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Internacional

Mentiras y Medios

La ONU inicia el proceso de expulsión de "Reporteros sin Fronteras" como entidad consultiva por "actos incompatibles con los principios y objetivos de la Carta de las Naciones Unidas"

Pascual Serrano
29 de mayo del 2003

El 20 de mayo, el Comité de Naciones Unidas encargado de las Organizaciones No Gubernamentales recomendó la suspensión, por un año, del estatuto consultivo de la ONG "Reporteros sin Fronteras", con sede en París. La propuesta pasará al Consejo Económico y Social (ECOSOC) -una estructura dependiente de la Asamblea General de la ONU-, que debería pronunciarse en el próximo julio.
Como se recordará, esta organización que participa activamente en la campaña anticubana en materia de derechos humanos que promueve Estados Unidos, fue la ejecutora recientemente de sendas agresiones contra la Oficina de Turismo y la Embajada de Cuba en Francia.
La votación es el resultado de una denuncia de la delegación cubana, acusando a Reporteros sin Fronteras de haber perturbado la sesión de apertura de la 59 Comisión de Derechos Humanos, el pasado 17 de marzo en Ginebra. El representante cubano estimó que los militantes de la ONG tuvieron "un comportamiento insultante en relación con un Estado miembro" y "llevaron a efecto algunos actos incompatibles con los principios y los objetivos de la Carta de Naciones Unidas".
El 17 de marzo de 2003, seis miembros de Reporteros sin Fronteras lanzaron panfletos en la Sala de Conferencias mientras el nuevo presidente de la Comisión de Derechos Humanos, el libio Najat Al-Hajjaji pronunciaba el discurso inaugural.
La sanción tuvo la oposición de los países occidentales miembros del Comité, así como de algunos de sus principales aliados en América Latina.
La votación se materializó mediante un proceso en dos mociones. Una, rechazada, solicitando la no acción, otra segunda, aprobada, en la que se decide la sanción.
Ambas votaciones tuvieron el mismo patrón de votación. Apoyaron no actuar sobre Reporteros sin Fronteras Francia, Alemania, Rumania, Estados Unidos, Chile y Perú, mientras que pidieron la sanción Cuba, China, Cote D'ivoire, Sudán, Irán, Paquistán, Zimbabwe, Rusia y Turquía.
El representante de Francia justificó su posición en contra de la sanción estimando "indispensable que, por razones de derechos, principios y procedimientos, el Comité pueda oír a los responsables de Reporteros sin Fronteras, antes de pronunciarse sobre una suspensión".
Las delegaciones que apoyaron las propuestas cubanas señalaron que se habían concedido todas las garantías. Algunos de estos países repitieron incluso sus intervenciones a través de declaraciones generales. Comentaron además que la propia organización había reconocido a través de sus comunicados de prensa, incluso disponibles en su página web, su premeditación e intencionalidad en los desórdenes de los que se les acusa.
No se trata del único incidente protagonizado por Reporteros sin Fronteras, una organización a la que Cuba ha acusado en numerosas ocasiones de estar financiada por EEUU con el único objeto de influir en la política cubana. El pasado 24 de abril está asociación lideró las agresiones al personal diplomático y ciudadanos cubanos que realizaban gestiones en la embajada cubana en París.
Una de las evidencias del carácter marcadamente parcial de la defensa de la libertad de expresión de Reporteros sin Fronteras, es que el día después de la muerte de dos periodistas alojados en el hotel Palestina en Bagdad por el disparo de un tanque norteamericano, la página digital de esta ONG destinaba tres de sus cuatro notas de denuncia a Cuba y ninguna a estos asesinatos.