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Internacional

8 de junio del 2003

żLocura o Política?

Immanuel Wallerstein
www.irakwar.ru
Traducido para Rebelión por Ángel Cristóbal Colmenares E.

Cuando el tan "pro-establishment" y responsable Financial Times, diario representativo del gran capital, publica un editorial cuyo titulo es "Locura Impositiva" y del cual el subtítulo es "La administración estadounidense tira la prudencia por la ventana", uno sabe que debe estar muy disgustado. El editorial concluye con esta sombría nota: "Para [los Republicanos más extremos], minar el orden internacional multilateral no es suficiente; las por largo tiempo sostenidas opiniones acerca de la redistribución del ingreso también requieren una revisión radical. En respuesta a esta embestida no hay mucho que la mayoría racional pueda hacer: las razones poco importan; la teoría económica es echada a un lado; y la evidencia contraria se desprecia. Pero mirar como la superpotencia económica mundial destruye lentamente a la quizá más envidiable posición fiscal del mundo es algo digno de contemplar."

Así mientras Bush y compañía están bravuconeando sobre sus victorias en Irak y en el Congreso estadounidense, y mucha de la izquierda mundial escribe en un tono de desmayo desesperado sobre estos éxitos, quizá debemos mirar las profundas hendiduras al interior de todas esas fuerzas que pudieran ser denominadas "de centro derecha" - mundial, en los Estados Unidos y entre los estratos capitalistas.

Primero las señales de la hendidura. Henry C. K. Liu, director de un grupo inversionista con base en Nueva York, escribe en Asia Times un artículo titulado "La hegemonía del dólar estadounidense tiene que irse". El director de investigación de inversiones del Banco Privado Citigroup hace notar que los países del ASEAN + 3 países (Sudeste de Asia, Japón, China y Corea del Sur) están en proceso de desarrollar los llamados "instrumentos de deuda cross-border" (lo cual significa deudas registradas en sus propios signos monetarios en lugar de dólares estadounidenses), y llama a éstos "un martillo masivo suspendido sobre la economía estadounidense". Él prevé que creando una Unidad Monetaria Asiática pudieran forzar a los Estados Unidos a un "ensayo de deuda mayor" y realmente llevan a la Tesorería estadounidense a negociar no en dólares estadounidenses sino en monedas asiáticas.

En el frente europeo, Christoph Bertram, director del Instituto alemán para Asuntos Internacionales y de Seguridad, y anteriormente un decidido atlantista, escribe un artículo, una vez más en el Financial Times, titulado "Alemania no se convertirá en vasallo de los Estados Unidos". Atribuye a George Bush la plena responsabilidad por este cambio en la opinión alemana, y prevé que la Unión Europea habrá de "[enlazar] irreversiblemente juntos a los miembros en su defensa, como ha hecho el euro en política monetaria".

Y en los Estados Unidos, James Carroll, escribiendo en el Boston Globe, habla del cambio de clima en Estados Unidos, "una nación tan a la ventura que no se atreve a mirar dos veces su condición real".

La última perorata del Senador Byrd (quien hasta apenas dos años antes nunca fue considerado un radical o incluso un Demócrata liberal) finalizó con: "Y afirmo mis palabras. La calculada intimidación que vemos tan a menudo últimamente por 'los poderes que son' sólo mantendrá a la leal oposición tranquila por cierto tiempo. Porque eventualmente, como siempre lo hace, la verdad surgirá. Y cuando lo haga, el castillo de naipes, construido con engaños, se caerá."

El Senador Byrd pronunció su discurso el 21 de mayo. Apenas seis días después, el Secretario Rumsfeld, en su mensaje al Consejo de Relaciones Exteriores, hizo su ahora ampliamente notada observación de que las supuestamente existentes armas de destrucción masiva en Irak "pudieran no ser encontradas jamás". Rumsfeld dijo que quizás los iraquíes las destruyeron "previamente al conflicto". Y por cuanto los Estados Unidos y Gran Bretaña justificaron la premura de su rápida y unilateral acción con base en la amenaza de esas supuestas armas, ello es sencillamente un reconocimiento, sin duda forzado por la realidad, de que las armas simplemente no se han encontrado hasta ahora. Puede tardar un rato para que la opinión pública estadounidense asimile esta admisión y reaccione ante ella. Pero Tony Blair se encontró inmediatamente en problemas. En el sistema británico es pecado mortal "despistar" al Parlamento, y él está actualmente bajo fuego (y quizás más que eso) sencillamente como resultado del discurso de Rumsfeld. Su respuesta, hasta ahora, es aguarden un poco más. Blair necesita encontrar esas armas mucho más que Rumsfeld.

La pregunta es entonces si se trata realmente de locura o de política deliberada. Creo que es deliberado e intencional, aunque estoy de acuerdo en que es locura. Para entender cómo piensan los halcones estadounidenses y sus aliados debemos remontarnos a dos siglos atrás. La Revolución Francesa verdaderamente sacudió a la escena cultural mundial. Había un grupo que llegó al poder defendiendo la proposición de que el gobierno tenía el derecho a, y el deber de, imponer cambios radicales en el sistema social en nombre del "pueblo", que era el "soberano". Además, estas dos ideas - que el cambio político era un fenómeno "normal" y que el "pueblo" era el soberano, prendieron rápidamente a través del mundo, y de hecho nunca se han marchado desde entonces.

Hubo una reacción inmediata a estos perturbadores conceptos (y a las acciones a ellos enlazadas). Allí es donde obtenemos el término "reaccionarios". Edmund Burke en Inglaterra y Joseph de Maistre en Francia escribieron libros que básicamente desafían a la doctrina en su conjunto, y afirman el soporte de valores sociales y morales de las autoridades "tradicionales". Los Jacobinos fueron expulsados luego de algunos años, pero Napoleón continuó el empuje jacobino, aunque en forma asaz distorsionada. Por fin, en 1815, la Contrarrevolución había ganado definitivamente. Era el momento de restaurar el orden en Europa y el mundo. El Príncipe Metternich construyó una Santa Alianza cuya política fue confrontar todo desorden con la represión masiva.

No todas las fuerzas del orden estaban de acuerdo con Metternich. En Inglaterra, despacio pero eficazmente, Sir Robert Peel llevó a los Tories a concesiones temporales y limitadas, especialmente el Acta de Reforma de 1832. Y hubo intentos similares en Francia, notablemente la Revolución de 1830 que derrocó a Carlos X y trajo a Luis Felipe, "el ciudadano-rey", al poder.

El decisivo punto de retorno fue la revolución mundial de 1848, que llegó como un enorme estremecimiento para los "reaccionarios". El ahora mayor Metternich fue sacado del cargo. Una revolución "social" tuvo lugar en Francia, buscando afirmar los derechos de los "obreros". Y a lo largo del centro, oriente y sur de Europa, era la "primavera de las naciones." Claro, como sabemos, estas muchas revoluciones fracasaron en corto tiempo, y se hallaron con una renovada y fuerte represión. Pero las fuerzas de centro derecha habían aprendido su lección. Decidieron bajar a la ruta de Peel y aceptaron la necesidad de "concesiones" en función de anticiparse a lo peor. Las décadas siguientes vieron el levantamiento de lo que los historiadores llaman "los conservadores ilustrados" - Disraeli en Gran Bretaña, Napoleón III en Francia, Bismarck en Alemania.

Desde aquel momento, los conservadores devinieron meramente en una versión algo más prudente de liberalismo centrista. De hecho, con el propósito de frenar la fuerza creciente de movimientos "radicales" de izquierda, los conservadores estaban a menudo más dispuestos a usar al estado para promulgar cambios que los liberales centristas: la extensión del sufragio por Disraeli, la restauración de derechos sindicales por Napoleón III, los inicios del Estado de Bienestar por Bismarck. Esas políticas prevalecieron entre los grupos políticos conservadores hasta la revolución mundial de 1968 que destronó a los liberales centristas dominantes y "liberó" a aquéllos que se consideraban a sí mismos la "verdadera" derecha del firme control de los "conservadores ilustrados". El levantamiento de la "verdadera" derecha puede encontrarse en la toma parcial del Partido Conservador británico por Tatcher y en el muy parcial control del Partido Republicano estadounidense por Reagan. El actual régimen de Bush ha transformado esta toma parcial en un control total.

Los halcones estadounidenses son el resucitar de Metternich y de sus imperturbablemente reaccionarias políticas: su machista unilateralismo en la escena mundial, y su verdaderamente serio intento de desmantelar el estado de bienestar en los Estados Unidos. Ese es el porqué el Financial Times dice que "las razones poco importan" para ellos. Y es el porqué los herederos de Sir Robert Peel en todo el mundo están muy disgustados. Así como las políticas de Metternich llevaron al desastre a las fuerzas conservadoras del mundo tal como ocurrió en 1848, los herederos de Peel temen (y esperan) que las políticas de Bush harán lo mismo, y peor. Y que el desastre está en el horizonte.

Quizá un día en el futuro habrá un Armagedón entre la izquierda y la derecha. Pero en el presente inmediato, se espera una confrontación entre las facciones de centro derecha de Metternich y de Peel. La facción de Metternich piensa que la apuesta es el orden mundial. La facción de Peel cree que el riesgo es la supervivencia de un sistema capitalista.

01.06.2003