromete a extender al año 2004 el actual ajuste fiscal. El primer acuerdo del gobierno Lula con el FMI cayó como un balde de agua fría en sectores de izquierda del PT (algunos de los cuales participan en el gabinete ministerial). Por el lado de la derecha política, se aplaude la decisión de acordar con el FMI.

Tras menos de un mes de negociaciones, el ministro brasileño de Hacienda, Antonio Palocci, anunció los puntos básicos del acuerdo que el gobierno firmará en diciembre con el Fondo Monetario Internacional y que le permitirá a Brasil acceder a créditos nuevos por 14.000 millones de dólares. Los términos del acuerdo, mantienen la meta de superávit primario de 4,25% del PIB (Producto Bruto Interno).

El ministro, que había dicho que el país ya no necesita de la ayuda exterior como en el pasado, insistió ayer en aclarar que el acuerdo será de 'carácter preventivo' y ayudará a blindar la economía brasileña en caso de eventuales crisis internacionales.

A cambio del préstamo por 14.000 millones de dólares -ya que el acuerdo prorroga para el próximo año la liberación de 8.000 millones de dólares remanentes del convenio que vence en diciembre próximo y que fue firmado por la anterior administración- el gobierno se compromete a extender al 2004 el actual ajuste fiscal.

El futuro acuerdo con el FMI será el primero a ser suscrito por Lula, el ex líder sindical que, hasta hace poco más de un año, era un duro crítico del organismo multilateral.

Rechazo

Los primeros en reaccionar al anuncio fueron los diputados del Partido de los Trabajadores (PT), que exigieron una inmediata reunión con Palocci para discutir el asunto.

'Las imposiciones del FMI impedirán el desarrollo del país y restringen el ejercicio de nuestra soberanía', dijo el diputado Iván Valente quien, junto con otros diputados del PT y del también oficialista Partido Socialista Brasileño (PSB), promovió ayer en el Congreso un seminario con el sugestivo título de '¿Para qué vamos a firmar un acuerdo con el Fondo?'.

Mientras tanto, la senadora Heloísa Helena (que esta amenazada de expulsión por negarse a votar la reforma de la Previdencia) afirmo que 'lo único que he podido hacer en los últimos meses es lamentarme'. Según Helena, la firma del acuerdo representará la peor traición del gobierno a las banderas históricas del partido de Lula, que, cuando era el líder de la oposición, lanzaba duras críticas cada vez que un ministro viajaba a Washington a rendirle cuentas al Fondo.

Pese a que los diputados radicales del PT que han votado contra proyectos del gobierno en el Congreso son una minoría, cuentan con la simpatía de casi la tercera parte de los 93 diputados del partido, que consideran la política económica una continuación de la gestión 'neoliberal' del ex presidente Fernando Henrique Cardoso.

Las críticas de la izquierda al acuerdo no se han limitado a los radicales del PT, ya que también han surgido de otros partidos aliados del gobierno.

Aplausos

Por su parte, la oposición, liderada por el centrista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB, de Cardoso) y el derechista Partido del Frente Liberal (PFL), aplaudió el anuncio.

'Hay que destacar no el retroceso sino la evolución del PT. El acuerdo demuestra que lo que hicimos cuando estábamos en el gobierno fue lo correcto. Como oposición apoyaremos el acuerdo y no haremos las bravatas que eran típicas del PT en el pasado, cuando solían gritar 'Fuera el FMI'', dijo el gobernador del estado de Minas Gerais, Aecio Neves, uno de los principales líderes del PSDB.

Manifiesto

Un documento contra el acuerdo contra el FMI contaba ya anoche con 24 firmas, la mayoría de diputados del PT. Entre los firmantes, están Luciana Genro, Joao Fontes y Babá, diputados radicales amenazados de expulsión por votar en contra de la reforma neoliberal de la Previdencia (seguridad social). Además, ha firmado Iván Valente, Chico Alencar, Walter Pinheiro y Tarcisio Zimmermann.

Bajo el título de 'Es posible y necesario no renovar el acuerdo de Brasil con el FMI', el manifiesto afirma que el acuerdo 'no tiene como objetivo mejorar el desempeño de la economía nacional y, consecuentemente, las condiciones de vida de la población brasilera'.

El manifiesto, insiste en que es posible (sin ingerencia del FMI) 'sobrevivir en un mundo globalizado con un proyecto nacional de desarrollo que recupere la autoestima de la población, refuerce los lazos de solidaridad y construya una sociedad ciudadana soberana'.