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La vieja Europa

PAIS VASCO

CÓMO TORTURÓ LA GUARDIA CIVIL DE LA "DEMOCRACIA"

ESPAÑOLA A MARTXELO OTAMENDI, DIRECTOR DEL DIARIO "EUSKALDUNON EGUNKARIA"

Se trata del órgano de prensa más importante en lengua vasca con varias decenas de miles de lectores diarios

(traducción al español de Red Vasca Roja) El director de Egunkaria, Martxelo Otamendi, que ha pasado cinco días incomunicado en manos de la Guardia Civil, ha sufrido incesantes insultos, vejaciones, torturas y malos tratos.
? Le dijo usted al forense que le habían torturado.
El jueves le dije que no me habían dejado dormir, que me obligaban a estar de pie. Pero el viernes le dije, hablándole del jueves, que había sido muy duro, que me habían obligado a realizar mil ejercicios, con mil amenazas, en mil posturas diferentes, toda la noche de pie; de vez en cuando me dejaban sentarme, pero luego de nuevo de pie durante horas. Voy a perder el conocimiento, pensé que aquello tenía mala pinta, y le pedí que le dijera al juez que me llevaran a las celdas de la Audiencia Nacional mientras pasaba el tiempo de incomunicación, que si no me partiría la cabeza contra la columna de hierro de la celda y me tendrían que llevar al hospital. Después de que le dijera eso el viernes me sacaron con los ojos tapados ­fuera de la celda siempre me tenían con los ojos tapados­ y a los 30 minutos me vinieron unos cuantos guardias civiles, me sacaron a rastras de la celda y a los pocos metros me tumbaron y me dijeron: hijo de puta, si le dices de nuevo al forense lo que te estamos haciendo te pegaremos un tiro. Pensé: no es posible que en media hora los guardias civiles sepan todo esto.
? Cuando usted estaba con el forense, claro, no había guardias civiles .
Solo, sí, pero se lo dije luego al juez, para que supiera que los guardias civiles tenían algún medio para saber lo que los detenidos hablaban con el forense. Trataba de hacerle saber que la figura del forense no vale de nada, y que no había garantías democráticas para el detenido.
? También le han amenazado, ¿no? Me dijeron claramente que si denunciaba las torturas los tendría tras de mí.
Me dijeron que son carnavales y que en carnavales sería muy fácil ir tras de mí, y que nos veríamos en carnavales. Que me harían la vida imposible y que vendrían a mi casa en mi busca si denunciaba las torturas.
? ¿Qué le hicieron durante esos cinco días? Incesantes ejercicios físicos, hasta agotarme, hasta enloquecerme y caer al suelo y perder el aliento; flexiones, flexiones... Amenazas, insultos; desde un principio me dijeron: esto es una cadena, una vía ferroviaria. Si quieres te bajas en la primera estación, o si no recorres todo el camino, pero aquí todos cantan. Tú eliges dónde bajarte. Si lo haces en la primera estación sufrirás menos, y hasta que termine la incomunicación tendrás cama y celda.
A mí no me pegaron sin parar, como a Joan Mari. Todo era gradual: primero obligarte a estar de pie, y luego inclinado desde la cintura. En una ocasión me tuvieron así tres horas.
? ¿Mientras le estaban interrogando? No, en la celda. Y junto a la celda estaba otro de los detenidos. Y a él le trataban bien a mi lado. Estaban escenificando ante mí la diferencia de trato, para que nos odiáramos, para hacernos odiar a nuestro amigo.
? ¿Aun estando incomunicado tenía un compañero de celda? Pero no podíamos ni mirarnos, y mucho menos hablar. Es verdad que no le dije ni una palabra a mi compañero de celda durante esos tres días, por miedo. Ni siquiera nos mirábamos.
? ¿Porque los guardias civiles estaban con ustedes? No estaban allí mismo, pero en la puerta tienen una abertura para poder vernos. Tan atemorizado te tienen que no te atreves a mirar ni a hablar a tu compañero de celda por miedo a lo que te puedan hacer si te pillan. Hemos pasado tres días juntos, sin una sola palabra. El domingo y el lunes, en cambio, me tuvieron solo.
? Le hicieron la bolsa.
Van graduando los interrogatorios. Con esa gradualización te quieren dar a entender que cada día será peor, y se va escenificando de día en día. Otro grupo de guardia civiles me hicieron lo de la bolsa. Eso fue el sábado. Me lo hicieron dos veces. En mi ingenuidad pensaba que con la bolsa aguantarías medio minuto hasta perder el aliento. ¡No aguantas ni tres segundos! Y vas... y dices: ³¡Sí, sí, contaré lo que quieran!² Luego empiezas a decir algo, ³no me acuerdo², o algo parecido, y ellos me contestaban: ³¡Recuerda, hijo de puta! ¡Al suelo! ¡Flexiones!² ? ¿Qué tipo de informaciones le querían sacar? Conmigo tenían dos asuntos: Que la constitución de Egunkaria y mi nombramiento habían sido cosa de ETA. Querían demostrar que me ofrecieron la dirección en nombre de ETA. Luego, sobre Martín Ugalde, sobre Joxemi Zumalabe. Te confunden, todos los días las mismas preguntas, es una técnica para cazar las mentiras, porque es difícil recordar muchas mentiras. Y por otro lado, la revista Zutabe, los comunicados de ETA y las entrevistas a ETA: cómo se establecen las citas. Les expliqué una y otra vez que no tenemos nada que ver con ETA, que a mí me nombró Iñaki Uría, que Uría no es de ETA, y también les dije que no habría aceptado mi nombramiento si hubiera sabido que ETA tenía algo que ver. Al juez le dije eso mil veces, mientras hablaba con él durante 45 minutos. Pero cuando empezaba a decirles eso a los guardias civiles me obligaban a callar gritando: ³¡Hijo de puta! ¡Hijo de puta!². Muchos insultos, y mentiras: me dijeron muchas veces que Martin Ugalde había muerto de un ataque al corazón mientras registraban su casa.
También me dijeron muchas veces que me iban a matar. Cuando les dije que tenía derecho a no declarar, me respondieron: ³Este sitio no tiene nada que ver con la democracia ni con la puta constitución; ¡aquí se declara, y basta!² ? ¿Le decían qué estaban declarando los demás? A veces. Datos no, pero sí ³los demás te han traicionado², ³las declaraciones de éste te han jodido², ³sabemos que estás ligado orgánicamente a ETA, estás perdido, confírmalo y te irás a dormir los próximos tres días², ³tú erese el único que está en esta situación, espabila y no seas gilipollas². Les decía que no, que nunca jhe recibido instrucciones de ETA, ni críticas ni elogios, y me respondían: ³¡Al suelo, hijo de puta! ¡Flexiones!² ? Le dijeron que tenían ganas de atraparlo, ¿no? Sí, porque soy conocido por participar en tertulias, se metían mucho con eso.
? Tenían información sobre usted.
Sí. Me repetían cosas que había dicho en las tertulias. Y también que cuando estuve en Madrid en el juicio sobre Lasa y Zabala ellos también habían estado allí: ³¿Por qué te reíste en aquel momento del juicio?² ³¡También te reíste durante la lectura del juez!² Me dijeron que ya tenían ganas de atraparme, sobre todo.
? ¿Ha apreciado si tienen mucha información sobre Egunkaria y sobre la actividad cultural vasca? Sí, eso parece. Superficialmente al menos, bastante. No te dicen todo, y no sabes hasta qué punto, pero es evidente que tienen gran conocimiento del panorama general de la producción en euskara y la cultura vasca. ? ¿Alguna mención de lo sucedido fuera, o mentiras? Nada. Sólo me decían: ³tú tranquilo, canta lo que tienes que cantar, di que te han torturado, y luego te harán un homenaje como a los gudaris². Y luego: ³tú estás aguantando mucho, pronto caerás²; y yo: ³¡Pero no sé qué me piden! No tengo los datos que quieren. Nunca he tenido reuniones con ETA²; y ellos: ³¡Al suelo! ¡Flexiones!² ? ¿De verdad creen, por ejemplo, que Txema Auzmendi y Joan Mari Torrealdai son de ETA? Son capaces de preguntar si Torrealdai escribe los comunicados de ETA. Que no. ³¿Quién, entonces? ¿Uría?² Que no. ³Entonces tú; ¿quién te los dicta?² Y apretando así llegan a las preguntas que de veras les interesan: ³Si se escriben fuera, ¿cómo te llegan a ti?² Ya saben que no los escribe Uría, pero como quieren saber quién los trae, primero te dejan agotado, para que te sientas obligado a responder a esa pregunta.
? Le han torturado grupos distintos de guardias civiles, ¿no? Conmigo andaban dos grupos. Gente joven, de alrededor de 30 años, que sienten un odio terrible, que tienen un conocimiento genérico de la cultura vasca, y esa concepción imperial y centralista de España. Y su juego favorito era preguntarme: ³¿De dónde a dónde se extiende España?² Y yo tenía que responder: ³Desde Irún hasta Algeciras, y desde Finisterre hasta Cabo de Rosas², y me lo hacían repetir una y otra vez.
? Desprecio sin límite hacia los euskaldunes, ¿no? Lo equiparan todo, y también me dijeron lindezas sobre Miren Azkárate. ³¡Esa puta vieja os proporciona ayudas!² Auténticas atrocidades sobre Miren Azkárate.
? ¿Oyó usted gritos de los compañeros detenidos? Mucho ruido, golpes... Y cuando se oía un grito de algún torturado empezaba un coro de cinco u ocho para cubrir ese grito. Yo no grité, porque no me hicieron daño físico directo; a mí el cansancio y la bolsa, sobre todo.
? ¿Vio usted en alguna ocasión a algún guardia civil? Siempre me tenían con los ojos tapados con una media o algo así. Y si se movía y empezaba a ver algo de luz llegué a avisarles yo mismo, porque me daba miedo pensar qué me podían hacer si se daban cuenta de que había visto a alguno.
? ¿Sabía usted quién estaba en las otras celdas? No. Me pareció que oía los gritos de Torrealdai y de Uría, gritos y gemidos, y pensaba que también habría otra gente de la dirección actual de Egunkaria, y de las anteriores.
? ¿Cree usted que son profesionales de la tortura? Sí. No son cualesquiera. Cada uno cumple su papel: uno diciendo que es Torquemada, otro dando consejos... ? ¿No le golpearon? Algunos golpes en los testículos, e insinuaciones de que podían venir más, para asustar. Golpes fuertes no, pero sí a Joan Mari [Torrealdai].
? ¿Le desnudaron? Sí, completamente desnudo, a veces con los calzoncillos en las rodillas, me ponían boca arriba o boca abajo. También me escarnecían con respecto al sexo: ³Ponte así, ya sabemos que te gusta así²... Cuando estaba desnudo también me anduvieron con un plástico enrollado en el culo.
? Temía usted que prolongaran la incomunicación Mi preocupación era que la incomunicación se alargara hasta ocho días.
Cuando hice la declaración policial, el abogado de oficio estaba a mi espalda ­no me dejaban verlo­ y cuando dijo su nombre supe que estaba allí porque había dicho ³sí². Yo iba a ese interrogatorio con las preguntas aprendidas de memoria de tantas veces como me las habían hecho. Te repiten muchas veces algunas preguntas, y te das cuenta que te han hecho la misma pregunta un montón de veces, y a medida que yo respondía no daban por buena la respuesta hasta que les gustaba. Se dieron cuenta de que yo daba respuestas diferentes a sus preguntas. Hay algunos que dicen la misma cosa de forma lineal y clara, pero yo andaba con rodeos. Si entras en su técnica te tienen cogido, y lo asumes. Luego le dije al juez que esa declaración la habían obtenido mediante torturas, porque el fiscal empezó a hacerme preguntas basándose en mi declaración, y yo le dije que no estaba dispuesto a responder acerca de una declaración obtenida mediante torturas.
? ¿Le indujeron a decir algo que no fuera cierto? No, porque como además crees que ya saben la respuesta, no te atreves a decir mentiras. De hecho, si les parece que estás mintiendo, se te cae el pelo. Entonces muchas veces dices: ³No sé². Pasé horas y horas diciendo que no sabía. De repente te creen. En lo que a mí concierne, les negué una y otra vez la vinculación entre ETA y Egunkaria, y otras tantas veces que a mí no me había nombrado ETA sino el consejero delegado. Cuando se aburrieron de oírmelo, pasaron a otra cosa: Dónde se hacían los comunicados de ETA, por qué se queman... Además de eso, me preguntaron muchas veces por la entrevista a ETA. Seguramente no habrán tenido muchas oportunidades de estar con gente que haya estado con la dirección de ETA, y estaban obsesionados con eso. Era su oportunidad, y mostraron mucho interés en eso.
? En cambio, la preocupación del juez no era ésa No. Para mi detención había dos motivos, uno el que tiene relación con el sumario, y el otro el trabajo profesional en torno a ETA, el que se refiere a las entrevistas. El juez dijo que ese sumario estaba en manos de otro juez, y que él no iba a entrar en eso.
? Antes ha mencionado usted lo de los ocho días. ¿Ellos mencionaron la posibilidad de prolongar la incomunicación y la detención? Sí, sí. Ellos dijeron que había tres, cinco y ocho días. Me hicieron firmar un papel en el que me hacían saber que el juez había aceptado la incomunicación durante ocho días. Eso me lo dijeron el sábado, y por eso pensé que me quedaban el domingo, el lunes y otros tres días. En aquel momento pensé que no aguantaría tres días más allí. La posibilidad que te abren ahí es la de suicidarte. Les pedí que me pegaran un tiro, y que acabaran rápido.
? ¿Usted les pidió eso? Sí, más de una vez. Al forense le dije que si no me hacía caso me rompería la cabeza contra una columna que había allí. No quieres morir, pero de dentro te sale algo que te dice que has llegado al límite de tus fuerzas, que no puedes más.
? ¿Cómo fue la declaración ante el juez? Yo le hice al juez mi defensa y la de Egunkaria. Le dejé muy claro que Egunkaria no tiene ninguna vinculación con ETA. Que ETA no ha metido nunca la mano en Egunkaria, y que lo único que se ha hecho con ETA han sido tres entrevistas por mi parte, trabajos profesionales que un juez nunca podría considerar delito. Se lo argumenté largamente.
? Otro punto fue el de los accionistas.
Sí, no entendían cómo teniendo en torno a 1.000 accionistas sólo acudían unos 30 a la asamblea anual, ni por qué los accionistas no pedían que Egunkaria ganara dinero. El juez me preguntó por eso, y les dije que si querían les explicaría la filosofía vasca. Entonces les dije que los accionistas ponían el dinero con dos condiciones: que sacáramos adelante Egunkaria, y que no nos enredáramos en riñas, También les dije que el BBVA tiene más de un millón de accionistas, y que a las asambleas no acuden más de mil quinientos; yo he estado como invitado en una asamblea del BBV y lo he visto. El Barça tiene más de 100.000 socios, y a la asamblea anual no van más que tres o cuatro mil. Les dije que los productos vascos son deficitarios, que vivimos gracias a las subvenciones, por culpa de la carencia de infraestructuras empresariales y económicas. Les tuve que explicar todo eso para que entendieran por qué la mayoría de los accionistas no acuden a las asambleas anuales.
? De hecho, su tesis es que son falsos accionistas.
Creen que ETA puso el dinero, y que los accionistas no son más que una cobertura. Entonces les dije que son auténticos, nominales. Me preguntaron si los conocía, y les respondí que a algunos sí. Pasé 45 minutos explicando esas cosas, con dos tesis principales: Primera, que ETA no me había nombrado, que ETA no influía en Egunkaria, que no hay militantes de ETA en Egunkaria. Segunda, que a mí me había nombrado el consejero delegado, no ETA. Que a ese respecto sólo tengo una obligación: con mis lectores, con mis trabajadores, con mis anunciantes. Le dije que no sabía en qué papeles de ETA aparece mi nombre, pero si es así, mi papel ha sido pasivo, que hablaban de mí sin que yo lo supiera.
? Del mismo modo que ha aparecido en los papeles de muchos partidos, ¿no? Sí, eso le dije: ³Estoy seguro de que Egunkaria y nuestro nombre aparece en muchos ejecutivos, en muchos partidos, y quizá se han levantado actas, y eso no quiere decir que nosotros tengamos nada que ver con ellos². Algunos mencionarán quizá que han hecho reuniones con nosotros para valorar Egunkaria, y otros para valorar si alguien le está dando un tratamiento bueno o malo a no sé qué asunto.
? ¿Qué hay sobre la denuncia de torturas ante el juez? Ni el juez ni el fiscal me preguntaron nada, ni me pidieron detalles. Les dije que no es posible tratar así a un profesional de la información, tratar así a cualquier persona. Ante eso el fiscal dijo que ellos me estaban tratando bien, y yo dije que sí, que me estaban tratando bien pero la Guardia Civil no. Y también les dije a los jueces: ³Cuando les mencioné a los guardias civiles algo sobre mis derechos también dijeron animaladas sobre ustedes, sobre la Audiencia Nacional, sobre la constitución y sobre el Gobierno Vasco[ngado]². Y dije: ³Por respeto a esta institución no repetiré aquí lo que dijeron sobre ella².
? Cuando salió a la calle ya esperaba que estuviera en marcha un nuevo periódico, ¿no? Sí, no tenía duda. Me han alegrado especialmente dos cosas: una, que habéis sido capaces, sin director, sin consejero delegado y sin presidente del consejo de administración, de sacar adelante y configurar el nuevo periódico. Y otra, la magnífica manifestación del sábado. Una manifestación muy amplia, masiva y espontánea, a la que la gente ha ido de corazón, muchos de ellos llorando. Ahora tenemos que aprovechar esa oleada para hacer un estupendo periódico.
? Cuando salió de la cárcel mencionó usted tres tareas.
Una, nos tenemos que poner a trabajar para sacar a los compañeros y amigos que quedan en la cárcel; dos, para hacer durar el periódico; y la tercera, tenemos que aprovechar que ahora han torturado a gente conocida para construir en Euskal Herria una muralla nacional-institucional-social que haga desaparecer la tortura. Dado que nuestra denuncia será creíble para todo el mundo, trabajemos para hacer desaparecer eso, porque no es posible esta situación. Los gestores de este país lo tienen que considerar un problema de primera magnitud, y constituir un Nunca Mais contra la tortura.
? El gobierno español ha anunciado que se querellará contra ustedes por haber denunciado las torturas.
Nos veremos ante el tribunal, pero a mí me han torturado, y no lo he demostrado porque no he tenido oportunidad de hacerlo. Será mi declaración contra la suya, pero no tengo ningún otro modo de demostrar que me han torturado.
? ¿Han tenido noticias de la situación de Pello Zubiria? Bueno, desde la celda le oí gritar más de una vez. Luego nos dijeron en la Audiencia Nacional que había intentado suicidarse