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Latinoamérica

BOLIVIA: FALTA ESTRATEGIA REVOLUCIONARIA DE PODER

Crítica y autocrítica. El movimiento rebelde del Altiplano examina sus debilidades, sus fortalezas y dudas y traza las líneas maestras para enfrentar al gobierno neoliberal de Sánchez de Lozada, que luce acorralado tras una semana de masivas manifestaciones callejeras y persistente bloqueo sobre La Paz

Por econoticiasbolivia.com
La Paz, octubre 5, 2003

¡Si cae el "Gringo" (Gonzalo Sánchez de Lozada) qué hacemos!.
¿Quién será Presidente de Bolivia?:
¿Felipe Quispe? ¿Evo Morales? ¿Jaime Solares?
¿Los tres se unirán?
¿Qué pasará con el Parlamento?
¿Cómo se refundará el país?
¿El nuevo gobierno cómo sacará de la crisis a Bolivia?
¿La toma del poder debe ser por vía armada o pacífica?


Esas son algunas preguntas que se escucharon insistentemente en el concurrido Ampliado Nacional de Emergencia de la Central Obrera Boliviana (COB), que se realizó el viernes 3 de octubre en la joven y empobrecida ciudad de El Alto, donde se evaluó críticamente las dos semanas de radicales y masivas movilizaciones populares y cinco días de avance paulatino de la huelga general indefinida con bloqueo nacional de caminos, medidas que son sistemáticamente reprimidas por la policía y el ejército, que, hasta el momento, son responsables de siete muertos a bala y más de treinta heridos.
Mientras los políticos neoliberales --según los dirigentes nacionales y regionales que participaron del Ampliado-- tiene por lo menos cuatro estrategias para quedarse en el poder --1) el Estado de Sitio para que Sánchez de Lozada continúe en la presidencia; 2) la entrega del poder al vicepresidente Carlos Mesa; 3) la ejecución de un "sangriento" Golpe de Estado para detener en seco el ascenso social, y 4) una a más largo plazo, la unidad de toda la derecha en torno a Jorge "Tuto" Quiroga (político neoliberal que remplazó en la presidencia, el 2001, al exdictador Hugo Banzer)--, la "izquierda boliviana" aún no tiene una "proyecto revolucionario" viable para hacerse cargo del poder.

TERRITORIO LIBERADO
No fue un Ampliado de trabajadores común. La sede del encuentro obrero, campesino y popular fue la Universidad Pública de El Alto, que se vistió de con sus mejores "galas revolucionarias" para recibir a los dirigentes de todo el país.
Los periodistas de la prensa nacional e internacional se sorprendieron al ver una universidad parecida a las que pululaban en América Latina en las décadas del ´60 y el ´70. En vez de la bandera boliviana, una gran "Wiphala" (bandera indígena) flameaba en su terraza, donde 2 estudiantes, con los rostros tapados con pasamontañas, al mejor estilo de los zapatistas mexicanos, estaban crucificados, exigiendo al Poder Ejecutivo la "autonomía universitaria".
En las amplias paredes del claustro universitario, junto con los coloridos "aguayos" (tejidos andinos) y las wiphalas, se observan, en varios lugares, los rostros de Marx, Lenin, Mao Tse Tung y el "Che". A lado de estas míticas imágenes, están escritas con tinta roja y negra una serie de consignas que convocan al "pueblo" a "hacer la revolución" y "a asaltar el cielo con la fuerza del fusil".
Desde su llegada, el líder de la COB, Jaime Solares, asediado por los periodistas, fue resguardado por tres estudiantes universitarios, que lo acompañaban a todo lugar. Interrogado por un periodista argentino, uno de ellos explicó, con vehemencia, que esta universidad es un primer "espacio liberado del imperialismo" y que, por eso, ellos tenían su propia "guardia revolucionaria".
Solares dijo, en una concurrida rueda de prensa, que este es un Ampliado histórico, pues se lleva adelante en la universidad "más combativa" de Bolivia o quizás de América Latina. Explicó también que este evento se realiza en este lugar para evitar que las fuerzas represivas sorprendan y apresen a los más altos dirigentes de las principales organizaciones sindicales y sociales del país.
EVO, EN LA PICOTA
Luego de la lectura de correspondencia y mientras en el centro de la ciudad de La Paz, varios sectores protagonizaban una ruidosa y gigantesca marcha de teas, Solares, a nombre del Comité Ejecutivo cobista crítico la actitud de algunas organizaciones sindicales que aún no se sumaron a la huelga general indefinida y al bloqueo nacional de caminos.
"Los dirigentes, de la forma más honesta, ahora tienen que decir si están con el neoliberalismo o contra el neoliberalismo", afirmó, tras convocar a Evo Morales a sumarse al bloqueo nacional de caminos. Este pedido fue respaldado con aplausos y radicales discursos de la mayor parte de los sindicatos asistentes.
El dirigente minero Juan Hoyos, a nombre de su sector, afirmó que le parece "muy extraño" que Evo Morales, en semejante convulsión social, esté de viaje por todo el mundo. "Los revolucionarios tienen que estar en el frente de batalla. Si Evo es revolucionario, como nos dijo cuando nos pidió el voto, el año pasado, tiene que sumarse sí o si a esta batalla del pueblo para derribar al gobierno".
En nombre de los maestros rurales, Teodomiro Herrera, afirmó que Evo Morales y Felipe Quispe hace un año que no bajan a las bases. "Cuando estaban en campaña electoral, todos los días venían a nuestras organizaciones. Ahora parece que los 20 mil bolivianos (más de 2.500 dólares) que ganan en el Parlamento, los ha cambiado. Ya no nos tiran pelota (no nos hacen caso). ¡Si el lunes 6, Evo (Morales) no se suma a la lucha, debe ser visto como un traidor!"
En la misma línea y con el aplauso de los asistentes, el dirigente de la prensa, Arsenio Alvarez, convocó a los "caudillos campesinos" a deponer actitudes "electoralistas" y sumarse a la lucha "en torno a los objetivos históricos (socialistas) de la COB".
VARIAS CABEZAS
En está coyuntura donde los "tradicionales partidos de izquierda" de Bolivia prácticamente desaparecieron, todos los dirigentes del país coincidieron en que, lamentablemente, todos "grandes líderes" quieren ser cabezas de ratón y nadie quiere ser cola de león.
Los maestros urbanos y rurales, los campesinos, los constructores, los trabajadores de salud, los mineros, los fabriles, los carniceros, los gremiales, las Centrales Obreras Departamentales, los universitarios, los periodistas y otros sectores sociales identificaron que la "dispersión" del conflicto, que aún se nota, es producto, en el fondo, de la falta de una "estrategia revolucionaria de poder" con dirección única, coherente y nacional.
Autocríticamente, los dirigentes nacionales y departamentales reconocieron que los distintos sectores sindicales y los movimientos sociales insurgentes tienen diversos objetivos de lucha.
Para Toribio Hinojosa, dirigente de los trabajadores de la Caja Nacional de Salud, Evo Morales y Felipe Quispe están pensando equivocadamente en las elecciones municipales que se realizará a fines del 2004. "Estos partidos no creen en un cambio radical del sistema. Por eso, por ejemplo, el sector de Evo aún no ingresa en el conflicto, está haciendo cálculos electorales".
Arrancando aplausos, el maestro Teodomiro Herrera afirmó, que la "egoísta disputa" del Movimiento Al Socialismo (MAS) de Evo Morales y el Movimiento Indígena Pachacuti (MIP) de Felipe Quispe "por ganar votos para las elecciones" es una de las trabas fundamentales que no permite la lucha unitaria.
Sin embargo, Morales, quién no asistió al Ampliado, anunció, horas después y en rueda de prensa, que todas las organizaciones donde el MAS tiene influencia, el lunes 6 de octubre, ingresarán al bloqueo nacional de caminos para "evitar la venta del gas". El sector de Quispe hace dos semanas que realiza una huelga de hambre en una radioemisora local y lleva adelante un bloqueo en el sector del altiplano.
El máximo líder del MAS, además, advirtió, desde Ginebra-Suiza, que "corrientes fascistas del gobierno preparan un golpe de Estado y con él, una masacre contra el pueblo movilizado".
URGE UN PROGRAMA NACIONAL
La dirigente trotskysta del magisterio paceño, Vilma Plata, fue más dura a la hora de hacer el balance. Dijo que estos "caudillos campesinos" son, en realidad, unos "electoralistas oportunistas". Planteó que desde las bases se conforme "comités de huelga" para evitar que los "dirigentes burócratas" distorsionen la lucha del pueblo boliviano que está en pie de guerra por mejores condiciones de vida.
El dirigente de la Central Obrera Regional de El Alto, Roberto de la Cruz, en representación de Felipe Quispe, afirmó que las bases están "sublevadas" y aseguró que los campesinos "fortalecerán y radicalizarán disciplinadamente", desde el lunes 6, las resoluciones de la COB.
Otro hecho que el Ampliado Nacional cuestionó es el gran número de pliegos sectoriales que existen. El dirigente nacional del magisterio urbano, René Rocha, al respecto, lamentó que el MIP, el MAS, la Coordinadora del Gas, la COB y otros sectores tengan sus propios planteamientos de lucha. "¿Por qué no nos unimos? Si tuviéramos un solo planteamiento el gobierno se caería más rápido".
La profesora Vilma Plata, explicó que en el último "cabildo abierto" el pueblo aprobó un "programa de lucha revolucionario", donde se planteó crear "piquetes armados de autodefensa", "derribar" al gobierno, "cerrar el parlamento", luchar por un gobierno "obrero y campesino" y "estatizar" todos los medios de producción que están en manos de la burguesía y las transnacionales.
Todos los dirigentes nacionales, en sus claras y vehementes alocuciones, coincidieron que el tema de la nacionalización del petróleo y el gas es uno de los objetivos que ha calado hondo en el pueblo boliviano.
Al respecto, Jaime Solares compartió que todas movilizaciones tienen un común denominador: el rechazo a la venta del gas. "Este es una reivindicación que nos une a los bolivianos y va profundizar la lucha desde el próximo lunes", agregó, al ser respaldado con aplausos.
DESDE EL LUNES, ARDERA EL PAIS
Al final, tres temas quedaron en el tintero. No se llegó a coincidir en la forma cómo los trabajadores "refundarán" Bolivia. Tampoco se logró sacar conclusiones sobre la manera cómo el "nuevo gobierno revolucionario" sacará de la crisis estructural al país. El tema de la "toma del poder" por vía electoral o armada no tuvo, igualmente, una posición de consenso.
Luego de más de 6 horas de emotivo debate, el Ampliado Nacional de la COB resolvió 1) "fortalecer y generalizar", desde el lunes 6 de octubre, la huelga general indefinida con bloqueo nacional de caminos hasta derribar al gobierno; 2) decretar "desacato y resistencia civil" si el gobierno dicta el Estado de Sitio; 3) convocar a los militares y policías patriotas a sumarse a la lucha de la COB; 4) discutir propuestas concretas para industrializar el gas; 5) conformar "comités de movilizaciones en todos los departamentos del país", y 6) "expulsar con ignominia" de las filas del movimiento obrero y popular y declarar "traidores" a los dirigentes que negocien sectorialmente con el Poder Ejecutivo.
Además, en medio de aplausos, se aprobó un plan de lucha nacional para "hacer arder el país": El lunes, en todos los departamentos de Bolivia se realizarán marchas de protesta. En la sede de gobierno los trabajadores de El Alto y la ciudad de La Paz cercarán la Plaza Murillo, donde se encuentra el Palacio y el Parlamento.
El martes, habrá una concentración en la histórica Plaza de San Francisco que concluirá en el bloqueo de las "mil esquinas". Esta medida debe ser ejecutada, de acuerdo a sus peculiaridades, en todo el país.
El miércoles se producirá una "marcha de largo aliento" desde las 15:00. Las movilizaciones se trasladarán a los barrios populares.
El jueves, en el ámbito nacional, las mujeres protagonizarán el "cacerolazo". Los varones deben resguardar con marchas la medida de protesta.
El viernes en la noche se realizará el cerco a la Plaza Murillo con una marcha de teas.
Enterado de estas determinaciones, el ministro de Gobierno, Yerko Kukoc, explicó a la prensa de que estos pedidos son estrictamente "políticos" y van contra el orden democrático. "El gobierno va defender la democracia y, en su momento, va tomar las medidas que correspondan".