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Internacional

30 de mayo del 2003

Envíenme a Guantánamo

Mike Bryan
Common Dreams
Traducido para Rebelión por Albert Villalba
Envíenme a Guantánamo: Me he transformado en un canalla lleno de ideas erróneas, negatividad e ira. Esta no es el EE.UU. que deseo. No es el que esperaba. Según las normas de este país, soy el enemigo.

Sé que sólo me tengo a mí mismo para culparme por mis ilusiones o por el sendero que he tomado, aún así, seguramente la información errónea que asimilé como joven justifica las circunstancias. Los malentendidos sobre nuestros Padres Fundadores son claramente una gran parte de mi confusión sobre el significado real de EE.UU..

Estaba totalmente convencido que nuestros fundadores realmente querían identificar a nuestra nación con la libertad, la verdad, la justicia, los derechos civiles, la humanidad, la dignidad, la integridad, el progresismo y la libertad. Realmente pensé que EE.UU. se suponía que representa los más altos ideales y normas de la democracia para el mundo.

Ahora lo reconozco: estaba equivocado

No obstante, el presidente Bush entiende realmente el modo de vida americano. Sabe exactamente lo que se exportará a Oriente Medio en nombre de la democracia.

Aparentemente, no comprendo EE.UU.. No comprendo que se dirija el Gobierno como un negocio. No entiendo la limitación de los derechos civiles, la información y las redes de seguridad social para enriquecer a los ya ricos y reforzar el ya poderoso complejo militar-industrial. No entiendo que se pongan los intereses del sector empresarial y de los propietarios por delante de los de la gente. No comprendo que no se coopere con otras naciones para proteger al mundo contra la proliferación nuclear, el calentamiento mundial, las minas terrestres y los crímenes de guerra. No entiendo una Agencia de Protección Medioambiental que contradice su propio nombre.

Simplemente, no me entero

Debo haber captado las ideas sobre no participar en guerras de agresión y no intervenir en los asuntos internos de otras naciones de la directiva principal de Star Trek o de algún lugar por el estilo, no de nuestros Padres Fundadores. Debo haber atribuido erróneamente un montón de ideas y valores a nuestros fundadores y a EE.UU., a partir de conceptos tomados de la TV, las películas, el folklore y otras procedencias.

La cultura popular realmente puede engañar

La Historia nos indica que nuestros Padres Fundadores preveían predominantemente representar los intereses de los negocios y de los grandes terratenientes, no los de la gente normal. Eligieron mucho de su modo de hablar engolado con el fin de atraer a más soldados de las clases más pobres para la revolución. Idearon nuestro Gobierno para excluir a los americanos nativos, los esclavos, los no propietarios de tierras y las mujeres del voto y de otros derechos.

Fue Star Trek quien previó un futuro en que toda la gente se uniría y trabajaría armoniosamente en común, formaría una federación igualitaria y lucharía por la compresión, la comprensión y la mejora de la humanidad, y no nuestros Padres Fundadores. Fue Star Trek quien consideró primitivas a las sociedades dominadas por el deseo del lucro y de conquista.

Tengo que aclararme

Cuando los terroristas estrellaron aviones contra el World Trade Center y el Pentágono, el presidente Bush afirmó con detalle que esa gente había atacado los símbolos de la democracia y la libertad. Erróneamente pensé que habían atacado los símbolos del capitalismo y del militarismo.

Invadir Irak no fue realmente algo Nuevo. EE.UU. ha librado muchas guerras preventivas sin motivo alguno contra opositores prácticamente indefensos. EE.UU. ha apoyado muchas causas injustas y ha cometido incontables atrocidades dentro y fuera de nuestras fronteras. EE.UU. ha favorecido desde hace mucho tiempo la exclusión, no la inclusión; el capitalismo, y no los derechos humanos.

He estado tercamente aferrado a una definición errónea de EE.UU

Mucha gente parece estar de acuerdo con la definición del presidente Bush. Estos son los pensadores positivos de EE.UU.. Están por las cosas: por nuestro presidente, por cualquiera cosa que él desee, por la Guerra, por las bajadas de impuestos, por los negocios, por el dinero. Sacrifican generosamente sus propios intereses en favor de los intereses de las grandes empresas y de la gente más rica de EE.UU.. Esta gente se codea con los ganadores.

No dejan que los hechos dañen sus creencias o lleguen a deprimirse por preocuparse por las armas reales de destrucción masiva iraquíes, las leyes internacionales, los daños colaterales o la destrucción medioambiental. Saben que la Humanidad puede adaptarse a cualquier nuevo orden o nueva ecologías mundiales.

Son los verdaderos patriotas de EE.UU.. Comprenden a esta nación. Entienden que, cuando el Sr. Bush habla sobre democracia, está hablando sobre capitalismo; cuando habla sobre la libertad, está hablando sobre las fuerzas militares. Le captan.

Luego están los que, como yo, estamos fuera de lugar en este país: los pensadores negativos. Son contrarios a la guerra, a la consolidación de los medios de comunicación, a la minería a cielo abierto, a la tala masiva de bosques, a la vigilancia gubernamental, a la privatización, a la explotación, a la desigualdad económica y social, están contra esto y aquello. Estos desgraciados no son gente feliz.

Este hatajo de gente negativa debería ser enviado, junto conmigo, a Guantánamo, sin el debido proceso, por negarse a aceptar la verdadera definición de EE.UU. y por pensar que pueden elegir los EE.UU. que desean.

Quizá incluso podremos crear un país mejor allí, dentro de nuestras celdas.

24-5-2003