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Internacional

20 de agosto del 2003

El 'rojo' de los estados comienza a herir la recuperación económica norteamericana

Louis Uchitelle
New York Times
Habiendo ya despojado a la nación de una fuente de crecimiento económico, la crisis de presupuesto en California y en casi todos los otros estados está empezando a arrastrar a la economía nacional, prolongando la débil, desempleada recuperación, como muestran los últimos números del presupuesto.

Durante los últimos dos años, los estados han recortado gradualmente entre 20 y 40 billones de dólares -nadie sabe exactamente cuánto- de su gasto. Billones más en reducciones llegan en el año fiscal que comenzó el 1 de julio. Sólo en California, un tentativo acuerdo sobre el presupuesto requerirá presumiblemente que el estado se deshaga de por lo menos 8 billones de gasto, recortes que probablemente recaerán más fuertemente en educación y ayuda a los pobres.

Los números son difíciles de sumar, pero aún la contabilidad más optimista está desacelerando el gasto estatal agudamente mientras las tasas impositivas aumentan junto con una variedad de honorarios. Apenas hace tres años, los estados eran una ventaja para la economía. Mientras el sector privado había comenzado a renguear, el gasto estatal se mantuvo fuerte y tuvo ganancias, a pesar de los recortes de impuestos en varios estados.

Hoy sucede lo contrario, y eso hace a de los estados un negativo para la economía nacional. Sin ese cambio, algunos economistas dicen, la economía probablemente estaría creciendo en una tasa anual de más del 3%, suficiente para crear empleos en lugar de eliminarlos.

"Es razonable pensar que la respuesta de los estados a la crisis fiscal le quite por lo menos la mitad de un punto porcentual a la tasa de crecimiento de la economía nacional", dijo Nicholas Johnson, el director del State Fiscal Project en el Centro de Prioridades y Políticas de Presupuesto en Washington. La tasa de crecimiento anual ha promediado el 2.6% los últimos 15 meses.

Los recortes en el gasto estatal recién comienzan ser sentidos, con el impacto aterrizando desproporcionadamente sobre los pobres. "Hemos estado trasladando mucho gasto en servicios sociales del gobierno federal a los estados", dijo Robert M. Solow, un economista del Instituto de Tecnología de Massachusetts y laureado con el Nobel. "Y eso significa que los recortes que se realizan lastiman a la gente que está al final de la distribución de ingresos." Eso se ve claramente en California, donde se ha recortado el gasto en 12 billones de dólares en los pasados dos años, con lejos la reducción más grande de todos los estados. En la escuela secundaria James Monroe en North Hills en el Valle de San Fernando, para tomar uno de los miles de ejemplos, el financiamiento estatal en el servicio técnico para las 900 computadoras de la escuela ha desaparecido, y los subsidios del estado para ayudas a los maestros se secaron también, aún cuando la matriculación ha saltado casi el 20%, a 5.000, desde 1998.

Los Servicios de Apoyo al Niño en Los Angeles, que ayuda a padres solteros a cobrar los pagos de ex esposos, también ha sido golpeado, perdiendo 10.6 millones en fondos estatales en abril, o el 7% de su presupuesto. En respuesta, 107 empleados temporarios fueron despedidos, y 100 trabajadores de jornada completa fueron notificados de que pronto podrían perder sus trabajos, aunque finalmente sólo 32 serán despedidos, según Philip Browning, el director de la agencia.

En todo el estado, decenas de millones han sido recortados y seguirán siendo recortados de la financiación para guarderías de chicos e instrucción laboral, para computadoras en las secundarias, bonos a los maestros de escuelas públicas, compras de libros para las escuelas primarias, subsidios para investigaciones en las universidades estatales, y mantener el valor de las ventajas en los planes de pensiones de los empleados estatales. "Los depósitos menores en los planes de pensiones significan que la insuficiencia de presupuesto es menor, pero no se puede hacer esto durante mucho tiempo", dijo G. Eugene Steuerle, del Instituto Urbano en Washington.

Los desembolsos del Medicare (seguro médico) todavía aumentan en California, pero no lo suficiente como para cubrir la inflación o el número creciente de gente pobre que necesita de cuidado médico, aunque como parte de los recortes de impuestos decretados en mayo, patrocinados por Bush, los estados obtienen una única inyección de 20 billones de dólares del dinero federal, la mitad destinada al Medicare. La porción de California es de 2.4 billones de dólares. "Forma parte de la solución al problema del presupuesto acumulativo de $38 billones", dijo Brad William, un importante economista la California Legislative Analyst Office. "Esto ayuda mucho." Ese inmenso déficit es sin la menor duda el más grande jamás acumulado por un estado y es un asunto importante en las próximas elecciones que enfrentará el Gobernador Gray Davis en noviembre. En un intento de achicar el déficit, se recortaron 560 millones del gasto estatal desde los jardines de infantes hasta el 12º grado de las escuelas de California en el último año fiscal, y más de 530 millones desaparecieron de los 10 billones destinados por el estado para el Medicare, según Jean Ross, director ejecutivo del Proyecto de Presupuesto de California, una organización de investigación en Sacramento.

El dolor sería peor si no fuera por las manipulaciones presupuestarias realizadas por un ejército de oficiales estatales a través del país. "Su bolsa de trucos es increíblemente profunda", dijo Johnson. "Por ejemplo Illinois. El gobierno del estado ha vendido su gran edificio de vidrio en el centro de Chicago y ha embolsado la ganancia de la venta, pero en lugar de mudarse, alquila el mismo edificio." Muchos gobiernos estatales han sido reacios a despedir trabajadores, prefiriendo congelar las nuevas contrataciones, los salarios y no reemplazar los trabajadores que se jubilan o renuncian. Algunos estados han aumentado las tasas impositivas para ayudar a cubrir los salarios y así minimizar los despidos. Y una gran variedad de multas judiciales y honorarios por servicios han aumentado. Minnesota incluso inventó algo nuevo: los defensores públicos ya no son gratis; los defendidos pagan ahora 50 dólares o más.

La resistencia a los despidos ha limitado la caída del empleo estatal a través de la nación. El empleo llegó a un pico de 5,23 millones de trabajadores estatales en junio del año pasado y ha caído desde entonces en 91000, o menos del 2%, según informa la Oficina de Estadísticas de Trabajo. A nivel de la administración municipal, el empleo finalmente dejó de crecer este año y permaneció en 13.8 millones de personas, sin caer.

La experiencia de California es de lejos más extrema de lo que está pasando en otros estados, pero la maniobra en California para evitar recortes totales del gasto ilustra la maniobra de varias capitales estatales. En febrero, por ejemplo, la administración Davis vendió por 2.5 millones el derecho a recaudar durante los próximos 25 años una suma de 5 mil millones o más de impuestos al tabaco en California. Aproximadamente 30 de los 38 billones de déficit, de hecho, están siendo tratados con "préstamos, pagos diferidos y otras medidas", dijo el Sr. William.

Por otro lado existe una creciente práctica, evidente en California y Minnesota, y otros estados, de adoptar pronósticos optimistas de desarrollo económico y presunciones de ganancias en rentas impositivas a medida que se materialicen esos pronósticos. Minnesota, por ejemplo, cuenta con que el producto bruto interno crecerá a principios del otoño en un 3.5% de tasa anual, no el actual 2.6%.

Como otra maniobra, algunos estados han reducido el gasto que figura en sus libros de este año fiscal, demorando el pago de subsidios que corresponden al mes de junio a los distritos escolares hasta julio, el comienzo del próximo año económico en la mayoría de los estados. "Lo que significa que los distritos escolares tienen que pedir prestado más dinero para pasar junio", dijo William Marx, analista fiscal en jefe del Congreso de Minnesota.

Los estados experimentaron un problema semejante de déficit a principio de los '90, durante el último período de recesión-recuperación, pero los montos implicados eran mucho menores y el impacto en la economía casi nulo. Esta vez, el gasto total de los estados, que casi se duplicó esta década llegando a más de 1.1 trillones en un año, ha hecho más lento el crecimiento, bajando la tasa anual a apenas un 1%, de un promedio de casi el 7% en los '90.

La desaceleración ha sido en respuesta a la aguda caída de las ganancias impositivas estatales, que subió precipitadamente en el boom de fin de los '90, en parte como resultado de la burbuja de la bolsa y las ganancias de impuestos cobrados a los beneficios de los negocios. A medida que crecían las ganancias impositivas, el gasto de los estados también aumentó. Así lo hicieron las reservas de cada estado, aunque muchos estados recortaron impuestos durante los buenos años. Ahora las reservas se han agotado, forzando a los estados a reducir cada vez más el gasto o a encontrar otras maneras de equilibrar sus presupuestos -como cada estado menos Vermont está obligado a hacer por ley.

Como las recaudaciones impositivas estatales están relacionadas indirectamente con los impuestos a nivel federal, los recortes del gobierno de Bush han provocado en los estados recortes paralelos. Pero los estados más duramente golpeados, California y Minnesota entre ellos, han sido aquellos con impuestos progresivos a las ganancias, que cargan a las familias de mayores ingresos con tasas considerablemente más altas que las que están en el nivel más bajo de ingresos. Mientras los ingresos han caído, las recaudaciones fiscales han caído más rápido en estos estados que los que no tienen impuestos progresivos.

El Sr. Marx en Minnesota cuenta con un rebote en la economía a principios del otoño para aumentar el empleo, los ingresos y la recaudación fiscal. Sus proyecciones de las rentas impositivas que el estado recaudará en el actual año fiscal depende de que el rebote llegue según lo estipulado.

"Somos optimistas de esta proyección", dijo el Sr. Marx. "Pero la proyección se basa en un pronóstico que se realizó en febrero, y el rebote todavía no se ha producido." Traductor: Celeste Murillo.