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XIII Cumbre Iberoamericana en Bolivia


13 de noviembre del 2003

Los de abajo se harán oír en la Cumbre

Econoticiasbolivia.com

Representantes de centenares de organizaciones sociales, campesinas, laborales y vecinales de toda Bolivia harán oír su voz en la XIII Cumbre presidencial Iberoamericana, un reducto casi siempre inaccesible para los más pobres. Desde allá, convocarán a todos los pueblos a dar fin al neoliberalismo y a la injusticia.

Reunidos en paralelo en la ciudad de Santa Cruz, en el "Encuentro Social Alternativo", entre el viernes 14 y sábado 15 de noviembre, los delegados de la sociedad civil boliviana presentarán a la Cumbre presidencial una convocatoria continental para sepultar el neoliberalismo y las políticas de libre mercado, que empobrecen día que pasa a los latinoamericanos.

Según informaron sus organizadores, el Encuentro Social Alternativo llamará a los pueblos del continente a construir una sociedad más justa y equitativa, a recuperar la dignidad y la independencia económica y política, y a trabajar por un mejor porvenir para todos. Este pronunciamiento será entregado oficialmente este sábado a la Cumbre, que reunirá en esta misma ciudad a los presidentes de América Latina, España y Portugal.

"Es un encuentro contra el neoliberalismo, contra el imperialismo y en solidaridad con los pueblos que sufren la agresión del norte", dijo el diputado cocalero y jefe del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, uno de los organizadores de la que, se presume, será una gran concentración popular.

Diversas instituciones y organizaciones sociales, como las Federaciones de cocaleros de Cochabamba, de campesinos de Chuquisaca, de obreros de La Paz y de otros distritos han confirmado el envío de numerosos contingentes humanos para participar en el Encuentro Social Alternativo.

MÁS ALLÁ DE LA RETÓRICA

El pronunciamiento de la sociedad civil boliviana será leído en la Cumbre oficial, aunque son pocos los que esperan que su llamado sea atendido realmente por los Mandatarios que llegarán en las próximas horas a Santa Cruz. Más allá de los protocolares compromisos para buscar una más justa integración regional y mejores condiciones de vida y de existencia de la población, nadie espera nada de los presidentes iberoamericanos.

Casi todos ellos ya han mostrado, en los hechos, lo que sienten y piensan de los pueblos humildes y dignos como los de Bolivia. En octubre, cuando llovía la metralla y la bala sobre el pueblo desarmado, todos los señores presidentes alzaban la voz en respaldo del defenestrado Gonzalo Sánchez de Lozada, por entonces presidente de Bolivia. Todos los presidentes lo apoyaron hasta el final, a pesar de los más de 80 muertos y más de 400 heridos a bala. Ninguno de esos presidentes condenó la masacre, ninguno de ellos se apiadó del pueblo, ninguno de ellos se apartó del libreto definido por Washington.

Hoy, todos ellos, en la misma línea de Washington, respaldan y ofrecen apoyo al nuevo presidente de Bolivia, Carlos Mesa, que día que pasa se asemeja más y más a Sánchez de Lozada. Es el mismo apoyo a la misma política de erradicación forzosa de la hoja de coca, la misma política de sometimiento al Fondo Monetario Internacional, el mismo servilismo para levantar el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), el mismo apego para impulsar el libre mercado, para defender el neoliberalismo y preservar los intereses de las transnacionales del gas y el petróleo.

Por eso, los organizadores del Encuentro Social Alternativo quieren que sus demandas e ideas lleguen a los pueblos iberoamericanos.