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La vieja Europa

2 de julio del 2003

Aznar coloca la «soberanía nacional» española como garante del marco actual

Gara
El presidente español, José María Aznar, aseguró ayer que la propuesta de Juan José Ibarretxe para alcanzar un nuevo pacto con el Estado español «pretende hacer quebrar el Estado constitucional, y con él, la convivencia entre los españoles». Frente a ello, aseguró que «ninguna modificación del marco institucional y de libertades es posible sin el respaldo de la representación que le dio origen». Aznar apostó además por reforzar «día a día» el pacto PP-PSOE.

En el transcurso del denominado «debate sobre el Estado de la Nación», el presidente del Gobierno español, José María Aznar, afirmó ayer que «la Constitución ha dado, de forma satisfactoria, expresión política a la diversidad de España, y ninguna modificación del marco institucional y de libertades es posible sin el respaldo de la misma representación que le dio origen».

Aznar subrayó que «no es casualidad que los constituyentes preservaran la Constitución de intento arbitrarios de revisión, remitiéndolos en las materias más sustantivas a la decisión de la soberanía popular radicada en la nación».

Aunque sin citarlo explícitamente, se refirió al plan Ibarretxe para decir que «de lo que se trata es, pura y simplemente, de hacer quebrar el Estado constitucional y, con él, la convivencia entre los españoles». También afirmó que «es el precio que se nos propone pagar a la violencia».

El presidente español tuvo también palabras para su ofensiva contra la izquierda abertzale. Alabó el pacto PP-PSOE, asegurando que «esa unidad debemos reforzarla día a día», y subrayó que la ilegalización de Batasuna «abre una nueva etapa en la trayectoria de nuestra democracia, que se refuerza como espacio de libertad».

Por otro lado, durante su intervención en el debate de ayer, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero anunció que su partido no sancionará a los cinco electos de Nafarroa que han accedido a las alcaldías gracias a los votos de formaciones como el PNV, EA, Aralar o plataformas cercanas a la izquierda abertzale, lo que le valió duras críticas por parte de Aznar.

Mientras tanto, el portavoz del PNV en el Congreso español Iñaki Anasagasti respondió a Aznar afirmando que el presidente del Gobierno español «termina su mandato agrediendo al nacionalismo» y lamentó que «siga afrontando el tema vasco desde un criterio policial». Anasagasti destacó el hecho de que «Aznar ha dedicado casi veinte minutos de su intervención al plan Ibarretxe, lo que demuestra que es su gran obsesión».

Por su parte, la diputada de EA en Madrid, Begoña Lasagabaster, afirmó que «Aznar no ve la realidad» y le acusó de no admitir «otras formas de pensar que no sean la suya». Lasagabaster opinó que el presidente del Ejecutivo español «nos ha descrito un país de maravillas, parece que no hay ningún problema, cuando la realidad es bien distinta».

La diputada de EA criticó que «Aznar ha pasado de puntillas por temas donde ha tenido una mala actuación, como el Prestige», y aseguró que «tiene un serio problema con los ciudadanos vascos independientemente de lo que piensen, porque no admite que haya otras maneras de pensar distintas a la suya».