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Latinoamérica

4 de enero del 2003

Advierte al gobierno que no obedecerá "nada que no venga de nuestros pueblos"
El EZLN llama a los pueblos indios a ejercer la autonomía "con o sin ley"

Hermann Bellinghausen
La Jornada

San Cristobal de Las Casas, Chis. 2 de enero. Los siete comandantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) elaboraron anoche una red de discursos que, en tonos y estilos distintos, abordaron los aspectos actuales de la lucha zapatista y afirmaron su continuidad y vitalidad.
Invitando a los pueblos indios de México a desarrollar la autonomía y la libre determinación como un derecho ya conquistado, "con o sin ley", la comandancia zapatista reiteró su resistencia a la militarización, la contrainsurgencia, los desalojos, las "migajas y basuras" que da el gobierno en vez de cumplir sus compromisos, y el carácter global de su lucha, pues los indígenas también tienen derecho y obligación de opinar sobre el mundo y ofrecer alternativas contra el neoliberalismo y "la globalización de la muerte y la miseria".
Primero en hablar anoche, el comandante Bruce Lee manifestó: "somos los que nos levantamos en armas en el año de 1994 por una causa digna y justa. Nuestra lucha no es sólo para los pueblos indígenas; es para todos, los y las indígenas y no indígenas". Sin embargo, demandó "especialmente la paz para las comunidades indígenas".
Llamó a los pueblos de México a que "se organicen de verdad" y formen municipios autónomos. "No hay que esperar a que el gobierno nos dé permiso", agregó, reivindicando el derecho a la autonomía "sin ley o con ley".
"Hay que resistir todas las burlas y las persecuciones que puedan venir de los enemigos, que eso es lo que son los malos gobiernos". Bruce Lee señaló que después de nueve años de incumplimiento de las exigencias "los pueblos indios no esperamos una solución de los partidos políticos y los gobiernos".
Llamó a "estar alertas contra el TLC en su parte del campo, que sólo beneficia a los ricos. No es verdad que es para mejorarnos. Lo que los gobiernos quieren es destruirnos y exterminarnos. Pero no lo permitiremos. Nos vamos a defender a toda costa. La tierra es de quien la trabaja. Nuestra tierra es nuestra madre. Nuestra madre no la vendemos. No permitiremos que nos la quite algún hijo de puta. Primero muertos que permitirlo. "No caigamos en la trampa. A nosotros, los zapatistas, no nos pueden engañar. Mucho menos conquistarnos".
El mensaje de Fidelia, dirigido "a las hermanas del campo y la ciudad", denunció que las mujeres "hace años venimos sufriendo la discriminación. Igual nos pasa en nuestras casas", apuntó. "Nos levantamos a las tres de la mañana para hacer la comida de nuestros hijos·" A lo largo del día, además de las labores domésticas, las mujeres -dijo Fidelia- "deben trabajar el machete, el azadón y la coa", pero tienen "menos que nadie derecho a la educación y la alimentación".
En referencia a las que emigran o viven en las grandes ciudades, denunció que son explotadas y violadas. No obstante, "el señor de las botas, junto con su gabinete de lagartos, va a subir la canasta básica".
El comandante Omar dejó claro: "una vez más venimos a decir que estamos vivos y aquí seguimos, no nos hemos rendido". Dirigiéndose a los jóvenes de todas partes, los llamó a no desesperarse: "tengan esperanza y confianza en la lucha zapatista", dijo.
"No vamos a traicionar la lucha indígena. Aquí estamos presentes en sus narices del gobierno", agregó, para de-sear después felicidades a todos los que luchan en el mundo: "diviértanse en sus luchas".
Como siguiendo el hilo de Omar, el comandante Míster dijo que los zapatistas están junto a "todos los pueblos que luchan por su liberación" y cuestionó la idea generalizada en las clases dominantes "de que nosotros, los indígenas, no pensamos en la internacional, pero tenemos derecho a opinar, proponer y decidir. Estos gobernantes piensan que no conocemos el mundo y sus planes de muerte en contra de la humanidad".
Míster dijo que los campesinos rebeldes han descubierto el mundo "en sus palabras de la gente de decenas de países que nos ha visitado y acompañado" durante casi una década. "En sus palabras", reiteró, "hemos conocido más tierras que muchos intelectuales.
"Decimos a los poderosos que si ellos quieren globalizar la muerte nosotros vamos a globalizar la dignidad y la libertad". El comandante tojolabal aseveró que los zapatistas respaldan la rebeldía del pueblo argentino, la lucha política del pueblo vasco y de los "desobedientes" italianos, y saludó a los campesinos de San Salvador Atenco, a los maestros y campesinos mexicanos, "hermanos nuestros de luchas", así como al Frente Zapatista de Liberación Nacional.
El comandante Míster aseguró que los zapatistas "vamos a hablar por la vida y la lucha y en contra de la muerte", y se manifestó "por un lugar para todos en la vida de la humanidad". Con optimismo, concluyó: "tenemos la esperanza de que todas las luchas justas del mundo las vamos a ganar".
Los siete miembros del Comité Clandestino Revolucionario Indígena, comandancia general del EZLN, quienes se dirigieron anoche a los más de 20 mil civiles zapatistas que colmaban la llamada Plaza de la Paz, frente a la catedral de San Cristóbal, habían aparecido sorpresivamente al pie del estrado a las 21 horas. Algunos todavía llevaban sus botas llenas de lodo, como Tacho, Míster y Bruce Lee.
El comandante Tacho anunció que diría "unas palabras para los partidos políticos y los intelectuales de derecha", y abrió candela al advertir: "no aceptamos obedecer nada que no venga de nuestros pueblos. El que nos quiera dar órdenes quiere ocupar el lugar de los grandes hacendados y finqueros".
A los "expertos y críticos" que han hablado contra el zapatismo los invitó para que "vengan con nuestros pueblos" y descubran todo lo que pueden aprender. "No les pedimos que aguanten lo que el subcomandante Marcos ha aguantado todo este tiempo", ironizó, pero se comprometió a que los indígenas les enseñarían "todo lo que el sub aprendió con nosotros", y que les tendrían paciencia.
Respecto a las críticas que recibe el EZLN por no estar con los partidos políticos, aventuró que "seguramente existen partidos que no se corrompen", pero que en México "no hay uno bueno; lo han demostrado en los hechos" al cerrar "las puertas del diálogo" a los rebeldes. Acusó: "están obedeciendo los intereses de sus patrones, y nos dieron la espalda a los pueblos indios".
El PRI, dijo Tacho, "está encabronado porque nosotros iniciamos su derrota". En 1994 los gobernantes "eran hombres de prestigio y poder", recordó, y entonces se supo que eran "vendepatrias". Hasta el alzamiento zapatista, "el PRI gobernaba en todo el país y la mayoría tenía bajas las cabezas".
En 1994 "parecía imposible la rebeldía, y así, hicimos lo imposible". Hoy, agregó Tacho, "nos dicen otra vez que nada se puede hacer". Acusó a los tres partidos principales (PRI, PAN y PRD) de "impedir la paz" al rechazar la ley Cocopa y aprobar en el Congreso una ley que no cumple los acuerdos de San Andrés (en cuya negociación, entre 1995 y 1996, el propio comandante Tacho desempeñó un papel muy importante).
Llamó "racista" al PAN y dijo respecto al PRD: "con mucha pena" sus senadores votaron contra la ley Cocopa, "porque si hubiera llegado la paz, los zapatistas hubieran salido a hacer política abierta" y los perredistas "pensaron que se iban a quedar sin clientes".
Según Tacho, quien como los demás comandantes había iniciado anoche su alocución declarando "por mi voz habla la voz del Ejército Zapatista de Liberación Nacional", definió la legislación indígena aprobada por el Congreso como "una ley de guerra", aunque reconoció "la valentía" de los diputados de PRD, PT y PVEM que se opusieron al proyecto. "Pero el daño ya estaba hecho".
Respecto a la Suprema Corte de Justicia de la Nación expresó similares señalamientos, pero reconoció "que hubo jueces honestos y valientes, pero ganó la cobardía".
"Y qué decir del señor Fox y su gobierno", dijo. Ellos "no defendieron la ley Cocopa, que tiene un respaldo popular mayor que el de cualquier otra reforma", pero sí promueve una ley "para repartir más dinero entre los partidos para las campañas electorales". Y en lo que era amenaza y también promesa, anunció: "seguirán sabiendo de nosotros".
La comandante Esther, pequeña de estatura, como es, pero bien plantada y de claro hablar, dio lectura a "unas palabras al señor Vicente Fox y el señor Luis H. Alvarez".
Dirigiéndose al jefe del Ejecutivo, Esther le recriminó: "al principio dijiste que ibas a resolver los problemas de los indígenas, y ahora no te importa echar a perder el esfuerzo de los que te hicieron Presidente".
Al comisionado Álvarez, la comandante le expresó: "dices que eres el comisionado de paz, pero nada más eres un comisionado de Fox. Repartes dinero para callar a la gente y decir que lo recibieron nuestros pueblos". Dijo que tanto él "como la señora Calderona" (en referencia a la senadora panista María Luisa Calderón, miembro de la Cocopa actual), han mentido, pues "ningún pueblo zapatista ha recibido dinero ni la basura que manda el gobierno".
Al comisionado le dijo además: "publicaste que ya no estamos los comandantes y comandantas zapatistas. A ver si vienes a defender ahora tus mentiras", y le advirtió: "ya no vamos a dejar que pases por nuestros territorios", pues "sólo tienes tus mañas de político que llevas en la boca".
"No nos alzamos en armas hace nueve años para pedir limosnas, sino para tener una democracia con justicia y dignidad".
David, último comandante en tomar la palabra, ataviado con su acostumbrado chuj tzotzil y su sombrero de listones, se dirigió "a todos y todas" los que "forman parte del EZLN". Tejió un discurso perfectamente bilingüe dirigido a sus chiltak, compañeros indígenas, en tzotzil y castellano.
Rechazo a la ley indígena
Los saludó por participar en esta movilización "sin importarles las posibles consecuencias y peligros", e hizo mención a los indígenas de todos los pueblos y regiones "que no pudieron llegar" por falta de dinero o transporte: "les deseamos que sigan con fuerza en esta lucha".
Mención especial merecieron "los combatientes insurgentes e insurgentas", a quienes, en ausencia, saludó "por haber cumplido 19 años del nacimiento de la organización y nueve de guerra", y les pidió "que sigan firmes en sus convicciones revolucionarias".
David saludó "a los compañeros que han sufrido y sufren la agresión de los militares y los paramilitares, los desalojos y la caída de familiares en esta lucha". Recordó que desde que el Congreso de la Unión aprobó la llamada ley indígena, el EZLN expresó su rechazo. "Hemos guardado silencio desde hace cerca de dos años, por indignación".
El comandante David dijo que "los proyectos y políticas contrainsurgentes" de los que "tanto se alaba el gobierno mexicano en realidad son migajas que no resuelven las demandas de los pueblos".
Preguntó entonces a los miles de bases de apoyo del EZLN que colma-ron anoche la plaza de San Cristóbal de las Casas: "¿Acaso los hombres, mu-jeres, niños y ancianos que vinieron a esta manifestación están dispuestos a rendirse?"; un "¡no!" multitudinario resonó casi tan fuerte como lo habían hecho los machetes durante la entra- da de los indígenas a la ciudad coleta, y que volverían a sonar minutos después, concluido el discurso de David y antes de los himnos nacional y zapatista, de las antorchas de ocote y de las grandes y muy combustibles hogueras que iluminaron la plaza al filo de la medianoche.
"No necesitamos que el gobierno nos apoye con sus changarros", dijo el comandante David, "sino que reconozca la libre determinación de todos los pueblos indígenas. Exigimos que nos traten con igualdad y justicia. Somos empobrecidos, pero no limosneros ni delincuentes".
Llamó a México y al mundo a que "estén pendientes de la iniciativa que lanzó hace unos días el subcomandante insurgente Marcos", pues , "nuestra lucha apenas comienza".