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Latinoamérica

El gobierno de Uribe critica la falta de cooperación de la administración Chávez
Colombia y Venezuela, enfrentados por el combate a grupos armados

Las relaciones entre Colombia y Venezuela volvieron a enrarecerse luego que el canciller venezolano Roy Chaderton fustigó a la ministra colombiana de Defensa, Martha Lucía Ramírez, por haber afirmado que Caracas no coopera lo necesario con Bogotá en el combate a los grupos armados.

• BOGOTA, AFP / LA REPUBLICA

El canciller venezolano calificó a Ramírez como la "piedra en el zapato" de las relaciones entre los dos países, en un comunicado emitido el sábado, un día después de ésta alabara en el Harvard Club de Nueva York la cooperación de Perú, Ecuador y Brasil con Colombia, y criticara la actitud de Venezuela.
"El trabajo de filigrana que elaboramos los diplomáticos con la manos para servir mejor a Colombia y a Venezuela, ella lo desbarata con sus pies. Con ella no valen cortesías ni rigores, mucho menos razones. Pretende tratar a los venezolanos como trata a los militares colombianos", dijo Chaderton.
El canciller arremetió también contra la ministra de Defensa por no reconocer "jamás" que Venezuela sufre los "problemas desbordados de Colombia", por ofender a su país desde Estados Unidos y por ignorar que el territorio venezolano ha acogido a más de tres millones de colombianos.
Las palabras del Chaderton fueron asumidas con cautela por el presidente colombiano Alvaro Uribe, quien este domingo declaró escuetamente a la prensa: "Mi madre me decía: prudencia, prudencia, prudencia".
Por su lado y como respuesta a Chaderton, la ministra dijo guardar respeto por Venezuela, pero reiteró que Bogotá no ha logrado acuerdos de cooperación con Caracas en la lucha contra el terrorismo, al tiempo que, en ánimo de bajar la tensión, dijo ver "con optimismo la posibilidad de avanzar hacia un acuerdo".
En Nueva York, Ramírez afirmó que era "difícil" definir si "grupos terroristas" colombianos reciben ayuda de Venezuela, pero aseguró que tenían información de esos supuestos nexos, negados reiteradamente por el gobierno de Hugo Chávez.
Este es el último episodio de una larga historia de sobresaltos en las relaciones bilaterales, sensiblemente afectadas por la violencia de los grupos armados colombianos, los narcotraficantes, contrabandistas de armas y delincuentes que operan en la frontera común de 2.219 kilómetros.
De hecho, esta no es la primera vez que Chaderton y Ramírez protagonizan un cruce de palabras, pese a que Chávez y Uribe han acordado dejar de lado lo que han llamado "la diplomacia del micrófono".
En marzo, la tensión entre ambos países subió cuando Chaderton indicó que Ramírez "no es un elemento positivo" para la integración, luego de que ésta pidiera a Caracas hacer más por reforzar la vigilancia en la frontera para evitar la acción de la guerrilla.
Bogotá ha asegurado que los guerrilleros tienen campamentos y preparan sus ataques desde territorio venezolano sugiriendo que son protegidos por el gobierno de Chávez; en tanto que Caracas ha afirmado que las autoridades colombianas son complacientes con los paramilitares de extrema derecha.
A contrapelo de los gobiernos de Estados Unidos y Colombia, Chávez se negó a calificar a los rebeldes colombianos como terroristas, lo que provocó malestar de Bogotá; mientras que Caracas sostiene que empresarios y políticos colombianos celebraron el golpe de Estado que el 12 de abril de 2002 alejó a Chávez del poder por 47 horas.
El clima de las relaciones entre ambos países se tensó sustancialmente a fines de 1998, cuando Chávez proclamó su neutralidad frente al conflicto colombiano y anunció que estaba dispuesto a reunirse con la dirigencia rebelde, aún sin el aval de Bogotá, lo que provocó la molestia del entonces presidente Pastrana (1998-2002). *