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Latinoamérica

5 de enero de 2003

El juego del desgaste

Edg. Reyes Mesa
Rebelión

Tenemos frente a nuestros ojos tantas cosas nuevas, tantos asuntos dispersos que queremos y debemos entender que nos llevará muchos años en hacerlo, sobre todo, muchos años en conocer los detalles de los acontecimientos más relevantes de nuestra contemporaneidad. El ciudadano presidente venezolano, es un hombre en extremo testarudo, audaz, soberbio, arriesgado y muy astuto. Los partidos políticos de oposición (incluyendo los medios de comunicación), subestiman las capacidades de maniobra, inventiva y astucia de este ejemplar presidencial. Aún y cuando es evidente que HUGO CHÁVEZ FRÍAS, manipula a su antojo los más mínimos deslindes de la oposición, éstos, no se dan cuenta. Y no se dan cuenta no porque no esté a la vista, sino, porque los componentes de la Coordinadora Democrática (suerte de antiguos vestigios de la vieja política de caudillos, tribus y muchos caciques reunidos en una choza), más los medios, están cegados por la lanzada de hacerse con un solo objetivo: derrocar al Presidente. Este fin, es único e invariable y es el más infiel de sus errores. HUGO CHÁVEZ FRÍAS lo sabe y le saca punta al lápiz. Es esta falla lo que hace de la oposición un títere del propio presidente; pero no lo saben o no quieren saberlo. Muchos se han podido dar cuenta, pero no tienen el valor de admitirlo, sería impropio para el honor del grupo. A estos detalles de inmadures se le suma la avidez del presidente que, atento a tan garrafal desliz, les aplica la terapia acertada, cuando la oposición va, HUGO CHÁVEZ FRÍAS viene con la solución en una mano y en la otra con la cajita de sorpresas. Este sistema de acción y reacción (premeditada), hace perder el juicio a los dirigentes de la Coordinadora Democrática, de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, de Fedecámaras y de los militares sumados a los asuntos de política, tan usados y desechados por la prensa, y es este el momento más débil, el más vulnerable y el más feo de todos los momentos de la organización opositora. Es aquí cuando, ante tremenda arrechera que agarran, comienzan a decir sus ya incontrolables improperios, el lenguaje obsceno, ofensivo contra la dignidad humana y sesgado por la xenofobia más virulenta. Es en esos momentos cuando Carlos Ortega dice que los inteligentes están en el gobierno, como es el caso, y les invita a que sean brutos (como ellos) para que se puedan respetar los unos a los otros, que hay que posponer las navidades para cuando CHÁVEZ renuncie, que hay que sacrificar un mes de sueldo o los que hagan falta bajo el amparo de una promesa inconclusa. Es este el momento cuando Juan Fernández dice y se contradice, suda de nervios en las televisoras amigas (amigas suyas), y al final, no dice nada. Es aquí cuando Carlos Fernández tartamudea, repite palabras, mira al techo, quiere improvisar y no le sale nada y cuando por fin le sale algo, pone la gran torta. Es esta situación tan desesperante (pérdida de lucidez para aplicar los procedimientos adecuados contra CHÁVEZ), la que pone en jaque a la oposición y obliga a sus voceros a declarar, ante la mirada atónita de un público ávido de noticias apocalípticas de televisión, que cuando "caiga el tirano" disolverán la Fuerza Armada Nacional comenzando por la Guardia Nacional. Con tremenda afirmación, los militares se han puesto en sobre aviso y ante tan obscura posibilidad, se alinean con el que sí defiende, por lo menos eso hace saber, sus interese y unidad institucional, con el Presidente. No se han dado cuenta que hubo hayacas con CHÁVEZ, porque no cumplieron su promesa a la incauta población que les sigue como las ratas del flautista (lo de rata es haciendo alusión a un cuento infantil y no a la condición de estas gentes dignas de todo respeto). No se han percatado que los comerciantes se cansaron de esperar los resultados de tan ridículo llamado a paro un mes de diciembre y, ante la avalancha de mercaderes que les arrebataron las ventas, abrieron tardíamente para poder pagar las deudas del consumo del mes anterior (electricidad, teléfono, escuelas, cuotas de carros, apartamentos, lo cales comerciales, Etc).

No han sido capaces de ver más allá de los municipios de BARUTA, CHACAO y el HATILLO que, dicho sea de paso, ya no están de paro. Aún no se han recreado la vista con las insoportables mesas persas de comerciantes en Sabana Grande ni de los mercados populares que, corriendo contra el tiempo previendo que abran los grandes Centros Comerciales, venden sus mercancías a los que se propusieron no renunciar a las tradicionales fiestas desembridas. No lo ven, no pueden porque tienen una misión, un objetivo, un fin determinado donde no hay laterales, no hay anexos ni opción a variar el rumbo: que caiga el régimen del "dictador"... ¡Ah!, pero hay un detalle con el que no cuentan porque el odio les ha cegado: HUGO CHÁVEZ FRÍAS sí lo puede ver. He ahí donde está el detalle, es aquí donde está la tranca de cuña para la oposición y la explicación de sus derrotas, una tras otra. La explicación del porqué del "NI UN PASO ATRÁS"; pero pa´ lante tampoco. Es esta la razón por la que HUGO CHÁVEZ FRÍAS gana una y otra, y otra más. Con tan favorable conocimiento de la conducta predecible de los grupos de oposición, el Presidente les hace el juego del desgaste político; triste y deshonroso final político al que son sometidos los dirigentes venezolanos que no podrán sentir jamás porque no sienten vergüenza. Ese desgaste solo lo podemos observar los que de una u otra forma tenemos conciencias insalvables, que no se nos compra ni nos vendemos. Los que tenemos la virtud de poder observar sin ninguna dificultad ni vicios las partes en conflicto (o conflictivas). En resumidas cuentas, la oposición ha subestimado, y lo seguirá haciendo, las capacidades estratégicas del Presidente porque insisten, entre ellos mismos, que este tipo de aprendiz de gobernante es un mestizo inculto, negro, feo y cabellos ensortijados; pues bien, las capacidades analíticas o de supervivencia no vienen dadas por la condición social ni por el estatus de vida del individuo, sino, por su voluntad de existir. LO PEOR DEL DESGASTE DE LOS POLÍTICOS DE LA OPOSICIÓN ES QUE, AUNQUE SE LO GRITEN EN LA CARA, NO LOGRARÁN ENTENDERLO, PORQUE EL ORGULLO Y EL PELÍGRO DE PARECER REDÍCULOS Y VENCIDOS NO SE LOS PERMITIRÁ. Seguirán desgastando sus últimos segundos de vida política hasta que los, hoy adolescentes, puedan tener conciencia de grandes luchas y atinen a enfrentar al actual Presidente en un nuevo intento de conquistas sociales; pero más maduro y fresco a la vez, sin veneno ajeno, sino, con voluntad de patria. A ésta otra generación, se les podrá ocurrir las ideas que la vieja política no ha logrado calzar porque han sido sometidos al JUEGO DEL DESGASTE