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Internacional


26 de agosto del 2003

Figuras de acción para imbéciles
El muñeco de "aviador" de G.W. Bush. A tiempo para degradar toda noción de heroísmo que pueda existir

Mark Morford
SF Gate/CommonDreams
Traducido para Rebelión por Germán Leyens
El país está en ruinas y la economía destruida, las escuelas acribilladas y el violento y sangriento lío y el desempleo de Irak se extienden. Es el mejor momento, sin duda, para ser estadounidense, y por ello tal vez te estés preguntando, ¿Qué, Dios mío, qué puedo regalarle al obtuso, seudo-cristiano, homofobo, republicano a ultranza, que tengo en mi lista de regalos?

¿Qué le puedes dar a alguien que simplemente adora las falsas guerras y las mentiras de Bush y Cía. y piensa que los vehículos todo terreno son súper cool y se traga todas las opiniones cargadas de bilis que le restriegan en las narices en Fox News y en Hannity/Coulter/Limbaugh et al., que odia a los condenados gays y libs y ecologistas y que coloca una mano sobre su corazón mientras con la otra manosea a su amiga?

Si me vienes con "una pila de DVDs de Schwarzenegger" o con "¡una admisión vitalicia a la NRA o al KKK [Asociación Nacional del Rifle o el Ku Klux Klan]!" o con "¡un Equipo completo de absolución total/Compensación multimillonaria/enema doméstico de la iglesia católica! sólo tendrás razón a medias.

¡Porque ahora tenemos un nuevo muñeco, este hermoso, pequeño vertedero prefabricado, la figura de acción George W. Bush "
aviador de la fuerza de elite", para que esté orgulloso al lado de tu soldado animado "We´ll rock you [Te vamos a sacudir]" y tu juguete ataca civiles "Puesto de comando de avanzada" de JCPenney! ¡Listo! ¡Comienza tu colección!

Es tan fantásticamente lindo. Es tan fantásticamente lindo que no queda otra que estremecerte por la náusea, el hastío y el dolor que te hace desear que te tragara la tierra e ir a comprarte una botella de vino y un
juguete sexual de Pyrex y una entrada para Burning Man, sólo para desinfectarte.

Es verdad. Es real. La figura de acción Bush es un auténtico artículo, en serio, y no, como uno podría suponer, una broma, no es una parodia, ni siquiera es necesariamente un regalo-chiste para obsequiar a tu virulento aficionado pro-militar a la guerra para que chille y arríe la bandera y suspire nostálgicamente pensando en los tiempos en que los hombres eran hombres y las Uzis eran legales.

Ahí está, todo falsa virilidad y bizqueo y brillo artificial: le ajustaron sus orejas de alas de gaviota y expertos realizadores de muñecas y / o un empleado borracho en un sweatshop en alguna parte en China borraron esa simiesca confusión de labios delgados y de frente surcada de arrugas tan usuales en su menguada carita

Y ahí lo tenemos, todo fiereza y machismo improvisado y listo para que lo lleven volando a un par de millas de la costa para que aterrice en un portaaviones cuidadosamente colocado para una sesión fotográfica y para que haga un falso discurso enteramente prefabricado, anunciando para mayor vergüenza internacional, el fin de la guerra de Irak, ¡jí!, ¡jí!, imbéciles, ¡ay!, qué lástima todos esos soldados de EE.UU. y civiles iraquíes muertos cada día, desde entonces.

Y seguro que puedes tratar de decir "figura de acción George W. Bush" sin atragantarte con tu cóctel de vodka con Valium, pero vale la pena señalar que no es, evidente, y trágicamente, de conocimiento general
que el tipo evitó todo el servicio militar a través de las conexiones de su papá, se escapó directamente de la conscripción para Vietnam registrándose en la Guardia Nacional y luego desertó de ese servicio durante más de un año, y que el servicio militar es para un miembro de la mafia WASP de Bush lo que el sexo oral es para una hermana Hilton: es decir, una sucia, degradante, acción de la escoria humana, llena de repugnantes gérmenes y trabajos duros y espantosos chismes fálicos que mejor se reservan para las clases medias y la plebe.

Oh, ¡Dios mío! pero adoramos el falso heroísmo. Oh, ¡Dios mío! pero nos seduce tan fácilmente lo macho y lo inflado y lo sintético y la laca bien gruesa.

Y ahora viene Arnie. El tremendo Terminator estúpido. El policía de guardería infantil el héroe de la última acción, Conan el bárbaro. El hombre con experiencia política cero y con una experiencia real de actor desdeñable y con la capacidad intelectual y verbal de algo que se encuentra al fondo de tu zapato en un concierto de Shania Twain.

Y ahora viene California (¿o son sólo los crédulos medios?), repentinamente toda convulsionada, que no cabe en sí de excitación por la posibilidad de sobrepasar a Minnesota en gobernadores brutos, envejecidos, cuasi-célebres que convierten su respectivo estado en un hazmerreír internacional, un desastre fiscal y socio- económico, más ridículo de lo que ya es.

¿Hemos verdaderamente olvidado lo que es un héroe? Hemos sido idiotizados a tal punto para que pensemos que pueda ser un hijito de su papá, ultra mimado, al que le han dado todo predigerido, monosilábico, que piensa que el mundo está lleno de "malvados" y "pecadores" y de "extraños" y de una Condi Rice desesperadamente solitaria?

¿Se nos ha bombardeado tan interminablemente con la mentira de película de que un héroe es algo como un bruto gruñente lleno de cicatrices con una ametralladora y un pañuelo e inmensos músculos llenos de venas y con copioso sudor falso, que aniquila al corrupto sheriff o al malvado robot granuja en una sangrienta gloria súper violenta y que alza el pulgar al final antes de autodestruirse para salvar el mundo?

Tal vez queremos creer que los miserables soldados de EE.UU. en Irak son héroes, que sirven algún tipo de bien más elevado y más noble, que nos protegen de algún tipo de inminente mal que se avecina, que nunca existió realmente para comenzar, cuando íntimamente tenemos ese sentimiento de hundirnos, de que en realidad no son más que esbirros desechables de los estratagemas petroquímicos y políticos interminablemente glotones de Bush y Cía.

Tal vez hemos olvidado que un héroe es, desde luego, alguien que penetra profundo en el infierno y que tiene aventuras terriblemente espirituales y auto-reveladoras, llenas de peligro y misterio y al que húmedas diosas ofrecen mágicos frutos misteriosamente jugosos.

Todo esto combinado con la omnipresente amenaza de muerte y / o inmortalidad, de interminables fracasos y reveses y extraños obsequios, y a pesar de todo emerge a la superficie más fuerte, más consciente, más adaptado, iluminado y potente. ¿Hay quién crea realmente que esto vale para Bush? ¿Para Arnie? ¿Te estás atragantando? Exactamente.

El sitio en el web afirma que los pedidos para la figura de acción de Bush "volador" son increíblemente elevados. Sin duda en parte porque el vínculo con el comiquísimo productito ha estado circulando por la Red, al enviarlo unas a otras decenas de miles de personas asqueadas, como broma, como chiste, diciendo ¡oh Dios mío, has visto esto! ¿A dónde diablos está llegando el mundo? ¿Qué diablos anda mal con todos nosotros? ¿Quién, por favor, quién, compra este asunto ridículo? ¿Y quién, por favor, quién, cree realmente que Bush es un héroe?

¿Quién salvará a los niños de juguetes venenosos para su karma como estos? ¿Quién salvará a California de horribles actores brutos que no conocen la diferencia entre una política fiscal y una pesa? ¿Qué clase de héroe se alzará y resistirá este ataque degradante, quien rechazará los demonios de la ignorancia y de la desinformación y las mentiras de Bush y Cía. y la imbecilidad de "¡Volveré!". ¿Quién, en breve, será el héroe que venza todo este falso heroísmo?

La respuesta es fácil. La respuesta está ahí mismo, delante de ti, en tu persona. Ponte tu armadura intelectual, agarra tu espada divina, prepárate para entrar a la profundidad, pierde una extremidad dogmática, conquista un sorprendente conocimiento, gana los honores del universo, resiste la sorna de los aprensivos y de los engañados y de los asexuales y de los agitadores de banderas y de los ultra conservadores y de los ashcroftianos y de los cabreados incurables.

¿Porque el héroe que más necesitas? Eres tú mismo. Simplemente, realmente.

22 de agosto de 2003
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