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La vieja Europa

7 de mayo del 2003

Próxima reunión del G8 en Evian, Francia
Se prevén cientos de miles de manifestantes para las movilizaciones

Eduardo Tamayo G.
Servicio Informativo "Alai-amlatina"

Cuando aún están frescas las secuelas de la guerra de Estados Unidos y el Reino Unido contra Irak, los movimientos y organizaciones sociales de Europa preparan grandes manifestaciones para rechazar la reunión del G8 que se efectuará en Evian, Francia, del 1 al 3 de junio de este año.

Es difícil pronosticarlo, pero se calcula que entre 200.000 y 300.000 personas participarán en las movilizaciones cuyo propósito es denunciar la ilegitimidad del G8, compuesto por los siete países más ricos del mundo (Estados Unidos, Italia, Francia, Reino Unido, Japón, Canadá y Alemania), más Rusia.

El lugar escogido para la reunión del G8, Evian, es una pequeña ciudad situada en las riveras del Lago Leman, muy próxima a las ciudades suizas de Ginebra y Lausana. Los jefes de Estado y de gobierno del G8 y su séquito de ministros, consejeros, asesores, etc. se alojarán en los hoteles de lujo de estas y otras ciudades, rodeados y protegidos por imponentes cuerpos de policía, ejército y fuerza aérea.

El 8 de abril, los gobiernos de Francia y Suiza firmaron un acuerdo de cooperación para enfrentar la Cumbre del G8. Las autoridades de los dos países están planificando la puesta en marcha de fuertes operativos de seguridad y control que se extenderán por toda la región del Lago Leman. Del lado suizo se prevé la movilización de 5.700 soldados, 4650 policías, con un gasto que ascenderá a los 30 millones de dólares. Las autoridades francesas han prohibido las manifestaciones en Evian y están adoptando exageradas e inusuales medidas de control para impedir que cualquier persona "extraña" pretenda acercarse a la ciudad durante los días de la Cumbre del G8. Estas medidas incluyen la obligación para los habitantes de Evian de acercase a la Alcaldía a retirar un carné que les permitirá circular por la ciudad durante el tiempo que dure la Cumbre.

Ante la imposibilidad de protestar en Evian, las movilizaciones se desarrollarán en Ginebra, Lausana o Annemase (Francia). Las organizaciones y movimientos sociales de la región transfronteriza de Suiza y Francia están planificando, para el primero de junio, día de la inauguración de la Cumbre del G8, una manifestación conjunta que partirá simultáneamente de Ginebra y Annemase para confluir en la frontera de los dos países. Tres campamentos alternativos se están organizando para alojar, alimentar e informar a los manifestantes que llegarán procedentes de Italia, Alemania, Reino Unido, España y otros países europeos. Previamente se realizarán encuentros y talleres de reflexión sobre temas que van desde la crisis en Argentina hasta la situación del Medio Oriente, la inestabilidad financiera y la industria del armamento, pasando por la "guerra de la información".

La Cumbre de Evian se produce en una coyuntura marcada por la división en las filas del G8 a propósito de la invasión y ocupación de Irak. Como es conocido, Francia, Alemania y Rusia se opusieron a la guerra de los Bush y han sido excluidas del reparto del pastel. La presencia de George W. Bush en la próxima Cumbre del G-8 es un factor que caldea los ánimos al seno del movimiento anti-guerra europeo que ha tomado a la Cumbre de Evian como un elemento para continuar las movilizaciones. Al respecto, cabe indicar que un encuentro entre Bush y el presidente de Suiza, Pascal Couchepin, que debía realizarse el primero de junio en el aeropuerto de Ginebra, tuvo que ser suspendido ante las protestas del movimiento anti-G8 y de las propias autoridades de Ginebra.

El G8 nació en 1975 por iniciativa del jefe del Gobierno francés, Valery Giscard d'Estaing, quien invitó a los 6 países industriales capitalistas más importantes del mundo a una "cumbre mundial informal sobre la economía mundial". El G8, en realidad, se fundó para enfrentar a los países del Tercer Mundo que en esos momentos reclamaban un nuevo orden económico internacional y mejores precios para las materias primas, incluido el petróleo. Inicialmente integraron este Grupo Alemania Occidental, Estados Unidos, Reino Unido, Italia y Japón. Posteriormente, a petición de Estados Unidos, se integró Canadá. Varios años después de la caída del régimen soviético, fue llamada a integrarse la Federación Rusa aunque está excluida de los foros ministeriales que se desarrollan previamente a la Cumbre.

El G8 se presenta como un club informal sin poder de decisión vinculante, sin reglamentos, sin sede y sin secretariado, que no entra en competencia ni con las Naciones Unidas, ni con la Organización Mundial de Comercio, OMC, ni con los organismos internacionales. Sin embargo, este club de los potentados define, desde 1980, las orientaciones de la mundialización neoliberal que favorece los intereses de la transnacionales y de los inversionistas, promueve la ampliación del comercio mundial, las privatizaciones y la reducción del gasto público. Para imponer sus políticas, el G8 se apoya en las instituciones financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, en los que cuenta con la mayoría de las acciones, y en la Organización Mundial de Comercio, que, pese a su fachada de organismo democrático, cumple al pie de la letra sus "recomendaciones".

"El G8 pretende desempeñar de hecho el papel de gobierno del mundo, aun cuando no ha recibido mandato para ello por los pueblos del mundo. Es pues una instancia ilegítima, y sin embargo impone sus preferencias y orienta la marcha del planeta. El G8 impulsa políticas neoliberales que aceleran la concentración de riquezas, atacan el derecho laboral, crean precariedad en el empleo y en las condiciones de vida de una gran mayoría de la población, y favorecen las exclusiones culturales y la destrucción del medio ambiente", señala un manifiesto del Foro Social del Lago Leman, uno de los convocantes a las marchas.

Y el Foro agrega: "Mientras los países del G8 se niegan a luchar realmente contra el fraude financiero; el blanqueamiento del dinero, y los pabellones de conveniencia, el G8 en nombre de la lucha antiterrorista, legitimiza la guerra, el militarismo, y la represión. El G8 pretende querer luchar contra la pobreza en el mundo, pero el programa de reducción de la deuda de los países pobres resultó ser totalmente insuficiente y sometido acondiciones inaceptables; los planes del FMI siguen conduciendo a países como Argentina a la quiebra; la liberalización comercial, con el visto bueno de la OMC, resulta cada día más desfavorable para los países del Sur; y los aportes financieros para la lucha contra el SIDA, el paludismo y otras pandemias están muy lejos de cumplir con sus promesas frente a las necesidades expresadas. Por último, los países miembros del G8 no han tomado ninguna medida seria para la protección del medio ambiente".

Desde 1975 el G8 se ha reunido 28 veces. Desde hace unos 15 años, se registran movilizaciones contra el G8. En 1989 (Paris), en 1996 (Lyon), en 1998 (Birmingham) y en 1999 (Colonia) decenas de miles de manifestantes exigieron la anulación de la deuda de los países del Sur. En julio de 2001, se movilizaron más de 250.000 en Génova, Italia, pese a la fuerte represión policial que provocó la muerte del estudiante Carlo Guilliani. Las protestas contra este club de los ricos han tomado un nuevo aliento en los últimos años con la emergencia de un movimiento social y ciudadano mundial que ha adoptado el lema "otro mundo es posible". Las jornadas contra el G8 en Evian, que han sido definidas como "festivas y pacíficas", prometen continuar y aporta en esta línea.