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Internacional

26 de septiembre del 2003

Carta de familiares de militares latinos en el ejército de EE.UU
¡Devuélvannos ahora mismo a nuestros hijos que están en Irak!

Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Michael G. Jones
Colonel, U.S. Army (Ret)
Strategic Planning Office
Florida Department Of Military Affairs
Estimado coronel Jones,

Nosotros, parientes de soldados de la Guardia Nacional de Florida, deseamos expresar nuestra posición respecto a la última postergación del retorno a casa de nuestros soldados. Queremos informarle que estamos unidas y unidos en la lucha por el retorno de nuestros soldados.

Esta carta servirá para recordarle que estos soldados han estado ahora lejos de sus hogares desde hace ocho meses, lejos de sus hijos, esposas y padres, lejos de sus universidades y puestos de trabajo, involucrados en una guerra de guerrillas en un país desconocido, sin conocer ni la cultura ni el idioma del lugar, amenazados por minas, bombas y armas de fuego, arriesgando sus vidas 24 horas al día, con sus uniformes puestos y portando su equipo a temperaturas de hasta 55º C.

En menos de 3 meses, esa pequeña compañía ha sufrido innumerables ataques, dejando a 4 soldados lisiados y a otro soldado en el coma, para no mencionar a los soldados heridos en AR Ramadi.

Los soldados de la Guardia Nacional son civiles, no miembros activos del Ejército. Nunca han recibido entrenamiento para el combate en el desierto o para confrontar guerrillas urbanas. Sabes que, desde su llegada a AR Ramada, nuestros jóvenes soldados han estado patrullando y registrando las casas de presuntas fuerzas de la guerrilla. Sabemos que carecen de equipo adecuado, que en muchos casos han ido de patrulla sin chalecos a prueba de balas y sin la munición necesaria para confrontar las fuerzas de la guerrilla. ¿No basta esto? ¿Cuántos meses, cuántos abusos suponen que soportemos? No mencionaremos cada sufrimiento y cada dificultad que han soportado nuestros soldados. Sólo queremos decirle que sabemos lo que está pasando con ellos y que no mantendremos silencio frente a este deshonor. No descansaremos hasta que nuestros jóvenes soldados retornen a nuestros hogares.

Estamos determinados a continuar con esta campaña hasta el fin. Si es necesario, un grupo de madres iniciará una huelga de hambre indefinida. Usted no sólo será responsable por las vidas de nuestros soldados, sino también por las de sus madres. No aceptaremos excusas políticas. La ausencia de voluntad gubernamental del presidente Bush de cooperar con Naciones Unidas y de restaurar el poder a los iraquíes es el motivo por el cual la participación de una fuerza internacional formada por las grandes naciones no es posible. La coalición de la que se nos habla no existe realmente. Son nuestras tropas las que soportan el peso de esta guerra. Son nuestros hijos los que están siendo sacrificados por una actitud arrogante e injusta.

Por estas y otras razones, exigimos el retorno de nuestros soldados, ¡ahora! No abandonaremos a nuestros seres queridos, no abandonaremos a nuestros soldados. Continuaremos exigiendo su retorno día a día, calle por calle, de puerta en puerta. Le pediremos al mundo que se una a nosotros. No abandonaremos nuestra lucha hasta que nuestros soldados hayan vuelto a nuestros hogares.

Respetuosamente,

Maritza Castillo
Miladys Guerrero
Estela Guerrero
Maria Carrasquillo
Julio C. D'Augerot
Antonia Mendieta
Carlos A. Mejia
Teresa Lugo
Johanna Guevara
Anna Caballero
Mario Murillo
Patricia Luna
Ligia Sánchez
Patricia Cabadiana
Mirtha Bonilla
Claudia Gonzalez
Paola Gomez
Euri Velásquez
Ingrid Soriano
Ana Guerrero

12 de septiembre de 2003